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miércoles, 13 de julio de 2016

BOCHA Capítulo 1.



BOCHA

Capítulo 1.
-          ¡Max, al salón! (dijo Alejandro nada más oír la puerta de la entrada. Max cerró los ojos y maldijo el buen  oído de su tío y lentamente hizo su camino hacía el salón) allí estaban su tío su padre, Daniel y César mirándolo como si fuera un violador de ancianitas). ¿Qué hora es? (preguntó muy serio Alejandro. Max gustosamente le hubiera soltado una impertinencia, odiaba que le hicieran preguntas de las cuales ya sabían la respuesta. Pero llegaba casi dos horas tarde y no era cuestión de enfadar más a los mayores).
-          Las once y cuarto (dijo no muy fuerte pero tampoco era un susurro, todos tenían buen oído, así que lo habían oído a la perfección).
-          ¿Y a qué hora te dije que te quería en casa? (dijo sin quitarle la mirad de encima)
-          A las nueve y media (dijo sin levantar la vista, sabía que su tío podría saber si mentía solo mirándolo a la cara)
-          Ve a por la vara a mi despacho (dijo Alejandro a continuación. Max levantó la mirada suplicante ¿iba a castigarlo delante de Daniel y César? Alejandro ni se inmutó solo apuntó con el dedo en la dirección donde estaba su despacho. Max miró a su padre, quizás él le echara una mano. Pero la cara de su padre no era de muy “echar manos”, bueno quizás sí, pero  al cuello. Max tomó aire lentamente y se volteó y fue hacia el despacho de su tío. Sabía perfectamente donde estaba la vara, en el paragüero. No era la primera ni la última vez que tendría que ir a por ella. Max le dio la odiosa vara a su tío y esperó la siguiente orden. Solo rezaba que su tío no quisiera castigarlo con el culo al aire) Sobre la mesa, ya sabes como va esto, Maximiliano (dijo Alejandro. Max respiró aliviado al oír que solo tenía que inclinarse en la mesa, algo de pudor podría mantener. Pero el oír a su tío llamarlo Maximiliano, le hizo palidecer de golpe. Su tío solo lo llamaba así cuando estaba realmente molesto) Swass Swass Swass Swass Swass Swass (6 duros varazos cayeron sobre el trasero de Max)
-          Grrrrrrrrrrrrrrrrrr argggggggggggggggg shhhhhhhhhhhhhh (Max intentó aguantar como pudo sin gritar ni llorar, no quería parecer un bebé delante de Daniel y César. Pero fue inútil cuando su tío dio la última estocada las lágrimas caían sin control)
-          Levanta (ordenó Alejandro tras la última estocada), ve a esa equina, manos en la nuca y ni se te ocurra mover ni un músculo hasta que te llame (Max casi hubiera preferido que lo nalguease con el culo al aire. Castigarlo cara a la pared era de párvulos. Pero Max obedeció sabía lo que le convenía) Bueno Daniel te agradezco que vinieras, entonces ¿Quedamos así, no?
-          Sí, mañana mismo me pondré a ello. Te mantendré informado (dijo estrechando la mano a Alejandro y al padre de Max)
-          Te acompaño a fuera, quiero comentarte una cosa (dijo el padre de Max acompañando a Daniel a fuera de casa. Max podía oír perfectamente como César y su tío hablaban de dinero y demás cosas aburridísimas que hablan los adultos. Odiaba estar allí castigado, odiaba que su tío lo tratará como un niño de pañales, odiaba que los adultos hablaran como si él no estuviera en la sala. Al cabo de un buen rato sintió como su padre volvía a entrar en el salón y se unía a la conversación)
-          Max, ven aquí (dijo su tío y aliviado bajó los brazos y se dio la vuelta. Por alguna razón su tío aún parecía enfadado. No solo su tío, su padre también, incluso diría que César no estaba muy contento). ¿Dónde has estado todo este rato? (preguntó su tío. Max bajó de nuevo la cabeza. Esperaba que después de los 6 varazos todo hubiera quedado olvidado)
-          Max, tu tío te ha hecho una pregunta (dijo su padre al ver que el chico tardaba en contestar. Max sabía que como Alpha no podía mentir a su tío pero también sabía que si le decía la verdad no solo él iba a estar en problemas también Coral) ¡Max! (dijo ansioso su padre y entre dientes al ver que el chico seguía sin contestar).
-          En el instituto
-          ¿en el instituto a estas horas? El instituto cierra las nueve, me estás intentando hacer creer que has estado hasta  las 11 en el instituto? (dijo su tío  en un tono muy peligroso)
-          Estuve en el instituto hasta las nueve, después en el campo de futbol (Max intentaba no dar muchos detalles y sobre todo intentaba esquivar la mirada de su tío).
-          ¿Había hoy entreno? (preguntó Alejandro a César y César negó con la cabeza¿Qué hacías en el campo de fútbol tan tarde? (le preguntó Alejandro atravesándolo con la mirada).
-          Tomando (dijo en un susurro. Max pensó que si mentía en algo así su tío no dudaría. ¿Quien en su sano juicio confesaría un crimen que no ha cometido? Alejandro agarró a Max por la solapa de la cazadora y lo acercó a escasos milímetros de él y lo olfateó a base de bien)
-          No hueles a alcohol, hueles aaaaa (olió un poco más) dentífrico y jabón (le pasó la mano por el pelo, aun las raíces estaban algo húmedas) No hace mucho que te has duchado ¿Qué es lo que intentas ocultarme, Maximiliano? (dijo clavándole la mirada, Max casi se mea en cima, su tío podía asustar al más valiente y un chico de 15 años no tenía nada que hacer con él).
-          Eso…que bebí. No quería que papá oliera la cerveza, así que me duché y me lavé los dientes (le temblaba la voz y las rodillas le temblaban. Alejandro lo miró un buen rato, Max estaba apunto de mearse encima cuando finalmente se levantó de su butaca)
-          Lleva la vara a su sitio. Y no vuelvas a llegar tarde cuando te diga que estés aquí a una hora.
-          Sí, tío (dijo Max aliviado y se apresuró a dejar la maldita vara en su sitio)
-          Julio, si tu hijo bebe o no, ya no es asunto mío (dijo Alejandro a su hermano) Pero empieza muy pronto ¿No crees? (por supuesto Alejandro tenía que decir algo).
-          Sí, después hablaré con él  ¿Podríamos dejar para mañana lo de…? (Julio no quería decirlo en voz alta por si su hijo los escuchaba).
-          No veo porque no. Hasta la semana que bien hay tiempo, pero cuanto antes lo sepa mejor (dijo Alejandro).
-          Entiendo. Mañana si quieres hablamos de ello con él (dijo Julio algo triste)
-          Mañana entonces (dijo Alejandro y salió del salón).
Max se cruzó con su tío en la puerta y tímidamente le dio las buenas noches. Alejandro sabía que le chico llevaba algo entre manos pero no sospechaba para nada que fuera algo relacionado con los Warcold. Max sabía que su padre tendría lago que decir sobre lo de beber alcohol y desobedecer una orden directa de Alejandro. Pero estaba tan aliviado por que su tío se hubiera tragado la mentira y mantener a salvo a Coral que poco le importaba. O eso pensó hasta que vio la cara de su padre.
-          Yo mejor me subo (dijo César al ver que Julio estaba un poco inquieto), tengo aún un montón de trabajos que revisar…Max no olvides que el jueves tenéis que presentarme el trabajo sobre Platón ¿eh? (dijo César con una media sonrisa).
-          Ya lo tengo acabado, no sufras (dijo devolviéndole la sonrisa pero en verdad pensaba que era una mala pasada que se fuera, quedarse a solas con su padre estando así, y después de haber recibido 6 varazos, sin duda, habían mejores perspectivas que aquella. Julio esperó hasta oír la puerta del dormitorio cerrarse antes de volver abrir la boca, aunque sabía perfectamente que tanto Alejandro como César podrían oír perfectamente lo que iban a hablar)
-          (Julio se levantó de la butaca y empezó a caminar de una punta a otra del salón)No puedo creerme que hayas vuelto a llegar tarde, sobre todo hoy (dijo apretando fuerte la mandíbula) Sabías que era importante que hoy asistieras a la reunión. Te lo dijo tu tío, te lo dije yo y esta mañana oí como César también te lo recordaba a la hora del desayuno.
-          Lo sé, pero si solo habláis vosotros, a mi solo me hacéis sentar ahí (dijo señalando el sofá) y me decís que guarde silencio. Papá, no pinto nada en vuestras reuniones.
-          Me da igual si pintas o no pintas, se te dijo que estuvieras y no apareciste. ¿te haces una idea en que lugar me pone eso?
-          Lo siento (dijo pero rodando los ojos)
-          Si crees que porque tu tío te ha castigado ya, está todo olvidado. Estás muy equivocado, jovencito (Max pensó que no era buena idea enfadar más a su padre con lo de las estúpidas reuniones así que se tragó su orgullo y se disculpó pero esta vez intentó sonar arrepentido)
-          Lo siento, no volverá a pasar.
-          Más vale que no, mañana volveremos a reunirnos, puesto que esta noche por la ausencia del señorito no se han podido tratar todo los asuntos (Max no pudo evitar mirar a su padre con incredulidad. Si él no hacía nada en esas reuniones)y te quiero ver ahí sentadito a las siete en punto.
-          ¿Pero no empezará a las nueve y media, como siempre? (Max lo miró sorprendido)
-          Sí, pero yo te quiero ahí sentado a las diecinueve cero cero. Y más vale que estés ahí sentado, porque sino no es a tu tío a quien vas a tener que temer (Max tragó saliva su padre no tenía nada que envidiar a su tío en lo que se refería a intimidar a la gente)¿Me has oído, Maximiliano?
-          Sí, señor (contestó asustado)
-          Muy bien, quería dejarlo claro antes de hablar sobre lo de beber alcohol
-          Solo fue una cerveza, papá, lo juro (dijo y realmente sonaba sincero como si solo se hubiera tomado una. Max se sorprendió así mismo. No se imaginaba que mentirle a su padre le resultara tan fácil).
-          La cantidad no es la cuestión. El hecho si. Tienes 15 años no puedes beber alcohol. No solo porque te lo diga tu padre, o lo diga la ley sino porque es malo para tu organismo. Eres muy joven aún (Julio hablaba más como un anuncio de esos de no tomes drogas que como él mismo. A Max le costó un buen esfuerzo no poner ningún tipo de mueca) No deberíamos ni tener esta conversación. No entiendo que se te pasó por la cabeza para tomar, no lo entiendo, hijo. Explícamelo, por favor (Julio se cruzó de brazos y esperó una respuesta. Una respuesta que obviamente Max no tenía, porque él jamás había bebido una cerveza).
-          No sé, papá (dijo encogiéndose de brazos, olvidando por un instante que su padre odiaba eso de encogerse de brazos)
-          ¡No sabes! ¡No sabes! ¿Qué pasa que aparte de irrespetuoso ahora también eres idiota? (dijo Julio furioso porque no soportaba que su hijo respondiera con “no sé”)
-          Supongo que quería probarlo, ¿curiosidad? (dijo mirando a su padre a ver si se contentaba con esa respuesta)
-          ¿Me preguntas o me dices, hijo? (Julio rebufó)
-          Digo (se apresuró a decir porque a su padre se le volvía a hinchar la vena del cuello).
-          Pues hijo ¿No has oído nunca la expresión de “la curiosidad mató al gato”? (Max tragó saliva, sabía que la hora de la verdad se acercaba. Durante unos segundos ninguno de los dos dijeron nada.) ve a mi habitación y tráeme la alpargata (dijo finalmente Julio que no le gustaba tener que ponerse así de serio con Max. Pero el alcohol era cosa seria).
-          Pero…papá…aún duele (no sabía como decir que aún le dolía el trasero de los varazos de su tío sin sonar como un niño quejica).
-          Me imagino, ve y tráela, si he de ir yo a por ella, no iré a por la alpargata sino por la vara de tu tío (Max probó una vez más ablandar el corazón de su padre con su mejor carita de cachorrito abandonado. Pero su padre le echó una de sus miradas fulminantes y Max corrió a la habitación de su padre. La alpargata estaba como siempre que no estaba en los píes de su padre, en los píes de la cama. La garró con odio, aquello iba a picar horrores, y solo se había dado un piquito con Cora. Si que había estado bien, ¡pero ni le había tocado una teta! Y se iba a llevar 6 con la vara y ahora las que su padre quisiera con la alpargata. Le estaba saliendo bien caro eso de salir con una Warcold. Max bajó de nuevo al salón su padre se había sentado en una silla que había situado en medio de la sala). Max, es tarde ya, acabemos con esto y acostémonos ya (dijo arremangándose una manga. Max dio los pocos pasos que faltaban para estar frente a frente a su padre y le alargó la zapatilla. Su padre la tomó y le desabrochó el pantalón, lo bajó hasta los tobillos, después le bajó el calzoncillo que siguió la misma suerte que los pantalones y tirando firme pero no fuerte del brazo de Max lo colocó sobre sus rodillas) que sea la última vez que bebes sin tener edad. Si me entero que solo te has mojado los labios te daré una que no vas a poder sentarte hasta tu graduación PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF
-          GRRRRRRRRRRRRRRRRRRR AAAAAAARGHHHH GRRRRRRRR nnnnnnnnnnnn papá buffffff
-          PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF TIENES 15 NO 21, No tienes ni edad de votar y ya quieres tomar…el alcohol no es para niños y no es algo que te venga ahora de nuevo, en la tele se dice, en la escuela también, nosotros jamás te hemos dejado beber, ni para brindar en Navidad PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF
-          AUUUUUUUUUUUUUUUUY AUU AUU AU AU PAPÁ NO, NO AHÍ, AUUUU DUELE DUELE NOOOOO
-          PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF sé que duele esa es la idea ya que no tienes cabeza suficiente para hacerlo correcto por ti solito, espero que el dolor que sientes ahora en tu trasero te ayude a tomar la decisión correcta la próxima vez PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF PLAFF
-          Aaaaaaaaaaaaaaau argh bwuaaaaaaaaaaaaaaaaa bwuaaaaaaaa auuuu ayyayy papá para por favor para aaaaaaaaaau nunca más, nunca, lo juro aaaaaaaaauuu no no no auuuuuuu
-          PLAFF PLAFF (dio dos zapatillazos más, sabiendo que los 6 varazos que le había dado Alejandro estaban aún muy recientes y respiró hondo) ya hijo, ya, ya está…ya, respira, hijo, concéntrate en respirar (le decía Julio mientras le acariciaba la espalda. Cuando Max se calmó al fin lo primero que hizo fue levantarse y vestirse. Odiaba que su padre lo desnudara y lo pusiera sobre su regazo, no solo le hacía sentir vulnerable sino también como un niño pequeño que acabara de dar una patada a una ancianita) ¿Ya? (preguntó su padre cuando vio que Max ya no lloraba y se subía los pantalones)
-          Si (dijo secándose las lágrimas con la mano)
-          Sube a tu cuarto y ponte ya el pijama, ahora te subiré algo para que no te vayas a la cama con el estómago vacío (dijo Julio desanimado pero ya no estaba furioso. En parte se había enfadado tanto con su hijo porque lo de beber no iba nada con Max. Él era un chico que no le hacían mucha gracia esas cosas, en las fiestas solía esconderse en su habitación o en el rincón más alejado del tumulto).
-          Gracias, si mejor subo ya y me pongo con los deberes (dijo mirando de rojo a su padre. Julio resopló pero no dijo nada…púes claro que no había hecho aún las tareas de la escuela, si se había pasado la tarde habiendo el cafre con sus amiguetes)

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