Un hijo de carácter fuerte y orgulloso

Un hijo de carácter fuerte y orgulloso

Soy Leonardo y tengo tres hijos Samuel de 17, Armando 15  y Saúl 12.  Sara es mi esposa y la conozco desde que éramos niños, es una  madre amoroso.

-      Hijo no te lo voy a repetir todo el día… pídele perdón a tu hermano.

Porque yo no le hice nada… él fue el que tomo mis cosas y las rompió.

-      Y tú le pegaste, así que pídele perdón.

No.

-      Armando no estoy para juegos.

Ni yo para escucharte.

-      Armando si cuento hasta tres y tú no…

Hasta tres… que no te sabes otro número?

-      Basta ya.

Cansado de no llegar a ningún lado con la conversación lo lleve hasta la recamara más cercana que era la del mayor, estaba vacía ya que Samuel estaba en la cocina, me quite el cinto,  él solo me miraba desafiante como retándome hacerlo, así que lo tomo del brazo y lo hice inclinarse.

Zassss, zassss, zasss, zassss, zassss –ya déjame, suéltame, grrr

-      Te he dicho muchas veces que me cambien tu actitud pero te vale madre y sigues haciendo tus estupideces.

Zassss, zassss, zassss, zasss, zasss –auuu, suéltame-

-      Será mejor que cambien tu comportamiento Armando entendiste… contesta.

-      Sí. Entendí –dijo enojado pero tragándose las palabras, tenía los ojos llorosos pero no vi que ninguna lágrima corriera por su cara-

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Me salí de la recamara y el hizo lo mimo  retirándose  a su cuarto. Armando siempre tuvo ese carácter desde muy chico quería hacer las cosa por el mismo y no pedía ayuda  para nada.

……  

-      Samuel baja los pies de la mesa.

Papá… ya pues los bajo.

-      Ya terminaste tus deberes?

Si.  Papá puedo ir al rio con mis compañeros?

-      Mm.. no es muy seguro el rio.

Papá no manches tiene meses que no llueve está seco el rio

-      Y si esta seco para que quieres ir?

Aaa… papá… si hay agua pero pues esta bajito, ni modo que me ahogue en un charco de agua, verdad que no.

-      Esta bien, pero no quiero que tomes.

Ooo papá solo una.

-      Una siempre  termina en tres o cuatro Samuel, sin tomar o te quito el móvil y te quedas en casa un mes sin salir.

Aaaaagg

-      Sin gritar.

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Samuel siempre terminaba gritando cuando no conseguir lo que quería, no me gustaba que tomara y más de una vez lo había hecho, quería un permiso para la próxima semana para poder ir a la feria que llegaba cada año así que lo más seguro es que cancelaria la ida al rio.

Que tienes amor?

-      Nada, jeje que te hiciste?

No te burles Leonardo… no te gusta?

-      Mm te ves mmm bien pero no eres mi Sarita.

Solo me pinte el pelo… no por ello dejo de ser quien soy.

-      Jeje… y los chicos te dieron problemas hoy?

Como todos los días…. Y  Armando reprobó un examen.

-      Como que reprobó?

No entendió el tema y por no preguntar no lo paso… el maestro le va aplicar otro examen en dos semanas pero tiene que estar yendo a  clases de regularización.

-      Aa solo por sus tonterías… no entiendo por qué tiene tan subido el orgullo y el genio.

Jaja si, tiene un carácter bastante fuerte mmm pero no lo saco de mi familia.

-      De la mía tampoco… de donde lo abra sacad!!!

En la mañana temprano lleve   a Saúl a la escuela y de ahí me iba a trabajar.

Papá podemos pasar por un jugo?

-      Que no desayunaste?

Sí, pero quiero un jugo por favor, anda.

-      Y te lo vas a tomar?

sí.

Me pare para comprarle un jugo de naranja, no se terminó ni la mitad cuando ya lo había aventado por la ventana.

-      Porque lo tiraste?

Ya no quería.

Estábamos a dos cuadras para llegar a  la escuela así que me estacione en una callecita y sin decirle nada me baje del caro, lo saque de su asiento y le di de nalgadas.

Passs, passs, passs, passs, passs, pass, passs, passs, passs –ai, uuu ya papi buuua-

-      Las cosas no se tienes que tirar a la calle, si me pediste un jugo era para que te lo terminaras todo no para que tiraras la mitad.

Perdón buua

-      Súbete

Me espere un momento antes de seguir conduciendo, Saúl como era el más pequeño siempre fue el consentido pero no por ello le pasaba esas cosas. Se limpió la cara, cuando llegamos a la escuela aún tenía los ojos húmedos pero solo dijo perdón y se bajó del caro.

-      Adiós.

Adiós papá.

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Hasta que se metió a la escuela me retire a trabajar. Era tarde cuando salí de trabajar Sara estaba en la cocina preparándome la cena y los chicos estaban haciendo deberes.  Samuel estaba en el teléfono y a la vez contestando un trabajo. Saúl viendo la Tv en mi recamara y Armando había salido a llevarle unas cosas a Alma una amiga de Sara.

Saúl préstame tu borrador.

No lo tengo

Porque no. No me lo quieres prestar verdad.

No lo tengo, se lo preste a un amigo y no me lo regreso… papá me contras un borrador,  hay unos bien padres de figuritas.

-      No, te compre uno esta semana, no te voy a comprar uno nuevo cada tres o cuatro días.

Papá necesito un borrador, tú no tienes uno?

-      No, yo no voy a la escuela… ve al cuento de Armando a lo mejor tiene uno. Y usted jovencito métase a bañar que estas todo mugroso y arriba de mi cama. Ándele.

         Passs –aiii papá, ya voy-

Me quede en mi recamara estaba preparando mis cosas para bañarme cuando entro Samuel.

Oye..

-      Que pasa?

Mmm. Sin querer abrí la caja de Armando… no tenía el candado bien puesto así que… por curiosidad la abrí…

-      ¡Hay hijo! no tienes que ser metiche, ni revisar las cosas de los demás… que encontraste? 

Unos dibujos.

-      Dibujos??

Mira.

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Eran barios dibujos a lápiz,  parecían retratos donde se reflejaban todos los detalles a la perfección, como si fuera una fotografía que imprimieron en blanco y negro, pero porque guardarlos con candado, el primer dibujo que vi era un autorretrato… quien iba a pensar que con semejante carácter pudiera hacer eso. Fui hojeando los demás dibujos y cada uno me daba una mescla se alegría por tener un hijo con semejante talento pero a la vez me daba mucha tristeza.  Hubo uno en particular…  en el estaba yo y Armando estaba en mis brazos se via pequeño como de 5 o 6 años con una gran sonrisa dibujada, tenía mucho tiempo que él no se dejaba abrazar mucho menos que le diera un beso,  incluso cuando  Sara lo abrasaba se ponía a decir que lo soltara que no era un niño y se alejaba. Pase esa hoja y en otro dibujo estábamos Sara y yo abrazando a Saúl y él atrás con una carita triste ese dibujo me dio mucha tristeza porque él veía las cosas de una forma muy diferente a la de nosotros. Seguí hojeando dibujo tras dibujo la mayoría se dibujaba así mismo triste o llorando, hacía años que no le veía llorar su orgullo no se lo permitía en algunos otros aparecía una chica de entre 15 o 18 años.

Papá tengo que guardarlos antes de que llegue o se va a molestar  conmigo.

-      Déjamelos, tu ve hacer lo que tenías que hacer  yo hablare con él.

Uuu aja pues va hacer una larga noche y muy ruidosa… se va a encabronar.

-      Lo sé.

Yo me metí a bañar rápido… Sara subió y le mostré los dibujos y casi se pone a llorar, Saúl si era el más consentido pero Armando tampoco permitía que lo consintiéramos por eso dejamos de intentarlo pero todos los dibujos mostraba una envidia y celos al menor y a la vez algo que él quería hacer pero que no se atrevía.

Lo pude ver acercarse a la casa a sí que lo esperamos en su cuarto.

Que hacen aquí?

Hijo…

Porque carajos abrieron mi cajón...

-      No grites hijo queremos hablar.

Se metieron a esculcar mis cosas. Lárguense.

-      Heyy jovencito no nos grites, cálmate.

No, no puedes tocar mis cosas, los odio.

Hijo –Sara trato de abrazarlo-

No me toques –le dio un empujón a su madre y en automático lo agarre y le empecé a dar de nalgadas, aunque no funcionada porque solo podía escuchar más groserías de su boca-

Deja estúpido, idiota, que se creen, suéltame…

Cansado de escuchar solo majaderías hacia mi parte  y a su madre le baje como pude la ropa dejándole desnudo de la cintura hacia abajo consiguiendo más  ira,  pero las palmadas sobre la ropa no le hacían ni chistar tuve que forcejear mucho pero conseguí dejarlo atrapado en mis piernas sentándome yo en la cama y empecé a dejar caer mi mano lo más fuerte que pude.

Passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss –déjame, déjame, te odio, déjame, suéltame, ya basta auu grrr déjame-

-      Ya cálmate de una vez, solo queríamos  hablar contigo y has armado un alboroto.

Passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, -te odio, te odio, déjame, auuuu, ya… aiiiii, auuu ya suéltame shiii ya suéltame-

-      Te voy a dejar  si te calmas.

No me voy a calmar ustedes fueron los que entraron a mover mis cosas, muérete.

Passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss –ya. Ya espera, grrr shii ya, déjame… me calmo, ya me voy a calmar pero ya déjame shifff buaa-

Empezó a llorar pero casi para él porque apenar le podía escuchar, deje mi mano en su espalda pero no le deje parar era muy capaz de salirse corriendo, tenía las nalgas rojas, bastante rojas y eso que solo le había dado con la mano, pero el día anterior le había dado con el cinto y no solía darle dan despacio así que aún se podían percibir las líneas.

Déjame –dijo sollozando, pero mordiendo las palabras para tratar de dejar de llorar-

-      No te voy a soltar, dije que te dejaría… pero dejaría de nalguear.

No digas esa palabra…. No soy un niño…

Eres un niño hijo, un niño con mucho carácter, hijo, mi niño chiquito y bonito, pecioso y hemoso.

No me hables así mamá.

Y porque no, si eres mi bebe… además tú me digas como decirte que la mamá aquí soy yo… mi bebe dibujas muy, muy bonito, porque escondes tus dibujos.

Son tontos… déjame parar grrr

-      No      -passssss-

Auuuuu grrr

Bebe, no es tonto demostrar tus sentimientos.

Si lo es… son maricadas 

-      No, no lo es, no porque demuestres afecto vas hacer marica ni nada por el estilo.  A ver dime… ere marica?

Nooo.

Ya ves… y aun así dibujas cosas muy hermosas y llenas de muchos sentimientos…  eso no cambia nada.

-      Hijo, porque le tienes tantos celos a tu hermanito.

Yo no le tengo celos a nadie.

-      Si, si los tienes… y no tienes porque,  son hermanos y a todos los queremos.

Mentiroso.

-      No te estoy mintiendo.

Te queremos mucho así como a tus hermanos, que tus hermanos no se avergüencen de que los abracemos y les demos un beso eso es muy diferentes, pero tú en cambio nos gritas y nos empujas cuando te queremos abrazar o dar un beso.

-      …

Armando ya no dijo nada hasta 40 segundos después.

Déjame parar es incómodo estar aquí sabiendo que no dejan de verme el culo.

Tienes un culito rojito, rojito nada que no te merecieras cariño

Mamáa…. Papá déjame parar

Lo deje levantar  se cubrió su frente y busco como loco su ropa tomando la almohada para cubrirse en lo que se agachaba por ella.

Hay hijo no tienes nada que no te hubiese visto antes, pues quien  crees que te cambiaba los pañales, te bañada y te limpiaba la cola…

Mamáaa

Sara ya lo hacía por ver su cara que a pesar de que estaba enojado y estaba todo rojo de vergüenza, tenía una expresión   como si fuera un puchero que suelen hacer los niños pequeños. Cuando termino de vestirse lo abrace y no lo solté a pesar de sus reproches, tenía sus manos apresadas en ese abrazo así que no le fue difícil zafarse de el.

Déjame ya papá, ess… raro, ya déjame soy grande… es humillante.

-      Te humillar porque quieres… oye me das uno de tus dibujos?

Mmm te lo vendo… si quieres.

Yo quiero este… y te lo voy a pagar despertándote  todos los días para que te vayas a la escuela,  preparándote el desayuno y lavándote la ropa, que más pago quieres.

Dinero!!

Olvídalo ya tengo que hacer mucho como para de pilón pagarte… te quiero mucho mi bebe… si me lo das?

Está bien… pero no quiero que nadie lo vea. Ni que digas que yo lo he dibujado.

-      Si a tu mamá la das uno a tu papá también le tienes que dar uno… sería justo yo te doy dinero para gastar.

Ee no…mmm te doy uno… pero quiero algo a cambio.

Un abrazo y un beso todo los días?

Noo.    Quiero, lápices y libretas para dibujar, los míos  ya se me están terminando… y no son baratos.. no  he podido ahorrar para comprar más –estaba rojo-

-      Muy bien,  yo te voy a comprar lo que necesites si… me muestras tus dibujos.

Nooo.

-      Es un buen trato.

Aaaaii grrrrrrrr está bien…

Sara tomo uno de sus auto-retratos don  él se veía triste y con unas lágrimas en la carita y yo tome el dibujo donde lo tenía abrazado.

-      Este en mi favorito

Armando solo se quedó rojo…

-      Hijo, también te iba a preguntar… quien es esta chica? Es tu novia.

No… aun no. –dijo bajito-

Sabes como la puedes conquistar –dale uno de tus dibujos, te aseguro que le va a encantar-

No, ella es mayor que yo y tiene novio. Jamás se fijaría en mí,  su novio es alto, fuerte y  un estúpido engendro, mal del cerebro…

-      Wooouu todo eso.

-      Es un idiota que está en el equipo de futbol de la escuela.

Pues busca una niña de tu edad.

-      Mmm hay una… pero… yo que estoy contándoles mi vida,  ya sálganse de mi cuarto.

Nos salimos del cuarto antes de que empezará hacer sus pataletas… por ese día todo estuvo normal… normal para nosotros pero para Armando no ya que no se podía sentar y decidió comer parado. Al día siguiente cuando salí de trabajar fui a una tienda y compre dos portarretratos de madera  con cristal y cuando llegue  coloque los dos dibujos que Armando nos dio dejándolos.