Milagro

Diecisiete años avían pasado desde que ya no estaba solo, encontré a Edward, mi hijo y la luz de mis ojos, y salve a Esme que después de mucho rogar acepto ser mi esposa, al terminar nuestra boda pasamos la luna de miel en “Isla Esme” una pequeña isla en las costas de Brasil que compre como regalo de bodas para mi amada esposa, al regresar al continente mi hijo decidió que quería estar solo por un tiempo y yo lo permití, siete años después regresó a mi lado cubierto de sangre, con las ropas rasgadas y con una mirada opaca, fueron siete tortuosos años de estar lejos de mi hijo y lo único que se le ocurrió decir desde el umbral de la puerta fue –Ya llegue papá- un instante después se desplomo en sollozos y temblores, tome a mi bebé en brazos lo lleve al piso de arriba, lo bañe, cambie sus ropas y me quede abrazándolo toda la noche.

Los siguientes años después de que mi hijo volviera no fueron mejores, al principio no podía separarse de mí, después paso por una etapa de lágrimas solitarias en la cual compuso varias melodías, muy tristes para mi gusto, pero este último año todos los días eran discusiones regaños y castigos, cada vez perdía más a mi niño cariñoso, con grandes deseos de estar cerca de papá y en su lugar aparecía un joven distante, lleno de dolor que no soportaba mi presencia. Necesitábamos con urgencia un cambio así que decidí que abandonaríamos Brasil y regresaríamos a Estados Unidos. Nos dirigimos a Tennessee, regresar ayudara a cambiar las cosas y Tennessee era el lugar indicado para rehacer una vida espacios amplios, gente amable y lo mejor de todo pumas, la comida favorita de mi hijo tal vez eso mejore en algo su humor, o por lo menos eso espero, ¡DIOS MÍO POR FAVOR NECESITO UN MILAGRO!

-Edward deja de patear el asiento por favor- reprendí ligeramente a mi hijo con una paciencia que no sentía.

Viajábamos desde el aeropuerto de Tennessee hasta  un pequeño pueblo llamado Gatlinburg en donde había conseguido trabajo como profesor de historia en la secundaria local, pensé en inscribir a Edward pero preferí no hacerlo para evitar una recaída, sería mejor llevarlo con calma y no forzarlo demasiado, es más difícil controlarte cuando ya has probada la sangre humana sería mejor que se quedara en casa con su mamá y así lograran rehacer su relación.

-EDWARD YA DEJA DE PATEAR Y QUÉDATE QUIETO- tome unas cuantas respiraciones profundas, no quería perder la paciencia con mi hijo, iniciábamos una nueva vida y no quería iniciándola peleando –Ya casi llegamos hijo ten paciencia- llevábamos casi dos horas en el auto no culpaba a mi hijo por estar inquieto

-No necesito paciencia necesito respeto- susurro mi hijo entre dientes, decidí ignorarlo para llevar la fiesta en paz el mayor tiempo posible, pero al parecer él no lo quería así –Ya no soy un bebé y tú sigues insistiendo en tratarme como uno Carlisle- lo admito eso me dolió pero mantuve mi mirada estoica él no tenía que ver cuánto me afectaba –y sabes que YA ME ARTE de que en estos últimos cuatro años me has tratado como si fuera de cristal y me fuera a romper en cualquier momento y sabes algo ya me harte ASÍ QUE DEJA DE JODERME- mi hijito había adquirido un lenguaje muy amplio en los años que estuvo lejos de mí y está de más decir que no me agradaba nada

-¿Ya terminaste?- Pregunte con toda la indiferencia que pude pero mi vos se tambaleo un poco al principio, mi hijo solo asintió algo confundido por mi respuesta –De acuerdo porque a partir de ahora y hasta que lleguemos a la nueva casa no dirás ni una palabra ¿quedo claro?

El asintió de nuevo con la cabeza pero eso no me bastaba ahora –Quiero una respuesta verbal Edward

-Si- dijo mi hijo bajito con la cabeza gacha y mordiéndose el labio claramente cohibido por mi tono

-¿Si qué? Edward- casi nunca uso la voz de líder porque no me gustaba pensar en mi clan como un aquelarre, Edward y Esme eran mi familia por lo tanto yo era padre y esposo, y como padre es como me iba a comportar llegando a la nueva casa, aunque esto no le gustara mucho a mi hijo o mejor dicho a una parte específica de mi hijo, pero había que hacerse hasta que el comprendiera que el que estaba a cargo allí era yo, ¡DIOS NECESITO ESE MILAGRO!

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-Edward sube a tu habitación- dijo mi padre apenas estaciono el coche frente a nuestra nueva casa, tenía que admitirlo se le había pasado la mano, era una casa muy grande, de acuerdo no era una mansión como la de isla Esme pero si era demasiado grande tomando en cuenta que solo éramos tres pero para mí estaba bien, mientras más alejado pudiera estar de mi padre sería mejor

-Mmm… ¿papá?- me atreví a hablar después de un rato de completo silencio

-Edward te di una orden y lo que espero es que me obedezcas- dijo con un poco de fastidio en la voz, y eso fue mi culpa pero juro que esta vez no era para hacerlo rabiar

-Pero papá no sé cuál es mi habitación

Mi padre respiro profundamente antes de responderme, creo que enserio estaba enfadado y toda la culpa era mía

-Escoge la que quieras amor luego la amueblaremos, ahora corre, hazme caso por favor hijo- dijo ya más calmado

-Si papá- salí corriendo a velocidad humana.

Me pasee por toda la casa rápidamente, ninguna habitación me gusto realmente y sabía que la habitación principal era de mis padres así que escogí una que tenía una gran ventana con un balcón, si esa seria, no era la mi habitación de mis sueños pero no estaba mal, contemplé la habitación un momento y luego me senté en el banquillo bajo la ventana, allí no había nada mas así que fue el único lugar donde podría espéralo ¡Porque ni loco me ponía yo solo en la esquina!

Así me encontró papá sentado con la espalda recargada en la pared mirando al infinito. No es lo que parecía yo no repudiaba a Carlisle porque no lo quisiera, solo que antes era fácil aceptar el amor de mi padre cuando sientes que sus brazos son tu lugar por derecho, pero ya no lo merecía, ya no era digno del amor de mi padre, yo era un asesino a sangre fría.

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Después de descargar junto con mi esposa lo poco que traíamos en el coche fui a buscar a mi hijo con sus maletas en mano, revise rápidamente todas la habitaciones y por fin lo encontré en la que estaba junto a la que iba a ser de Esme y mía, debo admitir que eso me agrado un poco ¿quería decir que por fin volvería a ser mi pequeño bebé?

Me acerque a mi hijo y tome asiento a su lado no me importaba mancharme la ropa con el polvo que se almacenaba en aquel banco bajo la ventana lo único que quería era estar lo más cerca de mi hijo me permitiera hacerlo

-¿Hijo que pasa contigo hijo? Tú no eres así- soné desesperado pero no quería perderlo, me reusaba a que mi bebé no regresara conmigo, porque el chico que estaba sentado a mi lado no era el niño hermoso que salve de la muerte

-Corrección yo no era así y por favor Car…papá ya no me trates como un bebé porque ese nene se fue y no creo que vuelva- si pudiera llorar en ese momento juro que no podría haberlo evitado.

-De acuerdo hijo terminemos con esto pronto- jale a mi hijo para dejarlo sobre mis rodillas, su sumisión era preocupante Edward no era de los chicos que acepta un castigo dócilmente es más de los que patalea, se jala y muerde para no recibirlo, pero siendo sinceros desde que regreso no había dado mucha guerra la mayor parte del tiempo se la pasaba solo en su cuarto o frente a su piano, y puede que ese sea otro factor por el que estuviera enfadado, tuvimos que dejar su piano en Brasil, era demasiado grande para traerlo con nosotros, le había prometido comprarle otro aun así no le pareció mucho la idea pero en fin no había echo mucho drama por ello, jale sus pantalones asta debajo de los muslos, tome el resorte de sus calzoncillos pero preferí dejarlos en su lugar no había hecho algo realmente malo como para merecer una paliza al desnudo

-Dime por qué vas a recibir este castigo hijo

-Por haberte insultado y por no haber hecho caso cundo me dijiste que dejara de patear tu asiento- la voz de mi hijo sonó tan lejana que creí que no estaba allí así que instintivamente apoye mi mano sobre su espalda y empecé a acariciarla suavemente

-Si hijo, por eso y porque te amo, y no quiero perderte- mi hijo solo apretó sus puños y apretó los ojos no sé si fue para resistir el castigo estoicamente o porque mis palabras en realidad le afectaron, respire hondo tratando de tomar fuerza y después de mucho esfuerzo logre bajar mi mano e impactarla con el trasero de mi hijo

SMACK

Fue la primera de varias palmadas, no creo que hayan sido más de veinte pero en realidad desde que Edward regreso a casa no lo había castigado severamente por ninguna de sus transgresiones, trate de colocar a mi hijo sentado en mi regazo pero él se paró inmediatamente, se acomodó el pantalón y salió corriendo, tal vez fue a caza algo o solo a pensar a algún lugar del bosque el cual se convertiría en el nuevo refugio de Edward

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Salí corriendo lo más rápido que pode, si me hubiera quedado un poco más cedería a las caricias de mi padre y eso no podía pasar, ya no era digno, y no merecía su amor, era un monstro, un maldito asesino, el se merecía algo mejor que yo.

Corrí hasta llegar a un lago y me detuve un momento a contemplar el paisaje, debo admitir que mi padre siempre tiene buenos gustos cuando se trata de escoger hogares, siempre son espacios amplios y rodeados de naturaleza, yo siempre lo atribuyo a que le recuerda al lugar en donde vivía de humano, y ahora que lo pienso él nunca me habla de su vida como humano, creo que no era tan mágico como en mis libros de caballeros y princesas que papá compraba y me leía todas las noches, bueno al menos lo hacía antes de que decidiera irme de su lado, pero no era en lo que tendría que pensar en ese momento, había cosas mucho más importantes que ponerse melancólico.

Me senté un momento sobre una roca a la orilla de una cascada, lo que más me gustaba de los espacios amplios es que podía descansar de mi don, el no tener que escuchar los pensamientos de todas las personas era realmente relajante, en especial si eran las tortuosas dudas de mi madre y los frustrantes ruegos a dios de mi padre, estaba contemplando el meterme a nadar y tal vez jugar un poco con los oseznos que estaban a la orilla del rio, pero un desgarrador grito y llego a mis oídos y salí corriendo en dirección a el, el olor a sangre empezaba a inundar la atmosfera conforme me acercaba, mis instintos querían resurgir pero pude vencerlos, de lejos distinguía a un gran oso negro y entonces lo vi a él un chico grande y musculoso, pero su fuerza no podía compararse con la de ese gran ejemplar de la naturaleza, me lancé contra el oso con la intención de quitárselo de encima al chico para que huyera, ya después pensaríamos en una excusa para lo que vio, no sería muy difícil el chico claramente estaba tomado nadie le creía que un chico de diecisiete años le quito un oso de encima por sí mismo, pero él no se movía y entonces me di cuenta estaba muy mal herido, así que solo había dos opciones matar al oso y llevarme al joven para que papá lo salvara o dejar que el oso lo devorara, que bien que aún no había desempacado porque con un neófito no creo que Carlisle se quiera quedar tan cerca de un pueblo, fui rápido el oso no sufrió solo esperaba que no fuera el padre de los pequeños oseznos de la cascada, el chico estaba desmallado, el dolor hizo que perdiera la conciencia, su pierna tenía una laceración de las garras del gran oso en su estómago a había un mordida profunda y mortal, apreté un poco el paso para llegar a casa no quería que muriera en mis brazos, en el momento en que llegue al prado que rodeaba la casa, papa salió disparado hacia mí y quede sin aliento en ese instante, él pensaba que yo lo había hecho.

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Después de tranquilizar a mí linda esposa de que nuestro dulce bebé no volvería a huir de casa, nos acostamos en el piso de lo que en un futuro seria nuestra sala y empezamos a contemplar las posibles opciones de decorado, me agradaba que Esme escogiera la decoración siempre le daba un estilo acogedor y hogareño a las casa, pasamos un buen rato discutiendo sobre los colores de cada habitación y con qué muebles combinarían, quedo claro que una de las habitaciones seria la sala del piano y seria decorada completamente al estilo Edward, los mimos y besos estaban subiendo un poco de tono en el piso de la sala pero captamos el olor de nuestro hijo y nos detuvimos antes de que nuestro hijo nos atrapara en un momento íntimo y corrompiéramos su mente, Esme soltó una risita y yo hice una mueca al ver interrumpido un perfecto momento, pero mi mueca cambio de ligero fastidio a una de gran preocupación, con el olor de mi hijo llego otro que yo conocía bien, sangre, me pare como rayo y salía recibir a mi hijo y se me partió el corazón al verlo cubierto de sangre y una gran decepción inundo mi mente aunque inmediatamente reprimí ese sentimiento, sabía que una vez que probabas la sangre humana era difícil no volver a consumirla, y después de todo era instinto, el joven que traía mi hijo cargando en sus brazos solo había estado en el lugar equivocado en el momento equivocado, estaba a punto de decir algo que le diera ánimos a mi hijo pero capte algo que no había notado antes por mi preocupación, el joven respiraba y su corazón latía, estaba vivo y no había ningún indicio de que estuviera en proceso de cambio mi hijo, no había sido el que ataco a ese joven, una sonrisa de completo orgullo cubrió mi cara y mi hijo la devolvió la notar que yo sabía que no lo había hecho el, pero un quejido del muchacho me devolvió a la realidad el choco estaba muriendo

-¿Que paso?

-Fue un oso, el de seguro cazaba y el oso lo ataco- me explico mientras corríamos al estudio, allí había una mesa que serviría para ponerlo, lo desvestí totalmente tenía una herida mortal en el estómago y seguro perdía la pierna derecha, estaba completamente destrozada

-Edward ve por mi botiquín y has…

-Papá no lo lograra ha perdido mucha sangre y la herida del estómago estoy seguro que rompió muchos órganos, solo hay dos opciones, lo dejas morir o lo transformas- mi hijo tenía razón solo tenía esas dos opciones y sabía lo que tenía que hacer.

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“Auu mi garganta duele, cuanto ruido y esa luz, pensé que el cielo sería más tranquilo y que ya no sentiría nada, o tal vez fui al infierno por haberle gritado a mi madre”  los pensamientos del nuevo vampiro me atormentaban así que fui corriendo con papá a informarle que ya había despertado el joven, el salió corriendo al estudio para ver como estaba, yo fui tras de él, mi curiosidad me jalaba hacia esa habitación, pero antes que lograra entrar mi padre cerró la puerta, no pude evitar que un puchero se formara en mi boca al no ver mi deseo satisfecho, así que solo me quedo escuchar tras la puerta y ver través de los pensamientos del extraño porque mi padre me estaba bloqueando

-Hola mi nombre es Carlisle, Carlisle Cullen- mi padre extendió la mano pero el extraño no devolvió el gesto así que mi padre volvió a bajar la mano e intento acercase al extraño, pero aquel extraño tenía mucha desconfianza de mi padre y se alejó el mismo paso que mi padre dio hacia el

“¿Dónde estoy? ¿Quién es él? ¿Quiere lastimarme?”

Mi padre lo estaba haciendo fatal el joven solo se estaba asustando más y no es bueno acorralar a un neófito asustado, pero papá desistió de acercarse a él y cambio de estrategia, se sentó sobre el escritorio y empezó a hablar dejando que él se acercara solo al ver que no había ningún peligro

-¿Cómo te llamas hijo?- pregunto mi padre entrelazando los dedos sobre su regazo

-Emmett- dijo el algo inseguro

“Edward por favor, danos privacidad hijo” dijo mi padre en su mente, mi seño se profundizo y un nuevo puchero apareció en mi rostro

-Papi malo- fue lo único que dije antes de ir a la sala con mi mamá

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Una sonrisa tonta cubrió mi cara, desde que mi hijo salvo a ese chico las cosas habían mejorado, Edward se veía más relajado y se parecía más a mi pequeño angelito, todavía faltaban detalles pero el que me llamara papi en un tono mimoso era un gran avance, cuánto había esperado a oír esa palabra de nuevo, pero de nuevo me concentre en el chico que estaba parado frente a mi como un pequeño cachorro asustado, después podía regalonear con mi hijito

-Es un gusto conocerte Emmett, sé que tienes muchas dudas y te aseguro que las resolveré todas pero en este momento tengo que revisarte, ¿me permites?- dije mientras me acercaba poco a poco para no asustarlo más, el solo asintió despacio con la cabeza –Ahora voy a levantar tu playera para ver la herida de tu estomago- retrocedió un poco pero después el solo se levantó la playera, como sospechaba ya no había herida alguna, era una piel pálida y sin imperfecciones.

-¿Dónde estamos?- pregunto ya con algo más de confianza, recordé que mi hijo me había dicho que el chico estaba en estado de ebriedad cuando fue atacado así que pensé que su estado inhibido no era natural

-En Gatlinburg, solo que en un lugar muy alegado del pueblo

-¿Por qué me duele la garganta?

-Porque tienes sed

-¿Por qué hay tanto ruido?

-Es el mismo ruido de siempre pero ahora escuchas mejor que cualquier humano

-Es seguro que no estoy muerto, pero también sé que no pude sobrevivir al ataque de ese oso, y vi a un ángel tomarme en sus brazos- no pude evitar reír me un poco, ángel solo cuando descansa

-Tienes razón en dos cosas, una no estás muerto y dos no habrías sobrevivido si no…eso te lo explico luego, pero definitivamente lo que te salvo no fue un ángel, era mi hijo Edward, y cuando lo veas en uno de sus berrinches veras que es lo más alejado de uno

-HEY QUE TE ESCUCHO- el grito indignado de mi hijo vino desde la sala, y yo me reí un poco en fin no podía verme

-Y no deberías, te pedí privacidad hijo

-Lo siento- siempre era lo mismo con mi chaparro

-Pero eso es imposible- cortó mis pensamientos el chico de espesos cabellos negros

-¿Cómo dices?

-Es imposible sé que estaba hasta las chanclas pero te aseguro que ese chico no pudo matar a un oso de ese tamaño, soy el joven más fuerte del pueblo y nunca me atrevería a enfrentarme a un oso cara a cara

-Bueno esa es otra parte, tú ya no eres humano

-¿Entonces que soy?

-Un…un vampiro

-Si es una broma no es graciosa

-No lo es, no lo recuerdas pero estuviste tres días llorando, gritando y revolcándote de dolor, esa fue tu transformación ya no eres un humano y por un tiempo no podrás acercarte a ellos, al menos hasta que estemos seguros que no serás un peligro para nadie

-Y mi familia

-Lo lamento pero si te acercas a ellos podrías matarlos

-Nunca lo aria

-Creme, tu instinto es más grande que tu razón en estos momentos

-NOOO- sin que pudiera preverlo salió corriendo del estudio derribando la puerta a su paso, iba a corres tras él pero mi hijo se me adelanto

-Yo voy papá

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El chico había salido como loco del estudio de papá tirando barios muebles, jarrones y algunas fotografías familiares a su paso, papá iba a ir tras el pero yo sabía que Emmett no necesitaba que le dijeran lo que perdió al transformarse, el necesitaba saber que ahora nos tenía a nosotros, decidió ir hacia el bosque, creí que sin rumbo fijo buscando alejarse de nosotros, pero estaba muy equivocado, se notaba que conocía toda la zona por que corrió sin siquiera basilar un segundo, se quedó parado a la orilla del rio muy cerca de la cascada en donde yo había estado hace tres días decidió quedarse a una distancia prudencial muy humana, lo cual me dio algo de risa dado que yo me había sentado en medio de esa misma cascada sin temor alguno, pensé que era como un ninja pero me equivoque

-Solía venir a pescar a esta parte del lago, pronto será temporada de pesca y le había prometido a mi hermanito traerlo a acampar- todo quedo en silencio por un momento pero yo no sabía cómo romperlo así que tuvo que hacerlo el- ¿eres su hijo?

-Depende- El volteo a verme con curiosidad, sus hermosos ojos azules se habían esfumado para dar lugar a unos de un rojo furioso

-¿Cómo que depende?

-Sí, él no es mi padre biológico, pero él fue quien me salvo y me dio una nueva vida, una familia junto a él y Esme mi madre, así que teóricamente si y por casi diecisiete años a desempeñado un buen papel

-Suena hermoso como un sueño

-Pues no siempre somos la familia perfecta, en realidad yo causo muchos problemas y hago muchas rabietas de niño caprichoso, pero si lo quieres puedo compartir a mis padres contigo- él se me quedo viendo un momento muy serio pero de repente estallo en carcajadas, su risa era tan resonante y melódica que se oía como una de mis mejores composiciones

-Creo que extrañare a mi familia-

-Lo sé lo más difícil es saber que dejas gente atrás-

-¿Tu dejaste a alguien?

-Nop, pero supongo que debe ser muy difícil, de eso debes hablar con Carlisle

-¿Por qué le dices por su nombre en algunas ocasiones?

-Digamos que hace poco tuvimos problemas, te dije que no todo el tiempo somos una familia feliz

-¿Qué paso?

-Es una historia larga

-Tenemos toda una eternidad

Empecé a contarle toda mi historia con Carlisle desde que me transformo hasta la noche que regrese a su lado

-La noche que regrese con mi padre estaba en el fondo ya no podía caer más bajo, los primeros años lejos de mi familia fueron buenos apenas empezaba a alimentarme de los humanos y me sentía el rey del mundo mi potencial estaba al máximo me sentía invencible, la sangre humana me hacía más fuerte, más rápido y un mejor depredador, hacia lo que quería con quien quisiera. pero una noche asesine a una jovencita casi una niña no era mi intención pero tenía sed y ella se atravesó en mi camino, cuando volví a tener conciencia de lo que hacía ya era tarde estaba muerta y fue mi culpa, ese día me jure que nunca más volvería a robar una vida inocente, los siguientes años me dedique a limpiar las calles de lo más despreciable de la sociedad, pensé que me haría sentir mejor pero no fue así, al fin de cuentas seguía siendo un acecino, en mi viaje me encontré con otros clanes y con algunos nómadas y no muchos de ellos fueron amigables con migo, así que cuando ya me sentía muy perdido corrí a refugiarme a los brazos de papá

-Eso suena muy bien, no veo el problema ¿él se enojó contigo o algo?

-No y ese es el problema, ya no puedo mirarlo a los ojos me da vergüenza lo que hice y más que él sepa que soy un monstro y finja que no pasó nada- de repente siento un fuerte golpe en la cabeza- AUU ¿qué te pasa?

-Cuida con lo que dices que es de mi nuevo hermanito del que estás hablando- dijo mientras pasaba un brazo por encima de mis hombros –porque eso si yo voy a ser el hermano mayor

-Ok por mí no hay problema, pero volvamos rápido a casa antes de que papá venga a buscarnos y tu tengas que cumplir tus obligaciones de hermano mayor y salvar mi trasero de una buena calentada

Emmett y yo corrimos a casa y lo primero que hizo Emmett al llegar fue abrazar a mis padres, perdón nuestros padres con sus enormes brazos, ¿solo quiero saber cómo le va hacer papá para acomodar a semejante oso encima sus rodillas? Jajaja

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Hola chic@s, creo que me extendí bastante con este relato pero si lo cortaba en dos partes me mataba, espero les guste. Dejen sus comentarios

Att: yo