“COSAS QUE CAMBIAN…Y COSAS QUE NUNCA CAMBIARAN”

“COSAS QUE CAMBIAN…Y COSAS QUE NUNCA CAMBIARAN”

No podía creer lo tarde que era. Le prometí a mi padre que regresaría al hotel después del ensayo…y les juro que esa era mi intención, después de visitar la tienda erótica que descubrí en uno de los centros comerciales cercanos, claro está.

El plan era comprarle a mi novia algo sexi y regresar volando cual cisne que soy, al hotel…todo en menos de 20 minutos!...pero ahora tengo hora y media de retraso encima...¿Y todo Por qué? ¡Por culpa del niñito sin diente!...y para colmo dejé el celular en casa de Brooklyn… ¡Brooklyn!...¡ella también me mata!....Grrrrrr…si no fuera porque el pequeño Tivi  me cayó bien, seguro que regresaba y le doy otra paliza por…por…grrrr por inoportuno!

Entré a la recepción del hotel y dejé los paquetes con la recepcionista porque si mi mamá mira lo que traigo ahí escondido….mejor ni pensarlo! … atravesé corriendo todo el lobby, casi estaba feliz de no encontrarme a nadie conocido…quizá la suerte está de mi lado y mis padres están en la piscina o dormidos…¿Se vale soñar un poco no?

Casi llegaba al cuarto 206, busqué mis llaves en el jean, ¡¿Dónde estaban las malditas llaves?!...pero al final no las necesité porque la puerta se abrió de par en par.

-Bonitas horas de aparecerte Sr. Smith…La voz ronca de mi padre sonaba como si tuviera lijas en la garganta y a mí casi se me caen los pantalones del susto.

-¡Papi!...¡Te lo puedo explicar! ..te diré donde estaba y…

-¡No me importa dónde estabas!...Robert me gritó colérico…Me importa donde DEBIAS ESTAR, y tú debías estar aquí en el cuarto del hotel!...¿Sabes lo que pensé cuando llamé a tu cel y tu novia me contestó  diciendo que no veía desde el ensayo? Ella también estaba asustada!  

Ahí, en pleno pasillo me volví chiquito y casi solté el llanto frente a mi padre, ahora estaba 100% que Brooklyn me mataría…o por lo menos a mi pobre culete!

Robert vio la aflicción en los ojos de su cisnecito ¡Si tan solo su hijo pensara antes de actuar! ¡Pero que no hay derecho a preocuparlos de esa manera!...Ven aquí Derek, entra…Dijo apartándose  de la puerta.

Negué con la cabeza…era demasiado joven como para morir en el cuarto de un hotel, pero papá ya no tenía más paciencia y me jaloneó hacia él. Creí que me caería de frente, pero su brazo derecho me sostuvo del vientre mientras su mano izquierda me avisaba fuerte y claro cuan enojado estaba mi padre.

¡PAFF!... ¡PAFF!... ¡PAFF!... ¡PAFF!... ¡PAFF!... ¡PAFF!...

-¡Si digo que entres, tú obedeces y punto!

¡PAFF!... ¡PAFF!... ¡PAFF!... ¡PAFF!... ¡PAFF!... ¡PAFF!...

-Ayyyy papi, papi!!!...Ayyyyyyyyyy….me duele!!...sonaba vergonzoso pero ahora era yo quien gritaba pidiéndole a papá que ya no me nalgueara…¿Qué pensaría Tivi si me viera en estos momentos? Ojala nunca se entere!!!

Robert sacó el cinto de los mismos pantalones de Derek, lo dobló y dejó caer con fuerza.

¡ZASSS!... ¡ZASSS!...¡ZASSS!...

-¡¡OUhhhh, Aggggg!!...Maldita cosa como pica!...no me vuelvo a poner un cinturón en mi vida!!!!

¡ZASSS!... ¡ZASSS!...¡ZASSS!...

-¡Tú no te me vuelves a perder!...¡ZASSS!... ¡ZASSS!...¡ZASSS!...De ahora en adelante me pides permiso hasta para ir al baño ¡ZASSS!... ¡ZASSS!...¡ZASSS!...¿Me entiendes jovencito?

-Ahhhhhhhh, buaaaaaaaa, buaaaaaaaaaaa…si…pa…pi…buaaaaaaaa

Robert dejó caer el cinturón y le dio la vuelta a su nene y lo abrazó como cuando era apenas un chiquitín que empezaba a caminar y se resbalaba cayéndose por todos lados: -Shhuuuuu…ya mi cisne, ya no llore…

-Snifff…me…pegaste… Snifff…y ya tengo 19 años…

-Se que te crees grande, has crecido y ya no eres un nene de pañales, pero aunque varias cosas en tu vida cambien, siempre será mi cisnecito travieso y si te portas mal, te doy pao pao en la colita…

Papá me habló como con el mismo tono dulce con que yo le había explicado al mocoso lo de su diente. Joooo, yo debo tener el culete mas rojo que el de Tivi!.

Pensé en lo que mi padre me decía y creo que tiene razón. Yo ya había crecido pero igual me sentía muy bien ahí, acunadito en sus brazos sintiendo su olor y su mano frotar mi cabello…y no quiero que eso cambie nunca.

……………………………

Eran casi las 8 de la noche cuando piqué la puerta del apartamento de Brooklyn y no voy a mentirles. Me temblaban las piernas. Llevaba mi regalo en una mano y una botella de vino en la otra con la esperanza que eso la tranquilizara.

La puerta se abrió unos minutos después del segundo toque y yo quedé sin respiración.

Brooklyn…mi chica, vestía una corta batita de baño blanca  que apenas cubría su cuerpo. Su cabello estaba húmedo y las gotitas de agua resbalaban por su cuello, descendiendo por su pecho hasta tocar el cielo.

-Yo…yo… ¡Maldición!...sé que debo decir algo pero no me salía la voz!

-Pasa… abrió  la puerta y aquí no dudé ni un milisegundo en obedecer.

Puse la botella y mi regalo a un lado y ella caminó hacia el cuarto de baño.

-Te traje un regalo… al fin logre hablar y es que estaba loco por verla vestida en el negligee que acaba de comprarle.

-Uhmm…Déjalo ahí, que es hora de mi ducha…Dijo dejando caer su bata al suelo, dándome un vistazo completo de su espalda y… ¡Estaba completamente desnuda! ¡Al diablo el regalo, esto era mejor que el negligee!...

-¿Te gusta el agua mi cisnecito?... ronroneo con esa voz picante y dulce que me hace erizar y sin pedir mas invitación volé hacia la tina como si de verdad fuera un cisne sediento.

Brooklyn tenía todo un equipo de spa a su disposición: esponjas, geles aromáticas y juguetitos candentes. No contaré más de lo que pasó esa noche, solo diré que fue la mejor ducha que me he dado en toda mi vida y la disfruté…bueno, la disfruté  hasta que mi pobre traserito estrenó el nuevo cepillo de baño.

……………….

Definitivamente, hay cosas en la vida que cambian y no podemos evitarlo…pero gracias al cielo por aquellas cosas que nunca cambiarán. Se te quiere Tivi y este es mi regalo deseando que nunca pero nunca cambies!!!