Capítulo VII Los recuerdos de mia nonna… los dichos de mio papà

Capítulo VII

Los recuerdos de mia nonna… los dichos de mio papà

Los chicos Costa habían llegado a casa, estaban agotados… pero felices.

“Papà anda cuéntame… porque te castigo la nonna”

“Alessandro figlio que cosas dices”

“anda papo cuéntame, que cuando volvió digo que habías sido un cattivo bambino” se río Aless

“Non ero un cattivo ragazzo” (yo no era un niño malo) se quejo.

“han cuenta o lo seguiré pensando” le dijo Alessandrito saltando de los sofás de la casa.

“Alessandro baja de ahí”

“no hasta que me digas”

“Alessandro Costa tan pronto quieres una sculacciata”

“non voglio” (no quiero) dijo con un pucherito en su boca.

“vamos bambino te contare”

Alessandrito se sentó al lado de su padre y lo miraba con amor… al piccolo bambino le encantaba saber de la vida de su padre.

“bueno hace unos años yo me negué a que mis escenas las hiciera un doble… porque quería hacer toda la película solo… así que contra los deseos del director despedí al doble que era un deportista muy capacitado y con vasta experiencia y me lance en una persecución de motos yo sabía conducirlas pero no era experto, pude morir pero termine con una pierna rota, cuando llego el momento de ir a casa, me entere que el director llamo a mamà, yo estaba furiosos, tu sabes cómo se ponía mamà cuando no nos cuidábamos, pero llego y me cuido mucho, me dio un buen regaño hasta me tiro las orejas cuando se entro que me había accidentando por testarudo e inmaduro” el relato fue interrumpido por Aless

“papà la nonna solo te tiro las orejas” dijo incrédulo

“si solo me tiro mis orejas de pura suerte las turno porque no sino me las sacaba, debes recordar que yo era un adulto, y no vivía con ella desde hace mucho” dijo Gino bajando la vista avergonzado.

“ya papà supéralo… estamos juntos ahora… y tú me dejaste con los nonni, porque no podías cuidar de mi” dijo dándole un beso en la frente. “ahora sigue” le cerró un ojo.

“bueno mamà me cuido y no me dejaba hacer nada, pero según yo mi pierna ya estaba lista para volver a acción  y como tu nonna no me dejaba salir me escape por la ventana… y nosotros como te habrás dado cuanta vivimos en el segundo piso, no recuerdo mucho porque me desmaye del dolor al caer con el pie malo y desperté en la camilla, con un nuevo yeso, luego me dieron el alta, mamà no dejaba de gritar que era un irresponsable un inmaduro un impertinente ragazzino, que iba a ver en casa…  y yo muerto de vergüenza porque lo gritaba a voz en jarro a en el hospital, y cuando por fin me dieron el alta en cuanto me metí a la cama y me dice “girarsi, culo in aria” (gírese, culo al aire) y yo me quería morir tenia veintisiete años y mi mamà tenia el cepillo, no sabía qué hacer, pero mamà me dio un solo cepillazo en el muslo que me dolió mucho que por instinto me di media vuelta y mamà me dio la paliza de mi vida, Alessandro te lo juro tu nonna se esmero, no me pude sentar como en una semana y lo peor era que tenía que estar en cama sobre mi trasero, no me pego más que esa vez, pero me estuvo amenazando hasta que me dieron el alta médica, pero antes de irse me llevo al estudio y hablo con el director de escena sobre no dejarme hacer ninguna escena de riesgo y que si me empañaba en hacerlo la llamara enseguida, pero nunca fue necesario, aprendí la lección”

“nada tiene que ver con que te haga amenazado con mandar al nonno a darte una sculacciata” se rio Ssandro

A Gino se le subieron los colores al rosto, pero le sonrió a su hijo.

“bueno eso... puede haber ayudado... Alessandro mio cuore si te conté esto es para que tú seas más juicioso que tu papà... io no soportaría que te pasara algo, tu sei mio figlio” le dijo con amor

“lo sé... papà” le sonrió, “ahora eres un buen papà”

“perdona Alessandro...” la culpa por el abandono lo invadía con más fuerzas en momentos así.

“me dejaste con los nonnos porque ellos si podían cuidarme y viniste por mi cuando ya no estaban para cuidar de mi”

“voy a hacerte feliz figlio”

“lo sé… pero me harías muy feliz si me dejar ir a cumpleaños de mi amiga Karliee… anda un ratito…”

“claro y luego me dirás que te de permiso para ir a de Sanha”

Aless solo sonrió con descaro…

“vamos papo… si tu también quieres ir”

“claro… no mes los perdería por nada… vamos cámbiate que llegamos tarde”

“si 16 años no es tarde nada lo es”  dijo dándole un beso en su mejilla. Y Alessandro tenía razón 16 años no era tarde… pues jamás lo seria para un padre recuperar a un hijo y para un hijo tener un padre.

Karliee amiga mía muy feliz cumpleaños... y come mucha torta por mi...