¡Que!... más consecuencias

Capitulo cuatro 

¡Que!... más consecuencias

Drew despertó incomodo le costaba tragar le dolía el cuerpo y mención honrosa al trasero literalmente apaliado por su madre… como dolía esa maldita paleta en cuando su mama se descuide él la quemaría aun no podía creer que su mamá lo castigara con eso, bueno eso despertó un poquito de rabia en el chico pero se esfumo al intentar tragar.

“buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa dueleeeeeeeeeeeeee” comenzó a llorar enseguida, Nicolás preocupado se movió para ver que ocurría con su niño pero para su desgracia se encontró igual de adolorido.

“leoncito que ocurre”

“dueleeeee eres malo no me defendiste de mamá buaaa”

“gordito caprichoso sabes que lo que hiciste estuvo muy mal”

“ya no me regañes me duele buaaaaaaaa eres malo”

“vamos a seguir Andrew” dijo algo molesto él se sentía pésimo le dolía la cabeza quería estar en su cama con su mujer que lo mimaran porque se sentía horrible y para el colmo de los males su hijito le decía que era malo.

“buaaaaaaaaaa ahora estas molesto y me dueleeeeeeeee”

“Hijo que ocurre” Drew no acostumbraba hacer estos escándalos a menos que se sintiera muy mal…

“me duele papá”

“que te duele papito chiquitito”

“me duele todo el poto la garanta la piel buaaaaaaaa”

“ya mi gordito iré por mamá”

“nooooooooo buaaaaaaa mamá me va pinchar y no quiero”

“QUE… no” Nicolás se alarmo enseguida el también estaba enfermo y no estaba dispuesto a dejar que le pincharan el trasero no señor. “Angélica Drew se siente mal” omitió olímpicamente el yo también pero quien podría culparlo…

Angélica entro a la habitación con el desayuno listo y dos termómetros ella reconocía la voz de enfermo de su maridito y como hacía esfuerzos para no ser descubierto.

“Abran”

“no” dijeron los dos  a la vez

“o abren o se los meto por el culo” dijo molesta porque todas las veces era la misma discusión era un termómetro por el amor de dios como les costaba tanto abrir la boca.

Y dicho y hecho los dos en forma autómata tenia la boca abierta para recibir el dichoso aparatito… Nicolás la miraba con rabia porque siempre lo descubría el odiaba estar enfermo, odiaba que su mujer fuera medico y que supiera que lo más efectivo y rápido era un pinchazo en el culo y odiaba que no le diera ni una opción para decidir cuando se trataba de su salud.

Pero amaba que fuera su sexi doctora pero ahora no estaba para juegos su leoncito estaba enfermo y eso era mil veces peor que mil pinchazos.

Cuando el pitito sonó Angélica saco los termómetros ambos con fiebre pero Drew estaba peligrosamente al límite de lo permitido debía bajarle la temperatura enseguida, su marido estaba afiebrado pero no tanto como su hijo.

“Gargantas”

“Haaaaaaaaaaa” dijo Drew

“Aaaaaaaaaaa” siguió Nicolás

Ella sabía qué hacer, salió sin decir nada y volvió con su maletín lo primero era bajarle la temperatura a su hijo así que le indico a Nico que lo abrazara ella aprovecho de bajarle el pijama y la ropa interior y sin dale tiempo a  reaccionar le puso un supositorio a su leoncito.

“que has hecho” grito indignado

“darte un medicamento para la fiebre”

“tienes que dejar de hacer eso mamá no soy un niño” Andrew estaba indignado pero no había mucho que pudiera hacer mamá medico era imposible de convencerla de otra cosa hacía años que se había convencido que era una batalla que no ganaría.

“Abre” le dijo a Nicolás

“no me gusta es malo” dijo al ver el jarabe que le ordenaba a tomar

“Nicholas o te lo tomas o te pongo un supositorio a ti también” santo remedio Nicolás casi se traga hasta la cuchara…

“eres malaaaaaa” le salió igual que a su hijo

“yo mala… son ustedes que no se cuidan en lo más mínimo y yo tengo que andar corriendo como sargento detrás de ustedes para que se tomen los medicamentos pero yo soy la mala”

“si” dijeron a coro.

“ya media venta debo ponerles la inyección para atacar la amigdalitis que se contagiaron”

“NOooooooo que no, que no me pones eso… noooooooo dame algo para tomar” comenzó alejar Nicolás mientras Drew se daba vuelta resignado aun le dolía los paletazos de anoche y sabia que si se negaba a la inyección recibiría unos cuantos cepillazos en su trasero.

“Nicolás Vecchiola es que acaso tengo cuatro hijos en vez de tres porque si es así pregúntale a Drew que pasa cuando se niega a la inyección”

“ya sé que pasa… pero yo soy grande”

“pues peor aun, da el ejemplo”

“que no… que no quiero… que Drew no necesita mi ejemplo tiene el tuyo” dijo tratando de huir… él tenía pánico ciego a las inyecciones en su adolescencia le pusieron tantas que parecía que su trasero quedaría como colador eternamente, todo por descuidado y despreocupado se había agradado una pulmonía que casi lo mato quince días de pinchazos dos veces al día y para peor se agarraba todos los resfríos y de sus compañeros de curso era tanto que casi pierde el año por inasistencia… así que cuando se recupero totalmente de solo escuchar la palaba con ‘I’ salía corriendo despavorido y hoy no era la excepción.

“alto ahí Nicolás que llamo a tu padre”

“tú no harías eso” dijo con un tono acusador… no importaba cuantos años tuviera aun temía encontrarse sobre las rodillas de papá y tenía muy claro que si era por su salud papá no lo pensaría dos veces… si a los años de casados Angélica debió llamar a su suegro para poder ponerle la medicación por una infección a los oídos, le dolía horrores chillaba del dolor pero aun así no dejaba que se la acercara la aguja las cosas no resultaron bien para el pobre Nicolás… así que con un berrinche digno de Andrew Nicolás se volvió a la cama y miro muy feo a su mujer, ella no le hizo caso alguno simplemente le bajo el pijama y ZAS antes de clavar la aguja.

“AUuuuuuuuuuuu que dueleeeeeeee” se quejo Nicolás

“Eres mala le haces a daño a papá” lloraba el leoncito abrazando a su padre…

Angélica termino con su marido que lloraba amargamente como cada vez que debía pasar por eso y se dejaba consolar por su hijito.

“Andrew tu turno” ella sabía que cuando se trataba de medicamentos era la bruja malvada del cuento pero la verdad no le importaba si con eso mantenía a sus tesoros prefería pagar el precio temporal.

“Mala” dijo dándose vuelta y Nicolás no la defendió porque pensaba lo mismo.

“Auch” se quejo Drew pero a abrazado a su padre no le dolía tanto.

Angélica le acomodo la ropa y los obligo a caminar por la casa luego a la cama matrimonial para poder mimar a sus dos corazones.

Corazones que se lo hicieron pagar caro Mamá y Amor todo el día tuvo que correr a complacerlos para poder compensar el sufrimiento