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domingo, 13 de abril de 2014

El clan Van Lauder se agranda!!




El clan Van Lauder se agranda!!

Un pequeño Nathan de cinco añitos, estaba sentado en el umbral de la casa Van Lauder, esperando ansioso por la llegada de su adorado hermano mayor, Ethan.... 

Temprano en la semana, el joven doctor le había prometido llevarlos a él y a Uther a un parque de diversiones que había llegado recientemente a la ciudad, y el niño contó los días, rogando por que ya fuera domingo, pero su hermano nada que asomaba. 

La espera resultaba insoportable para Nathitan,  quien estaba más que ilusionado por salir a pasear con su hermano y su sobrino, le encantaba tanto estar con ellos. Su hermano mayor era como su gran héroe, y Uther, como el hermanito menor que no tenía. Pero ahora éste no aparecía, y la angustia lo estaba invadiendo. Ethan se lo prometió. Prometió que lo llevaría!! -¿Por qué no viene? ¿será que se olvidó de mí?- pensaba el pequeño. 

-Mamiiita... llámalo, si?! Llama a mi hermanito!!- Suplicó, juntando sus manitos y mirando a su madre con un adorable pucherito. 

-Oh, mi pequeñito! Tranquilo!! Seguro que tu hermano se retrasó un poco, nada más. Ten un poco de paciencia, bebé!- Dijo, dándole un besito en la frente y entregándole una galletita para que se entretuviera. 

El niño la miró con pena, pero igual agarró la galleta y se fue a sentar a uno de los sillones -que al menos era más cómodo que el frío escalón de la entrada- y se dedicó a observar por la ventana que daba a la calle, expectante a la llegada de Ethan. 

Otros cuantos minutos pasaron y la galleta ahora era un recuerdo y el pequeñito volvió a desesperarse por saber de su hermano, pero en eso el teléfono de la casa empezó a timbrar y Miranda fue la que lo contestó.

-Hola?!... Ethan, Cariño! Estás bien?!! Nathy te está esperando, hijo!.... Qué?! Cuándo?!!......Ay, pero qué felicidad, mi amor!!! Te felicito!!...  Por qué no avisaste antes, cariño?!!- Ethan acababa de encontrar un momentito para llamar a casa e informar de la reciente llegada del menor de los Van Lauder... Lothar... que llegó al mundo precisamente esa madrugada.

Miranda estaba feliz. Tenía otro nieto. Su dicha era muy grande. Sintió su corazón llenarse aún más de amor, pero ahora que miraba hacia donde estaba su pequeño Nathan, debía buscar la forma de decirle al niño que su hermano no iba a poder llevarlo al parque. 

-Ay Cariño! Qué feliz me has hecho!! No veo la hora de ir a conocer a mi nieto! Hijo Querido, te amo mucho, mi cielo! Me les das muchos besos a ese bebé y a mi Uthercito!... Sí, hijo. No te preocupes, yo le digo... claro que lo va a entender, Ethan.... no te preocupes, cielo! Un beso! Adiós.- Miranda colgó, suspirando, pero a la vez sonriendo enormemente.

-Nathan, mi chiquito, ven que mamita tiene que contarte algo. Sabes?! Llamó tu hermano y nos dio una noticia muy bonita... Tu sobrinito, Lothar, acaba de nacer tesoro!! Tendrás otro sobrinito con quien jugar!!

Al niño le brillaron los ojitos, imaginando todas las cosas podría hacer con el nuevo sobrino. Si ya la pasaba super con uno, ahora con dos seria mega genial, podrían jugar con los carritos, con los dinosaurios e ir al parque... El parque!! Mami, a qué hora viene Ethan?! Ya quiero ir al parque!  

-Pero, mi niñito! Tu hermano no puede venir, hijito! Tiene que cuidar a su bebé y a su esposa! Pero me dijo que no te preocupes que la próxima semana te lleva a donde tú quieras, cielito.

-Pero él me lo prometió!! Dijo que me llevaría al parque y yo lo he estado esperando!!.... Tiene que venir... me lo prometió!! 

-No puede, hijo! No es que no quiera! Pero tiene que cuidar a su bebé! Vamos, Nathan, no seas así. Sabes que Ethan te quiere mucho pero ahora no puede venir!

-Noooo! Me lo prometió, dijo que vendría hoy y que me llevaríaaaa... dile que vengaaa, mami... que venga!! Yo quiero ir con él... buaa!!!

-Oh, mi chiquito... ven, amor! Vamos a la cocina; mamá te hará la leche. Esperaremos a papá, y luego iremos los tres a visitar al bebé Lothar, así le llevas el regalo que le compraste, qué te parece?!- Miranda intentaba distraer como sea a su angelito. El niño era su adoración -hijo o nieto- ella vivía y respiraba por su Nathan.

Pero el nene estaba con una sola idea en la cabeza: "la promesa de su hermano". Dijo que lo llevaría al parque hoy y él quería ir hoy! No entendía por qué tanto alboroto; si ya tenían a su nuevo sobrino, que más tenía que hacer su hermano, que no venía. 

-No quiero!! Yo quiero a mi hermanoooo....  buaaaaaaa... d.. dile q... que vengaaa... buaaaaa!!!

-Pero hijo, que no te acabo de decir que no puede venir?! Chiquito mío, entiende! Nació Lothar y tu hermanito debe quedarse con él. Comprende, mi amor!! Shhh... no llores, mi niño. Ya verás que otro día te lleva al parque pero hoy no se puede, mi cielo 

Miranda lo alzó en brazos, paseándolo de un lado al otro mientras Nathan lloraba desconsolado en su hombro. Él adoraba tanto a su hermano. Había algo dentro de sí que no podía explicarse, que lo hacía querer correr a los brazos de Ethan y quedarse en ellos, refugiándose en el abrazo limpio y seguro de su hermano. Por eso lloraba con toda su alma. Hacía varios días que no veía a Ethan y ahora tenía que esperar. 

Era mucha la ilusión que tenía el pequeñito de pasar ese día con su hermano, era importante para él, y ahora todos le decían que había algo más importante para su hermano, y por eso lo dejaba a él. 

Al fin, después de un buen rato en que Miranda lo paseó en brazos, el niñito se durmió. Miranda lo llevó a su cuarto y lo acomodó en la cama, dándole un beso antes de salir de allí. Tenía mil cosas por arreglar para poder ir a ver a su nuevo nieto, así que dejó a su pedacito de corazón dormir y se dispuso hacer las otras cosas, sin pensar jamás en lo podía ocurrírsele a su angelito más bello.  

Media hora después, Nathan despertó de su pequeña siesta, con una decisión: Si su hermano no lo iba a ver, entonces él iría a su encuentro. Se levantó de la cama, se puso una campera y sacó unas monedas de su chanchito. Bajó a la sala y, aprovechándose de que su mami estaba ocupada con la comida, salió lo más sigilosamente que pudo hasta la calle. Caminó con toda la  determinación y decisión que se puede tener a los 5 años, en busca de su hermano. Pero, al poco rato, se dio cuenta de un pequeño detalle ¡no sabía dónde estaba ni como llegar! 

Empezó a dar vueltas por la calle, mirando a la gente con miedo y preocupación. De repente, recordó todas las advertencias que le hacían en casa sobre los extraños y los peligros que habían en la calle. Quiso regresarse, pero ya no sabía ni dónde estaba parado, y se largó a llorar. 

Y a pesar de que el niño estaba allí, solo y llorando, las personas parecían no notar su presencia, así que el pequeño Nathan se sentó a esperar a que lo encontraran mientras seguía llorando. En casa, una muy preocupada Miranda buscaba a su pequeño bebé y al no encontrarle, llamó a su marido y a su hijo mayor. 

-Calma, Amor! Te prometo que lo encontraremos pronto!- Había dicho Mikel, intentando mantener la calma en su voz, a pesar de tener el corazón latiendo en su garganta. -Le avisaste a Ethan?!

-Sí.Ya le dije. Viene para acá. Amor, ya lo busqué por toda la casa y no aparece!! Qué vamos a hacer?!! Mi bebé está perdido y solo... le puede pasar cualquier cosa!! y si no lo encontramos nunca y si ... ay Dios! Ven pronto, por favor!!

-Ten paciencia, amor. Estaré ahí pronto. Te amo!- Dijo Mikel, colgando el teléfono. Corrió a avisar a uno de los colegas para que lo suplante y, sin perder más tiempo, salió rumbo a su casa.

Mientras, el pequeño prófugo había vuelto a caminar, cansado de esperar por su rescate. A los metros, se acurrucó contra un árbol, llevando sus rodillitas hacia su pecho para rodearlas con sus bracitos. Estaba asustado y muy triste. Otra vez empezó a llorar con todo su corazón. De pronto, unos brazos fuertes y cálidos lo tomaron por los hombros y lo hicieron levantar.

Por esas cosas que a veces no se pueden explicar, Ethan se había dirigido justo hacia el pequeño, guiado sólo por su deseo de tener a su bebé sano y salvo en sus brazos, y no tardó mucho en encontrarlo. Su corazón brincó de alivio al ver al niño en aquel árbol y no lo pensó y corrió a abrazarlo y llenarle de besos. 

Nathitan, sin pensarlo demasiado, se arrojó a los brazos de aquella persona y lo abrazó con todas sus fuerzas, aferrando sus piernitas y brazos en el torso de su hermano -Papito!!- Susurró y a Ethan le temblaron las piernas y se le colmó el corazón de amor.

-Tranquilo!! Ya estoy aquí y ya todo estará bien!! Vamos a casa, que todos están preocupados!! Dime por qué te saliste de la casa?! A donde ibas?

-Quería verte!- Fue la respuesta del  niño, que miraba a Ethan con un puchero en la boca. - Prometiste que vendrías y no cumpliste, así que yo fui a buscarte... Eres malo, dijiste mentiras!!

-Mi bebé! -Ethan le besó infinitas veces los cachetitos gordos. -No quería fallarte, chiquito, pero no pude ir... sabes?! nació tu her... nació Lothar, tu nuevo sobrinito! -Se corrigió lo más rápido que pudo, golpeándose mentalmente, sintiendo deseos de llevarse ya no más a su hijito con él.

-Pero por su culpa tú no viniste, y eso es porque ya no me quieres. Ahora lo quieres a él - Dijo mientras nuevas lagrimas salían de sus ojitos.

-Ohh, eso no es cierto, Nathan. A ti siempre, siempre, siempre te voy a querer. Eres lo más importante que tengo en la vida... 

-De verdad?!   - y se abrazó a su hermano - Y el bebé? Me quiere? 

-Claro que sí, pequeño! -Contestó, besándole la frente, y eso fue suficiente respuesta para que el niño ya no llorara y se tranquilizara, al estar en brazos de Ethan, que decidió regresar lo más pronto a casa para calmar al resto de la familia.

Al llegar, Mikel y Miranda los esperaban en la puerta principal. -Hijito de mi corazón!! -Dijo Miranda, corriendo a sacar al nene de la movilidad. Nathan extendió los bracitos- Mamita!!!

La mujer se sentía aliviada, le volvía el alma al cuerpo al tener en sus brazos al traviesito y fue Mikel quien preguntó dónde lo había encontrado.

-Papá, tranquilízate, sí?! Nathan no estaba tan lejos...

- En dónde estaba Ethan?! Dónde lo encontraste?!- Rugió Mikel.

-Papá, mira, lo importante es que está bien. No le pasó nada y seguro que no lo vuelve a hacer, así que pasemos pagina y mejor nos vamos a ver al bebe.... 

-Ethan! Dónde? Se alejó mucho de la casa?! Vamos, hijo... habla de una vez.

-Este... pues, verás. Estaba cerca del parque, casi llegando a la parada de los buses.... pero, ya vez que no le pasó nada.... Te enseñé la foto de Lothar?!!- Tano no quería que, por nada del mundo, su papá fuera a castigar al pequeñito.

-Lo siento, Ethan! Pero Nathan se ganó unos azotes y no hay lugar a discusión. Tú mismo sabes que pudo haberle ocurrido cosas terribles... Nathan es pequeño, y pudieron secuestrarlo o atropellarlo un coche.

-Pero papá, estoy seguro que no lo vuelve a hacer y además, fue culpa mía. Por favor, no le pegues! Está pequeño y fue mi culpa...

-Lo siento, hijito... Pero Nathan es mí responsabilidad. Yo decido lo que le corresponde por escaparse.

-Pero... -Suspiró, odiándose por no ser fuerte y gritar que nadie le tocaría un pelo a su hijito, pero no podía hacerlo- ...no seas severo con él... está pequeño, papá 

-Claro, hijo! - Mikel sonrió- Tienes suerte... a mí me tocará ser el malo y tú podrás ser su salvador y mimarlo mucho, después que me "encargue" de su travesura...

Pero al entrar en la casa, ambos hombres se llevaron una sorpresa. Y es que, mientras ellos discutían la sentencia del bebé de la casa, mamá la ejecutaba!! 

-Plaff Plaff Plaff PLaff... PLAFFFFF- Sonó más fuerte la última que tanto Mikel como Ethan cerraron los ojos.

-Buuaa... aayy!!! Buuaa... ma- mamiii... Buaa - Lloraba el nene, por el castigo recibido. 

-Nunca más vuelvas a salirte así de la casa, Nathan Uriel Van Lauder...

-Buaaaaaa.... Perdooooón, mamiiiitaaa... buaaa... hermanito, ayúuudameeee... mamiiiita due- dueleeee snif snif snif... -Sollozaba incontrolablemente, balbuceando unas pocas palabras, casi inentendibles.

-Shhhh.. shshshshhshhhh... Ya, mi bebe. Tranquilo! Ya pasó, Nathan! Verdad que no lo volverás hacer, mi bebé?! - Decía Miranda, consolando a y regañando a su niño. 

-Chii... nunca más, mamita linda!- Respondió mimoso, dejándose confortar por el cariño de su mamita.

Ethan se acercó para tomar al  pequeño y consolarlo. Ya que se moría de ganas de poder abrazarlo y llevarlo a conocer a Lothar.

-Hermanito, la mamita me hizo así en la colita!!!- Le dijo a su hermano querido, dándose él mismo una palmadita suavecita. Ethan moría de amor. 

-Ya, campeón! Ya pasó - Dijo dándole un besito - Quieres ir a conocer al bebé? 

-Puedo llevar el regalo que le compré así jugamos?!- Preguntó con ilusión, iluminándosele  el rostro con una sonrisa.

-Claro!! Seguro que le encantará tu regalo!!- Contestó Tano.

-Siiiii!!- Gritó emocionado. Le dio un beso en la mejilla a Ethan y salió corriendo a su habitación, dolor de potito, olvidado..

Al cabo de unos minutos, todos estaba en el carro, llegando a ver al nuevo bebé de la familia.

Ethan sacó miles de fotos del primer momento en que sus pequeños hijos se conocieron, dejando albergada en su corazón la esperanza de tenerlos algún día juntos a los tres, amándolos como a sus hijos queridos, sus niños amados.


Feliz cumpleaños, querida amiga!!! Esperamos que cumplas muchos años más, que cada uno te llene de más sabiduría, talento y felicidad!!! 

8 comentarios:

  1. Me has matado... la adoro quiero otra... Ariane te has lucido

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  2. Ayyyyyyyyyyyy chica súper lindo!!!...adoro a Nathan y de bebé debo decir que me lo como!!!
    Joooo ya se que no soy yo la del cumple, pero segura que Maramba me apoya si pido más!!!

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  3. Joo esta es la tercera vez que intento publicar un comentario.

    No se si se publicarán mis comentarios anteriores, este traste de computadora como que se puso en huelga, en fin, el caso es que dije que me encantó el relato y que aunque no sea yo la niña del cumple, seguro que Maramba me apoya en que sigas escribiendo más del chiquillo Nathan!!!

    Felicidades chica por tan maravilloso relato!!!

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  4. Demasiado bellooooooo..... la verdad...

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  5. Hermoso, felicitaciones Ariane y la foto muy muy tierna

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  6. Ariane :3 te quedo lo que le sigue de hermoso el relato
    Nathan de pequeño es un dulce :D y la foto ^.^ muy bonita
    Saludos

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  7. Gracias por los comentarios, chicas!! Los aprecio mucho!! Y especialmente Gracias a Andreita por escribir conmigo!!! :D

    Un besote a todos!!!

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  8. querida Ariane ha sido un deleite leer mis niños en version pitufita, y con la alegria de la llegada de Lothar, ha sido super ingenioso y tierno, muchisimas gracias por tan bonito y maravilloso regalo
    se que he tardado mucho en dejar mi nota pero estuve con recaida de denguey un dolor de cabeza que me mata, hoy mimso
    un besote, cuidate mucho y espero que si, que mi LOtahr abra ya sus ojitos y haga travesuras jajjjj

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