Andrés –corto 4- pequeña travesura (cumpleaños Tahii)

Andrés –corto 4-  pequeña travesura (cumpleaños Tahii)

Era lunes temprano,  los chicos ya estaban en la escuela y Octavio trabajando. Andrés dormía casi siempre hasta las 9 o 10 de la mañana,  me daba tiempo de hacer mis cosas porque después no le despejaba la vista. El perrito estuvo atrás de  los chicos desde que se levantaron  bajaba la escalera fácilmente pero para subirla era otro cuento tardaba mucho ya que estaba pequeño, así que más de una vez había que subirle en brazos. A las 9:30 el perrito empezó a ladrar y a subir las escaleras y Andrés a llamarme.

Andrés: mamá –estaba parado  en la puerta de su cuarto-

Sandra: que paso mi niño, como dormiste?.

Andrés: comer…. Perrito, ven.

Sandra: vamos a desayunar entonces mi niño.  –le agarre de la manita y le ayude a bajar-

Una vez término de desayunar lo subí y lo cambie de ropa poniéndole un pantalón y una camisa color azul. Teníamos  una alberca en el patio  pero Andrés no se acercaba a más de un metro si no estaba alguien con él. Lo entretuve en la salita,  lo deje un rato dibujando,  el perrito estaba con él    mordisqueando  los lápices de colores.  Le había dejado una cubetita de esas que usan los niños para hacer castillos en la arenas de la playa  ahí  tenia todos los colores, yo  estaba buscando unos papeles que Franco me pidió que le mandara,  un trabajo que había dejado así que subía y bajaba la escalera para poder checar al niño. Cuando por fin encontré los papeles se los mande con el chofer ya por fin me senté junto a Andrés viendo que había dejado de dibujar. 

Andrés: mami yo aquí.

Sandra: quieres que me quite de aquí?

Andrés: yo aquí, si.

Sandra: como se dice?

Andrés: te quiero.

Sandra (le sonreí): se dice con permiso.

Andrés: permiso.

Sandra: bien mi amor. –me pare y lo deje, aunque no se sentó, se subió en el sillón con la cubetita en la mano parándose de puntitas para poder  atrapar un pescadito- amor que hacer?    -(Solo en ese momento vi que la pecera ya casi estaba vacía).-

Sandra: donde están los pececitos amor?

Andrés: agua.

Sandra: en cual agua???

Andrés: agua.

Se bajó con cuidado y salió al patio aventando al pobre pescadito a la piscina mientras el perrito se acercaba a ladrarles a los que se acercaban.

Sandra: amorrr.

Andrés: mira mami. Yo también sí.

Sandra tú también quieres meterte  a nadar?

Andrés: si.

Por suerte el agua estaba limpia y tenía una mínima cantidad de cloro ya que  en la mañana la vaciaron, el agua de la alberca la usaban para regar todo las plantas y el aseo  de la casa

Andrés: mami…  también si…- me agarro de la mano y me llevo a la sala,  había otra pecera bastante grande con bellos peses grandes de colores llamativos (carpas)-.

Sandra: no mi niño a papi le da un infarto si metemos sus peces a la alberca.

Andrés: si, mami, sí. Te quiero, sí. Yo con ellos.

Sandra: tú quieres nadar con ellos?

Andrés: sí.

Sandra: Octavio va a gritar…

Llame a uno de los acuario con los que comprábamos  todo lo de los peces,  les dije que si habría mucho problema en meter a los peces en la alberca y me dijeron que si  podría haber problemas,  que se podían  morir si el agua no estaba adecuada para ellos,  pero ver la carita de Andrés era como si no le pudiera negar nada,  así que llame  a unas personas a que  checaran   el agua y las condiciones de la alberga, no sé qué tanto hicieron pero como a las tres horas me dijeron que ya podía meter a los peces,  ellos me ayudaron a meterlos y solo se sonreían supongo que pensando que niño tan mas mimado y consentido, se retiraron después de que me dieron todas las recomendación para que los peces pudieran vivir y  en qué condiciones nos podíamos meter y mantener el agua.  Me metí un rato a la alberca con Andrés que se puso a perseguir a los peces por todos lados y jalando al perrito la alberca en la zona bajita  el perrito  estaba arriba de un inflable. Casi media hora después llego  Lucas de la escuela  el chofer lo había traído y cuando pregunto por mí y le dijeron dónde estaba se fue corriendo.

Lucas: mami yo también quiero nadar con los pececitos –dijo con una gran sonrisa-

Sandra: claro que si mi niño, sube a tu cuarto y te cambias la ropa.

No tardo ni cinco minutos cuando ya estaba metiéndose a la alberca, después empezaron a llegar los demás chicos que claro que también hicieron lo mismo yendo y viniendo de la parte onda a la parte bajita que era donde estaba yo con Andrés.

Franco: perfecto  solo falta comprar una caña para pescar.

Sandra: nooo.

Franco: jeje uui…

Jaime: toma,  no lo aprietes Andrés.

Andrés: no.

Jaime: no,  lo matas.

Andrés: cito.

Franco: si,  padrecito.

Lucas: los grandes te muerden los dedos.

Franco: tus pies de queso jeje

Lucas: a que no.

Jaime: te mordiste la lengua… mira te chorea la sangre.

Franco:  aaa… que dijiste,   a mí no me huelen los pies.

Jaime: aaiii Franco suéltame.

Franco le tomo el brazo a Jaime y se lo llevo a  la espalda lo más que pudo.

Sandra: Franco lo vas a lastimar y si empiezan a pelear a ti te voy a castigar no a él.

Franco: a mí porque?

Sandra: suelta a tu hermano.

Franco: aa… que poco aguanta.

Jaime: tarado me lastimaste el brazo.

Andrés: rado.

Jaime: tarado.

Andrés: tarado.

Sandra: Jaime no le enseñes  a decir groserías a tu hermano. –le di un jolón de orejas-

Jaime: aii mamá

Franco: jajaja ándele marica.

Andrés: marica.

Sandra: Francooo  

passss, passs, passs –aaii, mamáa que haces grrrr aagg-

Maite/Jaime/ Lucas: jijijijiji

Los chicos sabían que tenían que mantener ese lenguaje fuera de la casa y si ya le estaba advirtiendo a uno y el otro me salía con otra palabra de lujo, con pena y todo le baje el traje de baño y le solté tres palmadas fuertes en el trasero desnudo.

Sandra: estás viendo que le estos diciendo a tu hermano que no diga esas palabras y tú me sales con otro repertorio… esto va para los dos,  si su hermano dice esas palabras a los dos me los voy a sonar.

Franco: aaai mamá se me salió. –dijo acomodase el traje-

Sandra: si,  y también casi se te sale el traje de baño así que si lo quieres conservar donde va mejor cuiden su boca, no es la primera vez que se los digo… quedo claro para dos.

Franco: sí.

Jaime: si –dijo con una mueca-

….

Se hizo tarde y nos fuimos a comer… ya  atardeciendo  Octavio llego,  no le dije nada,  lo deje para que él se diera cuenta solo… y cuando presto atención a las dos grandes peceras soltó un grito.

Octavio: pero donde carajos están todos los peces? Sandra y los peces.

Sandra: a mí no me grites.

Octavio: no te grite… pero y los peces?

Sandra: mi niño dile a papá donde están los peces.

Andrés: a nadar. Mira –lo tomo de la mano y lo jalo a la alberca-

Octavio: Sandra los peces se van a morir,  como se les ocurre.

Sandra: no se mueren (espero)… vinieron unas personas del acuario y arreglaron el agua para que los peces puedan sobrevivir. (Omitiendo el pequeño detalle de que algunos ya se habían muerto, los primeros que aventó Andrés… solo como la mitad sobrevivió, pobres peces pero la intención de mi hijo no era hacerles daño)

Octavio: fue tu idea verdad jovencito.

Andrés: siii –dijo con una sonrisa-

Octavio: entonces si se mueren los peces  a quien me voy a nalguear?

Andrés:  mí. J

Octavio: si,  a ti te voy a nalguear –le dio un beso en la frente y entro  divertido a la casa… a pesar de que estaba   enojado no se podía molestar con él y menos al ver semejante sonrisa-

 .

Como los chicos se  pasaron la mayor parte del día en la alberca apenas estaban haciendo sus tares yo le estaba ayudando a Lucas con unas cosas así que deje Andrés con su padre viendo la TV.

Octavio: quédate sentado hijo te vas a caer.

Andrés: brincar.

Octavio: no la cama no es para brincar.

Andrés: si

Octavio: noo.

Andrés: tarado, marica.

Octavio: esas palabras no se dices jovencito

(Octavio tomo al chico  bajándolo de la cama y dándole  una palmada  en la boca)

Andrés: pegaste.

Octavio: si te pegue porque esas palabras no se dicen.

Andrés: marica no.

Octavio: no…

Andrés: puto sí.

Octavio: Franco y Jaime los quiero aquí pero ya.

Aquel grito se había escuchado por toda la casa y no era buena señal, solo vi a los dos chicos ir a mi cuarto y yo salí de la recamara de Lucas para ver qué pasaba.

Franco: que paso?

Jaime: nos llamaste papá.

Sandra: porque gritas Octavio.

Octavio: porque papá le pego a Andrés? a ver diles.

Andrés: marica, puto. Marica no, puto no.

Octavio: así es, en casa no se tienen que decir esas palabras.  Ustedes par de bocas flojas me dicen porque carajos su hermano está diciendo esas palabras. Cuantas veces se les ha dicho que mantengas ese vocabulario lejos de esta casa. 

Franco: yo dije esas palabras... pero para que le pegas si él no sabe que significan.

Octavio: porque él tiene que entender que no las tiene que decir.

Franco: pero no le tienes que pegar.

Octavio: baja el tono Franco no estoy para tontería ni para que vengas a decirme cómo educar a mi hijo.

Franco: pero…-dijo avanzando dos pasos enojado-

Sandra: ya Franco, no te metas en mas líos… váyanse a su cuarto y terminen lo que tengan que hacer… Ya,  los dos a su cuarto  passs –auu ya voy-  passs-grrr-

Franco se salió bufando y Jaime nada más salió sin decir más.

Andrés: mami, papi hizo a sí –se dio con la mano en la boca-

Sandra: ya no digas esas palabras mi niño… vamos ve con Lucas a jugar. –salí y lo deje en el cuarto de su hermano en lo que yo hablaba con Octavio-   Octavio..

Octavio: que? tú también me vas a decir que no tenía que pegarle.

Sandra: le dejaste rojita la boca.

Octavio: Sandra, mido mi fuerza no le voy hacer daño. Jamás lo haría.

Sandra: lo se… ya no te enojes… tranquilo, ya sabes que Franco siempre va a saltar cuando le pegues…  yo ya les había prometido algo así que yo me encargo de los chicos.

Deje al gruñón de mi marido en el cuarto y fui con los chicos…

Sandra: Jaime…

Jaime: maa te prometo fue sin querer… no pensé que él me estuviera escuchando.

Sandra: hijo hasta yo te escuche. –en la tarde se puso hablar por teléfono y en su conversación con un amigo se puso a decir puto y otras cosas más-

Jaime: oo mamá… ya soy grande para que me peques de esa forma..

Sandra: si quieren que los castigue su papá adelante pero les va a dar con el cinto y lo saben.

Jaime: aaagg

Y a pesar de sus pataletas se acercó a mí, le saque el pantalón  y el interior y le di de nalgadas.

Pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass

-auuu, aiii. Maa, ya grr-

Sandra: traten, intenten… no decir esas palabras en casa, por favor.

Jaime: aauu está bien, está bien… -se levantó subiéndose la ropa y sobándose el trasero-

Salí del cuarto y me fui al de Franco que estaba haciendo según él una tarea pero estaba arremedando lo que su padre le había dicho recién.

Sandra: Franco hijo tienes que respetar a tu papá,  deja de hacer eso.

Franco: ooo mamá…pues él.

Sandra: el nada, sabes a lo que vine o tengo que decirte.

Franco: aaaggg mamá aaaar… pero mamáa

Sandra: anda Franco que no tengo todo el día… -lo jale y lo acomode, tirando de su ropa y teniendo una de gruñidos-

Pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass, pass

-grrrrr, arrr aiii ggrrrr arrr-

Sandra: ya, vamos que no estás tan livianito y deja de gruñir  Franco

Passsss  -auuu ma-

Le ayude a  subir la ropa y se incorporó aunque tenía una cara de pocos amigos, lo deje y se puso hacer su tarea aunque seguía renegando.

Ya era tarde y aunque Andrés se moría de sueño no se quería acostar porque todos estaban levantados terminando sus cosas y alistando lo que llevarían para la escuela.

Octavio: a dormir, te caes de sueño anda a la cama, mira el chucho mugroso ya se acostó a dormir.

Andrés: no. Lees.. ese –se tallaba los ojos-

Octavio: quieres que te lea un cuento?

Andrés: si

A medio cuento Andrés ya se había quedado dormido Octavio iba a dejar el libro pero el perrito dio un ladrido.

Octavio: cállate  perro escandaloso.

Guaaa guuaa

Octavio: shhhuuu … no que ya estabas dormido.

Sandra: no va a dejar de ladrar hasta que termines la historia así que termínala.

Octavio: solo eso me faltaba…

Guua, rrrggg

Sandra: jejejee

A Octavio no le quedo de otra que terminar la historia para podernos retirar a dormir,  dejando a Andrés y al cachorro en el cuarto.

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Tahii Feliz cumpleaños espero que te guste la  historia. Y que lo pases muy bien en tu cumpleaños.

Y gracias a los que dejan sus comentario J espero mandar pronto más historias.