Páginas Amigas

martes, 25 de noviembre de 2014

Capítulo 24 Está bien, te espero



Capítulo 24
Está bien, te espero


-aló ¿Edgar? –dije apenas me contesto.

-¿Camilo? ¿Dónde estás? –sonaba preocupado.

-en Bogotá, donde Santiago. –se lo dije rápido.

-¿QUÉ? Pero como se te ocurre hacer eso, ¿Cómo carajo saliste del país? –como se iba a dar cuenta se lo dije sin mentir.

-falsificando la firma de mis papás, ya lo he hecho antes y no les molestaba mucho –decía la verdad, cuando ellos no me podían firmar algo por falta de tiempo me dejaban hacerlo en su nombre.

-pero como se te ocurre hacer eso…. Mañana tengo el vuelo hacía allá, me esperas porque vamos a tener una larga conversación –obviamente lo iba a esperar, total no tengo otro lugar a donde irme… o tal vez si pero no tengo dinero.
-sí, adiós –le colgué porque estaba molesto, no podía creer que tan rápido se acabara todo, no llevo ni un día completo.

-¿ya? –dijo Santiago molesto, no me dejo contestarle porque ya estaba rapándome el celular.

-quiero que le pongas altavoz Santiago –eso sonó como si no le tuviera confianza a Santiago, todos lo notaron.

-claro mamá –dijo Santiago tratando de ocultar sus nervios, no sabía porque le tenía tanto trauma a hablar con Oscar.

Mientras el celular sonaba, Santiago movía el pie con nerviosismo y le hacía preguntas a su mamá como ¿en serio tengo que hacerlo?, cuando la voz que supuse era de Oscar contestó, vi como Santiago comenzaba a sudar.

-buenas tardes… ya sabes algo de Santiago –me sorprendió la preocupación con la que sonaba, al parecer Santiago si le importa al tal Oscar.

-…. –no podía creer que no hablara –ho-hola, no pasó nada… no tienes por qué hacer drama Oscar –volvió a su tono normal y agresivo.

La mamá de Santiago suspiro resignada, supongo que hasta ella esperaba que le hablara a Oscar de una mejor forma.

-hijo… pero que fue lo que ocurrió, pensé que había pasado algo grave. –mientras decía eso Oscar, Santiago chasqueaba la lengua.

-no me digas hijo ¿vale?... se nota que no me conoces Oscar, a mí jamás me pasa nada, me cuido mejor que tu imbécil… la llamada es solo para informarte que si llegas a demandar a Edgar te voy a contradecir en todo lo que se te ocurra… sabes que yo puedo hacerte quedar como un zapato. –iba a seguir hablando pero su mamá lo tomo del brazo haciéndolo callar.

-no me amenaces Santiago, sabes perfectamente que…. –Santiago lo interrumpió:

-no es una amenaza, solo es una advertencia…. No te lo digo en vano, tu y yo sabemos que es cierto así que adiós –y colgó, la llamada me impactó, me quede mirándolo como sorprendido.

-¿contenta? –dijo Santiago devolviéndole el celular a su mamá.

-mucho –dijo ella continuando con ironía. –te recuerdo que estoy molesta Santiago, estuvo muy mal lo que ambos hicieron… ahora vamos a comer algo porque supongo que no han comido nada, luego llamare un doctor para que te revise esa quemadura que te hiciste porque tienes que cuidarte eso y después van a dormir… no me interesa la hora que sea ¿ok?

-pero mamá –no sabía que objeciones iba a poner Santiago… pero su mamá lo cortó…

-sin peros hijo, ambos vayan a lavarse las manos y luego siéntense en la mesa –yo asentí e hice lo que me pidió, Santiago también lo hizo pero protestando a cada rato.    

La comida me sorprendió y mucho, era vegetariana!! Si bien no como pollo, la carne y el pescado me encantan, no sé cómo alguien puede vivir sin comerlos, me di cuenta que todos me miraban porque no había tocado el plato.

-Camilo acá no comemos nada que tenga carne, pruébalo no es tan malo como parece –sonreí de una forma nada creíble y comencé a comer. Santiago me dijo moviendo los labios “tranquilo ella está loca… después pedimos otra cosa de comer”

Al final de la comida me obligué a decirle a la mamá de Santiago “lo mucho que me había gustado la comida” aunque en realidad la había odiado pero era muy descortés decirlo. Fui con Santiago a su habitación mientras llamaban al médico para que lo revisara.

El médico se demoró menos de lo que esperaba, le cambio las vendas a Santiago y le dio algunos medicamentos, que ni idea para que son. Apenas se fue el doctor Santiago y yo por órdenes de su mamá decidimos descansar un poco, no sé si era por la emoción pero no estaba sintiendo nada por la diferencia horaria, aun así logre quedarme dormido muy pronto.

Me desperté feliz de estar aquí, no podía creer que había dormido tanto tiempo… eran cerca de las 10 A.M. pero luego recordé que en unas horas llegaría Edgar y pase a estar algo nervioso. Decidí bañarme para después salir y hacer algo, no iba a desaprovechar estar aquí.

Cuando termine de alistarme me di cuenta que Santiago también estaba listo, me le acerque y le pregunte:

-¿hoy vamos a ver a tu hermana? –yo no quería ir a un hospital pero para Santiago es importante.

-no… es que hoy tiene el día libre Oscar y supongo que estará con Mariana, por eso quería ir ayer. –me pareció estúpida su excusa pero no le dije nada.

-entonces ¿qué vamos a hacer hoy? –la verdad mi idea no es quedarme en la casa de Santiago todo el tiempo.

-comprar cigarrillos, después te presentare unos amigos. –me pareció bien así que nos dispusimos a salir. Santiago tomo las llaves de un carro y fuimos hasta el parqueadero, dejando la casa vuelta un chiquero.

-¿manejas? –tenía tiempo de no hacerlo pero igual acepte y tome las llaves. Me impresionó el carro; era un Audi blindado, negro y con placas diplomáticas.

-ese es de mi mamá pero las placas azules ayudan mucho –asentí y comencé a prenderlo. Cuando salimos no tenía idea de dónde íbamos, Salí a la autopista y comenzamos a andar calles y calles hasta que Santiago me detuvo.    

-Es aquí para –parquee el carro en el lugar más cercano posible.

Bajamos del carro y entramos en una tienda pequeña, Santiago pidió unos cigarrillos, y sin preguntarle la edad ni nada se los dieron. Cuando salimos él vio a un grupo de chicas y sin dudarlo se les acercó, creo que las conoce:

-hey… Daniela, chicas como están. –“Daniela” lo miro terrible y las otras lo saludaron con desagrado.

-hola –Daniela lo fulminó con la mirada, el resto de chicas continuaron –no queremos hablar contigo “patantiago”

-genial porque yo tampoco quiero hablar con ustedes… Daniela me das un minuto por favor –fue algo divertido cuando corrió al resto de las chicas.

-no, yo no hablo con idiotas… además tu deberías estar en otro país –Daniela se volteó, me di cuenta que eso le dolió en el alma a Santiago.  

-es verdad, pero no todo lo que debería ser es… vamos Daniela, perdóname, sé que fui estúpido… hasta mi hermana me lo dijo, ambos fuimos hirientes y todo eso… yo ya lo superé, puede que en algo tengas razón, ya no estés brava… recuerda todos los momentos que tuvimos juntos y discúlpame –el resto de las chicas y yo nos miramos sorprendidos, Santiago se veía patético pidiendo disculpas.

-lindas palabras pero ya paso bastante tiempo ¿sabes?... lo peor es que sigues comprando esa mierda –dijo señalando los cigarrillos –cuando puedas dejar tu orgullo de lado y tus súper problemas familiares hablamos ¿ok?.... recuerda la frase de Pablo Coelho que te dije hace tiempo: “Lo que ahoga a alguien no es caerse al rio, sino mantenerse sumergido en el”

Las amigas de Daniela se pusieron detrás de ella como apoyándola en lo que decía, Santiago no supo que responderle y yo estaba parado ahí sin saber qué hacer y esperando a que la tierra me tragara… ni siquiera conocía  a esas chicas.

-y tú no me mires con esa cara que ninguna de nosotras comemos humanos… soy Daniela, y ellas Natalia, Juliana y Sofía.

-soy  Camilo –nos abrazamos cortésmente y luego Santiago me jaló del brazo furioso.

-VÁMONOS CAMILO QUE NO TENEMOS NADA QUE HACER AQUÍ –lo seguí algo disgustado porque quería hablar un rato con ellas y cuando subimos al carro, esta vez yo en el copiloto, Natalia grito:

-CAMILO… NO TE JUNTES CON INMADUROS…. QUE ESO SE PEGA

-ya cállense chismosas –dijo Santiago molesto con la voz lo  suficientemente alta como para que oyeran antes de encender el carro.

Luego de un momento incomodo de silencio, mientras esperábamos en un semáforo a que este cambiara a rojo, decidí romper el silencio con un comentario que a mí me pareció gracioso.

-se nota el amor que te tienen ellas jajaja –cuando el semáforo cambio me respondió

-CÁLLATE y no seas idiota… aghhh mi vida es una puta mierda. –lo mire algo extrañado y trate de cambiar el tema.

-¿por qué tu mamá dice que sabes mucho de normas? –ese comentario me había intrigado un poco.

-porque nunca me dejo y a veces las normas son útiles, me sé varias de memoria –asentí y le respondí:

-ah, que interesante –ya no sabía que decirle así que nos quedamos callados hasta llegar a su apartamento.

Ambos entramos al apartamento algo molestos, me di cuenta que alguien lo había arreglado porque no estaba tan limpio cuando nos fuimos. Efectivamente había una señora preparándonos almuerzo… Santiago la conocía como Myriam y por alguna razón la señora sabía quién era yo.

-Tu eres Camilo ¿cierto? –la mire con cara de: y tú ¿cómo coño sabes mi nombre?

-si por…-conteste algo inseguro.

-tu mamá me contó –señalo a Santiago –yo le di las indicaciones a tu tío para que no se pierda al llegar… muchachos ambos son muy locos al montarse en un avión desde Bélgica… tu tío estaba bravo, le debieron decir algo por lo menos.

-uff si tienes razón –le dije a Myriam.

-bueno coman rápido que les hice carne… que si tu mamá se entera que cocine eso aquí se enloquece –dijo con una sonrisa.

-¡genial!… Myriam eres la mejor, enserio te adoro –Santiago la abrazó, supongo que estaba contento de verla. 

-jajajajaja Sant en vez de hablar bobadas siéntate y come –los tres soltamos una carcajada y nos sentamos a comer.

La comida estaba en verdad rica, estábamos tranquilos hasta que llegó el hermano mayor de Santiago, lo reconocí porque era el mismo de la video llamada que habíamos hecho hace un tiempo.

-buenas tardes Myriam –cuando Santiago escuchó la voz soltó los cubiertos.

-hola Juanpis –era el peor apodo que había escuchado –ya viste quien llego…

No sé porque últimamente notaba más y más que la familia de Santiago tenía mucho dinero, si era solo ver la marca de lo que tenían puesto Santiago y su hermano. Al escuchar lo que Myriam insinuó Juan Pablo giró, y al ver a Santiago dijo:

-sabes “hermanito” en mis tiempos se saludaba –Santiago alejó furioso su plato de comida a punto de hacerlo caer al suelo, Juan Pablo solo negaba con la cabeza mientras se reía.

-eso aún se hace pero solo con las personas que existen –si otro hubiese sido el momento, yo hubiera hecho un comentario como “uh golpe bajo”.

-mira Santiago no estoy para seguirte el juego, ya fuiste a ver a Mariana? –Santiago ni lo miro, solo encogió los hombros. –pues ven y te llevo al hospital que no está nada bien y lo mínimo que puedes hacer es ir a verla, si quieres tu amigo puede ir. –me señalo al decir eso.

-no gracias… ya le he dicho antes que con usted y Oscar no vuelvo a hacer nada en la vida. –me sorprendió que lo usteara porque no lo hizo por respeto o algo así, se lo dijo con repudio y odio.

-no seas egoísta, no estamos hablando de la vez que notamos que mi hermana tenía algo porque no dejaba de sangrar por el balonazo que le dieron en el partido de futbol –ese era un nuevo dato de la familia de Santiago, al parecer fueron ellos los que se percataron de la enfermedad de la hermana.  -te estoy diciendo que no está bien… sé que mi papá y yo te valemos pero Mariana no, así que al menos ve y apóyala –de verdad creí que Santiago cedería pero no.

-no… o no entiendes esa palabra, no iré allá hoy –ahora era Juan Pablo el que se veía furioso.

-no te estoy pidiendo que actuemos de familia feliz, te estoy diciendo que seas más compresivo y visites a NUESTRA hermana… tanto mi papá como yo sabemos perfectamente que no nos quieres hablar, yo ya aprendí a vivir con eso así que vienes si o si conmigo –Juan Pablo se acercó a Santiago, lo tomo del brazo e intento jalarlo, pero Santiago tiene fuerza y sin mucho esfuerzo se soltó y le rompió la nariz de un puñetazo.

-NO ME TOQUES –Santiago se alejó y su hermano trato de limpiarse la sangre con su mano.

Después Juan Pablo furioso fue hasta donde Santiago supongo que a golpearlo pero Myriam lo detuvo, a pesar de que Santiago le hacía señas para que pelearan.

-ya… cálmate que él es menor que tú y no le vas a hacer nada, además no me gusta que se peleen –Santiago ante el comentario solo susurro “como sea” pero  Juan Pablo se lo tomo enserio; se limpió la sangre, tomó unos papeles y se fue despidiéndose de Myriam.
  

Tenía muchas ganas de preguntarles qué coño había pasado pero se me quitaron las ganas apenas timbró el citófono porque era más que obvio que Edgar había llegado y apenas eran las cuatro de la tarde…

8 comentarios:

  1. XD ese Edgar debe venir como una fiera...no ¿puede Camilo lanzarse por una ventana... ?

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  2. A Camilo se le viene el infierno xDDD

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  3. Ya estaba esperando este capi con ansias ahora espero el que viene con muchas más ganas de leer.... continúala porfis

    Kimi

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  4. Thoooor...

    que hermoso cap nos has regalado, lo estaba esperando con ansias, la tension familiar que pones me deja con los nervios a flor de piel, y estoy tan ansiosa por CAmilo, ojala este viaje pueda lograr limar asperezas entre ambos y Camilo supere lo de sus padres
    aunque asi es adorablemente esperado, porque si le pones muchos arreglos a sus traumas jajajajaj como que me dejas vacia jjjj

    un abrazo, esperado el cap y ya estoy esperando los otros

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  5. Ay podre Camilo ojala y Edgar se ablande un poco por estar en su tierra

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  6. pobre camilo..... le cae un fea verdad?? buen capitulo thror........ me gusta mucho!!!!

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  7. Thor!!
    Dios cuanta tensión!!!
    quiero saber más sobre estos chicos!!
    Camilo pobre va aser historia!!!!

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