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viernes, 25 de abril de 2014

CAPITULO 3: ODIO A PRIMERA VISTA



CAPITULO 3: ODIO A PRIMERA VISTA

-A eso voy…a eso voy…

Adrián se excusó mostrando las palmas de sus manos ante la mirada acusadora de Sergio, ni parecía que tuviera 15 parecía otra vez de 5 años mostrándose insistente a que le contara un cuento de terror, riéndose un poquito, el mayor de los Amezaga retomo el hilo de la narración.

-Todo estaba saliendo bien, estaba conduciendo esa buena máquina…
-…Uhmmm y cuando pensabas devolve…
-…Lo iba a devolver, Sergio, no iba a quedármelo y tampoco sería tan tonto de hacerle algún raspón, solo quería sentirme libre.
-Pues escogiste la forma más delictiva de hacerlo.
-Y pronto la realidad se encargó de recordármelo hermanito, créeme,  mi suerte se terminó cuando vi algo que…casi me vuelvo loco.
-jajaja yo sé que estás loco, pero escuchándolo de ti… suena muy raro.

Sergio puso cara fantasmal y Adrián rodo los ojos, sabía que estaba burlándose de él. 

-Muy gracioso, hablo en serio, no sé qué pasó…solo estaba conduciendo y de pronto vi un cachorrito cruzándose por mi frente…era igual a…era igual a…
-…Igual a Snoopy!!!!
-Sí, igual a Snoopy.

Su padre no les permitía tener mascotas, era una regla que desde niños tuvieron la molestia de obedecer y no era porque a Allan no le agradaran las mascotas al contrario le gustaban mucho pero era alérgico así que no podía estar cerca de los perros.

Solo tuvieron la dicha de tener un animalito en casa cuando Allan viajó 3 semanas por negocios y Adrián se topó en la calle con un perrito de color negro azabache con el pelo rizadito de raza mezclada y ojitos negros, era muy bello como todos los animalitos, y carecía de hogar así que sin dudar con sus apenas 8 añitos de edad escondió al perrito en casa y cuando Sergio lo vió lo primero que dijo fue: Snoopy, porque estaba enviciado con las caricaturas de Snoopy y él quería un Snoopy y su hermano mayor le había conseguido uno, aunque no tenía ni la más mínima similitud con el perrito de las caricaturas.

Pamela- la madre de los chicos- no tardó mucho en darse cuenta del nuevo integrante de la familia así que poco a poco y con una increíble capacidad explicó a sus hijos que debían buscarle un hogar para cuando su padre volviera, prácticamente dieron en adopción a Snoopy por la buena familia que encontraron, y los chicos siempre tendrían grabado las 3 semanas que tuvieron mascota… y para ellos eso fue una de las pocas pero maravillosas ocasiones que su mamá les permitió torcer alguna de las reglas de su papá.

-Pues júrame que no atropellaste a la reencarnación de Snoopy o yo mismo te entrego a la policía!    
-No lo hice…ya te dije que lo imagine todo…me asusté mucho, pensé que le había quitado la vida a un inocente perrito.
-Entonces qué? estás loco y tienen que internarte?
-Pues… en  estos momentos no me parece mala idea, porque crees que este tardando tanto el director?
-No lo sé, pero dime de una vez a quien conociste en tu experiencia sobrenatural de escape.
-Ah! sí!...estaba con los ojos fuertemente cerrados y con el corazón a punto de salirse de mi organismo por pensar que había arrollado a Snoopy…

Por insistencia de su hermano, Adrián tuvo que volver a su reciente pasado infernal a cuando creyó que había hecho lo peor que había hecho en su vida hasta ahora, cuando pensó que había atropellado a Snoopy.
…………………………………………

‘Prometo jamás portarme mal, prometo jamás desobedecer, prometo nunca gritar a nadie, prometo no molestar a Sergio, y prometo comerme todas las verduras pero por todos los cielos quisiera no haber arrollado a ese inocente perrito’

Sus pensamientos se dirigían a promesas casi convertidas en rezos, pensar en que pudo atropellar a esa inocente vidita, era algo que no quería creer posible.  

‘No daré más problemas a papá y a mamá, no volveré hacer rebelde, jamás volveré hacer algo malo en mi vida…’

Toc Toc Toc             Toc Toc Toc             Toc Toc Toc

‘Por que escucho que alguien toca la ventana?... presiento que es mi imaginación, no quiero abrir los ojos, no quiero ver lo que hice’

Toc Toc Toc             Toc Toc Toc             Toc Toc Toc

Escucho los sonidos más fuertes e instintivamente abro los ojos, ya no puedo evitarlo, tengo que ver la evidencia de lo que hice…rápidamente miro al frente pero no hay nada, no hay sangre en el parabrisas, giro mi cabeza y…’

-Sal de ahí!

Nada preparo mentalmente a Sergio para ver la silueta de una chica delgada y de cabello oscuro, largo, casi cubría más de la mitad de su rostro porque estaba afanada tocando el vidrio, y  el reflejo del sol no dejaba que Sergio la vea claramente.
  
-SAL DE AHÍ!

‘Quien es esta chica? Y porque me grita?... y aunque es un grito, tiene una melodiosa voz, pero de mando, orden, un grito en todas sus letras está muy enojada y no deja de golpetear el vidrio’

Toc Toc Toc             Toc Toc Toc             Toc Toc Toc
-SAL DE AHÍ!!! O LLAMO A LA POLICIA!!!

Oh no! de pronto caigo en lo que es obvio, es la dueña del cachorrito! Debe ser la dueña, sí, no hay otra explicación lógica para que este tan alterada, tal vez empujé al perrito 3 metros de distancia o tal vez aún está vivo y puede salvarse! Soy tan idiota! debí socorrerlo rápido en lugar de estar temblando como un crío!...estúpido! estúpido!... tal vez pueda salvarse…tal vez pueda salvarse!

Adrián abrió rápidamente la puerta y la chica retrocedió unos pasos, el chico no pudo notar los grandes ojos azules de ella, enojados, pero más que el mismo radiante cielo azul, el chico estaba muy preocupado y en su mente solo estaba Snoopy.     

-Dónde está?!- Caminó por alrededor del auto y fijó su mirada en la lejanía del asfalto.
-Dónde está quien!- La chica se cruzó de brazos y siguió reclamando- Que hacías en ese vehículo!!??
-Donde esta!!!?- Siguió buscando al perrito pero no había ninguna señal de su cuerpo.

Adrián se puso como loco a buscar al cachorrito que pensó había arrollado, pero no había nada de lo que se había imaginado, no había cadáver, no había sangre, no había abolladura en el auto. Estaba manejando muy rápido y era imposible que el cachorrito se salvara si lo hubiese empujado, al menos habría algún signo de que lo lastimó, pero no había nada.

-No puede ser!!! yo lo vi!!! Lo vi!!!…estaba justo frente mío!
-Escucha maniático, que hacías en el vehículo de mi tía!!! Responde o llamo a la policía!

Maldita sea mi suerte! me encontré con la dueña del vehículo?!...o eso es lo que ella me dice…o tal vez… mi deseo que no le pasara nada al perrito se hizo realidad a cambio de toparme con una chica odiosa que no para de acusarme’.

Estaba ocupado pensando en que sus rezos se hicieron realidad que no se percataba de la posible verdadera razón de la presencia de la chica.

-Que estás diciendo? 
-Qué. Haces. En. El. Auto. De. Mi. Tía!.
-El vehículo es de tu tía?
-Sí, lo es! Y tú eres un ladrón que quiere robárselo!
-No! no quiero robarlo, solo lo tome prestado.
-Y para variar tienes síndrome de Robin Hood!

La chica empezó a marcar en su teléfono celular.

Que!!!??? quiere llamar a la policía!!! No, no, no. no esto no puede ser odiosamente real’

-Hey! espera!...nunca me has visto en tu vida como puedes decir eso? además…como sé que la ladrona no eres tú?
-Eso solo confirmaría lo estúpido que eres.

‘Me dijo estúpido? pero, pero que le pasa!...genial! ahora debo perder tiempo en pelear con esta chica en lugar de buscar al cachorrito’

Adrián pensaba mientras la chica se puso a reír irónicamente mientras colocaba a su oído el teléfono celular, estaba a segundos de que alguien le contestara cuando Adrián hizo algo que la sorprendió, pero sólo por escasos segundos.

-Deja que te explique.

La chica retrocedió un par de pasos porque se asustó, un poco, de la manera que “Robin Hood” se acercó a ella, supo que había sido imprudente, gritar y enfrentar a un extraño- por más que aparentara la misma edad que ella- era un extraño y podía hacerle mucho daño- ensanchó sus ojos porque se acercó lentamente a ella, sin ningún titubeo, muy cerca, casi rozando la piel de su rostro con la lozana y blanca piel de ella, casi respirando en su oído, delicadamente le quito el teléfono, colgó y dijo:

-Por favor, sé que lo que hice estuvo mal, deja que te explique…no es lo que piensas.

Adrián tenía un aire hipnotizante que hacía que las chicas que lo conocían le presten atención, pero era claro que con ella no funciono, ni un poquito.

Y en la mente de la chica lo único que rondaba era la suerte de que el chico en su frente no parecía ser un psicópata, solo el imbécil que se llevó el auto de su tía.

-Crees que puedes tomar las cosas que no son tuyas!
-No, era un préstamo!...y además como voy a saber que tú dices la verdad!?
-En primer lugar con el aspecto que tienes no dudaría que acabas de escapar de un manicomio pero mirando tu desastroso uniforme no dudo que eres del Mackartir School. 

‘Mi apariencia? Desastroso uniforme? Que petulante es! Al menos yo no llevo un ridículo sweater con un oso panda tejido en el centro! Y además me importa un rábano mi apariencia, donde está el perrito!?’

Adrián continuaba renegando en sus pensamientos y los incrementaba al observar que la chica ponía una mueca de desaprobación ante su desarreglado aspecto que por correr y saltar tenía el uniforme sucio y raspones en el rostro- con seguridad obra de las enredaderas que tuvo que esquivar para poder subir el muro del patio trasero de la escuela.

-En segundo lugar ningún estudiante de tu edad estaría conduciendo un vehículo como ese a estas horas, ninguno! Y en tercer lugar ese auto no es tuyo!
 
El cerebro de Adrián estaba opacado por la destreza de la chica para resolver y encajar las pistas sobre su “préstamo” del auto, estaba anonadado por la tenaz forma en que le hablaba y estupefacto porque le había encarado sin ningún temor de él, bueno, no era ni de cerca un ladrón pero era un extraño, cómo una chica de su tipo podía enfrentarse a un extraño y gritarle de esa forma? cómo una chica podía tener tanto coraje de plantarse frente a un completo extraño!

Si no fuera porque la situación ponía a Adrián sobre la delgada línea roja, de no ser porque su mente estaba con mil pensamientos de Snoopy y cayendo en sus acciones delictivas…se habría caído a los pies de ella.

-Escucha no tengo tiempo para explicarte mis motivos… ayúdame a encontrarlo.
-Qué?, encontrar a quién?
-Arrolle a un perrito…
-Donde?
-Aquí.
-Piensas que soy tan tonta de creerte esa mentira?
-No es una mentira, es la verdad.
-Devuélveme mi teléfono, voy a llamar a la policía!
-Tómalo.

Para este momento Adrián estaba cansado de pelear por su inocencia más era la culpa que rondaba por su conciencia y le decía que no importaba si una completa extraña lo acusaba, debía ver al perrito, entregó el celular y dijo:

-Llama al 911, o a tu tía, o a la escuela… o al mismísimo presidente de los Estados Unidos… no me importa, solo quiero ver dónde está.

Un giro en el discurso del chico hizo que la chica cambiara de opinión, después de todo la idea de una inocente vidita arrollada no era algo que dejaría pasar así nomás.

-Donde exactamente lo arrollaste?

A regañadientes por su propia conciencia, ella, decidió ponerse en la búsqueda del misterioso perrito.

-Justo aquí.

Adrián se sujetaba la cabeza en señal de impotencia de no tener ni una pista del perrito.

-El auto no tiene ni un raspón.

La chica dijo observando la parte delantera del auto deportivo.

-No, no tiene…pero yo lo ví!

Viendo de reojo por los arbustos y teniendo una vista de águila, la chica dijo:

-Ahí está!

Un hermoso cachorrito negro apareció oculto entre los arbustos, rascándose la oreja y sacando la lengua por la enorme aventura que acababa de vivir; cruzar la carretera y salvarse a un pelo de la muerte por el extraño chico que estaba, ahora, arrodillado y en su frente.

-oh por dios! estás vivo! E  ileso!  
    
Adrián sonreía y jugueteaba con el perrito mientras éste le lamía la cara y el agradecía dentro suyo: ‘Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, GRACIAS  al cielo que está bien!’

-Creí que te mate!!! Cielos!!! pensé que estabas muerto…
-Hola amiguito- la chica se arrodillo y dijo con ironía-este bárbaro casi te mata?
Adrián rodo los ojos pero dijo muy sincero-Gracias.

Cuando la chica iba a responder a lo que, nuevamente le había sorprendido un poco, apareció un chiquillo ofuscado de tanto correr y perseguir a un corredizo cachorrito.

-Pasita!!! Aquí estas!!! te he buscado tanto!! Perro malo te escapaste!
-Hey niño tu quien eres!???

Adrián quería volverse loco porque según sus planes el debería estar gozando de su libertad y no varado encontrándose con personas extrañas!

-Heeey! Yo pregunto lo mismo y que hacen acariciando a pasita? Es mío! Es mi perrito!!! Y puedo probarlo!!!
-UH?

Tanto Adrián como la chica estaban sobrepasados de lo rápido que ése chiquillo hablaba.

Sin perder tiempo sujeto con cuidado al perrito y les mostro su patita derecha tenía un cintillo azul grabado, en efecto, el nombre de pasita.

-Pues que hacía pasita en medio de la carretera? No ves que alguien se lo puede llevar!.

Adrián puso sus manos en las caderas muy enojado porque el susto que se había llevado era nada más y nada menos que causa de un niño descuidado.

-O que algún desconsiderado e irresponsable chico lo atropelle!

Nuevamente la chica aparecía en escena, diciendo presente con su melodiosa voz de reclamo y Adrián no podía dejar de pensar que era muy entrometida, claro, a nadie le gusta que le interrumpan en medio de un coraje.

Cómo diablos iba a saber que ése perrito se iba a cruzar en mi camino? Como iba a saberlo! Como pretendías que supiera que mi libertad sería suprimida por el tonto descuido del niño? – Adrián pensaba para gritarle a la chica, pero dijo a voz alta.

-Aggg! Ahora resulta que es mi culpa?
-Claro que sí! No estabas atento mientras conducías!
-Sí lo estaba!

‘No, no lo estaba, es más tenía los ojos cerrados pero porque te entrometes en mis problemas? Rayos! pienso que no he conocido a alguien más entrometida que tú!

-já y porque estabas a punto de volverte loco pensando que mataste a pasita?
-Pero no lo hice al intento!
-jajajaja ustedes me hacen reír más que los Muppets!!!

El chiquillo estaba riendo sentado de piecitos cruzados y con pasita en su regazo mientras degustaban una galletita de chocolate, inmediatamente el nivel de decibeles de los chicos bajo a cero, ese chiquillo pretendía que estaba en una función de muñecos, pero, ni de cerca era el caso.
 
Con acciones idénticas tanto Adrián como la chica se cruzaron de brazos y miraron en direcciones opuestas, se sentían avergonzados por dar un espectáculo humorístico.

-DANIEEEEEL!!!!!! Ven aquí ahora mismo!!!!

La voz de una madre muy enojada irrumpió el enojo de ambos.

-Ups! es mi mami! debo irme!

El chiquillo sujetó a pasita con cuidado y empezó a correr en dirección hacia la enojada voz que gritaba su nombre, al parecer no solo Adrián tuvo una gran aventura corriendo esta mañana, pero esa era otra historia.

-jajajajajajjajajajajaj

Ante la prisa que llevaba el chiquillo, ambos, tanto Adrián como la chica no pararon de reír por varios minutos, hasta que fue ella quien hablo.

-ufff!!! qué día!!!- respiro profundo y fijo, por segunda vez, sus grandes ojos azules hacia los bellos, cálidos y dulces ojos claros de Adrián.
-Ni me lo digas!...todavía tengo cargos pendientes por enfrentar- Adrián sonrío, sin saber por qué, con tranquilidad, tal vez contagiado de la tranquilidad que reflejaban los ojos azules de ella.
-Yo también- Dijo la chica, sonando dulce por primera vez.

Y fue cuando Adrián supo que no fue una casualidad que la chica más, entrometida, odiosa y petulante del planeta, se le haya acercado en medio de la calle,  pero curiosamente todas las  “cualidades” antes mencionadas se vieron opacadas, olvidadas por la, ahora, dulzura que emanaba de ella.

Estando en un incómodo silencio la chica decidió rápidamente dirigirse hacia el vehículo de su tía para conducirlo o  llamar por teléfono celular, Adrián nunca lo sabría, porque sin poder controlar sus impulsos le sujeto el brazo derecho a la chica- y ésa parte jamás de los jamases se lo contaría a Sergio, ésta parte del recuerdo estaba guardada solo para él.

-Espera, dime tu nombre.

Y ella en un retroceso inesperado se tropezó y ambos cayeron al piso en el tambaleo.

Adrián cayo de espaldas y la chica de frente encima de él, con los ojos ensanchados y la respiración acelerada, Adrián de la misma forma, sobresaltado y contemplando el rostro de con quien hace poco no podía parar de pelear.

‘Siento que el mundo se detiene… y gira alrededor de sus ojos azules…parece asustada, suspira y respira…por primera vez la veo desarmada sin ningún argumento’

Este sería el momento perfecto para que cupido haga su aparición, pero, por razones de fuerza mayor el angelito no encontraba ni flecha ni arco, así que ni el chico ni la chica fueron flechados, más bien fueron interrumpidos ya que ambos reconocieron dos voces de autoridad y que ellos conocían muy bien.

-Adrián Amezaga!!! Levántate del piso ahora mismo!
-Isabel? Bel!!! Que haces en el piso? Levántate!

El profesor Kirk y la tía de Isabel estaban exaltadísimos por lo que estaban viendo así que no dudaron en levantar por el brazo derecho a cada uno de los chicos a cargo.

Después de una explicación pormenorizada- y un poco exagerada- por parte de Isabel de cómo sucedieron las cosas, su tía se recriminaba interiormente el haberla dejado sola esperando en la fila del banco mientras ella iba a ganar tiempo inscribiendo a sus sobrinas- a Isabel y a Gabriela- en el Makartir School en un exclusivo favor que le había pedido su hermana, madre de Isabel, favor que lo había hecho catastróficamente mal cuando aparte de que casi le roban el auto, podía haberle pasado algo a su sobrina dejándola sola. 

Por supuesto el único flamante culpable de todo era Adrián, así que escuchando, nuevamente, dentro su cabezota, uno de los sermones que solía darle su padre:

-Cuando cometes un error asume las consecuencias de tus actos.

Se tragó su rebeldía, se tragó las excusas y los peros, y también las ganas de decirle a Isabel que se calle y asumió toda la culpa entregando el número celular de Allan para que se contacte con su padre sobre su mal accionar y casi delictivo “préstamo” del auto.

Sabiendo dentro suyo que volvería a ver a Isabel.
…………………………………………………………………

-Y luego de que el profesor Kirk me diera el sermón en la calle junto a la tía de la odiosa de Isabel me trajo de vuelta a la escuela sin soltarme de la mano como si tuviera 5 años!!!
-jajajajaja ufff hermano! Viviste toda una aventura al salir de aquí no?
-Más o menos, no era lo que yo buscaba.
-Pues gracias! ahora sí estoy seguro que papá va a matarte y luego se olvidara de mí.
-Ah no! yo ya cumplí! Te toca decirme porque carajos estás tú aquí!
-Ups! con todo lo que dijiste se me había olvidado.
-Sergio….
-ok. ok. ok. sólo no me mires como si fueras un perro furioso, quieres?

El menor de los Amezaga empezó su relato de como se había auto-defendido de Jack y que no se había quedado de brazos cruzados como otras veces, y tal abuso a su hermanito hizo que Adrián se levantara de su asiento gritando muy fuerte:

-VOY A PARTIRLE LA CARA AL ESTUPIDO DE JACK!!!
-Usted jovencito no va hacer ninguna trastada más!!! Adrián, estoy muy decepcionado de ti.

El hermano mayor de los Amezaga se sentó lentamente al escuchar fuerte y claro la voz grave de Allan, su papá.

Giro la cabeza sintiéndose muy pequeño y vio a su padre parado en la entrada de la oficina  del director, con Arteaga al costado, y con todo su porte enojado; el ceño fruncido, las manos en la cintura, y con seguridad conteniéndose de gritar más fuerte.

El mayor solo pudo poner un triste puchero en su boca, papá estaba muy enojado con él.

-Y tu Sergio, quita esa sonrisa burlona del rostro! También estas en serios problemas.

El menor de los Amezaga se cruzó de brazos muy enojado, ‘bah! Que ni una vez papá puede olvidarse que metí la pata!’- pensó aún más enojado.

-Ustedes dos quieren matarme de un infarto?!!!

Y ambos sabían que el momento de pagar las consecuencias de sus actos estaba a punto de venir, solo pedían interiormente que su papá no decida castigarlos delante del director, eso no podía pasar, eso no debía pasar.  

  

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