No te alejes

Capítulo tres

El invierno habia atrapado a nuestra peluda familia de lobos en medio de una tormenta de nieve

-Kiba debemos encontrar un refugio, la tormenta es muy fuerte- le grito Tsume al lider de la pequeña jauría

-No, ya falta poco para el proximo pueblo- respondio implacable el alpha

-Kiba llevamos tres dias sin comer, necesitamos comida

-En el pueblo hay suficiente

-SNIFF tengo frio SNIFF- dijo el lobito intentando caminar -trngo congelas mis patitas, SNIFF mi naricita y mi colita SNIFF

Kiba volteo a ver al cachorrito que intentaba caminar a través de la nieve pero esta cubria la mitad de su pequeño cuerpo

-Ey bola de pelos faltan sólo dos quilómetros para el próximo pueblo ¿crees aguantar?- dijo Kiba acercándose al cachorro

-No- dijo tajante el pequeño cachorro marrón

-¿Y si te llevó cargando?- dijo Kiba tratando de convencer el cachorrito

Toboe lo penso detenidamente, ya no queria estar en el frío pero si lo llevaban cargando mínimo sus patitas ya no tendrian frio -Si

-Ok- dijo El lobo blanco cargando al cachorro por el cuello

-¿Tsume?- le hablo el lobito a su hermano mayor desde su cómoda posición en la boca del lobo alpha

-¿Si?- dijo el lobo gris volteando a ver al cachorro

-Quiero leche- Tsume se quedo en blanco sabía que conseguir comida seria difícil en el pueblo y mas en invierno, pero conseguir leche era imposible

-Ya veremos cachorro

-Estara alli por montones enano, ya lo veras- aseguro Hige al cahorro, y con una pequeña sonrisa canina el Toboe se quedó dormido el resto del camino

-Y tu como piensas conseguir leche idiota- dijo Tsume retomando el camino

-¿Que? solo lo dije para que se callara, no planeo morir por un poco de leche para la bola de pelos, ¡ey! Esperen no me dejen- grito Hige al ver que lo dejaban atras

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Al llegar al pueblo ya era muy tarde o temprano según lo vieran, todas los humanos dormían y eso les daba algo de seguridad a nuestra peluda familiar que se escondía en las sombras de la noche, después de caminar un rato por el pueblo encontraron un refugió en una casa abandonada de la ciudad

-Nos quedaremos aquí a pasar la noche en la mañana buscamos comida y nos vamos, no me gusta estar entre humanos- dijo Kiba tirandose al piso y colocando al cachorro entre sus patas, pero Tsume tomo al bebé de las patas del alpha y lo acomodo en las suyas, Kiba miro ofendido al otro lobo por quitarle el cuerpecito de entre sus patas pero lo dejo estar para no despertar a Toboe con tanto sangoloteo

-Creo que es una buena idea no quiero a Toboe serca de los humanos ni un segundo, esas criatura son viles y destruyen todo lo que no controlan, no quiero ni pensar en lo que le harían si llegaran a encontrar lo- el lobo gris apreto al cachorro mas entre sus patas, la cicatris de su pecho se la habían hecho unos hombres cuando el era aun un cachorro

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A la mañana siguiente los lobos salieron de su escondite y tomaron sus versiones humanas para pasar desapercibidos entre la gente del pueblo

-Toboe quiero que estés a mi lado en todo momento ¿entendiste?

-Si Tsume pero vamos ya quiero ver a las personas yo nunca he visto una persona

-Toboe pon atención que no queremos que te pierdas y recuerda siempre estar concentrado en mantener tu apariencia humana - dijo Kiba tomando por los hombros al pequeño niño en el que se había convertido su bola de pelos favorita

-SI Kiba, prometo no separar me de ti Tsume y mantener mi apariencia de cachorro humano

-Ese es mi hermanito- dijo Tsume revolviendole el pelo a Toboe que solo le dedico una gran sonrisa a su hermano mayor

Ya en el pueblo Toboe no pudo sostener su promesa por mucho tiempo, todo en el pueblo le fascinaba pero lo que mas llamo su atención fue la jugeteria, ese lugar tenia muchos colores y cosas que se veían divertidas, pero lo que mas le llamó la atención fue una pequeña pelota azul que colgaba frente a el como burlándose por que no podía cojerla atraves del cristal, así que sin pensarlo dos veces dejo su lugar a lado de su hermano, que distraído comprando un poco de carne y leche no se dio cuenta de las intenciones de Toboe, y el niño cruzo corriendo la calle sin fijarse que a lo lejos se acercaba un auto a gran velocidad pero quien si lo vio fue cierto lobo blanco al que casi le da un infarto, por ver a una mata de cabello marrón correr hacía la acera de enfrente sin ningún cuidado, por suerte el auto alcanzó a detenerse y no aplastó a nuestra linda bola de pelos, y Kiba sintió que el alma le volvía al cuerpo, pero el alivio se volvió enojo inmediatamente al ver que su lindo cachorrito ni enterado de que estuvo en peligro mortal, Kiba siguió al niño dentro de la tienda y vio como admiraba con devoción aquella pelota que colgaba en el aparador, así que sin que el niño se diera cuenta le pidió al vendedor una de aquellas pelotas, la guardo cuidadosamente para que el niño no la viera, después camino con pasos determinados hacia el niño y lo cojio en brazos

-Llegando al refugio tu teatrero y yo tendremos una seria conversación de por que se debe mantener una promesa y lo mas importante por que se debe obedecer a tus hermanos mayores- susurro Kiba al oído del pequeño que puso un pucherito y cubrió instintivamente su colita

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-BUUUAAAAA EEEREESSS MALOOO- dijo el pequeño de vuelta en su lobuna forma después de que Kiba le había dado el castigo prometido

A Kiba se le estrujo el corazón al escuchar al cachorro llorar de esa forma y el saber que el había provocado esas lágrimas lo mataba completamente, así que no pudo esperar a darle su regalo al pequeñin que ahora frotaba intensamente su traserito tratando de quitar la picadura que había dejado la gran pata del lobo nlanco

-Ey bebé quieres ver lo que compre en el pueblo- dijo el lobo gris tratando de hacer las paces con su hermanito

-No- dijo rotundamente el lobito entre las patas del lobo gris que solo sonreía con suficiencia al lobo blanco

Kiba entrecerro los ojos aceptando el reto silencioso de su compañero -Entonces yo jugaré solo con la pelota- dijo sacando la pelota de donde la había escondido para llamar la atención del lobito que saco la cabeza del pecho de Tsume animado por su curiosidad, al ver su amada pelota roja salio corriendo hacia Kiba

-NOOOO, si jugo contigo- dijo el cachorrito moviendo intensamente su cola

-Claro que si, no planeaba jugar solo- y Kiba empezó a lanzar le la pelota a Toboe hasta que este se quedó dormido con la pelota en la boca

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N/A: Hola, Y para quien pregunte, si saque la primera parte de la película animada de 101 dalmatas, espero les guste se que es chiquito pero es para constatar que sigo viva