Capítulo doce La boda

Capítulo doce

La boda

La familia al fin se había trasladado a su nuevo hogar. Las dos casas parecían solo una pues comían juntos hacían los deberes en los espacios comunes y solo se iban a sus respectivas casas para dormir, por lo que el día de la boda fue una casa de locos, las chicas es en cuarto de Antonia y los chicos en el de James, el resto de las familias en cualquier parte, literalmente en cualquier parte, la familia de James  viajo del sur al matrimonio de su nuevo hijo, es más al lado de Eric estaría Gonzalo, ya que sus padres lo acompañaban desde el cielo, James y Maty eran los padrinos, Nandita estaba al lado de Amanda vestida de damita, la ceremonia fue perfecta, nadie dijo nada cuando preguntaron si alguien se oponía, pues por el contrario todos estaban de acuerdo el problema fue otro…

Margaret estaba vestida para la ocasión, con una sorpresa en los brazos cuando los novios salieron de la iglesia ella le sonrió descarada a Eric…

“te traje un regalo…” dijo dejándole a pequeño en los brazos no tenía ni dos meses “se que te gusta criar los hijos del otro” dijo mirando con odio a James, lo odiaba y amaba a la vez, porque ese hombre la miraba y la embarazaba porque si ella no quería ser madre, porque ese hombre debía ser tan fértil.

“sal de aquí perra” le grito Matías furioso dolido espantado y atacado.

James salió del trance en que estaba y el dio un palmada.

“ve con tu abuelo, y no vuelvas a decir una cosa así o te lavare la boca con jabón”

“papá” quiso rechistar pero Eric se lo impidió

“Hijo lleva a tus hermanitos con el abuelo” dijo Eric dejando al nuevo bebe en su brazo derecho de su hijo y a Fernandita en la mano en  la mano izquierda, por lo que no le quedo otra que obedecer y además no quería que le dieran otra nalgada delante de todos los invitados.

“cual de tus mujercitas adoptara a este” le dijo con odio a James

“gracias Margaret” dijo con una calma que no sentía “quien será la madre de mi hijo no es de tu incumbencia”

“no le harás el ADN”

“no es necesario Margaret, es mío no importa su ADN”

“ahora si tienes la amabilidad de retirarte, estamos en el matrimonio de tu ex-marido y los padres de tu hijo mayor”

“solo vine a dejare un regalo” dijo dándose media vuelta camino rápido, y cuando estuvo fuera del alcance de todos se apoyo en una pandereta y se echo a llorar esto era lo más difícil había hecho en su vida, ella había decidido quedarse con Martincito, era hijo del amor de su vida, ella amaba a James se dio cuenta de su error descubrió que estaba embarazada, pensó en volver con su familia, su Nandita… recuperar a Maty, pero al vida le paso la factura, tenía cáncer y pudo luchar por su vida pero perdería a su Martín y lo amaba… luego de derrumbarse se rearmo como pudo y se marcho… no había nada más por hacer… ella no podría hacer nada.

Matías al hacerle cariñito en la pancita a su nuevo hermano encontró un papel.

“soy Martin, tu nuevo hermanito… Maty quiere mucho… porque mamá ya no estará… perdónala ella nos amo mucho, pero no sabía hacerlo… ella sabe que estaremos mejor con los papás que nos aman,  tendrán buenas madres, la mamá dejo todo en manos de sus abogados, para que seamos felices”

Maty lo supo su madre moriría, y el no podía hacer nada abrazo a sus hermanitos, todo estará bien…

“la mamá Margaret es mala” pregunto Fer

“no mi muñequita, ella nos dejo con los papás para que nos cuiden mucho”

“yo amo a mi mamá Amanda” le sonrió

“yo igual”

“jejeje tenemos hermanito nuevo”

“si… y pronto llegara Mateito”

“shi muchos niños… yo antes solita con papá”

“shi nunca más estaremos solitos… somos 4 y los papis son jóvenes aún” dijo dejando a la pequeña Fernandita con una expresión de duda.

Los padres fueron a buscar a los chicos decididos a disfrutar ya que no era lo único que debían celebrar, había un nuevo hijo.

  Maty tomo del brazo a James para poder hablar en privado.

“va a morir… se va a morir papá” dijo dándole la nota.

“la buscare”

“no… yo la quiero es mi mamá y de mis hermanos pero tu mereces más… se feliz papá” dijo mientras prendía una vela por su madre, rezo un padre nuestro… y se fue con su familia.

Llegaron a la casa donde celebrarían la fiesta bailaron y disfrutaron olvidándose del mundo… eran felices…

Mientras Margaret miraba de lejos ya podía descansar tranquila sus tres hijos estaban en brazos de sus padres ella podía descansar en paz.