Páginas Amigas

lunes, 16 de noviembre de 2015

Capítulo 27 Conociendo la ciudad


Capítulo 27
Conociendo la ciudad


Luego de desayunar salimos los tres hacía Monserrate. Cuando llegamos a la entrada comencé a recordar viejos momentos en los que mis papás me traían a este lugar y con mi papá hacíamos una competencia entre quién llegaba primero hasta la parte de arriba.

Monserrate, como Edgar le explicaba a Patrick; es un cerro donde hay una iglesia en la cima donde la gente sube hasta arriba (sobre todo en semana santa) como una especie de sacrificio para pedir milagros y cosas por el estilo aunque también se ha vuelto un sitio turístico porque aparte de lo religioso, también es un mirador donde se alcanza a ver gran parte de la ciudad.

Vi que Edgar estaba haciendo fila para el funicular…me pareció el colmo, la idea de venir a este lugar es subir caminando y mirando el paisaje. Me le acerqué y los convencí a ambos de subir caminando, total los tres tenemos la capacidad para hacerlo.

Con Patrick hicimos una especie de carrera para ver quién llegaba primero, pero se cansó al poco tiempo. Cuando llegamos a la cima almorzamos algo y luego fuimos a la iglesia, si bien yo no era un maníaco religioso si era creyente y hacer esas cosas no me molestaba mucho.

Al terminar y bajar por el teleférico Patrick comenzó a ponerse enfermo, sé que la altura puede hacer daño pero que le dé hasta ahora y justo cuando estaba feliz fue triste.

Diálogo en francés:

-¿Cómo te sientes? –dijo Edgar preocupándose por la cara que tenía Patrick.

-no puedo respirar bien. –al principio lo mire mal, sentía que estaba tirándose mi día… pero después cuando ya lo vi verdaderamente mal apunto de desmayarse me preocupe un poco.

Terminamos en la enfermería mientras Patrick se calmaba un poco, al parecer la sangre no le llega bien al cerebro por la altura. Cuando se mejoró nos devolvimos al apartamento de Santiago, donde su mamá estaba preocupada porque no lo encontraba.

-pero es que no entiendo qué le pasa a Santiago, solo tenía que esperarme un rato y se fue como si nada, aparte no tiene celular.

-es porque tú no sabes ponerle límites, debe estar con sus amigos haciendo tonterías. –dijo con tranquilidad el esposo de la mamá de Santiago.

-y ¿no han pensado en que le pudo pasar algo? –ese comentario tan metido y exagerado de Edgar hizo que ambos lo miraran con intriga.

-¡¡por favor!! Estamos hablando de Santiago… ese chico no se deja ni del presidente, nada le va a pasar. –dijo el esposo de la mamá de Santiago.

-él tiene razón… seguro algo le pasó –en ese momento noté que la preocupación de su mamá paso a miedo. –voy a llamar a Oscar.

-no seas ridícula… te pones a hacer tormentas en vasos de agua, le avisas a ese tipo todo lo que le pasa a tu hijo como si tu no pudieras hacer nada.

-pero es que Santiago sigue siendo su hijo…

-y tú su madre, no creo que le haya pasado nada pero si quieres podemos ir a buscarlo, no puede estar tan lejos. –Patrick observó todo como si quisiera entender lo que decían, estaba disfrutando un poco no ser el que no entiende el idioma.

-¿Camilo tu sabes algo de Santiago? –la pregunta de la mamá de Santiago no era muy lógica, si ninguno tenía celular y yo estaba en otro lado ¿cómo esperaba que me contara dónde estaba? ¿por telepatía?

-No señora -me escuché bastante cortante pero era cierto, ni idea del paradero de Santiago.

-entonces voy a llamar a Oscar, no me importa lo que tú digas. -Le hablaba a su esposo, él parecía bastante molesto con la idea, como si esperara que le pidieran su ayuda para buscar a Santiago.

Edgar me hizo un gesto para que fuéramos a la habitación, supongo que quería dejarlos a solas para que discutieran un rato y después llamaran a Oscar.

Me parecía bastante extraña la relación de los padres de Santiago y más rara aún el fastidio que parece tenerle el esposo de la mamá de Santiago a mi amigo.

-Camilo, en serio no sabes ¿Dónde está Santiago? -Edgar me hizo la pregunta y me quedé viéndolo.

-juro que no… ¿recuerdas que hoy me desperté y ellos ya se habían ido?

-Espero que no me mientas. -se escuchó como si fuera mi padre y eso me molestó bastante.

-PERO POR QUÉ MIERDA NO ME CREES, NO TIENE SENTIDO QUE ESTÉ ENCUBRIENDO A SANTIAGO… O ACASO NO TIENES LÓGICA SIMPLE EN TU CEREBRO.

-No grites Camilo y tampoco me hables así.

No quise responderle, solo salí de la habitación y fui a la cocina. La mamá de Santiago estaba al parecer hablando con Edgar y su esposo estaba sentado en el comedor con cara de pocos amigos. Realmente no tenía ganas de comer y terminé saliendo del apartamento, era consciente de que mi “pelea” había sido bastante tonta.

Cuando llegué al primer piso y estaba a punto de salir me tropecé con el hermano de Santiago, solo que ahora estaba con un uniforme militar… algo que lo hacía ver bastante raro.

-Eyy, vas a buscar a Santiago ¿verdad? -Su afirmación me molestó más… no sé por qué la gente espera que nos comuniquemos sin tener ni un puto celular.

-No idiota, no podemos hablar telepáticamente.

-uff pero que genio… entonces ¿por qué te ibas a ir? -Me molestó bastante su pregunta, no sabía ni siquiera porqué me estaba hablando.

-¿qué? ¿acaso ya no puedo salir? Además ¿desde cuando tu eres militar?

-no es que no puedas salir, es solo que como estabas apurado, entonces creí que buscabas algo -dijo hablando lento. -Y no soy militar, tengo este uniforme porque hace cuatro años metí la pata, mi padre se dio cuenta que metí un poquito de coca y termine haciendo servicio militar. -Me pareció algo extraño lo que dijo el hermano de Santiago ¿su padre lo había castigado con hacer servicio militar?

-ahh -no sabía que más contestar frente a eso, así que cambie el tema. -¿No es mejor que vayas con tu mamá rápido a ver si la calmas un poco? está muy estresada.

-Bueno, vamos. -Eso me sonó a multitud pero le hice caso.

Al llegar Edgar me miró furioso, tenía cara de querer matarme pero me hice el loco, sabía que no me diría nada delante de la familia de Santiago.

-Juan Pa hijo, ayúdame a buscar a tu hermano. -La voz de la mamá de Santiago estaba a punto del llanto. Juan Pablo asintió lentamente con su cabeza.

-No sé qué mierda le pasa a Santiago, cómo se le ocurre largarse dejandote botada.... cuando lo vea lo mato.

-Estoy completamente de acuerdo contigo… a veces me dan ganas de estrangular a ese mocoso. -La mamá de Santiago miró con desconcierto a su esposo, algo molesta por el comentario.

Mire el reloj, cerca de las seis de la tarde, pronto va a oscurecer y Santiago no le hace ni siquiera una miserable llamada a su mamá… apuesto que con una la calma y después no se tendrá que estar quejando porque su papá se aparezca en su vida.

-Aló ¿Oscar?.... si, hablas con la misma…. no, no te llamo por Mariana, hoy vi que está mucho mejor… aja mmm es para pedirte que me ayudes a buscar a Santiago… no se… estábamos en el hospital, cuando salí no estaba y nadie sabe donde está desde ese momento……………. ¿Pero tu le dijiste algo?..... bueno, adiós. -La llamada no duró más de cinco minutos, pero todos la mirábamos expectantes a ver que había dicho Oscar.

-YY? -Dijo Juan Pablo mirando fijamente a su mamá.

-Dice que si a las 9 pm no aparece, va a llamar a alguien para que lo busque. -Juan Pablo y el esposo de ella asintieron.

-Ma, yo iré a recostarme un rato, si algo pasa me avisas. -Juan Pablo se fue rápido a su cuarto y se encerró.

-Nosotros también nos vamos. -Edgar me tomó del hombro y me llevó rápido a la habitación donde Patrick estaba recostado haciendo un intento de dormir.

-Camilo, esta es la última que te paso, a mi no me vuelves a dejar con la palabra en la boca luego de insultarme, entendido?

-Si, Edgar. -Sonó respetuoso, así que me quite los zapatos y me dediqué a ver un rato televisión.

Me quedé sentado en una silla al lado de la cama donde estaba Patrick viendo CSI (NY) mientras que Edgar se fue al baño a hablar por celular, supongo que con Talia, Noah y Emma. Por primera vez desde que llegué pensé un rato en Lucía.... también caí en cuenta de que quería ir a Medellín… pues aprovechando que estoy en Colombia.

En algún momento me quedé dormido aunque no pasaran de las ocho. Volvía a tener una de las pesadillas solo que estaba conciente de eso, sabía que era un sueño pero aun así me estaba asustando.

La pesadilla era algo repetitivo, yo trataba de bajar las escaleras de la casa de mi tía mientras todos gritaban que era mi culpa… las escaleras eran eternas y las voces de mi familia eran tan claras que solo me causaban ganas de correr más rápido.

-AYY -Estaba empapado de sudor y con algo de dolor de cabeza. Me pecaté de que Edgar estaba al lado mio y me ofrecía un vaso de agua ante la mirada asustada de Patrick.

-tranquilo que solo era un sueño, quieres lavarte la cara o algo? -Recibí el vaso, tomé un sorbo del agua y camine al baño donde luego de echarme agua en la cara me puse a llorar, ya no podía con la culpa.

Edgar intentó calmarme, pero no lo estaba escuchando… tenía ganas de estar solo y poder pensar con claridad, pude notar que en la sala Oscar (o al menos eso supongo) y la mamá de Santiago hablaban de la “desaparición de Santiago”, según lograba oír eran las 5 am y nada que aparecía.

No se cuanto tiempo pasó luego de eso pero cuando por fin me calmé e iba a acostarme a dormir un rato más, seguramente Santiago abrió la puerta y se escucharon tres gritos al mismo tiempo:

-¿Dónde estabas Santiago? me tenías preocupada.
-¿Estás drogado? ¿Qué mierda estabas haciendo?

-¿Qué hace acá este tipo? ¿Mamá qué te pasa?

2 comentarios:

  1. Eeyy hasta que apareciste!!
    Ese Santiago muy desconsiderado al desaparecer así!!!
    Me gusta mucho tu historia!!!

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  2. pobre camilo.... sufre demasiado con las pesadillas

    me encanta leer de los chicos... pero tienes muy solo Noah!

    cumpliste y por eso aplausos( estoy en compu no hay emogi... te toca imaginar jajaja)

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