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jueves, 7 de abril de 2016

Trece primos y una historia: Lacour Capítulo 10: El otro ¿primo? Parte 1



Trece primos y una historia: Lacour

Capítulo 10: El otro ¿primo? Parte 1

Jonathan POV
Venía caminando por la calle empedrada, el día estaba claro y radiante, más no así mi estado de ánimo. Más bien me sentía como las débiles sombras que dejaban las montañas en el valle y que danzaban al ritmo del brillante sol. Me acompañaba Francisco un amigo de la secundaria.
-¿Así que tu papá era ese chilango gachupín, tan rico que se murió en su helicóptero?-Me preguntó Francisco
-Sí-le dije sin mayor intención de profundizar en el tema
-Bueno pero eso no te preocupa verdad? Fue como un desconocido para ti a final de cuentas.
- No es eso lo que me preocupa-le aseguré antes de que nos despidiéramos afuera de mi casa.
Entré a la casita. El calor se percibía en el ambiente. E irradiaba de las paredes cafés rojizo y hasta del polvo acumulado en el suelo.
-¿Por qué abuelita?- pregunté sin poder dejar de pensar en ello
-Ya te lo expliqué muchacho, no puedo mantenerlos a ti y a tu hermano ahora que tu mamá y tu tío se fueron a Estados Unidos y no hemos tenido noticias de ellos en varios meses.-insistió mi abuela
-¿Pero qué voy a hacer entonces? - Volví a preguntar como un crío, a pesar de que ya me lo había explicado.
-Te digo que hablé con ese joven, Miguel Ángel, me explicó que tu padre había muerto en un trágico accidente pero que él se había hecho cargo de sus hijos, tus medios hermanos. También me dijo que estaba dispuesto a hacerse cargo de ti.
-¿Por qué voy a confiar en el sobrino de un hombre que tuvo 13 años para conocerme a mí, su hijo, y nunca se digno venir?- dije con una mezcla de temor y repugnancia.
-Por la única razón de que es tu mejor opción. Entiéndelo muchacho, esas personas tienen dinero, tal vez no te muestren mucho cariño, pero por lo menos tendrás la oportunidad de estudiar y llegar lejos.
-¿Y qué qué hay de Ramón, el novio de mi mamá?
-¿Ese criminal? Ni lo menciones. No, no, no, precisamente quiero evitar que acabes siendo un vil delincuente como él.
-No pienso separarme de mi hermanito. Tendrás que convencer a Miguel Ángel de que nos acepte a los dos, o preferiré qué nos lleven a una casa de acogida para que podamos estar juntos.-Vi la expresión cansada de mi abuela, pero también vi la cara de susto de Moisés, mi hermanito de 8 años que no concebía el hecho de que nos fuéramos a separar probablemente para siempre.
Salí de la pequeña casa y me dirigí al establo que había en el patio para llevar el caballo a rentar en las calles centrales del pueblo de Tepoztlán. Ensillé al caballo pinto y le puse las riendas. Después lo monté y salí mientras mi hermanito me habría la puerta.
-Déjame ir contigo, Johny- me suplicó Moisés
-No Moi, hoy no, por favor quédate con la abuela
Pero su respuesta fue echarse a correr calle arriba para encontrar a sus amigos.
Cabalgué hacia el centro del pueblo sumido en mis pensamientos. Lo poco que consideraba mi mundo se desmoronaba a pedazos. Hundí mi cara en la crin del caballo. <<¿Tú tampoco quieres que te deje, verdad>> le susurré al caballo. ¿Cómo sería ir a vivir con unos extraños? No debería de ser tan mala, idea ¿O sí? Mi abuela insistía en que me ayudarían económicamente, pero yo realmente anhelaba algo más para mí y para mi hermanito, algo que no me atrevía a decir en voz alta: cariño. Pero la vida rara vez nos otorga lo que deseamos así que decidí resignarme y tratar de hacer lo posible porque mi hermanito no sufriera.
-¿Cuanto la hora?- una voz sacudió mis pensamientos y me trajo de vuelta a la realidad.
-$120- respondí aunque me sentía renuente de dejarle el caballo al capitalino que tenía enfrente.
Pero el señor pareció conformarse con el precio así que tuve que bajarme del caballo, ayudarle a subir y cederle las bridas. Sus dos hijos y su esposa también habían rentado caballos.
Decidí observarlos con detenimiento, se veían adinerados, aunque claro, todos los turistas se ven adinerados. ¿Se parecería ese señor a Miguel Ángel?
Los capitalinos siempre están malhumorados y prestos a criticar, y estos no eran la excepción.
-¡Qué caballo tan famélico me diste muchacho, deberías de ver los que rentamos en la Marquesa!
Yo escuche sus refunfuños en silencio, ya estaba acostumbrado.
Cuando había ganado unos $200 en cabalgatas para mi abuela fui a casa de Alejandra, mi novia.
Alejandra era una niña parecida a mí en el hecho de que era hija de una madre soltera y tenía rasgos extranjeros, aunque con la piel y el cabello más claros qué yo. Ella era la manzana de la discordia de todos los chicos de la escuela por su belleza foránea, pero también despertaba mucha envidia. Más de una vez la habían llamado bastarda y cosas así, incluso a mi también me lo decían, sobre todo desde que éramos novios, pero no me importaba, era una niña de la misma edad y casi tan alta como yo, agradable y con una sonrisa encantadora.
Pasé por su casita, y la vi a través de la puerta abierta allí en la única mesa haciendo la tarea. Me quede pasmado un rato contemplándola.
-Hola Johny, ¿Quieres pasar y quedarte a comer con nosotros hoy? Todavía queda pozole de ayer y está riquísimo-La voz de su mamá me sobresaltó.
-No muchas gracias… quiero decir claro que sí…-tartamudeé sin saber que decir.
En eso Alejandra levantó la vista y su cabellera medio rizada y dorada danzó sobre su pecho… se me aceleró el corazón.
-Hola Ale ¿Cómo estás?-pregunté embobado, pues la había visto hace unas horas en la escuela.
-Bien. ¿Por qué no pasas y te quedas a comer?
-Gracias pero hoy preferiría que saliéramos a cabalgar un rato, tengo que decirte algo importante.
-Bueno, como tú quieras.
-No regresen tarde- nos pidió su mamá
-No señora-le dije mientras subíamos los dos al caballo
Guié el caballo calle abajo a trote ligero, tener a Ale tan cerca era tan agradable.
Llegamos al zócalo del pueblo y nos sentamos en una banca al pie del kiosco. Y ahí le conté todo…
-No quiero irme Ale, no te quiero dejar aquí.
-Tranquilo, podremos hablar por teléfono o tal vez incluso por Internet en el café Internet. Y si vas a tener dinero seguro que puedes venir a visitarme.
-Pero tengo miedo, por mí, por mi hermano, porque no se qué nos espera.-se me escurrieron las lágrimas.
-No, tranquilo, todo va a salir bien, me tranquilizó acariciándome con sus suaves manos.
Miguel Ángel POV
Trataba de concentrarme en la hoja de Excel que tenía enfrente, pero no podía. Mi cabeza estaba en otro lado, debido a la llamada que me había hecho aquella mujer el día anterior. ¿Hice lo correcto? Por supuesto que hice lo correcto, ese niño, Jonathan, también era mi primo, y dejarlo a la deriva hubiera sido como dejar a Sofía o a Leo. ¿Cómo reaccionarían los demás? ¿Cómo reaccionaría él? ¿Qué pasaría con su hermanito? Yo le había ofrecido cuidarlo también, pero su abuela solamente me dijo que lo iba a pensar. Además tenía que planear el viaje para ir por él y todo lo que implicaría.
Esa noche dejé la oficina y traté de juntar a todos los chicos en el salón principal.
-Hijos, tengo que darles una noticia importante.- dejé que me pusieran atención antes de continuar.
-Fernando, Román, Sofía y Alejandro tienen otro hermano, bueno un medio hermano que se llama Jonathan y tiene trece años.
Dejé que todos procesarán la información, naturalmente todos se sorprendieron mucho.
-¡No, eso no puede ser! ¿Eso quiere decir que mi papá…- comenzó a decir Fernando pero se calló inmediatamente.
-Bueno, la otra noticia es que se viene a vivir con nosotros, y tal vez su hermano también, porque su mamá desapareció yendo a Estados Unidos.
- Tengo que ir a México a traerlo y había pensado que me acompañen todos, pues puedo dejar encargado el casino a Gerardo (Gerardo había sido presidente de una de las empresas de mis tíos hasta que el abogado Gabriel hizo el fraude y entonces renunció a la empresa que ahora había pasado a manos de Gabriel, pero ahora era gerente en el casino).
-Pero a ustedes no los puedo dejar y estar tranquilo, así que me van a acompañar todos. El viaje será de aproximadamente una semana, yo voy a hablar con el director de su escuela para que no tengan problema. Así que ya saben, comiencen a prepararse pues  nos vamos mañana.
Cristian POV
Un primo más, la idea sonaba divertida y además lo que nos sobraba era espacio y no nos faltaba dinero.
Subí a mi cuarto que era como la torre de la hacienda, pues era el único cuarto que estaba a tres niveles, y entré para preparar un poco para el  viaje.
Estaba tratando de sacar una maleta de mi closet cuando se resbaló y cayó la pesada lámpara de mano al suelo. La madera se despostilló, pero lo que más me llamó la atención fue un sonido como el de vidrio quebrándose. Seguro que Miguel Ángel me iba a regañar, pero sólo eso. Observé la lámpara, pero no estaba quebrada, así que el sonido tenía que haber venido del suelo.
Con un desarmador de los que usaba para mis drones quité la tabla despostillada y vi los cristales quebrados, estaban recubiertos de yeso para que no se notara la diferencia con el resto del suelo bajo la madera. Retiré los vidrios con cuidado y solamente quedó a la vista un cubo en el suelo con una especie de palanca de hierro viejo y oxidado. Jalé la palanca pero se rompió.
TRAS! En ese momento un golpe me sobresaltó y casi se me sale el corazón.
-Estás bien Chris? Qué hacías?- me preguntó Alejandro que había entrado azotando la puerta. Yo me dejé caer en el suelo del alivio y de repente toda la adrenalina qué había tenido se esfumó y me quedé temblando en el suelo.
-Na.. da, es que me asustaste.
Pero Alejandro tardó menos de medio segundo en fijarse en el cubo del suelo y la palanca rota. Sus ojos mostraron su sorpresa, pero se limitó a preguntar:
-Ya la has abierto antes?
-Que si he abierto qué?
-La puerta, la puerta que seguramente abre esa palanca rota?
- Esa palanca abre la puerta del cuarto y por eso se azotó cuando entraste?
- No tonto, la puerta secreta.
Me quedé viendo la palanca y me entró una especie de euforia mezclada con algo de miedo.
-¿Cómo lo sabes?
-Porque también hay una en mi cuarto.
-En serio? Y qué hay detrás de la puerta?
- Y qué hay atrás de la tuya?
-No sé- le aclaré- se rompió la palanca. Pero aunque sea enséñame la tuya.
Alex negó con la cabeza- primero tenemos que ver qué hay aquí
Estuvimos como media hora tratando de abrir la palanca con las pocas herramientas que tenía para mis drones, y hasta casi nos acabamos el aceite especial, y cuando estábamos tan desesperados que estábamos considerando prenderle fuego a la palanca escuchamos unos pasos rápidos en la escalera, Alex reaccionó como un rayo y jaló el tapete de un lado de mi cama para tapar el agujero en el suelo. Yo no entendí porque hacía eso
-Hazme caso por favor Chris, y aguanta el castigo que seguramente nos va a dar Miguel Ángel y te prometo enseñarte mi cuarto secreto y descubrir el de aquí- me dijo Alex pero yo le entendí todavía menos
En eso entró Miguel Ángel y nos echó una rápida mirada a nosotros y al desastre en el suelo.-¿Qué te dije Alex?-le dijo algo molesto
-Perdón, perdóname por favor papá. Sé que me dijiste que era urgente que fuéramos, pero es que estábamos tratando de guardar todo esto y bueno, fue un caos tal que tuvimos que vaciar la maleta
-Sé que nos merecemos un castigo, pero fue más mi culpa que de Chris.
Miguel Ángel frunció el ceño- Alex, fui muy claro en lo importante que era que fueras con Chris al estudio rápido, pues estoy comprando los boletos de avión, y se canceló la sesión y ahora las tarifas están más altas.
-No fue mi intención- Alex se oía triste y preocupado a la vez
-Te creo que no lo hiciste aposta, acabo de perder varios cientos de dólares en la tarifa de los billetes de avión, pero créeme, ese no es el problema, el problema es que me desobedeciste conscientemente, y por eso tengo que castigarlos.
-Sí, lo entiendo- respondió Alex y se limitó a implorarme con los ojos que siguiera su ejemplo sin decir nada
Pero yo no estaba loco como para dejar que me castigaran por esconder una palanca vieja, y además era su culpa por no haberme dicho que Miguel Ángel nos llamaba.
-No es cierto, Miguel Ángel, nada de lo que te está diciendo Alex es verdad
Alex POV
Tenía que haber pensado desde un principio que Christian no era como yo, y que no podía esperar que aceptara un castigo por algo como mi cuarto secreto. Además había sido muy idiota de haber olvidado para que me había mandado Miguel Ángel.
Cuando Christian dijo eso entendí que mi trasero y mi secreto estaban igual de acabados.
No sé por qué lo hice, solo sé que me arrojé al tapete, que Christian estaba comenzando a mover para dejar al descubierto la palanca, de rodillas frente a Miguel Ángel y le dije desesperado
-perdóname por favor, Christian tiene razón, no le dije que nos llamabas porque pensé que no nos íbamos a tardar en lograr arreglar su nuevo carro de control remoto, y pensé que si le ayudaba me lo iba a prestar (parte de eso era verdad y hacía  la historia más realista), pero castígame, sé que me lo merezco – en este punto me puse a llorar porque me sentía como un idiota en todos los sentidos, y además odiaba a Christian aunque el pobre no tuviera la culpa.
Me sentía desesperado, pero en eso sentí como los brazos fuertes de Miguel Ángel me ponían de pie tirando suave pero firmemente de mis muñecas
-No, Alex, tranquilo, claro que te perdono, todos cometemos errores y aunque te tenga que castigar por desobedecer y mentirme te aseguro que no te voy a lastimar, nunca soy cruel con ustedes.-me dijo mientras se inclinaba y me abrazaba
El abrazo de Miguel Ángel me ayudó a calmarme un poco, pues aparte sabía que tenía razón en lo que me decía. Me sentí muy mal de seguir ocultándole las cosas cuando lo único que recibía de mi primo-papá era cariño, cuidados y educación. Pero hice acopio de mis últimos recursos de obstinación y le dirigí a Christian la mirada más fulminante que pude mientras le señalaba con la cabeza que nos dejara solos para el castigo. Afortunadamente me entendió y salió con cara de disgusto hacia mí cerrando la puerta estrepitosamente.
Observé el cinturón que llevaba ese día Miguel Ángel, era de cuero grueso, teñido de negro, de un aspecto temible (todos se ven temible cuando te van a castigar con ellos, pero éste un poco más). Me armé de valor y me desate el cinturón que aseguraba mi short de bermuda; sin pensarlo mucho me baje el short hasta los tobillos para después avanzar hacia la cama de Christian con pasos cortos que me permitía la ropa enredada y me quedé mirando hacia abajo esperando lo que fuera qué siguiera.
Pasaron varios instantes antes de que oyera la voz de Miguel Ángel- Bueno Alex, yo tampoco quiero alargar esto demasiado, sí te voy a castigar pero recuerda que te perdono y que te castigo no por crueldad o venganza, sino porque quiero educarte y que aprendas a hacer las cosas bien.
Me limité a asentir y a inclinarme en la cama pero Miguel Ángel me levantó
-No, hoy así no-me dijo mientras se sentaba él en la cama y me hacía señas para que me inclinara en su regazo. En ese momento me entró el pánico porque seguramente estaba haciendo eso para mantenerme controlado mientras me daba una paliza fuerte. Como me quede inmóvil Miguel Ángel me reclinó y unas lágrimas corrieron por mis mejillas y cayeron sobre su zapato. Creo que Miguel Ángel se dio cuenta porque me mantuvo en esa posición, pero en vez de comenzar el castigo puso sus manos sobre mi espalda y me acarició la espalda hasta que me sentí un poco más tranquilo, de él no tenía que tener miedo.
Escuché el tintineo de la hebilla cuando Miguel Ángel tomaba el cinturón y lo doblaba manteniendo la hebilla en su mano para no lastimarme con ella. Y en eso puso su brazo izquierdo sobre mi espalda y con su pierna inmovilizó las mías.  
Zas.. Sentí el primer cinturonazo y pasaron unos segundos antes de que sintiera el segundo Zas.. El aguijón qué sentí me dio  a entender que me estaba pegando fuerte.
Zas.. El tercero también tardó en llegar y el escozor me produjo una desesperación para tratar de frotarme con las manos pero Miguel Ángel las tenía bien sujetadas.. Zas..cuando el cuarto abrasó la piel que se escondía bajo mi slip, lancé un gemido de dolor y traté de patalear pero también mis piernas estaban firmemente bloqueadas con la de Miguel Ángel
Zas.. Llegó el quinto y no aguanté, me puse a llorar Zas.. ¡Ya por favor! Le rogué cuando llegó el sexto
Zas.. Ya! Buaa Ya! Tarde varios segundos en darme cuenta que Miguel Ángel había dejado de pegarme y me estaba acariciando la espalda con sus manos.
Después de un par de minutos Miguel Ángel me levantó y me subió el short
-Perdóname por favor- le dije con la nariz congestionada por el llanto
Él me miró a la cara- Claro Alex, te perdono y sólo te pido que la próxima vez me hagas caso y me digas la verdad sin involucrar a tus hermanos si no tienen la culpa- finalmente Miguel Ángel me sonrió y me abrazó y yo me sentí muy aliviado a pesar de que todavía me dolía el castigo que me había dado
-Ahora sí vamos a comprar los boletos, así que vente, tienen 5 minutos para recoger este caos y los espero en el estudio- me dijo mientras se adelantaba a las escaleras
-OK
Cuando salió Miguel entró Christian e inmediatamente le reclamé
-¿Qué hacías ahí parado escuchando cómo me castigaban, te divierte?
-Esto es absurdo, yo creo que más bien a ti te gusta que te castiguen
-Claro, y también me gusta gritar de dolor y la vergüenza de llorar como un crío cuando Miguel Ángel me pega con el cinturón- le dije en el tono más irónico y molesto que pude
- Si tanto te molesta estar conmigo ¿qué haces aquí?
-Miguel Ángel me dijo que arregláramos esto
En eso por primera vez Christian pareció fijarse en el caos que había en el suelo
-Todo es tu culpa, por tus absurdas ideas ya eché a perder todas mis herramientas y el aceite de mis drones. ¡VETÉ!
-Con todo el gusto del mundo me voy de tu cuarto. Y que bueno que Jonathan viene a vivir con nosotros porque así puedo sustituir el hermano que perdí hoy.- Le espeté mientras me encaminaba a la puerta abrochándome el cinturón.
¡VETÉ!- me gritó mientras me empujaba afuera de su cuarto y azotaba la puerta.
-¿Qué pasa Alex?- era Fernando que había subido por el escándalo
-Nada, dile a Christian que Miguel Ángel quiere que estemos en el estudio en cinco minutos.
-Para- me dijo mientras me sujetaba por los hombros cuando intenté echarme a correr- ¿seguro estás bien?- se quedó observando mis rostro enrojecido y congestionado
-Sí, sólo que Miguel Ángel me castigó y además yo y Christian estamos peleados- le dije mientras trataba de sacudirme sus manos
-Pues no pienso dejarte que te vayas peleado con un hermano- me dijo sujetándome
-Suéltame! Suéltame Fer, esto no es asunto tuyo
En eso escuchamos un escándalo que venía subiendo por las escaleras, yo dejé de jalonearme y Fernando dejó de sujetarme tan fuertemente
Mis hermanos hacían demasiado ruido, pero alcancé a captar algunas palabras: hombre anciano, más viejito, video de ayer, es él, está muerto, camioneta mercedes G. negra. Al oír eso sentí que el corazón se me paraba... Continuará




10 comentarios:

  1. Me encantó primos nuevos pero como lo dejas así.

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  2. Primo nuevo más cuartos secretos, de verdad que no lo puedes dejar así

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    1. Gracias por comentar. Sí, sorpresas que nos sorprenderán mucho :)

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  3. La familia crece!!!
    Y porfa no dejes solo al hermanito de ese chico!!
    Miguel Ángel es medio extraño pero tiene un buen corazón!!!
    Ya quiero leer que más sorpresas nos tiene esta historia!!

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  4. Te quedo genial el capi, me gusta tu historia. Please actualiza pronto... :)

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  5. Te quedo genial el capi, me gusta tu historia. Please actualiza pronto... :)

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  6. Estuvo lindo el capítulo, pero vaya que le falta tacto a Miguel para dar las noticias!!!! Estoy con la misma opinión de Estrella, es extraño, se comporta como viejo, jejej... A veces me da pena que tenga esa responsabilidad.
    Muy interesante lo del otro hermano... y qué habrá detrás de esa puerta?!!

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    1. Jaja, gracias por los comentarios. Creo que es más mi culpa que de Miguel Ángel ;)
      Pronto continuaré.

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