Daniel

Dani, noooo!!!- Gritó papá, apartando la manito de su niño de la herramienta eléctrica que había dejado sólo por unos segundos para tomar una de las maderas. 

-Papito sólo quiero ver qué hace esa cosa?!!- Dijo inocentemente su pequeño niño, poniendo carita de nene bueno.

-Esto es muy peligroso, Dany, no quiero que te acerques a las herramientas de papá, menos a ésta, te quedó claro, jovencito?!!- Preguntó el señor, mirando fijamente a los ojitos verdes de su benjamín- Bueno!!- contestó, el chiquillo algo molesto. Él quería jugar con ese aparatito!! Y su papi no se lo quiso prestar!!! Qué malo que era papá!!! 

Riiiiiiiiing Riiiiiiiiiiiing Riiiiiiiiiiiing!- Sonó en esos momentos insistente el teléfono, hasta que Hector corrió a contestarlo, dejando a disposición de su muy traviesillo hijo aquella peligrosa herramienta.

El pequeño la miró por un bueeen rato, parecía divertido hacer ese trabajo... tal vez él podía ayudar mientras papá estaba al teléfono. 

La carita se le iluminó de puro entusiasmo cuando vio la madera que su padre había traído para aserrar. La había dejado a la par de la sierra.

Danielito no pudo resistir más la "tentación". Tomó el trozo de madera, se subió a un banquito, y accionó la máquina. 

-Daniel!!! Cuidado, tu mano!!!- Hector apartó la herramienta faltando sólo un centímetro para que le cortara el dedito a su bebé.

Dani levantó la cabecita y pudo ver cómo su papi lo estaba mirando. Era aquella mirada de "Prepara el trasero, jovencito" y no le gustó para nada.

-Lo siento?!!- Dijo, dudando de si eso era lo que su padre quería oír. 

Pero Hector se limitó a partar el banquito, tomó asiento él, y acto seguido, se echó a su muy desobediente bebé sobre su regazo.

-Las herramientas de papá, no se tocan, Dany!!!

-PLAFF... PLAFF... PLAFF...

-BUAAAAAAAAAA... PAPIIITOOO, LO SIENTO, PERDÓOON, NUNCA MÁS LO HARÉ PAPIII

-PLAFF... PLAFF... PLAFF...

-Eso espero, hijo, eso espero, porque si hay próxima vez, tu colita conocerá la paleta que mamá guarda en sus cajones!!!

El papá lo tomó en sus brazos hasta que Danielito dejó de llorar.

-Te amo bebé y no quiero que nada malo te suceda. Entiendes por qué papá tuvo que castigarte, mi amor?!!  

El niño lo pensó unos segunditos- Sí papito, porque te desobedecí y casi me lastimo!!!

-Eso es cierto, mi nene...

-Y si no obedezco, tu mano me lastimará mi colita!!

-Uhh, mi bebé, te duele el traserito?!!- Y el nene se acurrucó entre los brazos de papá para que lo mimara y consolara.