Una horrible pesadilla...

Una horrible pesadilla...

 Sí, eso debía ser!!!... 

...Una desagradable pesadilla!! Porque definitivamente su papito nunca de los nunca le hubiera dado 6 palmadas en su colita, verdad?!!... Uhmm….Habían sido seis?!... Seguro?! Porque el pequeñito habría jurado que fueron como 100!!! Y todo por qué?!! Sólo por tirarle un zapatito chiquitito en la cara a papá!!.... 

Pero es que él tuvo la culpa!!!.... 

Cómo que por qué?!! Uhmmm... Bueno, la respuesta es bastante sencilla.... 

Aquella mañana, Tomás le dijo a su bebito que en la tarde tenían cita con el doctor!!... Que qué tiene eso de malo?!!! Hellooooo... el doctoooor!!! Ese señor que siempre, siempre, siempre  le pinchaba su traserito,  y luego le daba la paleta como si eso le aliviara el dolor!!!

Cuando Jeremías escuchó aquella palabra su carita preciosa se transformó de un niño dulce e inocente a la de un monstruito rojo de indignación.

 -No quiedo!!!!- Dijo, cruzando los bracitos sobre su pecho. 

-Hijito, el doctor es tu amigo y quiere que estés sanito, tesoro!! Acaso tú no quieres estar sanito?!- Papá preguntó calmadamente, apretándole suavecito la mejilla derecha - Sí, verdad?! Así puedes jugar con tus amiguitos y con tu perrito, cierto?!!

-Peio yo no quieeedo, poque me pinchadá mi colita, papito!!- Y sus manitas corrieron a cubrir sus pompis- No me lleves pol favod!!- Suplicó el bebé, abrazándose a la pierna de su padre.

-Mira, bebé- Dijo Tomás, inclinándose para quedar a la altura de los ojos de su solcito- si te portas bien y eres un buen niño en el doctor, como premio, papá y mamá te llevarán al zoológico!! Qué dices, mi chiquito?!! Serás un niño bueno con el doctor?!!- Preguntó el hombre, mirando enternecido el pucherito en la boca de su angelito.

Pero el pequeñito no era ningún tonto. Si bien tenía fascinación por los zoológicos, y le encantaba ir a ver los leones y los tigres, más terror le tenía a ese señor de bata blanca que siempre andaba con esa cosa alrededor del cuello, lleno de agujas que clavaba sin piedad en sus pobres posaderas, por lo que la respuesta seguía siendo la misma que hace un momento!!! Y si su papito no lo había escuchado bien la primera vez, pueeeesssss, él se encargaría de dejárselo bien, pero bien clarito... 

-NOOOO...!!!!! No quiedo, y no voy a ir a ver a ese tonto cheñol nunca!!!- Declaró muy seguro de sus palabras el adorable muñequito de tres años.

-Jovencito, a papá no se le levanta la voz!!! –Amonestó Tomás, pero un sólido golpetazo en su mejilla fue lo único que recibió.

-PLAAACK- Voló el calzado por los aires para estrellarse de lleno en el rostro del joven papá.

Auchh!!! -Un zapato?!! De dónde rayos había venido eso?!

Tomás no podía creerlo, su bebé acababa de estampillarle su zapatito en la cara. Já, qué descaro el de aquél encantador diablillo. Pero si se pensaba que esto se quedaría así, Jeremías estaba muy equivocado... ahora vería su niño, lo que le pasa a los nenes contestones, que son groseros con sus papis!!

Tomás, con todo el pesar del mundo alzó a su histérico bebé en brazos y se dirigió a tomar asiento en uno de los sillones de la sala.

-Eso que hiciste estuvo muy mal, Jeremías. Dijo Tomy, poniendo al gusanito inquieto de su hijo cruzado en su regazo. 

-Nooooooooo!! No, papito, no papiii!!! Me polto bien, me polto bienn!!- Rogó el chiquitín, cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de pasar.

Ay si!- Se dijo Tomy- Ahora que sabe que le voy a sonar la colita, dice que se porta bien!!

- A papá no se le pega, jovencito.- Le regañó, bajándole el pantalocito a rayas blancas y rojas junto con el calzoncillito, descubriéndole las nalguitas blancas de su tesorito, y, a continuación, se escuchó un soberano. Chassss... seguido muy de cerca por un agudo Auuuuuuuuch!!! Y la orquesta empezó a sonar…

 -Nunca más serás grosero con papá!!!

Chasss chasss- Revotó la mano de papá en el cachetito izquierdo.

-Buaaaaaaa... papiiiitoooo... Peldóooon!!!

Chasss chasss-  Ésta vez, los azotes fueron a caer en la nalga derecha.

-No volverás a golpear ni a papá ni a mamá!!! -

-Chasss.... chasss....- Añadió un par de palmadas en la cola rojita para dar por terminada la paliza.

Auuuuu... buaaa... mamitaaaaaaaa, mamiiiiiitaaaa!!!- Llamaba angustiado el niño a su querida mamita- Buaaaa… mamiii, ayudaaaa!! - Pero como su mami parecía hacer oídos sordos a sus llamados, el pequeño empezó a disculparse- ...buaaaaaaa.... snif snif... papito, nunca más, te lo prometoo, snif snif, pero no máaaas... dueeee-leeee l-la colitaaa... Buaaa!!!

Tomás levantó a su querubín y lo acomodó sentadito en su regazo.

 -Shhh!!! shshshsh!!! ya está, mi principito bello, ya está, mi rey!!!- Le consolaba, mientras le acomodaba el pantaloncito- Shhh... Recuerda que papi te ama, mi cielo y por eso quiero verte sano y feliz…. 

-Chiiii... Y..y yo-yo ta- también, papitooo!!! Snif snif.. Me vas a peldonar?!!

-Shhssshhh.... Claro, pequeño. Siempre!!! Pero ya no llores, si?!! Shshshshhhhh...-Y continuó meciéndolo en sus brazos, hasta que al fin, su bebé se durmió.

 Ufff... qué horrible pesadilla, pensó Jeremías cuando abrió sus ojitos para encontrarse en aquél familiar  pasillo blanco... Pero qué?!... Nooooo!!!.

 -Jeremías Torres?!! Su turno.- Dijo la enfermera para el terror del angelito que se acurrucó en los brazos de su padre.

No había sido una pesadilla, TODO ERA REAL!!!