Capítulo 22 Sí, es enserio

Capítulo 22

Sí, es enserio

-creo que lo mejor es hacerle caso a tu mamá –eso fue lo único que dijo Edgar antes de que Santiago pegara un grito…  

-JUEPUTAA PORQUE TENÍAS QUE LLAMARLA… AHORA QUE MIERDA VAMOS A HACER PORQUE ES TU CULPA TODA  ESTA PUTERIA… DAME EL PUTO CELULAR –Santiago le quito a Edgar el móvil de las manos y salió del cuarto para después bajar las escaleras.

Mire a Edgar expectante, quería que me dijera algo o al menos me diera una explicación de lo que acababa de decir, no entendía que era eso de que la mamá de Santiago quería que volviera… nada, nada tenía sentido.

-¿enserio? –tenía que preguntarle, no me podía quedar simplemente callado.

-sí –lo dijo seco.

-¿solo por eso? –yo sé que la quemadura que tiene no es una bobada pero igual esa no es una razón suficiente para hacerlo tomar un avión de regreso.

-en parte… le molesto la idea de que su hijo se haya quemado la cara en el colegio, dijo que era el colmo pero aparte de eso me hablo de que su hermana tuvo una decaída, y ya sabes quiere verlo –ahora todo tenía más sentido,  si yo estuviera en su lugar ya estaría en el aeropuerto… pero pensando desde mi perspectiva yo no quería  que Santiago se fuera.

-ya veo… -mire a Edgar para luego sentarme en mi cama, ya estaba cansado, el día estaba siendo demasiado largo.

En la casa se escuchaba un silencio que Santiago rompió apenas entro de nuevo al cuarto, ya no se veía molesto sino más bien preocupado y apurado.

-necesito volver…. Vamos al aeropuerto –mientras decía eso caminaba desesperado por la habitación, parecía un animal enjaulado.

-tranquilo –dijo Edgar colocándole una mano en el hombro

-NO PUEDO… TENGO QUE IRME MI HERMANA ESTA MAL… VAMOS POR FAVOR NECESITO  VERLA –Santiago comenzó a pasarse las manos por la frente con desesperación.

-a veces hay que tomarse las cosas con calma, Santiago mañana resolveremos todo pero hoy trata de calmarte y dormir un rato.

-AMIGO ES IMPOSIBLE QUE PUEDA DORMIR HOY, SOLO NECESITO VER A MI HERMANA –dijo Santiago rodando los ojos.

-hoy no es mucho lo podemos hacer, trata de calmarte por favor mañana lo solucionaremos –trato Edgar de calmar a Santiago.

-está bien… -no sonó nada creíble pero aun así Edgar asintió y salió de la habitación.

No sabía que decir, no creía que quisiera hablar de su hermana o de su familia, tampoco de que tenía que volver, además aunque suene medio egoísta y hasta gay no quiero que se vaya… se ha convertido en una especie de mejor amigo, y menos hablar del colegio aunque… pensándolo bien es el mejor tema, por eso se me ocurrió decir:

-sé que no es el mejor momento pero ya le enviaste el trabajo a Lucía –al final ella lo iba a traducir porque era la única que verdaderamente sabia los dos idiomas.

-ya se lo mando –dijo Santiago saliendo de sus pensamientos. –estúpidas plaquetas, antes de que diagnosticaran a mi hermana no sabía que existían… ni que fueran tan importantes –el tono que uso era una combinación de enojo y algo de burla, por eso me reí.

-jajajajajajajaja

-oye tienes que ver este video –dijo Santiago cambiando el tema y mostrándome su ipad.

Nos quedamos viendo más videos y riéndonos hasta que Edgar llego a pedirnos que durmiéramos.

-bahh que no es tan tarde, relájate –Santiago estaba mucho más tranquilo que antes.

-son las 2:30 además Camilo tiene que ir al colegio en unas horas  y si quieres que todo salga bien mañana debes estar descansado –dijo Edgar, yo pensaba que era más temprano pero tampoco era tan tarde.

-agg… vale pero sé que no dormiré nada –dijo Santiago dejando su ipad de lado.

-buenas noches muchachos, que duerman bien –dijo Edgar apagando la luz.

-buenas noches –dijimos ambos al unísono Santiago y yo y Edgar cerró la puerta.

No sé cuánto tiempo paso pero me quede dormido. De la nada volvía a tener una pesadilla, sentía que me quemaba y en verdad dolía, por eso cuando desperté me exalto el olor a humo, aunque este fuera de cigarrillo.

-¿Qué haces? –pregunte algo perdido, aún estaba algo asustado por el sueño.

-no es obvio? –dijo Santiago con fastidio, mientras lanzaba una colilla por la ventana.

-¿Qué hora es? –me respondí solo mirando mi celular. –las 4:55 A.M.

-aja.

-por qué no duermes –estaba cansado y me fastidiaba el olor del cigarrillo.

-no puedo creo que tengo que irme… no me puedo quedar sin hacer ni mierda –dijo Santiago prendiendo otro cigarrillo.

-de que coño hablas –dije entre bostezos.

-si vas a hacerte el estúpido mejor imagina que estoy hablando solo y no me hables –pero que genio!!

-agh olvídalo, solo no fumes encima de mí y todos felices –dije, volviendo a recostarme en la cama, dándole la espalda a Santiago.

-como sea. –Santiago siguió fumando, decidí no darle importancia a eso, necesitaba calmarme y tratar de dormir un poco.

Me rendí con eso de dormir, sabía que no iba a hacerlo, por eso me dediqué a relajarme y escuchar algo de música. Comenzaron a llegarme mensajes  y videos de algunos amigos, en verdad estaba entretenido. Al escuchar algo raro me gire un poco para ver si algo se había caído pero era Santiago ¿empacando sus cosas?.

-espero que no hagas algo estúpido –dije mirándolo.

-yo sigo mis impulsos –dijo. No sé si es consciente de que no ha amanecido.

-afuera está helado y tú no sabes dónde queda el aeropuerto –dije sonando algo serio.

-buen punto, pero si no lo recuerdas yo vivía en una ciudad diez veces más grande que esta, si me ubicaba allá, acá será igual.

-oye no es tan fácil, necesitas documentos, dinero y tiquetes para poder irte –dije, pensando que eso le haría cambiar de opinión.

-documentos y dinero tengo, los tiquetes se compran -¡los tiquetes a Bogotá desde aquí no cuestan precisamente 100 dólares! –mmm ahora que lo pienso ¿quieres venir conmigo?, sé que quieres, no te sentara mal.

Su ofrecimiento no me lo esperaba en absoluto, pero apenas lo dijo deje de pensar con claridad, por supuesto que quería ir aunque fuera solo unos días. Me levante, tomé una maleta que estaba tirada en el piso, le metí algunas cosas y le dije:

-está bien pero rápido antes de que me arrepienta. –lo vi sonreír ante mis palabras, sabía que era una decisión completamente impulsiva y tal vez tonta pero si quería ir, no tenía todos los documentos necesarios… pero de algo debe servir ser ciudadano del país al que vas ¿no?.

-entonces vamos –me coloqué los zapatos, un buzo y un pantalón presentable,  tome la maleta, saqué unos documentos del escritorio y seguí a Santiago.

Mientras bajábamos las escaleras algo me decía que estaba haciendo puras estupideces y que no serviría de nada, pero si dices que harás algo lo tienes que hacer, no iba a quedar como gallina.

De repente corríamos por una calle que lleva directo a la autopista donde esperábamos encontrar algo que nos llevara al aeropuerto. Todo estaba oscuro y silencioso, nos tropezamos varias veces porque no se veía casi nada.

-s'il vous plaît nous emmener à l'aéroport (llévenos al aeropuerto por favor) –dijo Santiago cuando por fin logramos parar un taxi.      

  

-Est-ce que vous les gars utilisez? Hahahaha (con que están huyendo muchachos… jajajaja) –no había sido un comentario para nada gracioso.

-non, nous ne sommes pas amusé (no, y no estamos para bromas) –dijo Santiago molesto.

-ok ... mais se détendre (está bien, pero relájense) –le respondí diciendo ok

Al llegar al aeropuerto y sacamos la maleta empecé a pensar con algo de claridad, estábamos haciendo una de las más grandes pendejadas en la historia, miré a Santiago y dije:

-tienes el permiso de tus papás… porque yo no –me miro con algo de fastidio pero al final contestó

-si lo tengo, y para conseguir uno solo hay que imprimir algo parecido a lo que dice el mío y falsificar una firma –no tengo idea de cómo es la firma de Edgar, así que haría la de mis papás, estaba decidido a hacerlo.

No quería echarme para atrás por dos razones: la primera por orgullo, no iba a mostrar preocupación por lo que podía pasar y la segunda por ganas de ir, quería hacerlo desde hace rato, además ir a mi país un tiempo no le hace daño a nadie.

Observe el reloj de la pared antes de buscar un lugar donde se pudiera imprimir el permiso, eran cerca de las seis. En menos tiempo del que pudiera esperar Santiago me paso un bolígrafo para que hiciera la firma de mis papás.

-¿Cuál hago? –pregunte, sin saber cuál podía ser más fácil de imitar.

-las dos, eso le da más credibilidad a la cosa –dijo. Yo suspire e hice las dos en menos de un minuto, ya las había hecho antes y nadie se había dado cuenta.

-listo –dije sonriendo, me había dado gusto hacerlo, puede sonar raro y todo pero escribir esas firmas me hacía revivir a mis papás.

-entonces  a comprar los tiquetes –Santiago me entrego el permiso y salió corriendo, lo empecé a seguir.

-oye pero yo no tengo el dinero, creo que tú tampoco –dije cuando ya estábamos haciendo la fila.

-bueno… no me subestimes –Santiago soltó una carcajada y saco una tarjeta de crédito. –nunca la he usado pero para todo siempre hay una primera vez… que cagada que me la haya dado él, pero si es por mi hermana no tengo problema en usarla.

-vale pero crees que tenga todo lo que necesitamos –dije mostrando un poco mi inseguridad.

-sí, este pedazo de plástico tiene dos años de intentos de sobornos de mi pa… Oscar, con lo que tiene puedo comprarme una buena casa e incluso me sobra plata.   

  

-woow entonces hagámoslo –soné seguro, no sé cómo lo hice porque estaba demasiado nervioso, sentía que mi corazón latía a mil por hora y que estaba a punto de hiperventilarme.

Me quedé detrás de Santiago mientras él compraba los tiquetes, la señora nos miró con algo de curiosidad pero igual no preguntó nada extraño:

Dialogo en francés:

-entonces a donde se dirigen –alcé la vista para ver los vuelos que habían, tal vez estábamos siendo un poco apresurados.

-ehh con escalas o sin escalas –le pregunté a Santiago, no sabía cuál le parecía mejor a decir verdad a mí me daba igual.

-sin escalas… rápido Camilo –asentí y miré la cartelera de vuelos.

-creo que… 502… sí, vuelo 502 –dije sin verificar nada.

-ok para su suerte muchachos solo me quedan dos asientos en clase turista para este vuelo, si los quieren tienen que apurarse porque el vuelo sabe en 30 minutos.

-sí, si gracias… queremos los tiquetes –Santiago pago con su tarjeta lo más rápido que pudo, ni siquiera logré el ver el costo, pero ese detalle se me olvido cuando salió corriendo y me hizo una seña para que lo siguiera.

Otra vez estábamos corriendo por todo el aeropuerto, ambos sabíamos que solo nos quedaba la parte quizá más difícil, pasar por la requisa y verificación de los documentos.

-espero que no tengamos problemas –dijo Santiago.

-yo igual –dije. Estábamos al final de la fila pero está avanzaba rápido, teníamos como 20 minutos para estar en el avión, no podía de los nervios.

-joder… Edgar me está llamando –dijo Santiago mirando enojado su móvil. Busqué el mío en la maleta, tenía más de 15 llamadas de mi tío.

-a mí también me ha llamado y demasiado…-dije avanzando en la fila.

-pues ni modo… si algo después te compro otro –Santiago me rapó el celular de la mano, le quito la sim y se lo regaló a un anciano que estaba pasando a nuestro lado.

-ERES IDIOTA… SEÑOR ME PUEDE DAR MI MÓVIL, TIENE TODAS MIS COSAS.

-cállate… no quiero que tu tío arruine todo y los celulares son un impedimento… le quité todo, quedo como nuevo, no tiene información tuya… además sé que preferías eso a esto. –lo mire atónito mientras lanzaba el suyo al suelo y lo pisaba dañándolo completamente.

La gente simplemente ignoro el hecho, Santiago tomo lo que quedaba de su celular y al igual que su paquete de cigarrillos lo arrojó en la basura.

-después se pueden comprar otros –dijo, encogiendo los hombros, ni siquiera se estaba refiriendo al celular, lo hacía hablando de sus cigarrillos como si fueran más importantes.

-como prefieras –dije antes de pasarle los documentos al policía, esté me miro algo sorprendido pero me dejo pasar al final y lo mismo hizo con Santiago.

-espero que el vuelo pase rápido, porque ya quiero ver a mi hermana –dijo Santiago antes de ir rumbo al abordaje…