VOY A AYUDAR… PERO A TU PADRE CORTO DE NAVIDAD

VOY A AYUDAR… PERO A TU PADRE

CORTO DE NAVIDAD

Nico: Anda papaaaa… anda, yo puedo hacer el trabajo. ANDA, ANDA, ANDA.

Nicolás: No, Nico. Ya te lo dije, aun no estas preparado.

Nico: Para ti nunca lo estaré...grrrrrrrrr.

Nicolás: Hijo, paciencia, este será tu legado. Después tendrás miles de años para hacerlo, y desearás tener una Navidad sin tener que trabajar.

Nico: Pero ¿ por qué aún nooooooooo?. Ni que fuera tan difícil papaaaa.

Nicolás: Hijo me estas colmando la paciencia y tengo muchas cosas de las que estar pendiente.

Nico: SÍÍÍÍÍ, COMO TODOS LOS HIJOS DEL MUNDO MENOS YO, GRRRR. Salió zapateando de lo más berrinchudo, batiendo la puerta dejando a su padre en una pieza por unos segundos.

Nicolás: NICOLÁS VEN ACÁ INMEDIATAMENTE…. GRRR

Virginia: Deja esos gritos amor, acabas de matar de un infarto a más de un duende afuera, definitivamente el stress te tiene de poca paciencia, se que estamos en la fecha límite de hacer entregas, pero calma. Le decía mientras le entregaba el traje de rigor recién salido de la lavandería con cinturon y todo.

Nicolás:¡NICOLAS CLAUS! TE ESTOY LLAMANDOOOO.

Virginia: No te escucha apenas puso un pie afuera y salió corriendo a la villa, dejalo que se calme.

Nicolás: Pero ¿quien se ha creído ese muchachitooooo?.

Virginia: Lo que tu siempre le has dicho  “El hijo de Santa Claus”,  el ser más importante de la comarca.

Nicolás: Me dejó con la palabra en la boca Virginia, que se la está ganando amor, jamas le he puesto un dedo encima a ese mocoso, pero si siguen con esa actitud le voy a poner TOMA LA MANO en su trasero..grrrrr.

Virginia: Sí corazón, te entiendo es qué está creciendo, acá se siente preso. No hay chicos de su edad, los enanos como compañía estuvo bien cuando pequeño, pero ya no. El desea ser como tú, y tú todavía no lo dejas.

Nicolás: No está preparado Virginia, y lo sabes. Es una responsabilidad muy grande y en la primera de cambio se distrae con cualquier cosa. Como el año pasado que me acompañó casi nos descubren 33 veces esa noche.

Virgina: Ahora ya no sería con cualquier cosa sino con cualquier chica ejem.. Amor 33 veces bajo tantas casas que visitas pues yo diría que es tremenda estadística.

Nicolás: No ganaré nada conversando del tema, mejor guardo el traje. Le dijo a su esposa tras darle un beso.

MIENTRAS..

Nico llegó al establo furioso, y vio a los renos, y se le ocurrió dar un paseo en el, claro que eso estaba prohibido, sobre todo tan cerca al viaje más largo del año. Alistó a los animales al trineo, le dio Heno con el polvo mágico para volar, y los instó para salir, pero Rudolf el reno líder se rehusó, sabía que no era correcto. Así que se echó al piso y cruzó sus patas, y los demás renos lo imitaron.

Nico: GRRRRR… el colmo Rudolf arribaaaaaa… levantate RENO DEL CA… Pero el Reno nada, y lo miró de arriba abajo, y volteo la cara.

Nico, se frustró se fue para la casa, entrando por la cocina no quería cruzarse con su padre, y fue cuando vio una gran botella de vino en la mesa, y se le ocurrió darle a los renos un poco. La tomó y se regresó, le hecho al heno y se los dio. Eso bastó para que Rudolf se animará a salir… dando unos traspiés pero volando era fácil.

Nico iba gozando una bola como dicen por ahí, hasta que los renos comenzaron a sentir el mareo del vino en la cabeza, es que al chico se le ocurrió dar de vueltas de 360°, Rudolf cuadro mal el pino siguiente chocando contra las copas de varios pinos, el trineo se volvió papilla, y Nico quedó por suerte guidando de una rama, por una de las pretinas del pantaloncillo.

Nicolás y Virgina al escuchar el estruendo salieron corriendo, con lo que tenían en las manos. El pobre Nicolás palideció al ver a su hijo guindado de aquella rama, soltó el traje al suelo, y con ayuda de los duendes que hábilmente buscaron una escalera bajaron al chico, ayudaron a los renos, y recogieron los pedazos de trineos.

Nicolás: ¿Hijito estás bien?    Virginia: ¿no te hiciste daño?

Le preguntaba mientras ambos padres mientras lo revisaban casi con lupa por todos lados.

Nico: Estoy bien papi… estoy bien mamita no me paso nada… lo siento, lo siento, nunca fue mi intención estropear el trineo. Decía avergonzado y aun pasando el susto, vaya que la vio cerca, que sí las ramas no hubieran amortiguado la caída la cosa hubiese sido fea.

Virginia: ¿Crees que me importa el trineo? Te pudiste matar Nicolas. Gruñó la madre, que se caracterizaba por ser tan dulce.

Los duendes se miraron entre sí y decidieron que debían dejar a ese trío solos, así que intentaban llevarse a los renos al establo, pero algunos estaban reacios, y daban traspiés, denotando que no estaban bien.

Nicolas: Ohh… algunos renos como que se golpearon la cabeza. Dijo preocupado soltado al chico, y dirigiéndose a Rudolf para revisarlo. Y fue cuando sintió al Reno, con aliento etílico, y la cara de Santa, se puso roja y no precisamente por tener las mejillas sonrojadas sino de la molestia que le dio.

Nicolas: ¿Les diste VINO A LOS RENOS, NICOLAS CLAUS?...

Nico: ehh yo  ahhh solo un poquito papi, es que no me hacían caso. Dijo encogiéndose en sus hombros. Su padre jamás le había gritado de esa forma y menos delante de los demás.

Nicolas, respiró profundamente cinco veces buscando calma. Los enanos del tiro cargaron entre varios los renos que no podían caminar y desaparecieron de ahí casi mágicamente.

Nicolas camino decidido hacia donde había tirado su traje que ahora estaba todo mojado por la nieve, y sacó su adorado cinturón negro de hebilla dorada, y lo dobló en dos, para luego ir por su hijo, quien al ver aquello se escudo de tras de su madre.

Nico: Mami mami… ayuda.

Virginia: Si mi amor yo voy a ayudar.. pero a tu padre. Le dijo tomándolo del brazo y entregándolo a Nicolás, quien lo giró y le soltó aquel único correazo en todo el centro de trasero. Para luego tirar el cinturón al suelo.

ZAAAS Auauaua buaaaaaaaa papiiiii  me pegaste buaaaaaaaaa…. El pobre Nico daba de brinquitos sobándose su adorado trasero, el cual no había recibido nunca una palmada.

Pero Santa no estaba conforme con eso, ahora mismo Nico encabezada la lista de los niños malos, y no pretendía dejarlo sin regalo precisamente, le iba dejar su manota estampillada en el traserito de su hijo y como que hasta año nuevo. Porque lo pescó de nuevo del brazo, lo jalo, se sentó sobre un tronco que encontró y colocó al mocoso sobre sus rodillas, no sin antes bajarle pantaloncillo y ropa interior, poco le importó el frío que hacía porque pronto al chico lo iba a dejar bien calentico.

PLAS, PLAS, PLAS, PLAS AUAUAU PAPAAAAA.. PLAS, PLAS, PLAS, PLAS, YAAAA  PLAS, PLAS, BUAAA PLAS, PLAS, SERÉ BUENOOO PLAS, PLAS, BUAAA PERDOOON PLAS, AYAYA PLAS, YAAAA BUAAA PLAS, ME DUELEEE PLAS, MAMIIIII PLAS, PAPITOOOO YAAAAA PLAS, PLAS BUAAAAA.

Nicolás: Se acabaron las malcriadeces, las groserías, las malas caras, las desobediencias y los inventos en esta casa Nicolas Claus.

Nico: BUAAAAAAA lo que tu digas papitooooo BUAAA… pero yaaaaa.

Nicolás: Mas te vale señorito… más te vale.

PLAS, PLAS, PLAS AYAYA papiiiiii.. buaaaaaa.

Con esas tres últimos azotes Santa, culminó el castigo dejándole el traserito rojo Navidad a su niño.

Nicolás: Ya pasó Nico, ya pasó papá te quiere mucho, de entre todos los niños del mundo TU ERES MI PREFERIDO, porque eres MÍO. Le dijo mientras lo acomodaba encima de sus rodillas, y lo abrazaba fuerte.

Nico: ish ish ahora si nunca me dejarás ir a entregar juguetes solo buaaaaaaaa..

Nicolás: Claro que sí en su momento, lo harás esa tarea no se la dejaría a nadie más. Le dijo mirándolo y acariciándole la espalda hasta que se quedó dormido.

Virginia: Porque no le dices a tu hijo que la verdadera razón por la cual no lo dejas ir, reconoce que es porque temes que las Chicas del Blog de Lady se lo coman, y no pueda regresar.

Nicolás: VIRGINIA SHHH que el chico te puede escucharte. ;P