Páginas Amigas

sábado, 30 de marzo de 2013

Largo fin de semana


Óscar Martínez  llevaba siete años sin separarse de su esposa y de sus hijos más de 24 horas, y hubiera seguido así mucho más sino fuera porque,  Elena, su esposa había tenido que ir a casa de su hermana porque acababa de tener su primer hijo y estaba sola. Así que Elena aprovechando que los niños estaban de viaje con la escuela, decidió ir a ayudar a su hermana al menos los primeros días. Óscar que estaba agobiado con la tienda, le dijo a su socio que se tomaba unos días, al principio eran para acompañar a Elena. Pero Elena no quería tener que estar pendiente de su marido, así que le dijo que mejor se quedaba en casa y descansaba, que buena falta le hacía.
A Óscar no le costó aceptar. La casa para él solo, sin gritos, lloriqueos, dibujos animados a todo volumen. Paz y tranquilidad. Des de nacieran su hijo Pablo nueve años atrás y dos años después con la llegada de las mellizas que en esa casa no había habido ni un minuto de silencio. Exceptuando cuando los niños al fin se dormían. Pero cuando al fin las mellizas y Pablo se quedaban dormidos él estaba tan agotado que tardaba bien poco en quedarse dormido también.
Óscar vivía a dos calles de su hermano mayor Miguel. Miguel era jefe de electricista en una fábrica y cada tarde al salir del trabajo se pasaba por la tienda de Óscar para echarle un vistazo. Costumbres de hermanos mayores. Ellos eran cinco, 4 chicos y una chica. Sus padres siempre quisieron una hija, des del primer embarazo y no dejaron de buscar hijos hasta que les salió la niña, claro que fue al quinto intento. Óscar era el tercero, Miguel era el mayor, el hijo “atento”. Juan era el segundo “el serio”, después venía él que era el “rarito”, después Adrián que era el “listo”, y ya por último Cristina, la niña. Pero que les había salido rana, porque era más poco femenina…bueno rodeada de tantos hermanos, que era de esperar, además tuvo la mala idea de enamorarse de un Holandés e irse a vivir con él a Holanda. Para colmo también era la más pequeña y fue la primera en hacer abuelos a sus padres. Con 19 años ya tenía a Mark y con 21 a Beatriz.  Así que lo que la que se suponía que debía de cuidar de sus padres en su vejez estaba a cientos de kilómetros lejos de allí. Mientras que todos los chicos vivían aún en la misma ciudad que sus padres. A Óscar le gustaba chinchar a su madre con eso “mucha niña, micha niña, pero los que te acaban llevando al médico somos Miguel y yo”. Miguel vivía a dos calles de la casa de sus padres con su esposa y su precioso hijo de 8 meses. Precioso pero muy llorón como siempre apuntaba Miguel. Y la tienda de Óscar aunque en  la otra punta aún estaba en el mismo barrio, así que Miguel se desviaba un poquito pero pasaba cada mañana. La mañana de ese lunes al entrar en la tienda y no encontrar a su hermano, le preguntó a uno de los dependientes que enseguida le dijo que “el jefe” estaba de vacaciones.
Se habían visto el viernes y no le había comentado nada, así que lo llamó por teléfono en cuanto llegó a casa. Óscar le puso al día, y Miguel estaba de acuerdo con Elena, su hermano necesitaba esas vacaciones, necesitaba descansar. Así que empezaron a hablar de vacaciones, y la cosa llevó a cuando ellos eran pequeños y sus padres los llevaban al apartamento que tenían en la playa. La última vez que Óscar estuvo en ese apartamento tenía 20 años y ahora tenía el doble. Hacía 19 años que no iba a ese apartamento, Elena era de otra ciudad y cuando llegaban vacaciones siempre llevaba a los niños a visitar a sus padres, para que los abuelos maternos también disfrutaran de los que hasta entonces eran sus únicos nietos. Miguel en cambio había ido justo el verano anterior con su esposa, porque por culpa de unos recortes en la escuela donde trabajaba su esposa se habían quedado sin el dinero de la paga extra que iban a destinar a las vacaciones y sus padres les habían sugerido que se fueran a la casa de veraneo de la familia. Total ellos ya hacía 4 años que no iban, por culpa de la mala salud de mamá. Y allí es donde debió de ser engendrado el hijo de Miguel porque 9 meses más tardes ¡babum! Richie estaba en este mundo, berreando por supuesto. Así que los hermanos decidieron escaparse ese fin de semana que era de tres días a la casa de la playa para descansar de mujeres y de hijos. Solteros de nuevo. En algún punto se les unió Pedro, amigo des de la escuela de Óscar y sin comerlo ni beberlo estaban tres hombres rondadnos sus cuarenta tomando unas cervezas mientras veían deportes por la tele en una casa junto a la playa en pleno invierno gélido.
Así que Óscar estaba disfrutando de sus últimos días de “soltero” con su hermano y su amigo de toda la vida Pedro en una casita de pueblo junto a costa cuando se escuchó como se abría la puerta trasera. Era invierno y aquel pequeño pueblo turístico parecía un plató abandonado de cine de los años sesenta. Así que los tres hombres dieron un bote al sentir el portazo,  no se lo esperaban. Precisamente si había decidió tomar el coche e irse para allá era para estar apartados del resto de la humanidad. Óscar tomó un viejo palo de hockey y fue hacía la cocina que era donde estaba la puerta trasera.
-         ¿Cristina? (dijo bajando el palo de hockey) ¡Miguel! (chilló Óscar) ¡Es Cristina con Beatriz y Mark!
-         ¡pues hazlos pasar imbécil! (le contestó a gritos Miguel)
-         Ya están dentro, idiota (gritó y al llegar al salón le sacó la lengua, Cristina se rió enseguida sus hermanos jamás cambiarían aunque ambos ay tuvieran la cabeza llena de canas).
-         ¿Cris? ¿Qué haces aquí? (Miguel se levantó del sofá a dar dos besos a su hermana)
-         ¿Qué pasa? ¿Ya no puedo visitar a mis hermanos? (dijo riendo Cristina)
-         Claro, pero mamá no nos dijo nada.
-         Mamá no sabe que estoy aquí.
-         Se te va a caer el pelo cuando se enterar que estás en España y no los has ido a visitar.
-         Iré, iré, tranquilo Miguel, eres peor que mamá de verás jajaja
-         Y des de que es padre está mucho peor (dijo Óscar riéndose, Cristina abrió muchos los ojos).
-         ¡Peor! (eso era inconcebible para ella Miguel había sido un millón de veces más recalcitrante que su padre).
-         ¿Y mis dos sobrinos? ¿Se les ha tragado al lengua el gato o ya han olvidado por completo el español? (dijo Miguel ignorando a sus hermano y dando un fuerte abrazo a Beatriz y a Mark)
-         Hola, tío Miguel (dijo tímidamente Beatriz con un acento Holandés muy marcado)
-         ¡Madre del amor hermoso! ¡Bea, estás altísima si mides tanto como yo! ¿Qué demonios les das de comer a tus hijos, Cris? ¿cuánto mides ya?
-         Un metro setenta tres, tío Óscar (dijo tras pensar un poquito como se decía en español y  sonrojándose mucho).
-         GUAUUUU Tienes 12 años y solo tienes un centímetro menos que yo.
-         Venga Óscar, no es difícil ser más alto que tú (Óscar era el más bajito de los hermanos, solo su Cris era un poco más baja que él, apenas tres centímetros)
-         JEJEJE muy graciosa Cris. Contigo ya ni lo intento (dijo Óscar a su sobrino Mark que a sus 14 años ya le sacaba una cabeza). Cada vez te pareces más Fred (el padre de Beatriz y Mark), pronto os tendré que poner unas pegatinas para diferenciaros.
-         ¿Está Pablo? (fue la única contestación de Mark)
-         No, “big boy” (Óscar lo llamó con el mismo mote con que Fred solía llamar a su hijo) está de viaje con la escuela, regresa este miércoles ¿Estaréis aún por aquí aún? (preguntó Óscar mirando a su hermana)
-         ¡Ey, Pedro! (saludó muy feliz Cristina)
-         Ey mini-óscar (Pedro y los chicos del barrio había rebautizado a Cristina como mini-óscar cuando eran pequeños, porque Cristina veneraba  a su hermano Óscar y lo imitaba en todo. El problema es que de sus 4 hermanos Óscar era el rarito, así que si ya era rarito para ser chico, Cristina que era una chica era muy muy rarita).
-         Hola mini-pene (dijo Cristina) poniendo una mueca de asco.
-         Vosotros dos dejarlo ya, ¡Pedro! deja a la niña tranquila (dijo Miguel haciendo de padre como siempre)
-         ¿La niña? ¿En serio Miguel? Tengo 35 años ¿Cuándo vais a dejarme de llamar “la niña”?
-         NUNCA (dijeron Miguel, Óscar y Pedro a la vez)
-         ¡Genial! (cristina exclamó alzando los brazos al cielo) Oye, Pedro mientras veníamos para aquí les he explicado a los niños la cueva que hay en la playa, ya sabes dónde solíamos “pasar las tardes” (eufemismo de beber y fumar)  ¿Podrías enseñársela?
-         ¿Ahora? (dijo Pedro sin entender nada)
-         Si, por favor (dijo echándole una miradita. Pedro captó que Cris se quería quedar sola con sus hermanos así que tomó a cada uno de los críos por el cuello y se los llevó. Los tres hermanos esperaron a que Pedro y los niños se fueran).
-         ¿Qué es lo que pasa Cris?
-         Fred se ha ido.
-         ¿Se ha ido? ¿qué quieres decir?
-         Quiero decir que ha agarrado todas sus cosas, ha hecho las maletas y se ha ido de casa.
-         ¿Qué? (los dos hermanos estaban perplejos, Fred y Cris se veían siempre tan bien juntos)
-         Ha vaciado las cuentas, no ha dejado ni un céntimo, he tenido que pedir prestado a una amiga para pagar los pasajes de avión (Cris decía con rabia).
-         No sé nada de él, se ha despedido del trabajo y de sus amigos, sus padres solo saben que se ha ido a “buscarse a si mismo”.
-         ¿y se ha ido a buscarse a sí mismo solo o acompañado? (preguntó apretando fuertemente la mandíbula Miguel)
-         No lo sé (dijo Cristina tapándose la cara con las manos e intentando no echarse a llorar). No sé nada, solo sé que él, sus cosas y todos nuestros ahorros han desaparecido.
-         ¿Y los niños?
-         Cuando se fue Mark estaba en casa y solo le dio un abrazo y le dijo que lo sentía. De Bea y de mi ni se despidió. Mark es quien lo está llevando peor, se echa la culpa de que se haya ido.
-         ¿Por qué?
-         Mark y Fred tienen caracteres muy fuertes se pasaban el día discutiendo. Y hace unas semanas cuando llegaron las notas y Mark había suspendido 2, Fred y él se dijeron cosas muy gordas.  Sé que Fred no se ha ido por eso, pero por más que se lo repita Mark no parece creerme.
-         ¿quieres qué hable yo con él? (dijo Óscar)
-         No creo que a ti te vaya a hacer mucho más caso, pero si quieres…no voy a decirte que no (y dio un resoplo). Vine aquí porque no tenemos donde caernos muertos, no hay dinero, donde vivíamos era de alquiler y lo pagaba Fred. Y por lo visto dejó de pagarlo hace dos meses, así que esa fue otra, tener que pagar los dos últimos meses de escuela, de alquiler, de gastos…¡Lo llevaba planeando al menos 2 meses! Nos e le ha girado la cabeza y se ha largado, esto llevaba tiempo planeándolo.
-         YO MATO A TU MARIDO (dijo furioso Óscar, aunque Fred y ella jamás se casaron porque ninguno de los dos creían en el matrimonio, su familia siempre se referían a Fred como “el marido de la niña” o “el holandés”)
-         Primero tendrías que encontrarlo y después resucitarlo porque yo lo habría matado antes (dijo Cristina).
-         Entonces inventaría una máquina del tiempo y viajaría justo 10 minutos antes que tú lo mataras y lo mataría yo (dijo Óscar jugando al juego favorito de Cristina y él que era decir gilipolleces sacadas de malas películas y series de ciencia ficción y terror)
-         Óscar (Miguel le dio un collejón) no es el momento de bromas
-         Jajaja (pero Cristina ya estaba riendo, cosa que alegró a ambos hermanos)
-         Chris, no puedes quedarte aquí, esto está apartado del mundo, no hay ni un centro comercial, ni una escuela ni nada, en invierno por no haber no hay ni supermercado. Esta la tienda de la señora Engracia pero ambos sabemos que no tienen casi de nada. Es una casa de veraneo.
-         ¡No tengo otra cosa Miguel! (dijo desesperada Cris)
-         ¿y los papás? (preguntó Miguel)
-         Mamá está enferma, no necesita el estrés de dos adolescentes en casa y papá…bueno no puedo regresar a casa después de todo lo que le dije cuando me fui.
-         Papá hace siglos que te perdonó, es más sigues siendo su niñita, eso lo sabemos todos. Siempre es Cristina esto, Cristina lo otro, a Cristina le gustaría esto a Cristina bla, bla, bla. Te fuiste hace más de 15 años pero siguen hablando de ti como si solo hiciera 5 minutos (Cristina sabía que su hermano tenía razón, pero no podía regresar a casa de sus padres, de haber estado sola sí, pero con Mark y Beatriz no, su madre estaba demasiado delicada para convivir con dos adolescentes y una madre medio histérica).
-         Cris el apartamento de encima de la tienda sigue vacío. Elena y yo no s mudamos cuando nacieron las mellizas, solo tenía 2 habitaciones, y des de entonces que nadie ha vivido allí. Solo hay dos habitaciones, pero es mejor que esto.
-         ¿Me dejarías vivir allí?
-         ¡Coño, Cristina! ¡Que eres mi hermana, que preguntas! ¡Claro que si!
-         Eso sería fantástico, Bea y yo podríamos dormir en una habitación y Mark en la otra.
-         Y los niños podrían ir a la escuela donde trabaja mi esposa (dijo Miguel).
-         Si, Pedro da clases de lengua allí (dijo Miguel). Él le encontró el trabajo a mi esposa, sé que se lleva muy bien con el director, solo hay que decírselo y ya no tendrás que preocuparte de eso.
-         Solo me faltaría encontrar un empleo para mantenernos a todos.
-         Tú no te preocupes ahora por eso. Alquiler no tienes que pagar, escuela…conozco a Pedro, tampoco tendrás que preocuparte por pagar al matricula de los niños (dijo Óscar que conocía muy bien a Pedro y el cariño que tenía a su familia). Así que regresas con nosotros a casa, te instalas en el apartamentito y con la calma te pones a buscar trabajo, pero antes tienes que hacer una cosa (y tomó el teléfono) llama a los papás y se lo explicas todo.
-         Óscar
-         No, Cris, se van a enterar, es un barrio, se enterarán y entonces no solo lograras que se cabreen contigo sino con nosotros dos también. Anda llámales, no hace falta que le des todos los detalles, pero que sepan por ti que has regresado (dijo Óscar intentando hacer entrar en razón a su hermana. Cristina se quedó mirando a sus hermanos que parecían estar de acuerdo en eso y finalmente tomó el teléfono y llamó a sus padres).
-         Plack (Miguel y Óscar le dieron a la vez un collejón a Cristina).
-         EEEEEEEEEEEEEY No tenía gracia cuando era pequeña y ahora menos
-         Eso por que no acudiste  a nosotros des de un buen principio.
-         Grrrrrr (gruñó Cris que a sus 35 años no le gustaba que le volvieran a tarta como si tuviera 12)
-         Todo saldrá bien, enana (dijo Óscar y le dio un pequeño empujoncito)
-         Tú no te preocupes, déjalo todo en manos de tus hermanitos (le dio otro empujoncito cariñoso Miguel).

Dos meses más tarde.

Cristina no tardó ni dos semanas en encontrar un trabajo de traductora para una editorial. No tenía estudios, solo acabó el instituto, pero hablaba 4 idiomas y eso le abría alguna que otra puerta, que de presentar su titulación de bachillerato no se le abriría. Era un buen trabajo, a Cristina le encantaba, era mejor que el trabajo de recepcionista que tenía en Holanda. Y enseguida se adaptó a la plantilla de la editorial. Para Cristina era fundamental encontrar un empleo, ahora tenía que mantener ella solo a sus hijos. y sus hijos estaban acostumbrados al caviar y no quería hacerlos pasar del caviar al fuagrás. Miguel le dijo que eso eran bobadas que Beatriz y Mark tan solo eran niños y que los niños no deben tener caprichos caros. Pero Cristina le recordó que ella llevaba siendo madre mucho más años que él que solo hacía 10 meses que era padre. Eso le encantó a Óscar que Cristina parecía ser la única con cojones para replicarle a Miguel. No eran exactamente cojones, era que Cristina sabía que sus hermanos y su padre se lo consentían todo, incluso esa forma tan chulesca de contestar.
Los chicos no se adaptaron tan bien como Cristina. Estaban en otro país, con otras costumbres, otro idioma y otra escuela. Y sobre todo sin su padre. Bea apenas hablaba español  y aquello era una gran barrera para hacer amigos. En Holanda tenía muchas amigas y siempre estaba haciendo cosas. Pero aquella ciudad no ofrecía mucha cosa para una niña de doce años. Bea  no había hecho ni un amigo en la escuela, las chicas se metían con ella y los chicos la ignoraban.  Y Mark aunque no parecía importarle mucho que su español no fuera muy correcto cada vez que podía les contestaba a sus tíos y profesores en holandés o en inglés, solo para fastidiar. Siempre estaba de mal humor y cada dos por tres alegaba estar indispuesto para faltar a la escuela. Pero en cuanto su madre salía por la puerta encendía la videoconsola y se pasaba el día jugando y bebiendo cervezas que había comprado el día anterior a un paquistaní que tenía un colmado en el camino de casa a la escuela.
Cristina disculpaba a sus hijos en que era aún muy pronto y estaban pasándolo mal por el abandono de su padre y el cambio tan drástico de sus vidas. Pero lo cierto es que Mark ya era bastante mal educado y despreocupado con sus estudios cuando Fred vivía con ellos. Solo Bea era la que había cambiado notablemente de forma de ser, no era una niña hiperactiva y parlanchina como antes, más bien, era apagada y reservada. Cristina intentaba animarla llevándola los fines de semana a hacer cosas juntas. Pero eso solo podía ser los fines de semana, durante los días de escuela Bea era como un espectro.
Un día Pedro, que era profesor de Lengua en el colegio donde iban los hijos de Cristina, llevó a Bea a casa. Pedro se había autoproclamado padrino de Bea, le recordaba físicamente tanto a su madre que era imposible no sentir cariño pero la niña. Claro que Bea era mucho más alta que su madre y mucho más callada y tímida. Pero era la carita y los ojitos de mini-óscar. Para pedro Bea era como volver a tener la mascota del grupo. Las compañeras de clase de Bea e habían gastado una broma pesada y su uniforme estaba todo manchado de mantequilla y polvo de galletas. Bea ni había llorado, como habría hecho cualquier otra niña en su lugar, solo pidió a la maestra que le dejara regresar a casa a cambiarse. Su profesora estaba en la sal de profesores hablando con el director del incidente cuando Pedro lo escuchó todo y se ofreció el mismo a llevarla  casa. Pedro le explicó al director, que era buena migo suyo, que Cristina acaba de conseguir el trabajo y no quedaría bien si dejaba su puesto para ir a recoger a su hija a la escuela para que se cambiase de ropa. Así que el director le dejó a Pedro que acompañara a Bea a cambiarse y regresaran antes de la pausa de media mañana.
Cuando Óscar que estaba en la tienda vio pasar a Pedro y a Bea, dejó de inmediato su trabajo y fue a ver que pasaba. Eran las diez y cuarto de la mañana y se suponía que Bea debía estar en la escuela.
-         ¿Qué ha pasado? (pero enseguida miró el uniforme de su sobrina y entendió) ¿Otra vez? (dijo Óscar mirando con suma tristeza a su sobrina. Bea asintió) ¿Qué fue esta vez? ¿mantequilla y galletas? (dijo mirando de cerca el uniforme de Bea)…¡Por dios! Pero Ni siquiera son Holandesas ¡Son Danesas! Cariño (le dio un abrazo) no les hagas caso, ya se cansarán (y le dio un beso en la cabeza). Sube a cambiarte (Bea corrió al apartamento para cambiarse)
-         ¿no es la primera vez? (preguntó sorprendido Pedro)
-         No, llevan un par de semanas gastándole bromas, normalmente le meten cosas repugnantes en la mochila o en los bolsillos del abrigo o le tiran cosas al pelo.
-         ¿Sabe quién son?
-         Claro que sabe quien son, son sus compañeras de clase, le tienen envidia porque es más alta, lista y guapa que ellas, ya sabes lo horribles que son las niñas a esa edad. Su madre lo pasó también fatal en el instituto, ya sabes, por ser diferente. Por ser más como nosotros que cómo las demás cursis. ¡Ya se cansarán, como lo hicieron con Cris!
-         ¿ya se cansarán?
-         Óscar, no conoces nada a los adolescentes de hoy en día, cuando la emprenden con alguien no paran hasta anularlo por completo. Voy a hablar con Bea, me dará los nombres de esas niñas y mañana habrá una reunión. Es una escuela privada, se supone que los padres mandan a sus hijos allí, precisamente para q ue nos ean objeto de ese tipo de comportamiento tan sumamente vulgar y deplorable.
-         ¡Por Dios, Pedro! ¿te estás escuchando? Comportamiento tan sumamente deplorable y vulgar. ¡Que tú y yo  fuimos a escuelas públicas y henos salido adelante! A pesar de ese comportamiento tan sumamente vulgar y deplorable. ¿Cuándo te has vuelto tú tan snob?
-         ¿y cuando te has vuelto tú tan capullo? Se trata de tu sobrina, Óscar.
-          Eso son solo chiquilladas, Pedro no debemos entrometernos.
-         Óscar, puede que tú no te quieras entrometer, pero yo me DEBO de entrometer, soy profesor en esa escuela y apreció demasiado a tu sobrina para dejar que le hagan bulling. Voy arriba a hablar con ella.
-         Pierdes el tiempo, no habla (dijo triste Óscar que tampoco le gustaba ver sufrir a su sobrina pero era de la firme convicción que no hay mayor desprecio que aquel que no hace aprecio).

A medida que Pedro subía las escaleras que daban al apartamento donde vivían Cristina y sus hijos empezó a oír lo que aparecía una discusión acalorada entre Bea y Mark. Estaban hablando una especie de mezcla entre Alemán e Inglés, por lo que dedujo que era Holandés. Cuando llamó al timbre se hizo el silencio y al cabo de unos minutos salió Bea a abrir la puerta.
-         En seguida salgo (dijo Bea entreabriendo la puerta pero pedro pudo ver que aún vestía el uniforme sucio. Pedro puso disimuladamente el píe entre la puerta y la moldura).
-         ¿Va todo bien Bea? (Bea asintió con la cabeza) ¿Puedo esperar en el salón? (Bea negó con la cabeza y empezó a cerrar la puerta pero Pedro puso paró la puerta con la mano y la acabó de abrir y entró)
-         ¡NO! (exclamó Bea) Tú no puedes entrar (dijo torpemente Beatriz aunque Pedro ya estaba dentro)
-         Esperare en el salón (dijo muy firme como si estuviera dando una clase a esos condenados de niños pijos). Apresúrate y ve a cambiarte, hay que estar de regreso antes del recreo.
-         Noooo (Bea lo miró horrorizada)
-         ¡Beatriz! (le amonestó Pedro) no hay tiempo para juegos, ve y cámbiate (y Pedro empezó a caminar hacía el salón. Bea le agarró del brazo para detenerlo) ¡Beatriz!  Te he dicho que vayas  cambiarte, ¡Ve! PLASS(y le dio una palmadita en el trasero. Eso fue una orden directa, el padre de Bea solía usar ese tipo de órdenes, cortas y concisas con sus hijos. Cristina era más verbal, solía explicarles el porque les pedía las cosas, pero Fred no, solo decía recoge, limpia, calla, estudia, ve,…Así que como si estuviera programada Bea obedeció sin ni siquiera pensar)
-         What the fuck? Oh look at this (Mark miró con desprecio a Pedro); Ups, sorry, I thought you were someone else, my mistake,  it’s just another poor moron who wants to hook up with my bitching mom? Or maybe with my misfit little sister? (dijo Mark tirado en el sofá rodeado de latas vacías de cerveza sin soltar el mando de la videoconsola) Who’s gonna be, little macho?
-         ¿Mark estás borracho?
-         Hilarious Mom! (y se puso a aplaudir) HAHAHA Now mommy’s shaging the fucking Sherlock Holmes.
-         ¡Mark! Corta el rollo. Recoge esas latas y a la ducha.
-         Ha ha ha Look at this! The little mosquito is trying to talk to me.
-         Mark, tienes hasta tres para hacer lo que te he dicho o yo mismo te meteré en la ducha.
-         Sorry dude but you’re not my type, you need more boobs hahaha (Mark solo hacía que reír y decir estupideces).
-         Se acabó (y Pedro agarró por el cuello de la camiseta a Mark y lo arrastró hasta la ducha, Mark estaba tan borracho que era realmente sencillo manipularlo).
-         Heyyyy! Get your dirty hands off me, fucking perv (intentaba luchar Mark pero Pedro lo tenía bien agarrado y lo metió en la ducha vestido y puso el agua fría para despejarlo) AAAAAAAAAAAAAAAAAh It’s frozen, motherfucker! Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah FRIA JODER ESTÁ FRIA (al fin dijo en español).
-         Vaya parece que empiezas a despejarte,  al menos tu español parece haberse recuperado (Pedro no lo soltaba, lo dejó bajo el agua fría un rato más después la puso templada hasta que vio que Mark estaba sobrio)
-         ¡ Estás loco! (dijo Mark tomado el albornoz que Pedro le alargaba)
-         No, no lo estoy. No son ni las diez de la mañana y tú ya estás borracho como una cuba. El loco no soy yo. ¿De dónde sacaste las latas. Mark?
-         Olvídame (dijo saliendo del cuarto de baño)
-         Mark Erwing Geldof (rugió Pedro. Mark se detuvo al instante, al escuchar a Pedro llamarlo de esa forma le recordó como su padre solía llamarlo cuando le cabreaba) Ni se te ocurra sacar un píe de este baño. y responde a mi pregunta (Pedro sonaba como un general del ejército).
-         ¡Muérete! (dijo y le mostró el dedo del medio de la mano de una forma muy ofensiva)
-         Muy bien tú lo has querido así ( y agarró por la muñeca a Mark y tiró de él colocándolo sobre su regazo tomó un cepillo de pelo que había por ahí y sin ni tan siquiera quitarle al ropa mojada empezó a pegarle por todas las nalgas y los muslos )PLACK PLACK PLACK.
-         Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah Noooooooo let me go!
-         Plack Plack Have you had enought, kid-o? (preguntó si ya había tenido suficiente en inglés Pedro. Mark se giró estupefacto para mirar directamente a los ojos a Pedro)
-         Aparte de profesor de Lengua Española también soy profesor de inglés, ¡Estúpido! PLACK PLACK PLACK  Si en vez de pasártela bebiendo fueras más a clase puede que  te hubieras enterado que también  imparto clases de inglés para los de último curso PLACK PLACK PLACK
-         AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH sorry, lo siento, lo siento, perdón, para, para
-         Plack plack, ¿vas a empezar a comportarte? plack plack
-         Si, si señor, aaaaaaaaaaaaaaaaah pero pareeeeee
-         Muy bien (y pedro dejó el cepillo donde lo había encontrado y ayudó a ponerse de píe a Mark) ¿De dónde sacaste esas latas?
-         Del paquistaní que hay cerca de la escuela (dijo aun sollozando mientras se sobaba el trasero para intentar apaciguar la quemazón. Pedro en cuanto llegara a la escuela iba a llamar a las autoridades para que cerraran esa maldita tienda por vender alcohol a menores).
-         Ves, no fue tan difícil, la próxima vez si no quieres que te acabe calentando el trasero de nuevo te sugiero que me respondas a la primera y de forma educada ¿entendido?
-         Sí, señor (dijo muy miserable)
-         Ok, ahora ve a ponerte el uniforme. Os llevo a la escuela.
-         Pero…mamá piensa que…
-         Ya hablaré yo esta tarde con tu madre (y volvió a tomar el cepillo) ¿vas a cambiarte o he de volver a llevarte yo? Ya has visto que pasa cuando soy yo quien tiene que llevarte.
-         Noooo (dijo llevándose las manos al trasero y salió corriendo. Pedro no pudo más que reír al ver la reacción de Mark. Era como viajar en el tiempo y ver a su abuelo y a su tío discutiendo porque ya era la hora de dejar  la playa  y regresar a casa. Aún recuerda al padre de Óscar sacándose la chancleta y llevándolos a Óscar y a él hasta el coche a base de zapatillazos. De repente notó una mirada, Bea había estado todo el rato en la puerta mirando como Pedro lidiaba con su hermano).
-         Yo me cambié (solo dijo asustada Bea por qué no quería que Pedro la zurrara a ella también).
-         Lo veo, estás muy linda Bea. Pero estas bromas se tienen que terminar, mientras caminamos hasta la escuela, tú, señorita (Bea se llevó las manos al trasero), no, cariño, no estoy enfadado contigo (dijo suavizando el tono), lo que quiero es que hablemos, quiero que me cuentes cuales de tus compañeras son las que te están gastando esas bromas de tan mal gusto y crueles ¿ok? (Bea no contestó solo se quedó mirándolo asustada). Bea, cielo, lo que hacen esas niñas no está bien, y la escuela tiene una política muy seria sobre el comportamiento de su alumnado. No toleramos a los abusones, el bullyng no está permitido en ninguna de sus formas ¿entiendes? Tú no has hecho nada malo pero debiste acudir a tu profesora la primera vez que te dijeron algo feo o te gastaron alguna broma pesada ¿entiendes? (Bea asintió)
-         Bea tienes una voz preciosa, por favor úsala (le hablaba con mucha dulzura). No eres muda, no tienes problemas para hablar. Y si te equivocas, no te preocupes para algo soy yo profesor de lengua española, ya te ayudaré a que hables el español mejor que esas niñitas tontas (le dijo quiñándole un ojo, Bea sonrió al oír como Pedro un profesor de la escuela se refería a sus compañeras como niñitas tontas, que era precisamente lo que ella pensaba de sus compañeras).
-         Vale (dijo muy tímidamente Bea y Pedro le sonrió y le agarró de la mano dulcemente y salieron del baño y fueron al salón a esperar que Mark se pusiera el uniforme para regresar a la escuela los tres).


Traducción de las partes en inglés
-         What the fuck? Oh look at this Ups sorry, I thought you were someone else, my mistake, but it’s just another poor moron who wants to hook up with my bitching mom? Or maybe with my misfit little sister? Who’s gonna be, little macho? Que cojones? Oh mirad eso! Ups lo siento,  pensé que era otra persona, error mío, pero solo es otro pobre estúpido que quiere tirarse a mi molesta mamá.
-         Hilarious, Mom! HAHAHA Now mommy’s shaging the fucking Sherlock Holmes. Estupendo,  mamá! jajaja ahora mamá se está zumbando al puto Gherlock Holmes
-         Ha ha ha Look at this! The little mosquito is trying to talk to me.
-         Jajajaja mirad eso!. El pequeño insecto intenta hablarme.
-         Sorry dude but you’re not my type, you need more boobs hahaha
-         Lo siento, colega no eres mi tipo, necesitas más tetas jajaja
-         Heyyyy! Get your dirty hands off me, fucking perv AAAAAAAAAAAAAAAAAh It’s frozen, motherfucker!
-         Eyyyy aparta tus sucias manos de mí, puto pervertido aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah está congelada hijo de puta!

5 comentarios:

  1. Infinitas gracias por compartir tu grandeza conmigo y mejor aun por dejarme compartir con el resto, solo queda disfrutar de esta nueva joya y espera muchos capítulos más… y como siempre te dijo no pierdo la esperanza de volver a leer a Juan.

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  2. LittleHoshi: Gracias a ti por publicarme. Y por mantener está web tan viva.
    Si tanto insistes acabaré cediendo, pero ahora es el turno de Mark y Bea.

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    1. tengo paciencia... a demás estoy esperando el próximo capitulo porque me encanta Mark

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  3. Little Hoshi, excelente comienzo de una nueva historia! me encanta! espero prontas actualizaciones :-D Cariños! Marta.

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  4. little hoshi esta historia esta genial! por un momento pense que para el proximo capitulo tendria un diccionario al lado ja ja pero ya veo que no sera necesario tienes un talento envidiable, es mas si estarias cerca sufririas mi envidia je je besos y esperare con ansias tus actualizaciones

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