Nathan nunca le gustó obedecer cuando se trataba de
las órdenes de su madre ya que Deb nunca estaba con él… Y no entendía por qué
debía cambiar su vida cada vez que ella se le antojaba llegar al hogar. La
última vez que había hablado con ella le había rogado que volviera casa y ella
sólo se excusó diciendo “cariño es importante lo estoy haciendo” dejando su
hijo con el corazón destrozado sabiendo cuál era su lugar en la vida de su
madre. Y ahora que había dejado de
entrenar, además de bajar sus notas
y peor cuando él se lo negó ella… no encontró nada mejor que castigarlo con el cepillo de
abuela.
Pobre Nathan.
ResponderBorrarBruja
ResponderBorrarPobrecito Nathan no tuvo suerte para los padres que le toco.
ResponderBorrarPobre Nathan lo castigaron con el cepillo!!
ResponderBorrarComo me desespera Deb