El chico de acero… tampoco se puede sentar.

El chico de acero… tampoco se puede sentar.

¡No se lo podía creer! ¿Cómo le paso esto a él? ¿Qué no se suponía que él era el hombre de acero, bueno el chico de acero? Pero jamás hay que subestimar a un padre cuando de corregir y enderezar los caminos de sus hijos se trata, aun no comprendía cómo consiguió Jonathan esa maldita faja  de ¿donde la saco? Clark no creía que se pudiera volver a sentar  de aquí a navidad y para esa fecha aun tenía duda.

Pero… ¿Qué había pasado para que el chico bueno de Clark Kent estuviera en su cuarto, acostado en su cama,  boca abajo y con semejantes pensamientos pues verán resulta que Jonathan y Marta tenían que ir a la capital para hacer unas diligencias que ya no podían posponer así que  como eran solo una noche fuera de casa decidieron confiar en el buen juicio de su muchacho de 16 años, para dejarlo solo en casa ¿total que podía salir mal? Pensaban…. Pues nunca creyeron que su hijito fuera a hacer una fiesta con todos los chicos de la escuela y que dejará la casa medio destruida pero justo eso fue lo que hizo

Clark despertó tarde  y aunque tuviera super poderes que tan rápido puedes ser para ordenar una casa completa antes de que tus padres terminen de abrir la puerta y entren a ver  como su hogar se ha convertido en zona de desastre, casi, casi declarado inhabitable y eso fue lo que encontraron.

Jonathan no lo podía creer  y se fue a buscar algo y cuando regreso solo le dijo a Clark “pensé que nunca tendría que usarla, pero me equivoque”  lo siguiente que supo Clark fue que no se sentaría por muuucho tiempo y que nunca volvería a hacer fiestas en casa a escondidas de sus padre.

Clark se dio cuenta de que podría ser el chico más fuerte y con poderes sorprendentes pero  eso no lo eximía de un dolor en las nalgas si se portaba mal, definitivamente era mejor ser un chico bueno era menos doloroso.