Sebastián muchacho tu no aprendes

Sebastián muchacho tu no aprendes

Sebastián del Solar estaba feliz con sus nuevos hermanos… pero una parte de él no se acostumbraba a tener nuevos hermanos… y una vez que toda la emoción de la restructuración de la nueva familia Seba se sentía un poco acorralado, ahogado y a veces frustrado… que hacer si tus nuevos hermanos te siguen como sombras, como escaparte para ir a ver a tu novia si estas castigado…

Simple fingiendo una fuerte indigestión que te dejo tirado en la cama….

Lo que no pensó fue que sus hermanos se preocuparan y llamaran sus padres… los pobres pensaron que su hermano se había desmayado en el baño…

Alejandro asustado hecho la puerta abajo y quedo mas asustado cuando vio que sus hijo no estaba… mi tesoro se había escapado nuevamente, las lágrimas salieron de sus ojos sin poder contenerlas, estaba aterrado la pesadilla comenzaba nuevamente… sus hijos los abrazaron y se quedaron así un buen rato… de hecho solo rompieron el abrazo cuando vieron asomar la cabecita de seba por la ventana…

“Sebastián de Solar” dijo Alejandro mientras entraba a su hijo

“papito” dijo asustado, no sabía porque su papá lloraba

“no vuelvas hacerlo Sebastián”

“no lo hago más… perdón papá”

“yo me asegurare de eso, hijos por favor esperen fuera, tengo que castigar a su hermano”

“si papá” dijeron sintiéndose culpables por haberlo llamado.

Ale desnudo el trasero de su hijo y tomo el cepillo de cabello… que supuso era de Vanea la polola de su hijo.

“no se sale sin permiso”

¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!

“buaaaaaaaaaa duele muchoooooooo” esta era la segunda vez que su padre le pegaba y era la primera vez que el pegaba a poto pelado y con algo más que la mano, Seba creía que moriría del dolor

¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!

“no se sale sin permiso”

¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!

“Me dueleeee papito para”

¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!

“no se sale sin permiso”

“no se sale sin permiso papito nunca más, no se sale sin permiso” lloraba a boca de jarro, su padre le acomodo la ropa y lo llevo a su cama, se quedo con su niño abrazado, como si nada más importara, su hijo lo necesitaba, de pronto sintieron un golpecito en la puerta… eran los hermanos que le traían helados y chocolates para pasar las penas.

Sebastián los miro y les sonrió… sabia que ellos eran los que les habían faltado para ser felices como familia, los del Solar estaban completos.