Páginas Amigas

jueves, 24 de diciembre de 2015

capítulo 2


Capítulo 2

24 de febrero de 2005



Fabián salió de clases furioso… odiaba a sus padres, a sus hermanos y toda su vida en general, sus padres ya no tenían casi dinero y tendría que esforzarse para conseguir una beca para su universidad.  Además todo el día lo habían estado molestando por su maldito problema en contra del hockey.



El chico se encontraba mandando unos mensajes de texto con su mejor amigo cuando sintió un fuerte empujón que casi lo tira al piso y pensó “argg el pendejo de Victor va empezar otra vez con su maricada”



-Crees que me da mucho miedo que me empujes idiota jajajaja -Fabián se puso de pie y con una sonrisa le dio un puñetazo a Victor en toda la cara.



-Maldito imbécil -Gritó Victor antes de continuar con la pelea y romperle la boca a Fabián.



Los chicos comenzaron una pelea afuera del colegio, se formó una multitud de gente emocionada, incluso algunos comenzaron a apostar. Esteban, que estaba saliendo de clase fue corriendo a tratar de detener la pelea de su hermano mayor.



-EHHHHHHH FABIÁN PARA -En ese momento algunos amigos de ambos chicos aprovecharon que los dos pararon de golpearse para separarlos y detener la pelea antes de que algún profesor se diera cuenta de lo que sucedía.



Victor y Fabián se miraron con odio antes de irse a sus respectivas casas. Cuando ya estaban por llegar, Estaban hizo que Fabián se percatara de que ese día tendrían que quedarse en la casa de su papá puesto que su madre había tenido que irse a un viaje laboral por unos días fuera de la ciudad.



-¿Qué le dirás a mi papá cuando te vea la sangre en la boca? -El chico tragó grueso, su padre lo mataría donde se enterara que se puso a pelear solo porque lo empujaron.



-No se, cállate ¿si?



-Yo de ti me invento que me pegué o que me hicieron bullying mis compañeros para que en vez de regañarte se sienta mal por ti. -Dijo Valentina. Lo que menos quería en este momento es que sus hermanos pelearan de nuevo con su papá.



-Es buena idea, cuando lleguemos diré eso del bullying, pero ayudenme por favor y ni se les ocurra contarle a Miguel Ángel lo que pasó.



Fue un acuerdo entre hermanos, un pacto que ninguno iba a faltar. MIguel Ángel estaba en una de sus prácticas de hockey y por eso no  se fue con ellos al finalizar las clases.



-Hola niños ¿Cómo les fue en el colegio? -Dijo Gustavo feliz, ya tenía casi tres años del divorcio y por los acuerdos que tenían, él sólo pasaba los fines de semana con sus hijos, ya nunca los veía con el uniforme del colegio.



-Bien -Dijo Estaban antes de subir las escaleras.



-Súper papi, subo, me cambio y después te cuento. -Dijo Valentina apresurada.



-Fue muy casual -Dijo Fabián tratando de pasar pero como esperaba su padre lo tomó del brazo impidiéndole que caminara.



-¿Fabián qué te pasó en la cara? Espero que no sea por una pelea. -El chico puso cara de pesar y comenzó a inventar una historia.



-No, ojalá fuera por eso -Fabián era tan buen actor que incluso se le cristalizaron los ojos.



-Hijo no llores… sé que no tenemos la mejor relación padre e hijo pero puedes confiar en mí y yo te ayudaré a solucionarlo. -Gustavo se preocupó porque hacía mucho tiempo no veía así a su hijo.



-Es que… es que, yo ehh yo no puedo contarte -Y en ese momento Fabián si comenzó a llorar de verdad.



-Shhuu Fabi cálmate… si puedes contarme -Gustavo se estaba asustando por la actitud del chico.



-En el colegio me están pegando….



Fabián continuó una conversación con su padre que solo hizo que Gustavo quisiera ir al colegio y hablar con el director para que hiciera algo al respecto. Abrazó a su hijo con amor y lo dejó irse a su habitación a hacer lo que quisiera.



Unas horas después llegó Miguel Ángel de la práctica de Hockey y luego de que Gustavo les diera la comida a sus hijos llamó a su ex-esposa, le contó lo ocurrido con Fabián y ella impresionada pues nunca había notado eso, apoyó a Gustavo en su idea de ir al colegio y hablar con el director.



25 de febrero de 2005



Gustavo decidió llevar a los niños al colegio ese día, despertar a Esteban fue todo un desafío esa mañana y tuvo que llamar a su trabajo a pedir permiso de llegar un poco más tarde.



-Papi me encanta que nos lleves al colegio -Dijo Miguel Ángel feliz, era el único que parecía emocionado por aquello.



-Bueno tal vez lo pueda hacer más seguido. -Dijo Gustavo algo conmovido por la ternura que aún tenía su niño.



Cuando llegaron al colegio y todos se bajaron, ninguno creía que a parte de llevarlos su padre hablaría con el director. Gustavo fue a la recepción, lo dejaron pasar y pronto le comento lo del bullying.



El director se sorprendió de lo que Gustavo le dijo, él mismo había acabado de ver un vídeo donde Fabián estaba peleando con Victor y no parecía ser bullying, sino más bien una pelea de dos chicos conflictivos.



-Señor Castellanos creo que su hijo lo está engañando… ayer él protagonizó una pelea con otro de sus compañeros y esa es la razón de que haya llegado a su casa golpeado, no sé qué es lo que motive a Fabián a mentirle pero estoy seguro de que ambos deben hablar al respecto.



Gustavo quería asesinar a su hijo, era el colmo que hubiese inventado una historia como esa… Salió del colegio y fue a trabajar pensando seriamente en el castigo que le daría a Fabián.



Mientras tanto, los chicos estuvieron en clase y a la hora de la salida los mayores celebraban el engaño que su “iluso” padre se había creído.



-Ven les dije que con esa historia no te iba a decir nada. -Decía Valentina sonriendo.



-¿De qué hablan? -Preguntó Miguel Ángel desubicado en la conversación de sus hermanos.



-No te importa enano -Dijo Esteban con algo de burla.



-Son unos idiotas TODOS USTEDES que nunca me cuentan nada -Dijo el niño cruzándose de brazos mientras los otros se reían.



Al llegar a la casa Miguel Ángel se fue a su cuarto furioso, no le volvería a hablar a ninguno de sus hermanos mayores. Se puso a pensar en una venganza perfecta para los tres y se le ocurrió ponerle picante a la comida de ellos.



Bajo a la cocina, sacó el ají y acabó todo el frasco entre los platos de sus hermanos. Cuando su papá llegó y sirvió la comida Miguel Ángel no podía dejar de sonreír, sus hermanos se sentaron en la mesa y Gustavo comenzó a hacer preguntas…



-Hoy fuí al colegio y a que no adivinan de lo que me enteré -Dijo poniendo su plato en la mesa y sentándose a comer. La cara que puso Fabián era de campeonato y la de los mellizos era de sorpresa.



-En serio y ¿Qué te dijeron? -Dijo Esteban fingiendo que no entendía nada.



-Que no hay ningún tipo de bullying hacia ninguno de mis hijos… quede como un idiota delante del director. -Miguel Ángel abrió los ojos porque su papá había dicho “idiota” y Fabián cerró los ojos esperando el grito que le daría su papá.



Pero eso no pasó porque en ese momento los mellizos comieron un bocado gigante y ambos escupieron la comida y empezaron a tomarse todo el jugo desesperados por el picante.



-¿Qué les pasa? -Dijo Gustavo pensado que los chicos estaban molestando con la comida haciendo una especie de berrinche porque no les gustaba lo que estaba servido.



Miguel Ángel no paraba de reírse pero cuando Fabián probó la comida e hizo un gesto de querer morir, no pudo resistirse a tirarse al piso y tener carcajadas.



Lo que el niño no sabía era que los mellizos son tremendamente alérgicos a todo lo que tenga chile, se pusieron rojos y los ojos comenzaron a llorarles. Gustavo entendió lo que pasaba y tuvo que correr e inyectar a sus hijos para no tener que llevarlos al hospital.



Fabián trató de ayudar a su padre con sus hermanos y después salió corriendo hasta el refrigerador para servirse agua. Mientras todo sucedía Miguel Ángel comenzó a sentirse realmente mal por haberle hecho eso a sus hermanos.



-Chicos quieren otra cosa de comer -Le preguntó a los mellizos cuando ya estaban más tranquilos.



Ninguno de los dos quiso comer nada y se fueron a sus cuartos a dormir un rato. Gustavo conocía a sus hijos y supo de inmediato que la idea del picante era de Miguel Ángel.



-¿Sabías que tus hermanos son alérgicos al chile? -Preguntó con algo de molestia en la voz.



-No, te juro que no sabía papi -Dijo el niño molesto.



-Me podrías explicar ¿Por qué se te ocurrió hacerle eso a tus hermanos?



-Es que ellos me estaban molestando, no me querían contar la mentira que te habían dicho y me dijeron que me callara. -Dijo Miguel Ángel haciendo que Gustavo entendiera que lo del bullying lo sabían los mellizos.



-Entonces no solo fue cosa tuya Fabián, tus hermanos lo sabían perfectamente. -Dijo mirando fijamente al chico.



-Pero fue mi idea ellos solo se dieron cuenta por casualidad -Mintió Fabián, la idea había sido de Valentina pero el nunca le diría a su padre.



-Bueno… hoy te salvaste del castigo pero mañana quiero hablar con los tres, ahora vete a tu cuarto Fabián. -El chico asintió y subió de dos en dos las escaleras.



-¿Papi estás bravo conmigo? -Preguntó Miguel Ángel al notar que su papá no sabía como seguir la conversación.



-Por supuesto que lo estoy, sé que no sabías lo de tus hermanos pero igualmente sabes que no debes hacerle esas bromas a nadie, no es la primera vez que te digo y has visto que por eso mismo he castigado a tus hermanos.



-Entonces… ¿me vas a pegar? -Dijo Miguel Ángel con voz baja.



-Si y tu sabes que tengo razón al hacerlo, no es por injusto… no me gusta para nada que hagan esas bromas y peor aun entre ustedes. -Mientras decía eso, Miguel Ángel retrocedía.



-NO no no papi por favor no… ya es la última y no lo hago más.



-No lo hagas más difícil… ven acá. -Dijo Gustavo. Al ver que el niño no respondía comenzó a contar -Uno….dos, dos y medio, si llego a 3 me vas a conocer enojado.



Tras decir eso el niño se acercó hasta su padre resignado a recibir el castigo, Gustavo lo acomodó sobre sus rodillas y comenzó con las nalgadas.



Plas plas no plas le plas vuelvas plas a hacer plas bromas plas a tus plas plas hermanos plas plas les pudiste hacer daño plas plas plas



-Buaaa disculpame papá sniff snif no fue mi intención, de verdad que no sabía que el picante les hace daño snif snif.



-Ya, no llores y vamos a dormir. -Gustavo cargó a su hijo hasta su cuarto y ambos se durmieron rapidísimo.



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