UN SOLCITO MUUUUUUY CALENTITO!!!

UN SOLCITO MUUUUUUY CALENTITO!!!

-No, mi solcito! No toques eso, te puedes lastimar!! - Gritó Mabel, desde la puerta de la cocina a su bebé de 3 añitos, que estaba paradito al lado de la mesa del comedor, intentando alcanzar la trincheta que había dejado su hijo mayor sobre la mesa.

-Mamita! Yo quelo jugá! -Se explicó el pequeñito, agarrando el objeto filoso con su manito derecha- Achí, como mi hemano! - Dijo, imitando el movimiento que su hermano Alex hacía para sacar punta a sus lápices, sólo que en vez de un lápiz, el pequeñito puso su dedito para ser "afilado".

-Noooooo!! Nico! Te vas a lastimar! - Afortunadamente, Mabel alcanzó a tomar la trincheta de la manito de su angelito antes de que llegara a cortarse. 

Pero el adorable pitufito sólo cruzó sus bracitos, en señal de estar muuuuy enojado con su mamita. 

-Eles mala! - La acusó, tirando una patada hacia la pierna de la joven mamá, quien no pudo esquivar el golpe.

-Ayyyy!! - Se quejó, tomándose la pantorrilla -Nicolás! Eso no se le hace a la mamá. Pídeme disculpas si no quieres que te haga tan tan en la colita! 

El pequeñito la miró todavía más furioso. -No!! - Gritó, y trató de darle otro golpe, que fue suficiente para que su mamá reaccionara, lo alzara de la cintura y lo llevara hasta una de las sillas. Se sentó y puso a su bebé sobre sus piernas.

-Nooo!!! Buaaaaaaaa!!! Mamiiiiiii.... nooooooo!!! - Empezó a sollozar el chiquito. Desgraciadamente, ya había tenido dos o tres experiencias anteriores muy parecidas sobre las rodillas de mamá, y no le gustaba lo que pasaba cuando su mamita lo ponía en esa fea posición.

-Lo siento, mi niño, pero ya mamá te había dicho que no lo volvieras a hacer y tu no hiciste caso, es más, me quisiste golpear otra vez.  - Le dijo, bajándole el pantaloncito de ositos que tenía Nico. - Eso no se hace, hijito...

PLASSS!!! - Llegó el primer azotito que si bien no fue fuerte, hizo que el bebito pegara un saltito y se estremeciera entre las piernas de su mamita.

-Buaaaaaaaa!!!! - Lloró con todas sus fuerzas, poniéndose rojos sus cachetes.

PLASSS!!! PLASSS!!!! PLASSS!!! -Eso no se hace, Nicolás! A la mamita no se le pega!!! - Le dijo, dándolo vuelta, para que su niñito quedara sentadito en sus rodillas, acomodándolo de tal manera que la colita apuntara hacia afuera.

-Shhhh!! Shhhh!! Ya, mi bodoquito! Ya pasó!! Ya pasó!! Shhhh... pero si sólo fueron unas cuantas palmaditas, mi bebé! No llores más!!! - Le decía con la voz dulce y melodiosa, consolándolo con sus caricias.

El pequeñín miró a su mamita, haciendo un gesto muy tierno con su boquita- Me peldonas, mamita?! - Dijo, con una vocecita capaz de derretir un glaciar. 

-Claro que sí, mi pichoncito! Mamá te ama mucho, Nico! Y si te tuve que hacer tan tan en esa colita revoltosa fue porque fuiste grosero... pero sé que ya no lo serás. Verdad, bebé? - Le hablaba enganchando los rulitos de su nene entre sus dedos. 

Nicolás asintió, acomodándose entre los brazos de su mamita. Se llevó el pulgar a la boca y lentamente fue cayendo en un profundo sueño de caramelos, perritos y toboganes. 

Su mami lo mecía en sus brazos, velando sus sueños, obnubilada por la carita de angelito de su diablito favorito!

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FELIZ CUMPLEAÑOS, ANDREITA!! Te quiero mucho!!! :D