VACACIONES ESCOLARES

Nota: Este es un fic corto de Ranma ½, que se me ocurrió escribir para relajarme, no tiene nada que ver con mi otra historia. Aquí Ryoga y Ranma serán preadolescentes y tendrán 11 años, Espero que mis queridos fans lo disfruten.

VACACIONES ESCOLARES

Capítulo 1

Ryoga Hibiki de once años de edad, había pedido permiso a sus padres para pasar el mes de vacaciones de verano en casa de la familia Saotome, el pre-adolescente decidió irse caminando hasta el Dojo de sus amigos,  quienes vivían solo a dos cuadras de su casa, pero como el chico es tan desorientado, acabo perdiéndose y termino en otro distrito. Vio a un señor de mediana edad y se acercó para hacerle una pregunta:

¿Disculpe Señor la casa de la familia Saotome dónde está?

Oh lo siento muchacho, soy extranjero, no conozco mucho esta zona (Le dijo el señor)

Gracias, iré a preguntar a otra persona (Respondió Ryoga)

El chico camino y camino un montón de calles, hasta que encontró a alguien en medio de una de las avenidas  y  aprovecho para preguntar por segunda vez:

Buenas tardes joven, ¿Me puede decir que lugar es este?

Claro chico, con gusto. Estamos en  Hikarigaoka ¿Por qué?

¡Oh, no puede ser! ¡Rayos! me volví a perder, (Exclamó el jovencito, cerrando los ojos y  apretando los puños con rabia)

¿Hacia dónde te dirigías tú?, tal vez pueda ayudarte a encontrar el sitio que buscas (Le decía el individuo amablemente)

Sí, señor por favor ayúdeme, es que yo vivo en Nerima y me dirigía a casa de unos amigos que viven allá también, pero no he podido buscar el lugar, está en la calle, verá yo iba en esta dirección, cuando… (Trataba de explicar Ryoga)

Ummh ya veo, así que te perdiste ¡Qué falta de orientación muchacho! Deberías comprarte un mapa. En todo caso sube a mi auto, te llevare a ese lugar que dices.

Mil gracias Señor (Dijo el pre-adolescente montándose en el asiento delantero, al lado del conductor)

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Mientras tanto…

Ya sabía, yo. Siempre es lo mismo, el irresponsable de Ryoga llegará tarde de nuevo y  con el poco sentido de orientación que tiene, seguro que debe estar viajando por medio Japón (Se quejaba Ranma)

A lo mejor tuvo algún problema en el camino. Seguro que llega hoy en la noche. No seas impaciente hijo (Le habló Genma)

Si tu padre tiene razón Ranma, no te desesperes (Ahora era la madre, la que intervenía en la conversación)

¡Que tenga paciencia! ¿Cómo se atreven a pedirme algo así? Ya me he perdido dos semanas de vacaciones sin hacer nada,  por culpa de ese distraído. No es justo, cuando acabe el mes volveremos al colegio y ya no podré salir más y todo gracias a Ryoga Hibiki.

Ya cálmate hijo, llamaré a casa de Ryo, para ver que paso (Dijo Genma)

Genma se disponía   a  marcar al Dojo Hibiki, cuando…

Buenas noches familia Saotome (Grito desde afuera de la casa un niño de cabello negro y ojos marrones)

Nodoka (Madre de Ranma abrió la puerta y le saludo)

¡Hola Ryoga-Kun!  ¡Qué grande estás! Tiempo de no verte, mi esposo e hijo han estado esperando por ti, desde hace dos semanas ¿Que te paso, que llegas a estas horas?

Es-este bueno… pues, es que no encontraba el lugar, y fui a dar al barrio de Hikarigaoka, entonces allá encontré un amigo que se ofreció a traerme. Lo siento, pero no soy bueno con las direcciones (Hablaba el chico Hibiki, mientras se disculpaba con una mano detrás de la cabeza)

Bueno ya no te preocupes, mejor entra  (Le dijo la mujer, invitándole a pasar) ¿Quieres algo de comer?

Si está bien, gracias (Le contesto él a la señora, mientras se quitaba la mochila de la espalda, junto con su paraguas pesado, que siempre cargaba y tomaba asiento en la sala de la casa de Ranma)

Hola muchacho ¿Cómo has estado? Estaba a punto de llamar a tu padre, pensé que no ibas a venir (Habló el sr. Saotome)

Ryoga bajo la cabeza y volvió  a  pedir disculpas tímidamente.

¡Siempre es lo mismo contigo Ryoga! Estás acostumbrado a hacer estas cosas, pero ¡Quien te has creído, para hacernos esperar tanto tiempo! La próxima vez te vamos a dejar para que aprendas. Eres un… (El chico no terminó la frase porque fue interrumpido)

¡Ranma Saotome! Esas no son formas de tratar a un invitado. Discúlpate inmediatamente  (Le reprendió la madre)

No tengo por qué hacerlo. Todo lo que he dicho es cierto. (Replicó el chico utilizando un tono altanero)

No me interesa si es cierto o no. Te dije que le ofrezcas una disculpa a Ryoga en este instante (Dijo nuevamente la madre utilizando un tono más severo)

No es necesario tía, ya lo olvide (Añadió el pre-adolescente distraído)

Claro que lo es, Ranma tiene que aprender a ser tolerante (Insistía la madre)

Tu madre tiene razón Ranma, no seas orgulloso y ofrécele una disculpa al muchacho.

¡Que tolerante, ni que mierdas! Ya dije que NO me disculpo y no me pueden obligar a hacer algo que no quiero. ¿Acaso no entienden? Dejen de joderme la vida. (Les grito mientras se iba a su cuarto corriendo)

Ranma vuelve aquí… (Le llamo su padre)

Lo siento Ryoga. Disculpa esta escenita, pero siempre es lo mismo con él  (Le explicaba la madre del chico impulsivo a su invitado)

Genma Saotome se fue directo al cuarto de su hijo, que encontró cerrado, toco varias veces la puerta, pero no recibía respuesta.

Ranma Saotome abre esa puerta en este preciso instante, necesitamos conversar.

NO, lárgate. No quiero ver a nadie.

Ranma deja ya de comportarte como un niño de preescolar. No te da vergüenza que tu amigo se entere de tus actitudes tan infantiles.

¡¿Quieres que te diga la verdad?! ¡¿Sabes que me importa?! Una PUTA MIERDA, lo que piense ese idiota, o lo que pienses tú, vete al DEMONIO y déjame en paz.

Genma no podía creer los que sus oídos habían escuchado, ¿Cómo era posible que con solo once años el niño utilizara palabras tan soeces y eso que esto era lo básico, pues con los amigos utilizaba otro repertorio de groserías. El padre del chico fue en busca de las llaves del cuarto, regreso y abrió la puerta, luego fue tras su hijo y lo agarro de la oreja y lo condujo hasta el baño, mientras el chiquillo iba gritando barbaridades por todo el pasillo de la casa.

Ay… Suéltame…  ¿Cómo te atreves?... Desgraciado… Malparido…  Te exijo que me sueltes… (Ranma contestaba insultos a su padre, mientras este le apretaba más la oreja)

Vas a respetarme mocoso malcriado… Te vas a arrepentir de haber utilizado ese lenguaje conmigo (Añadió mientras, se dirigía al baño y lo soltaba, para luego coger un vaso que había allí y llenarlo con jabón líquido y un poco de agua, luego obligó  a Ranma a tomar un poco del contenido y a mantenerlo en la boca, por alrededor de 15 minutos, pasado el tiempo el muchacho escupió el líquido en el lavamanos, mientras su padre le reprendía:

Escúchame muy bien Ranma Saotome la próxima vez, que te vuelva a oír, utilizar ese vocabulario, te meto una barra de jabón de lavar la ropa en la boca por una hora.  Ahora ven vamos a terminar esto… (Le anunció su progenitor mientras lo jalaba del brazo en dirección a la habitación del  niño)

No,  Déjame por favor, lo siento… me disculparé… me disculparé… lo juro (Ranma suplicaba con lágrimas en los ojos, pues sabía lo que le esperaba)

¡Silencio niño! No quiero escuchar una sola palabra, te ganaste esta paliza a pulso y sabes perfectamente que no vas a conseguir nada con suplicar (Replicó su padre entrando al cuarto de su hijo, luego lo sentó en una silla, cerró la puerta con llave y se fue a la habitación que compartía con su esposa en busca de una de las alpargatas de su mujer;  cuando la hayo,  se devolvió dónde estaba su hijo, abrió la puerta, paró al chico del asiento, después se sentó en la cama de este, le ordenó quitarse los pantalones,  pero el muchacho se rehusó, por lo que el sr. Saotome perdió la paciencia y se los bajo bruscamente junto con  sus calzoncillos, luego  de  aquella escena,  lanzó a su hijo boca abajo sobre sus piernas y empezó a azotar su trasero con la zapatilla de esparto una y otra vez, haciendo que el niño empezara a llorar desesperadamente, con cada nuevo zapatillazo que recibía, por lo que comenzó a quejarse de dolor y a pedir perdón:

¡Aaaahhh! ¡Aaaahh!   Pa… padre…por… fa…  por favor… ¡Basta! (Ranma tenía la cara roja de la vergüenza por encontrarse en aquella odiosa posición.

Pues  ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!... lamento informarte ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!... que apenas ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!... estamos comenzando ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!... (Le decía su padre mientras zurraba el culo de su malhablado hijo,  aplicando una tanda de terribles azotazos, haciendo una pausa entre cada sesión para asegurarse que el chiquillo sintiera el impacto de los mismos,  al recibirlos)

¡Auuuuuu! ¡Ayyyyyy! Ya no más… muero de dolor…  Argggh…. Augghhh… (Ranma lloraba como un nene de cinco años sobre el regazo de su padre)

Aprende ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!... a respetar a tu padre, ¡Insolente! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!... ¡Desobediente!  ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!... ¡Malagradecido! ¡Mal amigo! ¡ZAS!… ¡ZAS!… ¡Intolerante!... (Genma regañaba a su hijo mientras le castigaba duramente sus posaderas haciendo que este, se estremeciera por el escozor y ardor que estaba sintiendo en aquellos instantes)

Por… por favor… para… Te imploro… ¡Esto es insoportable! (Ranma lloraba desgarradoramente)

Diez sonoros zapatillazos cayeron en una nalga y luego diez en la otra y Genma terminó el castigo, luego le acomodó la ropa a su hijo y le regaño por última vez:

¡Que te quede muy claro lo que te voy a decir mocoso! Vuelves a decirme una sola grosería a mí o a tu madre, juro que te doy la paliza durante dos semanas ¡Me oyes! (El jovencito solo asintió con la cabeza, aun gimoteando) Y no se te ocurra hacer otro berrinche,  como si tuvieras cinco años, porque a la próxima las consecuencias serán peores y ahora vamos a la sala Ryoga merece una disculpa de tú parte (Dijo Genma empujando a su hijo a salir de la habitación)

El chico Hibiki estaba conversando amenamente con la madre de Ranma  sobre diferentes temas mientras tomaba té verde y se comía unas galletas de canela que la sra Saotome había preparado el día anterior, al parecer el muchacho no parecía tan tímido, solo cuando estaba frente a las niñas, pero con la personas mayores se mostraba bastante cómodo hablando, en lo que avanzaba la conversación aparecieron Ranma y  el padre de este. Genma por supuesto indicó a su hijo que se acercara a Ryoga y le ofreciera una disculpa. El muchacho con lo orgulloso que era le costaba, pero al final no tuvo de otra pues su papá le dedicó una severa mirada por lo que se acercó al pre-adolescente distraído y empezó a hablar:

Ryo… Ryoga yo… yo siento haberme comportado como un idiota.  Perdón (Dijo con la cabeza baja)

Era la oportunidad de Hibiki de vengarse de Ranma por todas las humillaciones que le había hecho pasar, Ryoga siempre fue un chico muy ingenuo y fácil de engañar, lo que Ranma aprovechaba para hacerle maldades en el colegio, pero ahora era su oportunidad de burlarse de Saotome, sin embargo al ver al niño con los ojos rojos y señales de las lágrimas que había derramado anteriormente y por supuesto,  la cara roja por la vergüenza de haber sido azotado como un crio de preescolar, Ryoga sintió pena por él, por lo que se le acerco, le extendió su mano, que Ranma no rechazó y luego le dio un abrazo.

No te preocupes Ranma ya lo olvidé (Dijo Ryoga)

Gracias por ser tolerante (Contesto el hijo de Genma)

Oye ¿Te puedo hacer una pregunta? (Replicó el chico desorientado)

Si dime ¿cuál? (Ranma frunció el ceño perplejo)

¡Todavía te castigan con nalgadas! ¡No lo puedo creer! ¡Con casi doce años! ¡Qué vergüenza! Mira yo tengo once recién cumplidos y mis padres ya no me castigan así. Amigo (hablaba Ryoga colocando un brazo alrededor del cuello de Saotome) eso es lo que te buscas por comportarte como un mocoso del Kinder. Uf deberías aprender de mí que soy extremadamente maduro.

¡Oye Ryoga! ¿Cómo te atreves a burlarte de mí?  Vas a ver… (Decía Ranma en lo que le lanzaba una serie de golpes a su oponente, que esquivaba con facilidad.

¡Ya cálmate Ranma solo era una simple broma! (Hablaba Ryoga muerto de la risa)

¡Ranma Saotome! Contrólate si no quieres que te dé otra lección (Intervino su padre, mientras su hijo perseguía a Ryoga por toda la casa,  ahora aventándole una serie de objetos de cocina que él chico evadía fácilmente)

Ranma te he dicho que te comportes (La madre hizo un movimiento rápido y lo cogió por la cintura, luego agarro una cuchara  de madera, que encontró en la cocina, lo bajo,  le dio vuelta y levantó la cuchara con la mano derecha para después  aplicar  alrededor de veinte azotes en sus ya débiles asentaderas.

¡Ouch! ¡Ayyyy! ¡Auuuuu! Ma… mamá me duele… (Grito, en lo que el bien portado de Ryoga miraba la escena)

Nodoka le dio diez más de propina  y lo soltó.

¡Qué te quede claro Ranma, no quiero más peleas en esta casa! ¡Entendido!

Pero snif snif snif si él, fue  snif snif el que snif snif comenzó (Se quejaba el niño porque lo creía injusto)

No me interesa. No quiero comportamientos agresivos.

Pero snif snif  yo…

¡Nada! Discúlpate.

Pero… snif  snif…  es que…

No quiero oír quejas… ¡Discúlpate!  Sino recibirás la tunda completa con esto (Le dijo mostrándole la temida cuchara de madera)

Per…snif snif  perdón Ryoga (Dijo sin muchos ánimos mirando para un lado)

Disculpa por la bromita Saotome, no pensé que te lo tomaras tan enserio.  (Respondió Ryoga haciéndose el inocente, generalmente lo era, pero no en esta ocasión, Ranma solo lo miró con rabia)

Que divertido fue todo esto, ¡Que buen comienzo de vacaciones he tenido!  Ahora se tú secreto Ranma, ja, ja, ja. El gran Saotome que cree tener a  todas  las chicas bajo sus pies todavía recibí nalgadas como un nene pequeño. ¡Esto es genial!  (Pensó Ryoga)

Oigan niños, ya son más de las veintitrés horas, creo que es hora de dormir.

Lo que usted diga tío Genma, pero solo le pido a mí no me llame niño. ¡Que ya estoy algo grande para eso! Vamos que soy casi un hombre (Le reclamo el pequeño Hibiki)

Bueno, de acuerdo cómo guste Ryoga-san.

Gracias así está mejor ¿Tú qué opinas Ranma?

¡Que te llame como se le dé la gana! Yo tengo sueño.

Ranma sigues de grosero (Le dijo su padre, mirándole serio)

Ay… ya perdón, perdón, pero por favor papá  vamos a la habitación. (Pedía el chico Saotome en tono de súplica)

Está bien, vengan los dos (Los tomo a ambos del brazo y los llevo al cuarto, allí los mando al baño a cambiarse, después los acomodó a cada uno en sus respectivas camas (Siempre había una adicional para las visitas de Ranma, generalmente el que más acudía a su casa era Ryoga, ya sea para estudiar o en vacaciones cómo ahora por ejemplo) luego les acaricio el cabello, los arropó, les dio las buenas noches y cerró las puertas de la habitación.

Ya en la sala se topó con su mujer.

Nodoka querida, ya acosté a los chiquillos.

Si, que bueno. Me voy a dormir yo también. Tengo sueño.

No tan rápido (Le decía él a ella acercándosele seductoramente) vamos a terminar lo que comenzamos en la tarde.

Pero Genma espera… (El hombre cogió a su mujer por la cintura y la sentó en el fregador y comenzó a besarla apasionadamente)

Saotome… ya por… por favor… recuerda… los niños… (La mujer trataba de hacerse la dura)

Shshsh (Su marido la calló tiernamente colocándole un dedo índice en su boquita) ellos están dormidos… Tú y yo a lo nuestro. Vamos, solo déjate llevar…

Está bien cariño. Yo también te amo con locura, le dijo bajándose del fregador y empujando a su esposo fuera de la cocina.

Pero a mí me gusta hacerlo en lugares más pequeños…

De acuerdo mi amorcito, lo haremos, dónde la señora quiera…

Y así ambos entraron al cuarto de baño de la casa e hicieron el amor apasionadamente.