Manuel y su primer encuentro con la zapatilla

Manueeeeeeeeeeeeeeeeeel, ven aquí ya!

-          Noooo que me vas a pegar.

-          Oh y tanto que te voy a pega,r niño del demonio. Sal de debajo de la cama ya mismitico o te juro que te saco yo a zapatillazos.

-          Noooooo eres malo. Quiero a mi mamiiiiiiiii

-          Tranquilo que cuando venga tu madre ya le contaré yo lo bien que te has portado. Y sal de una vez que ya me agotaste la paciencia

-          Nooooooooooooo

-          Contaré hasta 5 si a la de 5 no has salido agarro la zapatilla y te saco. No bromeo Manuel.

-          Noooooooooo, no quiero

-          Uno

-          Ya puedes contar, no pienso salir.

-          Dos, Manuel, me estoy enfadando de verdad y no me quieras conocer enfadado.

-          Noooo, no te quiero, vete, quiero a mi mamiiii

-          Tres

-          Me da igual

-          Tu mismo, Manuel, cuatro (y su padre  se esperó a ver si a último segundo cambiaba de idea, pero Manuel no lo hizo. Esa iba a ser la primera vez que usara la zapatilla con el peque de la casa, pero llevaba un día de perros, el mocoso se había levantado con el píe izquierdo. Y en vez de calmarse después de tantos avisos y reprimendas, había ido a más. Ni siquiera los 20 minutos con la nariz en la pared habían servido para nada.) CINCO (y su padre salió de la habitación. Manuel creía que su padre ya se había cansado y que se había ido. Había vuelto a ganar. Pero de repente volvió a oí los pasos de su padre entrar en l habitación). Muy bien Manuel, tu lo has querido (y su padre retiró con una mano la cama mientras que con la otra garraba a su hijo del brazo y tiraba de él para sacarlo. Manuel se aferraba al suelo y pataleaba intentando zafarse de la presa de su padre. Y en una de esos pataleos le dio en toda la barbilla haciendo que su padre se le escapara una palabrota de las gordas. Manuel se quedó helado al oír esa palabra y al ver los lagrimones que le caían a su padre. Pero su padre aprovechó para acabar de sacarlo de debajo de la cama y agarró la alpargata y le dio 4 zapatillazos en el trasero) .  PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF

-          AAAAAAAAAAAAAAU BWUAAAAAAAAAAAAAAAAAA BWUAAAAAAAAAAAAA MALOOOOO MALOOOOOO AUUUUUUUUUUUUUUUU PUPA AAAAAAAAAAU BWUAAAAAAAA BWUAAA MALO.

-          No, Manuel, él único malo aquí eres tú. Te has portado muy mal todo el día, te avisado muchas veces, incluso te he tenido que castigar, pero has seguido hasta que has acabado rompiendo  la silla del salón. Y ahora encima me has dado una patada en la cara. Manuel ya eres grandecito, ya sabes que no está bien pegar  a mami o a papi.

-          Nooooo, eres malooo, malooooo (Manuel estaba en plena pataleta, le habían dado sus primero zapatillazos y creía que era el niño más desgraciado del mundo y su padre era el padre más malo del mundo)

-          Manuel, para la pataleta, te avisé que pasaría sino salías.

-          Nooo bwuaaaaaaaaaaaa no tequiero eres malo, quiero a mi mamiiii fuera malo (intentando echarlo de su habitación a empujones pero un niño de seis años no tiene mucho contra un hombre de 38).

-          Ya está bien. No sé que mosca te ha picado hoy, pero te estás portando muy mal y ya me cansé (su padre lo volvió a agarrar del brazo y lo llevó hacia la cama, se sentó y pasó a hacer lo que desde el primer momento Manuel había intentado evitar. Le bajó el pantalón del pijama, y se colocó al niño sobre su regazo y dejó caer la mano varias veces) PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS

-          AAAAAAAAAAAU NOOO PAPI NOOO, AUUU NO, LO SIENTO AUUU SERÉ BUENO AUUU SERÉ BUENO BWUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA BWUAAAAAAAAAAAAA

-          PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS Hoy te has portado muy mal, Manuel. Cuando papá te dice que no hagas algo se le hace caso, y a la primera. Y si papá te riñe y te castiga, y tú sigues portándote mal, así es como vas a acabr siempre PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS ¿entendiste?

-          Ssssssssssssssssssiiiiiiiiiiiiii bwuaaaaaaaaaaaaaaaa no más papi, noooo seré bueno, haré caso lo juro bwuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuua

-          Lo sé hijo, sé que te vas a portar muy bien a partir de ahora porque mi nene sabe portarse muy bien porque es bueno y porque no quiere que papá se enfade con él más ¿verdad?

-          Sii (dijo ocultando su cara contra el pecho de su padre) snifff lo siento papi sniff lo siento mucho, me portaré muy muy muy bien por siempre jamás lo juro.

-          Jajaja seguro (dijo su padre y lo apartó para sonarle los mocos y limpiarle un poco la cara). Venga, vamos al salón y me ayudas a tirar la silla a la basura. Tu madre se va a poner frenética (Manuel puso car de pánico, mami era la que tenía la mano larga, papi la mano dura pero mami le zurraba muchas más veces que papi) esas sillas son antiguas, no va a ser fácil sustituirla.

-          ¿Papi tú crees que si recojo mi habitación y me como las verduras esta noche, mami me perdone?

-          Mmmm (hizo como si tuviera que pensárselo) no sé hijo, le gustaba mucho esa silla…mejor que sea una semana

-          Una semana entera!

-          (volvió a hacer como que pensaba) si, una semana entera.

-          Jooooooo (puso morritos pero se dio por vencido, se comería las asquerosas verduras sin rechistar toda una semana, cualquier cosa con tal que para evitar que mami también le calentara  el cuete e inconscientemente se sobó el trasero), papi dueleee (y volvió a poner una carita que derretiría al mismísimo Hitler).

-          ¿Sabes lo que va bien para el dolor de culete?

-          No (lo miró como si estuviera a punto de hacer la revelación del siglo)

-           Portarse bien

-          Grrrrrr (se enfurruñó con su padre)

-           Anda, vamos a recoger el estropicio (dijo su padre empujándolo cariñosamente hacía fuera).