Páginas Amigas

lunes, 23 de septiembre de 2013

Súper padres!!!


UN SUPER HEROE EN BUSCA DE CONCEJO: COMO SER UN BUEN PADRE SIN ATENTAR CONTRA LA VIDA DE TU HIJO



Clark Kent nunca se había sentido tan frustrado, el bien llamado hombre de acero se debatía entre gritar o destruir de un golpe algún mueble, pero se dio cuenta que nada de lo que pudiera hacer iba a cambiar la expresión de enojo y odio que había en el rostro de Conner Kent.

Así que se dio media vuelta e hizo lo mejor que pudo hacer sin que esto implicara matar al adolescente que tenía adelante.

- ¡¡No quiero que salgas hasta que vuelva entendido!! – y así sin mirar la cara de Conner y sin saber si el chico iba a hacerle caso, salio dando un portazo que de suerte no rompió la puerta por cuarta vez en esta semana.

Como había llegado a eso, su hijo lo odiaba y el no sabía que hacer, se sentía fracasado en algo que debía ser tan natural, la mayoría de los hombres eran buenos padres ni decir de su padre Jonathan Kent, El y Martha Kent eran padres modelos que lo guiaron y amaron.

¿Qué estaba haciendo mal? Conner no era un mal chico, sino un adolescente que tenía como meta en la vida desobedecer a Clark, ser imprudente con sus poderes, no escuchar y ser infinitamente exasperante.

Pero Conner no era así con todo el mundo, con Martha y Jonathan era todo un dulce, amistoso y cariñoso un nieto modelo con abuelos consentidores, incluso en las pocas ocasiones en que Clark había intentado  hablar de los problemas que tenía con su hijo, sus padres inmediatamente habían declarado con entusiasmo la posibilidad de que Conner viviera con ellos.

Y hasta con Louise, Conner tenía una relación que al principio no había sido fácil, sin embargo ahora parecían haber encontrado un punto de encuentro y podría decirse que iban camino a una amistad.

Clark Kent tenía en su cabeza todo esto cuando llego donde esperaba encontrar alguna respuesta, estaba frente a la puerta de la mansión Wayne, dudo en tocar el timbre casi se arrepiente pero las risas que venían de adentro lo impulsaron a seguir.

Solo pasaron un par de minutos para que Alfred abriera la enorme puerta de entrada.

- Buenas tardes Señor Kent adelante, por favor me permite su abrigo – el mayordomo dijo tan formal como siempre.

- Gracias Alfred – Dijo Clark mientras entraba a la recepción y pasándole el abrigo a Alfred.

- Iré a anunciarlo con el Señor – y salio en dirección del despacho de Bruce.

Clark se quedo parado en la gran sala que era la recepción de la mansión Wayne mientras que su super oído seguía escuchando risas de niños parecían estar pasando un buen rato.

- Señor Kent, por aquí por favor – dijo Alfred indicando el camino hasta llegar frente a una puerta toco para avisar y la abrió dejando que Clark pasara.

Alfred se quedo en la entrada – Señor Kent se le ofrece algo.

- No muchas gracias Alfred – dijo Clark, más bien apenado no se acostumbraba a ser tratado de manera tan formal.

- Alfred por favor dile a los niños que estaré ocupado en el despacho -  dijo Bruce mientras dejaba de lado los papeles que estaba leyendo.

- Inmediatamente Señor – dijo Alfred mientras cerraba la puerta.

- Kent que te trae por aquí – dijo Bruce – toma asiento por favor.

- Espero no interrumpir, estas muy ocupado? – Clark dijo sintiéndose  un intruso.

- No mucho, pero dime pasa algo?.

- Con la liga, no claro que no.

- Entonces en que te puedo ayudar – Dijo Bruce mirando con ojos escrutadores – Te ves cansado.

Clark lanzo un suspiro – Tu tienes 4 hijos, y bueno Dick es muy amigo de Conner o eso creo entonces yo quería saber……

Bruce no pudo evitar sonreír y eso no era algo que normalmente hacía, pero no pudo evitarlo, ahí estaba el Hombre de acero, inmune a casi todas las armas que podrían matar a cualquier humano, capaz de enfrentarse a villanos asesinos y traficantes, y ahí estaba delante de él porque no sabía como enfrentarse a su hijo adolescente.

Pero Bruce estaba particularmente de buen humor esa tarde, así que no hizo sufrir a Clark Kent – No me digas, tienes problemas con Conner.

- Bueno si podría decirse que son problemas, la verdad es que no tengo una relación con Conner como para decir que tengo problemas con él, sabes el me odia – Clark se desahogo.

- Déjame decirte algo Kent, todos los adolescentes odian a sus padres – Bruce dijo muy tranquilo como si fuera lo más natural del mundo.

- Pero Dick, es un niño modelo creo que nunca lo he escuchado decir una mala palabra – Clark dijo incrédulo.

- Y más le vale que siga comportándose así – dijo Bruce serio.

- Quieres decir que Dick…..

- Quiero decir que Dick es un adolescente, al igual que Conner puede llegar a ser muy exasperante cuando se lo propone.

- Entonces como haces que se comporte como el hijo modelo de Bruce Wayne.

- Bueno lamento decirte que no hay una receta para eso, es solo una combinación de……….

Bruce Wayne no alcanzó a terminar la frase porque la puerta de su despacho se abrió bruscamente dando paso a dos pequeños torbellinos que entraron corriendo echando carreras para llegar primero al escritorio donde estaba sentado papá, ni siquiera se percataron de que alguien más estaba ahí.

Detrás de los pequeños y también corriendo un adolescente entro también bruscamente al despacho pero este se dio cuenta inmediatamente de la situación y paro su carrera quedando justo frente a su padre, que lo miró pidiéndole una respuesta a tan repentina intromisión.

- Buenas tardes Sr. Kent, lamento haberlos interrumpido – dijo Richard el mayor de los hijos de Bruce – pero los enanos son cada día más rápidos – dijo mirando a sus hermanos pequeños con frustración.

Clark sonrío al ver como los dos pequeños intentaban subir a los brazos de Bruce cada uno llevaba un trozo de papel en sus manos.

Tim fue el primero que logro sentarse en el tan codiciado regazo de su padre, claro el le llevaba casi 2 años a su hermanito menor Damien que con solo 3 años era todo un personaje, el menor de los Wayne luchaba por encaramarse hasta que finalmente ayudado por Bruce el pequeño quedo cómodamente sentado en la pierna contraria a donde estaba Tim.

Ambos ahora sonrieron con su mejor cara de inocencia a su padre, pero al ver que su padre no les devolvía la sonrisa, usaron sus mejores armas sus ojitos de cachorro, pero Bruce Wayne era casi inmune a las mejores miradas de sus pequeños.

- Tim, Damien esa es forma de entrar a mi despacho – Bruce los miraba serio - donde están sus modales que no saludan a las visitas y entrar corriendo como si fueran una jauría.

Los niños se movieron inquietos en el regazo de papá – Buenas Tardes Sr. Kent – dijeron casi al unísono.

- Buenas tardes niños, un gusto saludarlos – Clark devolvió el saludo sonriendo a los dos pequeños, Damien el menor tenía una mirada muy suspicaz para ser un niño tan pequeño y Tim era adorable y más cuando se reía porque se podía ver el espacio en donde un diente le faltaba.

- Muy bien niños espero una explicación – dijo Bruce con un tono suave, puede que sus hijos sean unos traviesos pero eran tan adorables que no pudo ponerles mala cara.

- Te hicimos estos dibujos papá – dijo Tim mientras extendía una papel algo arrugado, Damien al ver a su hermano, extendió también su papel en donde se podía apreciar un dibujo.

Ambos niños sonrieron mientras miraban expectantes a su padre con admiración, Bruce abrazo a ambos niños y les dio un beso en la frente a cada uno – Están perfectos mis pequeños pajaritos – luego los tomo a ambos para dejarlos en el suelo.

- Muy bien ahora vuelvan a la sala – Bruce miró de reojo su reloj – ya es tarde es mejor que vayan a la cocina, Dick lleva a los niños con Alfred es hora de que coman algo para que vayan a la cama.

- Papá es temprano – dijo Tim

- Yo quiero jugar – dijo Damien.

Bruce se agacho para quedar de frente a los niños – su hora de dormir no es discutible jovencitos, así que vayan con Dick para que se tomen un vaso de leche y unas galletas.

- ¡¡¡De chocolate!!! – gritaron ambos pequeños.

- Nada de chocolate antes de dormir y despídanse del Sr. Kent – dijo Bruce poniendo a los dos niños frente a la puerta dándole a cada uno una suave palmada.

- Adiós Sr. Kent – dijeron en una sola voz Tim, Damien y Dick antes de cerrar la puerta del despacho.

Bruce volvió a sentarse – Siento la interrupción Clark.

- No te preocupes Bruce, soy yo el que estoy interrumpiendo ya me voy.

- No tienes que irte ahora además no te he dicho nada sobre mi sabiduría como padre – Bruce no pudo ocultar cuanto le divertía el hecho de que Clark Kent estuviera en su despacho pidiéndole consejo para criar a su hijo-  la verdad es que no hay receta solo me baso en 3 consignas: Obediencia, disciplina y reglas claras.

Clark lo quedo mirando un tanto asustado – Quieres decir que tu castigas a tus hijos.

- Claro que los castigo, acaso tus padres nunca te castigaron?

- Bueno si, pero con Conner es diferente el tiene 16 años es casi un adulto no puedo tu sabes.

Bruce sonrío – No importa si Dick tiene 15 o 40 años es mi hijo y si hace algo estupido entonces el sabe que habrá consecuencias. Tú eres el padre, el adulto en esa relación.

Y así ambos super héroes hablaron sobre sus experiencias como padres, hasta que Bruce miró el reloj y tuvo que abandonar su despacho para enviar a la cama a dos pequeños que ya estaban pasada la hora de ir a dormir.

Como siempre tan ingrata labor nunca iba a ser fácil primero tendría que atraparlos cosa que cada vez se le hacía más difícil porque Tim y Damien   eran más rápidos, entre risas y corridas Bruce Wayne pudo hacerse de su precioso cargamento, con Damien en los brazos y Tim colgado de su pierna cual koala pudo caminar finalmente hacia la habitación. 

Clark que todavía estaba en el despacho gracias a su super oído pudo escuchar todo lo que pasaba en la mansión Wayne, se sintió un intruso pero no pudo evitar escuchar la interacción que tenía Bruce con sus hijos y sentir un poco de envidia.

Con toda la paciencia que nadie creía que podía tener Bruce Wayne hizo que sus pequeños se lavaran los dientes y luego les puso pijama mientras los dos traviesos saltaban de un lado a otro entre risas.

- Papá léenos un cuento – dijeron finalmente ambos pequeños.

- Esta bien pero antes los quiero ver a los dos acostados – Damien se metió en la cama de Tim, Bruce con un libro de cuentos en la mano se acostó en medio de sus hijos inmediatamente Tim y Damien se acurrucaron cada uno a un  lado de su papá para escuchar atentos la historia, antes de que Bruce terminara de leer el cuento los pequeños estaban durmiendo.

Con mucho cuidado tomo en brazos a Damien para llevarlo a su cama, finalmente sus hijos menores estaban durmiendo salio de la habitación dejando la puerta entreabierta.

Volvió a su despacho, más cansado pero reconfortado, no había buscado ser padre pero sin duda era lo mejor que le podía haber pasado.

Otra vez en su despacho, Clark y Bruce volvieron a conversar pero Clark ya sentía que había interrumpido más de lo debido a la familia Wayne así que se despidió de Bruce, para ir a hablar con el adolescente malhumorado que era su hijo.

- Muchas gracias por todo Bruce, seguiré tus consejos pero deja que te diga que a todo lo que me dijiste sobre reglas y disciplina debes sumarle mucho amor.

Bruce Wayne solo sonrió y se despidió de Clark Kent, él tenía toda la razón amaba a sus hijos más que todo su dinero, más que ser Batman. Bruce se quedo con sus pensamientos más de lo que debía al darse cuenta salio de su despacho para enfrentar al más díscolo de sus hijos, como siempre desde que había tenido la mala idea de regalarle uno de esas consolas de juegos Jason estaba jugando en la sala.

- Jason hora de ir a la cama – pero era como si Bruce hablara al viento, Jason no hizo ni siquiera un gesto.

Bruce se puso en frente del niño anteponiéndose entre su hijo y el dichoso juego -  Papá ya estoy por pasar de nivel solo un par de minutos más – Jason casi gritaba mientras intentaba mirar la pantalla moviéndose de un lado a otro.

Bruce rodó los ojos mirando al techo, como esta escena era algo que pasaba casi todas las noches cuando llegaba la hora de que Jason tenía que ir a la cama, Bruce no perdió el tiempo en argumentar con el preadolescente solo lo tomo en brazos y lo cargo en su hombro.

- Paaaapaaaaa suéltame – dijo Jason indignado pero lo único que logro  fue una palmada en su desprotegido trasero – Ay papá yo no soy Tim o Damien tengo 12 años – otra palmada cayo en el trasero del niño.

Llegaron a la habitación y por fin Jason fue dejado en libertad solo para que Bruce le señalara el baño – Tienes 10 minutos para estar en cama – Bruce lo miro  serio – mientras su hijo estaba en el baño Bruce miró la habitación era una zona de guerra, ropa en el piso, la cama desecha, envoltorios de dulces en el velador, resignado comenzó a acomodar la cama para que por lo menos Jason pudiera dormir cómodo y no entre ropa sucia y revistas.

Finalmente Jason salio del baño como si nada hubiera pasado, esa capacidad que tenía solo él, podía ver a su padre echar humo y para él era como si lloviera.

Para Bruce, Jason era el que más jugaba con su paciencia, el niño parecía que no le tenía miedo a nada ni a nadie ni siquiera al mismísimo Batman, era valiente a extremos que Bruce no quería imaginar.

- Papá hasta cuanto me vas a tratar así, ya tengo 12 años no soy un niño – Jason parecía indignado pero a la vez tenía ese gesto tan de niño regañado injustamente.

Bruce no pudo con la desvergüenza  de su hijo y sonrío – Te trato como te comportas Jason y te comportas como un niño de 12 años muy desobediente así que ahora a la cama, ante de que me replantee la posibilidad de volver a dejar mi punto de vista marcado en tu trasero.

Jason casi voló a la cama – Papá podrías dejar a mi trasero fuera de esta discusión.

Este niño es insufrible, Bruce se sentó en la cama – Dime hijo que quieres discutir.

- Quiero saber cuando voy a poder entrenar contigo, así como lo hace Dick.

Bruce venía cuestionándose la idea de entrenar a Jason, porque si aceptaba entonces algún día Tim y Damien le pedirían ser parte y no sabía si podía manejar tener a sus 4 niños expuestos a tales peligros.

Pero de sus 4 hijos, tenía que aceptar que Jason era quien tenía más aptitudes para ser su compañero, era valiente, decidido y nunca dudaba, bien encaminado Jason iba a ser muy bueno pateándole el trasero a cuanto villano se le pusiera en el camino.

- Eso es lo que realmente quieres Jason, escucha bien que no es todo diversión si te dejo entrenar junto con Dick tendrás que seguir mis reglas y allí no seré tu papá, allí soy Batman y no acepto errores ni desobediencias.

Jason abrió los ojos pero no de miedo sino de emoción, nunca su padre le había hablado tan serio sobre ser parte de su doble vida, era todo lo que Jason quería aprender a ser uno más, salir junto a Batman a patrullar las calles de Ciudad Gótica como compañeros.

- SI papá eso es lo que quiero – Jason casi salta de la cama

Por fin después de una larga charla, Jason se había quedado dormido con una sonrisa en sus labios, seguro esa noche soñaba atrapando al Joker.

Bruce estaba cansado pero no lo suficiente como pasar por la habitación del mayor de sus hijos.

Richard estaba sentado en su escritorio frente a su notebook, ya tenía el pijama puesto así que seguro esperaba a su papá que siempre desde el primer día que llego a la mansión pasara por su habitación para darle las buenas noches y asegurarse que estaba acostado, esa noche no sería la excepción.

- Dickie, ya es hora de ir a la cama.

- Ya voy papá estoy repasando lo último, mañana tengo examen – Dick miró la pantalla concentrado.

- Vamos hijo, estoy seguro que mañana te ira bien.

- Esta bien pero después no pongas mala cara cuando no tenga el primer lugar.

- Dickie a la cama – dijo Bruce

- También me leerás un cuento.

- Eso quieres, porque puedo ir a buscar uno a la pieza de tus hermanos.

Dick sonrío - No papá no es necesario, estas noches han estado tranquilas parece que por fin nos dieron un respiro no hay noticias del Joker ni del Pingüino.

- Si, la verdad es que parece que tenemos una tregua.

- Estaba pensando ya que esta todo tan tranquilo que este viernes podrías darme una extensión de mi hora de llegada, Roy nos invito a su casa a Wally, Conner, Zatanna, Aqualad, Megan tu sabes al grupo.

- Oliver va a estar presente.

- No pero sabe que vamos a ir.

- Y hasta que hora quieres permiso?

- La verdad quería quedarme en casa de Oliver.

- Ni hablar, no quiero que pases una noche fuera de casa.

Dick se lamento pero sabía que no iba a ser fácil lo del permiso – Entonces puedo volver a casa a las 3 am.

Bruce lo miró sorprendido – Estas hablando en serio?.

- Si, la mayoría de los chicos se van a quedar toda la noche, será solo una reunión para mirar películas y comer algo, no haremos nada malo.

- Tienes permiso para ir pero a medianoche te quiero aquí.

- Oh vamos papá, estas bromeando verdad?

Pero Bruce lo miraba muy serio nada en su expresión parecía estar bromeando.

- No hijo, sabes que  nunca bromeo.

-Papá por favor, nunca te he pedido permiso para salir y ahora que por fin tengo amigos con los cuales puedo ser yo sin máscaras no puedo ir.

- Te paso a buscar a la 1.

- A las 2 y no bajas a buscarme.

- 1:30 y si no sales en 5 minutos…..

- Esta bien es un trato – dijo Dick antes de que su padre lo amenazara con sacarlo de una oreja.

- Ahora duerme hijo.

- Buenas noches papá.

Por fin terminaba el día para Bruce Wayne, extrañamente no estaba cansado pero se acostó a leer un poco.

**********

En casa de Clark Kent, en cambio la noche no estaba cerca de terminar, para su sorpresa al llegar Clark encontró a Conner en su habitación, se dio animo para ir a hablar, sería una charla larga y por primera vez Clark estaba dispuesto ha hacer un esfuerzo real en ser un padre, no un amigo ni un consejero sino un padre con todo lo que eso implicaba incluso el castigo, y dios sabe que Conner estaba pidiendo hace rato uno.

Obviamente Conner no estaba dispuesto a aceptar así de buenas a primeras todas las reglas ni imposiciones, ya tenía abuelos y para él Clark no representaba una figura paterna, al revés solo veía en él un recordatorio de lo que se esperaba que fuera, no podía negar que Conner Kent solo era un clon de Clark Kent, y cerca de él se sentía como una mala copia.

- Entonces Conner estamos claros en lo que será desde hoy las reglas de esta casa, no más berrinches ni desobediencias y nada de faltar a la escuela vas a ir te disculparas con tu profesor y espero lo mejor de ti en clases.

Conner se quedo en silencio, Clark nunca le había hablado así tan mandón – Claro que no, para que sepas solo me quede aquí esperándote para decirte a la cara que me voy no soporto ni una noche más en este lugar – Clark miró a su alrededor y vio un bolso, el niño pensaba irse.

Sin darle más vueltas al asunto Clark Kent tomo a un desprevenido Conner Kent para tumbarlo en su  regazo todo lo hizo obviamente a velocidad de Superman así como uso su fuerza sobre humana para zurrarlo.

- Escúchame bien jovencito no te vas a ninguna parte vas a obedecerme aunque tenga que pasar toda la noche zurrando tu triste trasero así que es mejor que te hagas la idea de que a partir de ahora voy a actuar como tu padre, tu eres mi responsabilidad  te guste vamos a vivir juntos.

Conner nunca había sentido tanto dolor en su corta vida, su trasero se sentía ardiendo y dolía más con cada nueva palmada que recibía, finalmente no pudo más y pidió clemencia  - Esta bien Clark mañana voy a disculparme a la escuela, pero por favor para.

Pero Clark estaba lejos de parar ahora que por fin encontraba un método eficaz para terminar con todas las desobediencias de Conner no podía dejar pasar esa oportunidad – Y me vas a obedecer serás respetuoso con las reglas de casa.

- Si lo seré, te lo prometo pero para con todo esto.

Finalmente Clark soltó al adolescente para dejarlo parado en frente de él, mirarlo era como mirarse en el espejo hace unos 15 años atrás así que para Clark fue muy fácil abrazarlo, en un principio Conner se quedo echo piedra no estaba acostumbrado a esos gestos de parte de Clark, pero con el tiempo y viendo que Clark no lo soltaba se empezó a sentir más cómodo y tímidamente devolvió el abrazo, en ese momento Clark sintió la puerta abrirse Louise había llegado.

- Hijo ve a lavarte la cara, desase ese bolso y bajas para cenar.

- No tengo hambre prefiero quedarme en mi habitación.

- Conner que acabamos de hablar sobre la obediencia – Clark miró al adolescente con cara de pocos amigos.

Conner suspiro – esta bien –dijo de mala gana.

La cena se comió en paz cosa que no pasaba muy a menudo desde la llegada de Conner, por eso que Louise se sentía extraña y más le extraño el gesto que hizo Conner al sentarse, como hija de militar lo reconoció era el gesto que hacían los chicos que habían recibido una buena zurra.

Pero no menciono nada, no quería estropear el momento, así que espero hasta que Conner termino de comer y para seguir con las sorpresas de esa noche el chico le dio las gracias por la comida y pidió retirarse a sus habitaciones sin rechistar.

Una vez que estaba segura que Conner había cerrado la puerta de su habitación y no de un portazo finalmente Louise Lane pudo saciar su curiosidad tan legendaria.

- Bueno me vas a decir que paso aquí – Louise miraba expectante a Clark.

- Nada solo tuve una charla con Conner y dejamos claros algunos puntos, eso es todo – dijo Clark como no dándole importancia.

- Ja ja ja Clark Kent aclaraste algunos puntos con el trasero de Conner querrás decir, el pobre chico apenas se sentaba.

- Puede ser que su trasero haya sufrido un poco, pero yo lo veo como el principio de una comunicación más fluida con Conner quizás por fin nos podamos entender.

Fin



2 comentarios:

  1. LittleHoshi; Me temo que Clark encontró una vía de comunicación directa con Conner.

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  2. Preciosa historia, Gloria querida!!! Eses una gran escritora!!! =D

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