Capítulo 20 Que quieres hacer ¿qué?

Capítulo 20

Que quieres hacer ¿qué?

Todo fue muy rápido y extraño, Santiago estaba parado en medio de todos impidiendo que la profesora mirara lo que le había pasado. No entendía como le había echado el ácido sulfúrico al agua… es más nos habían hablado de no combinar esas dos cosas, miraba algo asustado hacía ellos hasta que vi vibrar de forma efusiva el celular de Santiago. Lo estaban llamando, por supuesto que no iba a contestar, yo no tenía ese derecho, tomé las cosas de Santiago y las coloqué al lado de las mías.

-AUUU –gritó Santiago de nuevo, antes de que se quitara las manos de la frente lo sacaron del laboratorio, supongo que lo llevaban a la enfermería.

-oye Camilo tenemos que ir donde Santiago. –escuche la voz de Lucía, yo asentí y con Jean fuimos hasta la puerta.

Irónicamente no sabía dónde quedaba la enfermería, tuve que preguntarle a Jean para luego ir corriendo. Cuando llegamos nos percatamos que la puerta estaba entreabierta, solo veíamos que le estaban colocando una crema en una quemadura no muy grande, pero, si es la más asquerosa que he visto en la vida, aunque, de quemaduras no se mucho.

-uy eso debe doler –dijo Lucía en español, Jean nos miró como si hubiera entendido lo que había dicho.

- je suis un idiot, je lui ai dit de mettre l'acide dans la pipette (soy un idiota, yo le dije que colocara ese ácido en la pipeta) –dijo Jean, creo que al principio me moleste pero luego supuse que él nunca imaginó que Santiago no hubiera escuchado la explicación de la profesora.

- calme, ce n'était pas de votre faute (tranquilo, no fue tu culpa) –dijo Lucía antes de que volviéramos a escuchar una queja de dolor por parte de Santiago.

-MIERDA esto enserio arde!!!.

- Santiago doit aller à l'hôpital, il peut ne pas être une très grande brûlure mais c'est une brûlure chimique et besoin d'un traitement (Santiago debes ir a un hospital, puede que no sea una quemadura muy grande pero es una quemadura por químicos y necesitas un tratamiento). –cuando escuchamos a la enfermera decir eso, los tres nos miramos impactados.

- Je vais appeler votre tuteur (voy a llamar a tu acudiente) –dijo la profesora de química caminado hacia la puerta, nosotros estábamos en una especie de shock así que no reaccionamos.

- garçons de faire ici ... vont au laboratoire (muchachos que hacen acá… vayan al laboratorio). –estábamos por irnos resignados pero la profesora me volvió a llamar.

- Camilo pourrait me donner le numéro de votre oncle, j'ai besoin que vous veniez aussi rapidement que possible (Camilo podrías darme el número de tu tío, necesito que venga lo más rápido posible). –saqué mi celular del bolsillo del pantalón, lo desbloquee y se lo pasé a la profesora.

De la conversación que tuvo con Edgar no entendí mucho, creo que le explico algo del experimento, de lo que salió mal y de la quemadura que al parecer tiene Santiago en la frente.  

- Maintenant, si vous les gars aller en classe et s'il vous plaît avisenle le reste si le travail doit livrer demain (chicos ahora si vayan a clase y por favor avísenle al resto que el trabajo si lo deben entregar para mañana). -¿Qué putas?, pero si ni terminamos de hacer el experimento ese y Santiago se quemó… grr esa profesora es una perra.

- si nous leur disons (si, nosotros les decimos) –dijo Jean jalándome al salón, ya se había acabado la hora de clase, ahora teníamos francés. 

Los tres seguimos yendo en camino al salón algo molestos, yo quería saber  que había pasado con Santiago pero también me molestaba que el trabajo fuera para mañana… estúpida profesora y estúpidos trabajos de mierda.

Les avisamos a todos lo del informe y se pusieron a pelear con nosotros como si hubiéramos sido los culpables de todo, estaba más que molesto y decidí no entrar a esa clase… aparte ya tengo perdida la materia. Fui a terminar de recoger las cosas del laboratorio, el celular de Santiago aún sonaba, lo apagué de una forma brusca y al igual que el resto de las cosas termine lanzándolo dentro de “mi” casillero.

Pasado un tiempo estaba sentado al frente del casillero tratando de relajarme un poco, esperaba que no me diera migraña ni nada parecido cuando escuché la voz de Edgar…. Debo admitir que desee que el mundo me desapareciera en ese momento, sabía que si me veía me preguntaría por qué no estaba en la clase y no tenía ganas ni disposición para responderle.

-¿Camilo? –dijo Edgar, deteniéndose y parándose al frente mío.

-hola –respondí, por lo menos trataba de no grítale o descargar mi ira en él.

-y las clases. –yo sabía que me iba a decir algo como eso.

-ufff estoy cansado, me dejaron un trabajo de mierda, Santiago se hizo algo en la cara y aparte ya perdí esa materia.

-me estás dando excusas para no ir a clase? –supongo que eso fue una especie de pregunta, así que le seguí el juego, no estaba de humor.

-no… te digo la verdad, ME CAGUÉ ESA MATERIA Y NO SE ME DIO LA GANA DE ENTRAR A ESA CLASE PORQUE APARTE NO QUIERO VER A NADIE Y TENGO QUE HACER UN PUTO TRABAJO QUE NO PUDIMOS TERMINAR PORQUE SANTIAGO SE QUEMOOO…. ¡NO SE SUPONE QUE TU DEBERÍAS ESTAR CON ÉL Y NO AQUÍ JODIENDOME LA PUTA VIDA!.  -creo que luego de decir eso me sentí más tranquilo.

-bueno si tan pocas ganas tienes de ir a clases me vas a acompañar al hospital con Santiago y mejor cálmate que tampoco voy a soportar que me faltes al respeto. –me hizo levantar del suelo, me emputo que me obligara a ponerme de pie.

-metete tus faltas de respeto por el culo –no tengo idea porque dije eso, es más no recuerdo haber dicho eso alguna vez en voz alta, el caso es que lo empuje con brusquedad.

-ultima que te paso -Edgar empleo un tono algo amenazante –ahora vamos por Santiago.

-vale –dije pensando en que debo calmarme por lo menos un poco.

Encontramos a Santiago con una especie de vendaje en la frente, se notaba que sentía dolor solo al ver sus gestos; Edgar se apuró por llegar al hospital así que apenas cruzó algunas palabras con la enfermera del colegio. Durante el trayecto Santiago trataba de no quejarse pero lo escuché con su frase de “el dolor está en la mente”, frase en la que no creo en absoluto luego de todo el dolor que sentí en mi mano derecha. Lo miraba con algo de lastima mientras Edgar le pedía que se bajara del carro, ya habíamos llagado al hospital.

-vamos, Santiago tiene que verte un médico –dijo Edgar. Yo baje del carro esperando a que Santiago también lo hiciera.

-no quiero… sabes no me agradan estos lugares me hacen pensar en muerte y dolor –en realidad entendía lo que decía, solo que yo, solo lo relacionaba así con los hospitales de mi país. Me traían recuerdos horribles, el incendio, las muertes de todos incluyendo los que murieron antes. Pero ya habíamos estado en un hospital antes, algo se traía escondido.

-Santiago sé que no es el lugar más agradable pero te tienen que revisar no sabemos de qué grado es tu quemadura ni mucho menos los tratamientos, además hay que calmarte el dolor que tienes, se te ve en los ojos así que no te hagas.

-mmm bueno amigo –dijo con una mezcla de burla y fastidio. Llegamos a la puerta cuando encontramos a un médico, de los que están en urgencias.     

Dialogo en francés:

-buenos días ¿qué necesitan? –dijo el médico acercándose a nosotros, al parecer el día es relajado puesto que aparte de nosotros no hay nadie más. Santiago no respondió así que Edgar le explico rápidamente mientras íbamos hacia una camilla.

-déjame ver –dijo el médico pero Santiago se quitó, me causo algo de gracia.

-Tranquilo que no te va a doler –dijo el médico con paciencia, era irónico ver que le tuviera miedo a un médico o a que vieran su quemadura?, bueno no estoy seguro.

Se dejó hacer pero se notaba el estrés que tenía. El médico dijo que su quemadura era de 2do grado, como era por químicos lo llevaron a una sala de desinfección y esterilización, le colocaron otra venda y le mandaron algunos ungüentos.      

-bueno Santiago ya puedes irte, recuerda que el calmante es cada 6 horas y cámbiate el vendaje dos veces al día –Santiago asintió.

Cuando llegamos a la casa me descoloco lo que Edgar le dijo a Santiago apenas cruzamos la puerta.

-Santiago pásame el número de tus papás, les tengo que avisar lo que ocurrió en el colegio.

-¿qué? –dijo Santiago igual de impactado que yo por el comentario.

-es lo mínimo que puedo hacer, sé que no me he comunicado mucho con tus papás pero es delicado lo que pasó, no puedo hacer como si nada, debo explicarles… se supone que soy el responsable.  

-igual ya sabemos que no es nada grave yyy no me sé ningún número todos están en el celular… creo que lo deje tirado en el laboratorio al igual que el cuaderno, deben estar perdidos –dijo Santiago encogiendo los hombros.

-entonces voy a ir al colegio seguro tu celular aparece –dijo Edgar, como yo lo había tomado le dije a Edgar donde estaba mientras Santiago me fulminaba con su mirada.

-está en mi casillero, yo lo tome, también deben estar sus otras cosas –dije. Edgar asintió.

–quédense aquí no me demoro.

Se escuchó la puerta y antes de que Santiago se pusiera a pelear por decir que tenía sus cosas me percate del hambre que tenía, no había comido desde el desayuno y eran cerca de las 2 p.m., el tiempo había pasado volando.

-¿por qué tenías que decirle donde está el puto celular?, no creo ni siento necesario que le diga a alguno de ellos lo que pasó –dijo Santiago como defendiéndose.

-calma… igual es mejor que sepan, como dices no es nada muy grave –dije caminando hacia la cocina en busca de algo de comida.

-joder… es que tu no entiendes –gritó. Lo mire esperando una explicación que no iba a dar, por eso entre en la cocina y saqué unas galletas de la despensa.

-bien, tienes razón no entiendo, iré a dormir –dije, la verdad no quería hacer otra cosa que no fuera dormir.

-oye al fin hay que hacer el trabajo –con solo mencionarlo recordé mi ira en contra de la profesora y el trabajo ese.

-si… y es para mañana –dije con rabia.

-no tienes que hacerlo, yo conozco gente que está dispuesta a hacerlo si les pago y no te preocupes a ellos les queda bien todo –lo pensé y acepté, era quitarse un peso de encima de una forma fácil.

-pero hay que hacerlo en francés –dije recordando ese detalle.

-se traduce, Lucia y tu saben hacerlo –eso era cierto.

-bueno diles –dije.

-ok, solo avísale a los otros, iré por algo de comer, diles que está listo a las 9 –Santiago se veía súper seguro.

Subí a ver algo de televisión, estaba cansado y me preguntaba porque a Santiago le molestaba que mi tío quisiera llamar a sus papás. Me empecé a inquietar luego de una hora, el colegio no era lejos y Edgar no se iba a demorar.

-por qué Edgar no ha llegado aún –dije,  expresando mis sentimientos en voz alta cuando Santiago estaba entrando a la habitación.

-ni puta idea –respondió.

-tu papá parece un acosador, te estaba llamando otra vez –dije tratando de hacer una conversación, me ponía nervioso el hecho de que Edgar no llegara, necesitaba una distracción.  

-Oscar, no papá y si… es un acosador completo, espero que el móvil ese esté apagado… pero él no es nada comparado con el esposo de mi mamá.

-no sé si esté apagado, y pues sin ofender pero Oscar mantiene llamándote, nada puede ser peor que eso, el esposo de tu mamá no debe ser tan malo.

-bueno es que tu no lo conoces, además acá no me puede decir nada y a Oscar puedes ofenderlo lo que quieras –dijo Santiago.

-vale pero entonces creo que lo único que está haciendo es ser una especie de figura paterna jajajaja –dije soltando una carcajada sin pensarlo, me arrepentí al instante, no sabía desde cuando decía cosas tan pendejas.     

-jajajajaja si lo pones así Edgar sería una especie de figura paterna para ti –me saco de casillas su comentario, iba a decir algo cuando él continuó  -por más mierda que sean tus padres solo hay unos en la vida, los demás no son nada y creo que tú y yo pensamos lo mismo, los papás no se reemplazan, ni se cambian, ni se encuentran otros que pueden ocupar un lugar parecido… eso solo pasa en los cuentos… y pues cagada no somos niños para creernos eso, así que no me digas esas cosas, mejor dicho piensa que no tengo papá y ya. –se había molestado pero a mí también me emputó lo que dijo.

-y tú no compares mi vida con la tuya y menos a Edgar con mis papás. –para mí eso era un tema completamente delicado, no me gustaba que hablaran de ellos ni que metieran a Edgar, además aún me dolía pensar en el incendio y su muerte.

-y yo te reitero, si no quieres comparaciones ni estupideces que si te digo te harán sentir una mierda, entonces no hables de Oscar, lo único que tienes que saber es que lo odio, a él y a mi hermano mayor, que mi hermana tiene una enfermedad y que la relación entre mi familia y yo es demasiado rara como para describírtela… así que el trato que según yo hicimos sigue estando, si quieres hablar de mi vida cuéntame lo del incendio –sabía que me decía eso porque ninguno iba a hablar del tema jamás, nos quedamos mirándonos callados hasta que escuchamos la puerta, ambos nos pusimos de pie y bajamos para ver a Edgar.

-hola muchachos –dijo Edgar, tenía una bolsa con lo que supuse que eran las cosas de Santiago en la mano, pero estaba algo serio.

-hola –respondimos al unísono.  

-se preguntaran por qué me estaba demorando tanto –dijo Edgar como si tratara de sonar misterioso.

-no en realidad no, más bien nos preguntábamos por qué no hay comida en este lugar, amigo faltan 20 para las cuatro –dijo Santiago. Edgar lo miro sorprendido, se notaba que acababa de caer en cuenta.

-perdón chicos se me paso, quieren pizza? –Santiago resoplo algo molesto pero ambos asentimos, Edgar tomo el teléfono e hizo el domicilio.

-bueno chicos como les decía en el colegio estuve hablando con el director y me impresiono ver cómo va su promedio.

-no me jodas… ¿estás bromeando?, si el trimestre no ha acabado aún –dijo Santiago.

-quisiera estar bromeando –dijo Edgar con ironía, la verdad nunca pensé que se pudiera molestar por las notas, mis papás no lo hacían, las notas son algo muy personal, no hay derecho a meterse con ellas, es el futuro de cada uno, no del de los padres o… lo que sean.  

-si te hace feliz estoy consciente de que rasparé todo –dijo Santiago y luego me miró a mí.

-y yo tres materias –tenía hambre y no estaba para pensar o hacer comentarios inteligentes.

-son cinco Camilo: francés, biología, química, holandés y alemán -¿qué? Edgar estaba inventado materias, no sabía que veíamos más idiomas. 

-pues no puedo aprender tres idiomas en unos meses, entonces serán cinco las que perderé –dije, en verdad no sabía que veíamos eso, era lógico que perdiera, no había ido a una sola clase en el trimestre, no sé cómo pude ser tan distraído.

 

-¡y lo dicen así de tranquilos!, entiendo lo de los idiomas, pero las otras materias no, las notas son importantes y no son solo ustedes, Patrick también va igual. –eso sonó tonto.

 

-entonces regaña a TU HIJO por eso –dijo Santiago cuando tocaron el timbre.

-llegó la pizza… comemos y después hablamos –dijo Edgar terminándole de pagar al repartidor.

Comimos con ganas, bueno es que enserio teníamos hambre. Cuando terminamos Edgar se sentó en la mesa y comenzamos a hablar…

-ustedes deben esforzarse en el colegio, sé que no es fácil por los idiomas pero es su única responsabilidad. –esa frase la escuchaba mucho en películas y en padres fastidiosos.

-¡por favor!, son solo calificaciones –dijo Santiago. Si bien a mí me interesan las notas, detesto que me regañen por algo como eso, sigo creyendo que las notas son algo personal, algo de esfuerzo propio no colectivo.

-pero las van a mejorar, así tenga que revisarles los cuadernos y no estoy jugando –no me revisan un cuaderno desde hace más de ocho años, me sentí indignado, era el colmo, eso no lo voy a permitir.

-NO. –gritamos Santiago y yo al tiempo, es que lo que decía era demasiado estúpido.

-desde hoy las cosas cambian, voy a estar más al pendiente de ustedes y les guste o no revisaré sus tareas y cuadernos, van a subir las notas porque la próxima no habrá excusas, entendido? –Edgar hablaba serio, pero esos métodos emputaban y mucho, A MI NO ME VA A REVISAR NADA.

-tenemos 16 años no 4… no pienso dejar que me rebajes y me trates como a un niño estúpido, es el colmo… EL COLMO –dijo Santiago.

-es la mariconada más grande que he escuchado, revisarnos los putos cuadernos?, estás chiflado –termine la idea de Santiago.

-no Camilo, solo quiero que mejoren sus notas y lo voy a hacer, además no serán los únicos, con Patrick también lo haré –no sé qué pretendía decir con eso, me vale una mierda si a Patrick le revisan todo, lo que importa es que a MÍ no me van a revisar nada, mis cuadernos están incompletos, no tienen los apuntes de todo, porque anoto lo que me parece importante y me interesa,  además yo escribo muy abreviado y sin conectores, bueno no soy el mister de la ortografía…

-agghhh si mis papás no lo hicieron nunca tú menos –dijo Santiago, iba a ser una pelea larga, porque no íbamos a ceder en algo tan imbécil.

-BUENO YA LOS DOS –gritó Edgar ya desesperado y en ese instante llegó Patrick.

-hallo –saludó Patrick en alemán, algo extraño pero al menos Edgar quitó su atención de nosotros.

- J'étais à l'école aujourd'hui (estuve en el colegio hoy) –la cara de Patrick se trasformó en interrogante – et nous avons parlé avant et me dit de ne pas vous répéter ce que Noah, 7 matières Patrick, dans votre chambre et m'y attendre (ya habíamos hablado antes y me dijiste que no repetirías lo de Noah, 7 materias Patrick, sube a tu habitación y me esperas).

-ok –dijo Patrick saliendo del shock, mientras yo me preguntaba si Noah había perdido un año.

-y a ustedes ya les dije, ahora vayan a su habitación que en un rato hay que cambiarte la venda Santiago –dijo Edgar. Ambos asentimos, no sabía porque le hacíamos caso.

 

-espera Santiago –dijo Edgar, Santiago se giró para escuchar a Edgar –ahora si dame el número de tus papás –justo cuándo pensábamos que ya había olvidado eso.

-mm para que, no lo veo necesario –dijo Santiago esquivo.

-no estoy jugando, dame el que quieras de los dos porque les voy a contar lo que pasó en el colegio quieras o no, además les hablaré de tus notas, tus papás deben estar informados de tus cosas.

-enserio,,, a ellos les vale eso –dijo mirando al piso, y tomando la bolsa que Edgar había traído.

-no me interesa, dame tu celular, y el número de uno de tus papás.

-pero… pero no sé si los hayan cambiado ya, ellos cambian mucho de número.

-pero nada, dámelo. –Al final Santiago le pasó el celular de su mamá, alcancé a ver el nombre del contacto y luego de mirarme dijo “mierda”.

Lo peor es que se puso furioso cuando efectivamente el celular de su mamá estaba apagado o desconectado y Edgar le pidió el de Oscar, creo que esa era una de las peores pesadillas para Santiago.

Bueno sé que me he demorado muchísimo en actualizar pero empecé con doble carrera y apenas tengo tiempo para respirar, espero que les guste y trataré de comentar más… sé que no comento casi pero los comentarios motivan y si tengo tiempo lo haré con gusto.  Haciendo  un paréntesis chic@s recuerden que la ortografía también es importante, hay que respetar el idioma, una vez cuando estaba en el colegio un profesor me colocó 0 en un trabajo (y eso que me calificaban sobre 100) porque según él no entendía en qué idioma estaba escrito, por mí ortografía, aunque suene terrible me sirvió demasiado porque comencé a prestar atención al escribir. Ojo con eso, aunque claro que de vez en cuando cualquiera puede cometer un error incluyéndome claro está. Por cierto aunque ya haya pasado como una semana quiero felicitar a tod@s en especial a Lady por el millón de visitas. Y espero no demorarme tanto para la próxima.