CAMINO A LA FIESTA DE COMPROMISO
Parte I
Nervios, miedo,
escalofríos, ganas de vomitar todo eso sentía Steve no entendía como la hermosa
chica que le sujetaba la mano no parecía mostrar ninguno de sus síntomas, él
por su parte pensaba que en segundos experimentaría un ataque cardiaco.
El solo haber escuchado la
voz de la señora de fuera ya sentía todo lo anteriormente mencionado, seguro ya
no tenía que preocuparse por desaparecer en la vida de Sean segurito esa señora
acababa con su existencia y de paso acababa con su sufrimiento, ya no le
dolería la punzante traición de su padre que quería volver a casarse y olvidar
a su madre.
Pero no podía pensar en
eso ahora, ahora debía concentrarse en dar una respuesta pronto, la hermosa y
loca chica que estaba a su lado no paraba de hablar con su madre y como él
estaba en modo-off contemplando sus
hermosos ojos claros, no escuchó el plan que había ideado Kathya.
-‘Y ahora qué hago! que digo!- pensaba unos segundos- Ella dijo: sígueme la corriente… pero no
escuche nada de lo que decía…que digo?!!!’
Volvía a pensar pero fue
la propia Kathya quien le impulso a dar una respuesta rápida, dándole una
patada a su pierna izquierda.
-Verdad?- poniendo carita de estar
tranquila Katha esperaba confirmación de Steve.
-Sssí, si es cierto- Steve dijo lo más natural
que pudo, pero francamente no sabía porque había dicho eso.
Stella Schneider estaba
cruzada de brazos frente a la bonita pareja de alocados.
-Ves mami, reniegas
injustificadamente el joven trataba de ahuyentar a un ratón que se coló en mi vestidor, en ningún momento
se le cruzo por la mente espiarme.
Sin poder controlarse
Steve se sonrojo un poco y le dio a Stella una mirada de inocencia al estilo
Tivi Hyuga y solo porque las estrellas se alinearon a su favor ese justo
momento la mamá de Katha le creyó.
-Bueno entonces voy a
quejarme seriamente, como puede haber roedores en este lugar! eso es
inadmisible! Podía haberte mordido!
Y Stella dejo de ser la
mamá enojada e inquisidora de hace momentos- que estaba a punto de mandar a dos
culpables a la horca- y se convirtió en la mamá sobreprotectora de su princesa.
Se dirigía al fondo de la
tienda para hablar con una de las encargadas mientras los chicos se quedaron
sin habla, Katha ya no sabía que hacer este era el fin para ella y para el
muchacho del que todavía no sabía ni su nombre.
Pero como la suerte corría
por su lado, Robert entró a la tienda con cara de ruego y dijo:
-Dejen las compras para después,
ya es tardísimo! vámonos ya.
-Apoyo a papá, vámonos de
una vez mamá es tarde.
-Kathya???????
Katha solo rodo los ojos y
pensó en que quería estar cuatro metros bajo tierra su padre podía ser muy
odioso cuando su madre le ayudaba a que ella calmara su rebeldía.
-Eres la misma Kathya que estaba
en mi automóvil hace como una hora?
-Robert, deja los chistes
y sí te dije que la convencí de cambiarse de ropa de actitud y todo…
-Genial!- cambiando su tono de voz a
impaciente- Entonces vámonos ya!
Robert sujeto las manos de
las dos chicas de su vida, de sus razones para recibir balas a quema ropa e
irónicamente de las responsables para su temprana caída del cabello.
-Espere Señor Paintbrush
puede llevarme a mí también?
Robert se paró en seco, se
dio la vuelta despacio y escaneo al joven rubio que estaba parado en esa
tienda.
-¿Por qué habría de llevar
a un extraño en mi automóvil? Acaso estás loco muchacho?
-El me salvo la vida- Katha se metió en medio
de las preguntas de su padre.
-Qué?!- Robert puso una cara
graciosa de no entender nada.
-Bueno me salvo de un
ratón que quería mirarme mientras me cambiaba aunque creo que eran dos- Kathia dijo media verdad
usando como analogía roedores para los amigos de Steve.
-Stella no entiendo nada,
dime por favor que nuestra hija no está usando alucinógenos! dímelo!- Robert hacía teatro
agarrándose la cabeza con ambas manos.
-Deja el drama querido,
nuestra hija dice la verdad- Stella le dio palmaditas
en su hombro a su esposo para que se calmara- el joven ayudo a espantar un
ratón que había en el vestidor que ella estaba ocupando pero dudo que el roedor
haya querido verla, todo paso mientras yo fui a comprarle zapatos.
-Cielos! y yo aburrido
esperando en el auto ustedes vivieron toda una aventura eh?
Todos empezaron a reír por
el comentario de Robert y Kathya a velocidad de rayo escribió en la etiqueta de
su vestido nuevo:
Revisen que no haya roedores mirones en los vestidores, fuera de eso la
tienda es muy completa.
Lo deposito en la caja de sugerencias
y salió por fin del local, al lado de su madre mientras veía a su padre por
delante de ellas que no paraba de hablar con ese extraño chico rubio, del que
no sabía nada más que tuvo la valentía de hablarle en el vestidor, que se puso
de rodillas solo para que la escuchara, que la miro con una dulce y tierna
inocencia, una mirada que la había hechizado que la había vuelto loca a tal
punto que había hecho la locura más grande de su vida: Dejar que le acompañe en el mismo auto en el que iban sus padres, en
definitiva el chico era un suicida!
Cuando el rubiecito iba a entrar al auto en el asiento trasero Robert
se lo impidió y le dijo:
-Oh no, muchachito allí van las damas
tú vas a mi lado y de paso me cuentas como conoces a Sean Hyuga.
El muchachito puso una mirada
altanera y le dijo con picardía.
-Lo conozco prácticamente desde que nací, yo
soy Steve Hyuga su hijo.
Robert ensanchó los ojos al igual que
Stella y Kathya lo miro fijamente él era el hijo del odiado Sean Hyuga!
…………………………….
Las puertas de la mansión
se abrieron de par a par: el jardín verde y frondoso se veía en todo su
esplendor, había una fuente de mármol blanco que estaba en el centro del jardín
rodeado de rosas blancas que cubrían buena parte del alrededor de la fuente, el
agua que caía parecía una pequeña cascadita, habían mozos con charolitas
caminando por todos los invitados que estaban bajo enormes toldos blancos, el
lugar era muy impresionante.
Robert y Stella estaban
sentados en la mesa asignada para los nuevos empleados de la empresa.
A lo lejos Robert no
dejaba la mirada puesta en los chicos, que se habían alejado para bailar un
poco todo el ambiente era muy agradable y las canciones apropiadas para des
estresarse, sin embargo a Kathya le había dado sed así que dejaron el baile y
se metieron por el laberinto del jardín, esta vez fue Steve quien la sujeto de
la mano.
-Entonces porque viniste si no
querías estar presente?- Kathya le pregunto mientras bebía su refresco
sentada en un rinconcito oculto del jardín.
-Fuiste tú quien cambio todos mis
planes- Steve bajaba lentamente su mano por el liso cabello de la
chica- En este momento debería estar volando rumbo a Europa con mi abuelo.
Kathya ensancho los ojos y
pensó: ‘tan fácil? Irse así nada más de
su casa!’
-No quiero ser metiche
pero porque querrías irte? Este lugar es mágico, mira a tu alrededor es
hermoso.
-No se trata del lugar en
el que vivo, es difícil de explicar ahora, pero tal vez tu si estarías de mi
lado si supieras la razón.
-Inténtalo.
Steve se levantó del suelo
y le miro extrañado y no mucho tiempo paso para decir:
-Está bien.
Y le conto que la
verdadera razón para la fiesta era el anuncio para el compromiso de su padre,
le conto que su madre biológica había fallecido al darle a luz, que él siempre
la extrañó que siempre de niño anhelo tener una mamá pero que su padre se había
encargado bien de llenar el lugar.
-Sean siempre me dijo que el lugar
de mi madre era irremplazable, que nunca, nunca la iba a olvidar pero ya ves,
todo era una mentira ahora él se va a comprometer y no me dijo nada de su
noviecita hasta ayer en la noche.
Steve le contaba muy
decepcionado mientras Kathya le acariciaba el cabello porque él tenía la cabeza
recostada en su regazo.
Ahí los dos perdidos en su
pequeño mundo sin que nadie los moleste, ambos desnudando su corazón.
-Dale una oportunidad tigre, no le
rujas sin conocerla.
-No puedo hacerle eso a la
memoria de mi madre yo no puedo olvidarla tan rápido como Sean.
-No necesitas olvidarla
Steve, ella siempre estará en tu corazón
estará siempre contigo, solo no le niegues a tu padre la oportunidad de
ser feliz shhh- suspiro un poco para darse valor- te lo digo porque Estella es mi
madrastra.
-QUE!!!
Steve se levantó
rápidamente quitando la cabeza del regazo de Kathya con los ojos exorbitados le
dijo:
-Pero yo vi como
ella…ella… te hablaba...te cuidaba como si fuera tu madre de verdad!
-Y lo es, es mi madre de
verdad Steve, ella me ama como si me hubiese parido y yo la amo porque me cuida,
me protege, me entiende como solo ella lo hace…dios! nadie hubiese tenido la
paciencia para lidiar con mi rebeldía del día de hoy nadie me hubiese comprado
ropa nueva para venir decente aquí, sí, me regaña y hasta me saca de quicio
pero estoy segura que lo hace como
cualquier madre biológica.
-Entonces tal vez Ángela
no sea tan mala.
-Por lo que me cuentas y
lo que mi padre me lavo el cerebro con Sean Hyuga, dudo que tu padre te escoja una mala
madrastra, todo el mundo sabe que Sean te adora, digo, hasta yo lo sé que soy
nueva por aquí!
-jajajajaja.
Steve se rio mientras veía
a Kathya, ella realmente era un ángel para él.
Se volvió a sentar en el
suelo muy cerca de ella para lentamente acercarse, aún más, y besarla… pero la
suerte de los chicos se había terminado.
kyaaaaaa¡¡¡¡¡¡ me fascino¡¡¡
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