Páginas Amigas

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Capítulo 8 No está rota solo está dañada




Capítulo 8
No está rota solo está dañada



Me desperté preocupado, al fin traerían mis exámenes, y podré saber si me puedo ir a casa. Ya no quiero estar más aquí, es horrible, todos los tratamientos, ¡y no me han dejado saltarme ni uno solo! ¡Sólo espero que se acaben pronto!
Mis papis aún no despiertan. Tienen una cama en mi habitación, para que no me quede solito, no sé si es porque no confían que me deje poner la medicina, ellos dicen que no, pero a quien engañan, soy un chico grande.
Llegó Brooke, se metió a mi cama.
“¿nervioso?” me beso.
“¿Por qué?”
“no sé, será porque hoy sabremos si te vas a casa” me dio un beso.
“¿tú crees que me dejarán?” no quería hacerme ilusiones.
“creo que hoy podrás irte” me sonrió, creo que ella sabe algo, no insistí, aún estoy cansado, me acurruqué a su lado.
Nos trajeron el desayuno. Brooky despertó a mis papás, comimos juntos, y por fin llego el médico con los dichosos resultados.
“bueno Derek, ¡tuviste suerte! No te hiciste tanto daño como nos suponíamos, lo arreglamos casi todo menos tu anemia. Te puedes ir a casa solo cumpliendo estrictamente con tu tratamiento” me advirtió serio.
Lo sé, pinchazos hasta el infinito y más allá. Ya estoy resignado, pero hay algo más importante que eso.
“¿cuándo podré bailar?”
“Derek ya basta” me gritó papá furioso “SI POR MI FUERA NO VOLVERÍAS A PONER UN PIE EN UN MALDITO ESCENARIO” mientras salía, dando un portazo.
Yo quedé con la boca abierta jamás había visto a papá así, me puse a llorar asustado, realmente pretende cortarme las alas.
Mamá salió corriendo tras papá, está muy alterado, yo no puedo dejar de llorar, a pesar que Brooke me dice que no me preocupe, que todo estará bien, pero nada estará bien si no me dejan bailar.
El médico incómodo dejó la receta y salió, yo me quedé asustado, acaso eso quería decir que tendría que quedarme otro día más.
“buaaaaaaaa. Brooklyn no me quiero quedar más aquí.”
“Tranquilito Derek, tranquilo”
“noooo, mi papá no me quiere, no me va a dejar ir a casa, no quiero quedarme aquí por favor, por favor no quiero”
“Derek tranquilo o te van poner un calmante”
“No quiero. No me importa, llévame a casa, no quiero estar aquí”
“Derek deja la lloradera que en este lio te metiste solito” me habló brusco, no me gustó, yo quería me entendiera y consolara pero no, me regañó.
Le di vuelta la espalda y me acurruqué, me hice chiquito y me puse a llorar esperando que mamá viniera a despedirse, Brooky me acariciaba la espalda pero yo no podía encontrar consuelo.
No sé cuánto estuve así, solo me calme cuando me encontré envuelto por el manto protector de los brazos de mi padre.
“mi cisnecito ¿por qué lloras, bebito?! No querrás que te dejen aquí porque te subió la fiebre”
“me vas a dejar aquí de todos modos” le dije con un puchero.
“¿dejaría yo a mi cisnecito aquí sí puedo llevármelo a casa?” me sonreí, vi como mamá y Brooky arreglaban mis cosas. “ducha que apestas y a la casa” dijo dándome una nalgadita.
Yo partí corriendo, fue la ducha más corta de mi vida, creo que apenas me sequé, me puse la ropa y papá entró a secarme el pelo, luego me llevo como un Koalita a casa, bueno, solo mientras manejaba, luego a la cama.
Había pasado ya una semana y aprendí que no debía preguntar por el baile, eso me deprimía, era horrible, ver mis afiches, mis cosas, mi sala de ensayo, ya no… ya no quiero eso, ya no quiero nada, no me di cuenta cuando empecé a botar todo, arrugué los posters de la gira, los dejé en la estufa, les prendí fuego, es cierto, el cisne ha perdido las alas, ya no soy el cisne, ya no soy nada.
Me senté, a esperar que me vinieran a pinchar porque no tengo nada que hacer, quemé mis cuadernos y libros también, por lo único que me importaba terminar el colegio era para poder bailar, pero ya no sirve de nada. Nada más me acosté a esperar. En cuanto sentí que abrieron la puerta me baje un poco el pantalón, no tenía ganas de palabras, ni retos ni nada, solo que me pinchen y se vayan.
Era Brooke, la que me había venido a pinchar pero yo ni la he mirado.
“Derek mi vida”
“Brooklyn por favor, solo vete” una lágrima cayó por mi mejilla.
Me pinchó con cuidado, me dio un beso en la frente.
“nos vemos en un rato” yo no dije nada, ella pareció darse cuenta de mi cambio de decoración. “Derek, y los posters”
“los boté no los necesito”
“Derek tus cosas”
“nada, no quiero, nada no deje nada”
“¿Derek que hiciste?”
“lo quemé, lo quemé todo, no quiero nada no sirve de nada, no quiero nada” me volví como un loco, agarré mi ropa y la llevé a la estufa de mi estudio, quería romper todo. Rompí el espejo, mis papás vinieron, papá me sujetó.
“déjame” le grité, sentí que les hizo un gesto y mamá y Brooke se fueron, yo creí que me iba a matar a palos se veía furioso, pero contra todos mis pronósticos agarró una de las pesas y las tiro al espejo.
“PAPÁ” grité asustado.
“¿que no es eso lo que hacemos?”
“pero yo, no tu”
“¿y por qué no, mi cisne?”
“NO ME DIGAS ESO” le grité.
“¿por qué no?”
“ya no lo soy, ya no lo soy” tiré cuanto pude, hasta que rompí a llorar con todas mis fuerzas “me has cortado las alas”
“¿yo te he cortado las alas?”
“tú me has cortado las alas” me deje caer, no llegue al suelo, como siempre papá me tenía en sus brazos para evitar que llegara al suelo.
“tus alas están ahí mi amor, mi cisne, solo están abolladas, pero están sanando” me beso mi frente.
“no, tu dijiste, no puedo siquiera hablar del baile sin que tú te enfades y lo entiendo, la cagué”
Me miró con reproche por esta palabra, pero no dijo nada.
“tengo miedo” dijo rompiendo el incómodo silencio, tengo miedo de perderte, Derek eres mi bebé, para mí no eres el mejor bailarín del mundo, eres mi hijo que casi se mata, Derek porque esta vez pudiste morir si no llegábamos a tiempo si no te alcanzo a sostener, revivo ese momento mil veces todo el tiempo, y ahí no alcanzo a llegar, hijo, si no soy lo suficientemente rápido para atrapar tu caída, y veo cómo te partes el cuello, o como te rompes la espalda, como al enterarte que no vuelves a caminar es peor que verte muerto porque estás muerto en vida” papá lloraba tanto como yo “porque eso es lo único que veo desde ese día, a mi hijo y las mil maneras en que muere y ¿por qué? por bailar” se seca las lágrimas que no dejan de caer “No Derek, no es por bailar es por esa obsesión que te llevó a tomar píldoras que no necesitabas, eres bueno bailando y no pretendo quitártelo porque sé que es matarte en vida y no pretendo eso, tesoro, solo que sanes, que puedas volver a volar, no cancelé la gira, solo la aplace, campeón, cuando el médico diga que puedes hacerla, la harás”
“no sé si pueda hacerla” dije derrotado, no puedo hacerlos pasar por esto una y mil veces, cuanto más resistirán, no es primera vez que pierdo el conocimiento en el vuelo producto de las pastillas o del hambre, no es primera vez que están ahí.
“si puedes, y lo harás porque eres el cisne de New York”
“no es justo para ustedes”
“no es tu trabajo preocuparte por nosotros”
“si lo es, no soy un niño”
“me habrías engañado” dijo mirando el resultado de mi pataleta.
“no lo soy, aunque me comporte como uno no lo soy, ya no puedo hacerme el ciego y pensar que mis decisiones no afectan a nadie más” me limpie las lágrimas de la cara “no soy capaz de prometer que no lo volveré hacer papá” le confesé mi temor.
“lo sé, con tu mamá estamos a tu lado para asegurar que nada pasara, estaremos más atentos”
“no volverás a confiar en mi” las lágrimas volvieron a caer.
“en esto no” me besó los ojos en todo el resto confiaría mi vida en ti, pero en esto no puedo”
“¿me vas pegar?” me besó la nariz.
“¿quieres más?” me miro extrañado.
“no” le dije como si estuviera loco “es que mamá dijo”
“creo haber escuchado a mamá azotando una colita traviesa en el hospital” me puse rojo, al recordarlo, le hice un puchero.
“queme mis cuadernos”
Papá rodo los ojos.
“veo que tuviste una pataleta pirómana”
“no fue pirómana, no queme mi estudio” me defendí, papá me tomo la mano y me dio dos palmaditas en cada mano como hacia cuando era un nene y metía las manos donde no debía.
“No se juega con fuego”
“papi yo sé que no quieres hablar de esto, ¿pero cuándo podré volver a practicar?”
“cuando quieras, siempre que cumplas las reglas, solo un par de horas al día”
“lo sé, unas horas al despertar desayuno, tutorías, entrenar, comer, un poquito de esparcimiento entrenar un poquito más y comer, ver una peli o estudiar” le sonreí, sé que debo hacer algo más que bailar, si no es por mí, debo hacerlo por ellos.
“El médico dijo máximo 6 horas al día”
“diez” dije sin pensar
“ocho” dijo papá
“trato” le sonreí
“el cole me lo terminas”
“si papá”
“la universidad”
“paaaaaaaaaa”
“Hijo”
“primero el cole, después hablamos de eso”
“trato” me dijo mi papi “bueno habrá que hacer una remodelación en tu estudio”
“lo siento”
“siéntelo porque te lo descontaré de tu paga” se rio.
“y de cuando tengo paga”
“desde ahora” dijo dándome diez dólares.
“papi no me alcanza nada”
“haberlo pensado antes de destrozar el estudio”
“Hey que tu ayudaste”
“el espejo ya está roto”
“pero ayudaste” me quejé como un crio.
“ya la cama” dijo dándome impulso con una nalgadita que me dolió hasta el alma.
“dueleeeeeeee” me saltaron las lágrimas de nuevo, si era hierro lo que me inyectaba dos veces al día porque no aguantaba el dolor en una sola inyección.
“¿duele mucho?” pregunto papá
“si” le dije con un puchero, papá me echó al hombro, creí que me iba a dejar en mi pieza pero me llevó a la cocina tomo un ice pack, me dejo en mi cama con el potollllllll en pompa me bajo el pantalón un poco y me puso el ice pack en los pinchazos.
Al rato entro Brooklyn en plan médico al parecer, llegaron mis exámenes y no están buenos mi poto sigue condenado, pero ya estoy más tranquilo, voy a poder bailar entrenar, y la verdad la saqué barata.
“Brooklyncita no más pinchazos para el cisnecito”
“lo siento. Al menos otra semana y después vienen las de refuerzo”
“Pero duele” le hice un puchero, pero es que aparte del líquido viscoso que me duele horrores esta la zurra que me da para poder pincharme, y no son palmaditas eróticas, por el contrario me dio más que un par delante de mamá y no le dijo nada es más, me amenazó con zurrarme ella si no dejaba que me pincharan.
Pero ahora se ponía en plan sexi como me gusta.
“no voy a esperar más para tu castigo, mañana comenzamos” me sacó el Ice pack y me dio un beso en el pinchazo. “guarda a tu nuevo mejor amigo” dijo entregándome mi condena.

4 comentarios:

  1. Ladyyy…. Qué precioso que estuvo el relato!!! Ay ese cisnecito, me lo estás cocinando lentamente con esas inyecciones, ejejeje!! Uhmm, y Brooklyn de enfermera?!! Pobre cisnecitooooo… será mejor que haga caso a la primera sino me lo despluman, jjejee!!!

    Estuvo bonito el capi… el cisne es uno de mis favoritos, aunque me gustan todos!! Jajaja… Ya quiero saber qué le entregó Brooky al nene!! =P No te tardeeees!!! Si?!!!

    Un beso
    Camila

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  2. Ladyyyy

    ya estaba por dar el grito al cielo con eso de uqe no volvera a bailar, pero menos mal fue solo el susto yla carrera, por ahora carrera de curarse el crio.... me encnato que toque fondo y se de cuenta que hay muchas mas cosas que solo bailar

    un besote, ests linda la histoira

    Marambra como siempre esperando mas de tus cuentos

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  3. CASSY: el cisne es una de las historias mas lindas que he leido de tu parte y solo puedo decirte que adoro este drama en particular de una manera muy personal, así que espero que cumplas los sueños de Derek en el relato, y de paso actualizas mas seguido y cumples los mios de leerte a diario!!!

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  4. Lady!! Que lindo capi y que gueno que ya por fin salio del hospital y que va a poder seguir bailando no te tardes en actualizar este fic que muero de la curiosidad por saber que le dio al cisne!!! Andrea

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