Miedo?!!! Qué va!!!..... Fobiaaaa!!!!

Miedo?!!! Qué va!!!..... Fobiaaaa!!!!

Auchhh... cómo me duele!!! Auauauauauauuu... Qu-qué me pasa?!!! Me siento tan extraño... siento que mi estómago está en llamas... y encima tengo éstas ganas de... buacccc.... Salí lo más rápido que pude en dirección al baño. Estaba a punto de decorar mi habitación con los fluidos de mi pobre pancita y sé que a mi mamá no le hubiera hecho mucha gracia. Así que arrastrándome como pude, llegué hasta el baño y... bueno, vacié el contenido de mi estómago allí.

-Buaaaaccc.... mamiiiiiii.... buaaaacccc... pa-papiiii... buaaaa... ayudaaaaa...- Grité, una vez que dejé de devolver. Me sentía tan débil, que apenas podía sujetarme de las paredes.

-Mi niño, qué pasa? - Me preguntó mi papito. Había entrado corriendo y me sostuvo para que no me cayera.-  Qué tienes, Francisco?! Me asustas, hijo... 

-Papiiiii... auuuuu... me... me dueleeee!!! Duele la pancitaaaa.... buaaaaa... buacccc- Y mi estómago decidió revelarse otra vez. Sólo que está vez, tenía a mi papito al lado tratando de ayudarme. Y es que yo me siento muy mal...me duelee!! Bbuuaaa!!

-Ayuuúdame, papito, por faaa... buaccc....Buaaaaaa... ya no quierooo... ya noooo... papiiii... haz que se me pase... buaaaaaa.....-Lloraba con todas mis ganas. El dolor que sentía era horrible y encima me dolía muchísimo la cabeza.

-Ya, mi niño. Ven... papá va a llevarte al doctor. Tú tranquilo, ya verás que se te pasará pronto... Ven, Fran... 

-Buaaaaaaaaaaaa... noooo... al doctor, nooooo.... papiiiii.... si no me pasa naadaaaaa... auuuu... mamiiiiii... mamitaaaaaa

-Qué?! Pero mírate Francisco, por favor! Estás mal! Vamos. Tu mamá ya está sacando el carro... vamos, hijo...-Dijo, tirando de mi brazo para sacarme de allí. 

Yo me aferré a la manija de la puerta. No quería que me lleven al doctor... nooo!! Eso era peor que éste dolor!!! -Papito, no seas malooo....-Supliqué con un puchero. Sé que eso no es muy maduro de mi parte, pero... qué quieren que haga?!! Yo ODIO ir al doctor... porque seguro querrá apuñalarme!!!

-Nooo, papitooo... si no me duele tanto!! Por favor!! Yo no quiero ir!!!- Y entonces mi estómago decidió decorarle  los zapatos a mi papá. 

-Empieza a caminar, jovencito.-Dijo mi papi, tratando de no pensar en lo que adornaba sus pies. 

-Papito, seguro con un tecito ya se me pasa...-Quise alegar, pero la paciencia de mi papá siempre había sido limitada y creo que ya había llegado a su límite, así que me dio una nalgada y me dijo- Al auto, pero YA!!!

-Buuaaaa!!! Qué malo eres!! Buaaa... estoy enfermo y tuu me peegaaas buua!!! Y lo peor es que me quieres llevar al doctor... buuaa... tú no me quieres buuaa - Empecé a llorar como un bebé. Pero entiendan. Siempre que vas, terminan apuñalando tus nalguitas o bracitos... no se valee!!!

Papá se me acercó y me abrazó con cariño. Después tomó una toalla y me limpió la carita- Estás enfermito, mi bebé... seguro que de tanto alcohol que tomaste... -Genial! Ahora me regaña... si ya me pegó por eso!!!- ...necesitas que un médico te analice, así que no vamos a discutir esto, chiquito.- Me puso una camperita y me llevó abrazado hasta el auto.

Yo no me atreví a decir nada. Me sentía muy mal y además, estaba tratando de dejar de llorar ... ya tendría tiempo de escapar cuando  llegáramos, pero por ahora mejor portarme bien! Mi mamá se sentó a mi lado, y me cuidó y mimó todo el camino hasta que llegamos, y mi papá me hizo salir del auto.

                          

-Señor García. Otra vez por aquí?!- Preguntó la recepcionista de la clínica. Claro! Mi papá había estado más temprano en ésta clínica con mi hermanito.

-Sí, señorita. Traigo a mi hijo mayor, que no se siente bien. 

-Ohh, pobrecito. Siéntense, por favor. El doctor lo atenderá en unos minutos.-Dijo la chica y en menos de 15 minutos, llegó el doctor.

-Nooo!! Ya me siento bien, papá. No hace falta, por favor... no quierooo!!

-Usted se calla, jovencito!- Me regañó mi papi muy severamente, y yo me encogí. Entramos al consultorio y el doctor me examinó.

-Tiene una irritación en el estómago. Has tomado mucho alcohol, muchachito! Eso es muy peligroso. Podrás haber sufrido una intoxicación... Sabes lo que el alcohol le hace a tu sistema?!!

Negué con la cabeza. Pero la verdad era otra cosa lo que me tenía preocupado!!- Me puedo ir ya?! -Pregunté mientras miraba hacia la puerta.

Vi tres pares de miradas serias ser dirigidas hacia mí. La mirada de papá en particular parecía querer asesinarme allí mismo, por lo que opté empezar mi huida. Así que en cuanto el médico me dio un poco de espacio, de un salto me fui hacia la puerta para intentar salir -cosa que no fue fácil porque me dolía mi pancita-. 

-Ni un paso más, señor!- Escuché. Pero no fue mi papi quién me lo dijo, sino el médico. Me di la vuelta despacito para echarle una de mis miradas, pero lo que vi me superó. El doc estaba preparando un arma. Dios! Me iba a asesinar ahí mismo. -Noooooooo....- Grité y salí corriendo, a pesar de no poder caminar del dolor y la debilidad que sentía, pero me las arreglé para llegar hasta el baño y me encerré allí. Nadie me iba sacar. No, señor!! Yo no voy a salir!! El tipo está armado y con licencia para usarla... no, que va! Yo no me dejo apuñalar las nalgas - Nooo quieroooo!! Papá no lo dejes o no salgo de aquí hasta navidad... y mira que estamos apenas en febrero!!! - Le grité desde el baño. 

-Francisco, tienes que salir, tesoro. Estás enfermo y necesitas la medicación. Vamos, hijo. Sal por las buenas...-La voz de papá sonaba algo cansada.

-NO!! Yo no salgo... buuaaaa... No quiero, papá!! Que me den otra cosa. Lo que seaa, pero no quiero esooo, y no voy a salir...

-Por última vez, Francisco García Lorenceti. Sal de ese baño en éste instante, porque si no lo haces, en cuanto traigan las llaves y abra ésta puerta, te voy a dar un remedio para tus berrinches. -Me amenaza?! Grrr... Qué no ve que estoy enfermito?!

Después de unos momentos en que mi papá trató “amablemente” de convencerme de salir de mi "refugio", escuché unos pasos que se alejaban.

-Ya se fue el doctor?!!- Pregunté.

-Sí, cariñito. El doctor se fue... -Dijo  mi mamita. Qué suerte que la traje para que me defienda. Saqué la traba de la puerta y asomé mi naricita para ver si era cierto.

-De verdad, mamita?! Ya se fue?- Sacando un poco más la cara para mirar a ver si me decían la verdad...... 

Pero no era cierto.... Qué imbécil fui. Papá abrió la puerta y se metió al baño. Me tomó del brazo y se sentó en el inodoro, bajando antes la tapa, y me arrastró hacia sus rodillas.

-Nooo, papitoooo!! Nooo!! Me duele la pancitaaa!! No me pegues!!! Papáaaaaa, es tu culpaaaaa buuaaa... tú me trajiste y yo no queríaaaaa..... buuaaa... mamaaaaaaaá...

Pero no hubo caso! Muy a pesar de mis patadas y mis movimientos, papá no me soltó y me bajó el pijama y me dio unas mil palmadas!!!

-Buuaaa!! Papáa, yaaaa!! Me voy a portar bien! Para! Mamitaa, ayúdamee!! -Ya ni me acordaba del doctor ni de su horrible arma terrorífica!! 

PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS... -Ahora que salgamos, quiero que le ofrezcas una disculpa al doctor y te vayas derechito a la camilla, te acuestes y te bajes el pantalón. Y si tengo que darte un incentivo, no tengas dudas que mi mano te lo dará.

-Bbuuaaaa, papaa!! Yaaa... l-lo que quieras pero bastaa!! Me porto bien... buuaaaa

-Okey- PLASSS... Basta de berrinches!! 

-Auuuuu... yaaaaaaa...-Lloré, arrojando mi manito para proteger mi colita. Papá me puso de pie y me ayudó a subir mi ropa. Yo salí despacito, con la cara mojada y haciendo pucheros... Ahh, no lo podía controlar!! Me sentía malito!

-Snif ... por su culpa, me pegó mi papá snif - Le dije al doctor apenas lo vi. Miré a mi papito que se acercaba no muy feliz así que me apuré a decir un "perdón" y me fui a la camilla. Pero de no ser porque me sentía mal hubiera corrido hacia la puerta... pero algo me decía que no era buena idea.

El doctor sólo sonrió a mi papá y tomó la inyección. Qué miedo que sentía! Cada paso que daba, me provocaba un nudo en el estómago y me agudizaba el dolor. -Tranquilo Fran. Te aseguro que te sentirás mejor en cuanto te coloque el medicamento.- Dijo el médico.

-Ajá!! -Dije, no muy convencido de eso. Me sudaban las manos y me sentía como en una peli de terror... hagan de cuenta que era el laboratorio de  Frankenstein, y yo allí!!! -Buuaaaa!! -Empecé a llorar enseguida. 

-Calma, mi bebecito!!- Dijo mi papi, haciéndome mimitos en la espalda,

Traté de calmarme un poco; quería que todo se terminara pronto. Estaba cansado y tenía sueño. Pero de repente sentí un... -Auuuuuuuuuuuuuuuuchhhh... buaaaaaaaaaa.... me dueleeeee... me dueleeeeeeeee... papiiii, dile que.. que ya no másss!!!! buaaaaaaaaaa!!

-Calma, Francisco. Ya terminamos!! Ves?!! Ya pasó.... No era para tanto, verdad?

-Buaaaaaaaaaaaa... mentirosoooo... me dolió muchooooo... snif snif!!

-Yaa, hijo. Compórtate, por favor!! Es por tu bien; y deja el berrinche... Mira que ni tu hermano, que es más pequeño, hace tanto drama... 

Papá me levantó de la camilla y me acunó entre sus brazos. Lentamente sentí que mis párpados se ponían más pesados y me fui quedando dormido, mientras mamá y papá me consolaban. 

Quién sabe cómo desperté en la habitación de mis papitos, abrazado a mi papi. Aún me dolía el pinchazo, pero la verdad es que me sentía mucho mejor... aun así, siguen sin gustarme las inyecciones, y para la próxima vez tendré preparado un plan de escape, porque éste no funcionó!! 

Mmmm... bueeeno, me voy a quedar otro ratito más aquí con ellos, así que no los vayan a despertar, oyeron?!!... Sshh!!