Páginas Amigas

martes, 3 de enero de 2017

CAPÍTULO 12: SUMANDO



CAPÍTULO 12: SUMANDO


Chris tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para concentrarse en Leo. Los ojos se le iban hacia la derecha, donde estaba Moshe mordiéndose el labio y jugando nerviosamente con sus manitas. El niño parecía muy vulnerable, pero Chris decidió confiar en Peter y dejarle actuar a él, puesto que su hijo había asumido la responsabilidad de cuidar del pequeño.


  • ¿Y bien? ¿Me quieres decir que fue todo ese desastre? – preguntó Chris, fijando la mirada en Leo y adoptando un rostro serio.


  • Yo… Moshe abrió las latas…


  • Ahá. ¿Y cómo llegó Moshe hasta allá? ¿Cómo llegaste tú hasta allá si yo os dije que no os separarais?


Leo se miró los zapatos y luego deslizó la vista hasta los zapatos de Chris. Poco a poco levantó el rostro y le dedicó a su padre una mirada triste.


  • Lo siento…


Chris suspiró. No le salía enfadarse por aquella tontería, por más que le molestara que Leo se alejara en sitios tan concurridos.


  • Nada de irse por ahí vosotros solos. Te quiero a la vista en todo momento ¿entendido?


  • Sí, papá.


  • Está bien.


Chris puso una mano sobre la cabeza de Leo y le revolvió el pelo suavemente, como para zanjar el asunto cariñosamente. Después se dedicó a observar la conversación en paralelo que Peter mantenía con Moshe.


  • Te dijimos que nada de transformarte, Mosh. Si alguien te hubiera visto estaríamos en muchos problemas. Es más, tendremos que comprobar que las cintas no te hayan grabado.


Moshe le miraba con mucha atención, pero con una expresión que no dejaba ver si se estaba enterando. Más bien parecía estar analizando el enfado de Peter, para ver qué tan grande era.


  • Tampoco tendrías que haberte alejado, me asusté cuando no te vi. – siguió regañando Peter, y atrajo al niño hacia sí para darle un corto abrazo. - Cuando te decimos algo es para que nos hagas caso – le susurró, cerca del oído. – Si no, me enfadaré contigo ¿eh?


Moshe asintió y dejó que Peter le alzara en brazos. Chris contempló la escena con una sonrisa. Le gustaba ver ese lado dulce de Peter, que siempre había sacado con Leo y ahora por lo visto usaba también con el pequeño semidemonio. Verle sonreír así, con un niño en brazos, le daba esperanzas. Le recordaba que juntos podían superar cualquier cosa y que su hijo siempre seguiría siendo el niño dulce y sensible que conocía, aunque ahora fuera un demonio completo.


  • Peter realmente se ha encariñado con él ¿no? – le dijo Nick, poniéndose a su lado.


  • Eso parece. Sé que no te agrada mucho la idea, pero dale una oportunidad. Moshe es una criatura especial e hice mal en tratarle como si fuera peligroso.


  • Supongo que podría ser peor. Nos lo vamos a quedar ¿no?


  • Ni que fuera una mascota – replicó Chris.  


  • Nos lo vamos a quedar – afirmó Nick, respondiéndose a sí mismo. – Peter lo tiene claro. Cuando está con él sus pensamientos son muy intensos e inusualmente alegres. Normalmente no soporto estar en su cabeza, pero Moshe le hace… feliz.


Christopher se llenó de paz al escuchar eso y en ese mismo instante supo que Moshe era uno más de ellos.


  • Quién iba a decir que para reconstruir esta familia solo hacía falta añadirle un nuevo miembro – murmuró.


  • ¿Pero va a ser tu hijo o tu nieto? – bromeó Nick, señalando con la cabeza a Peter, que se había subido al niño a los hombros.


Chris sonrió levemente, para no ser aguafiestas, pero se quedó meditando las palabras de Nick muy seriamente. Como juego estaba bien, y le hacía sentir orgulloso, pero no podía seguir dejando que Peter asumiera el rol de padre con el niño. Cuando regresaron a casa, después de que cada uno fuera a guardar sus compras, Chris decidió aclarar aquello de una vez por todas.


  • Peter, ven un momento. Tengo que hablar contigo.


  • Yo no hice nada – respondió él, receloso.


  • Caramba, hijo, esa respuesta me la espero de tu hermano, que siempre está metido en algún lío, pero tú también… Pareciera que siempre que te llamo es para regañarte.


  • Por si acaso – dijo Peter, y le dedicó una media sonrisa. Cada vez que le veía sonreír, Chris ganaba un año de vida. Hubo un tiempo no muy lejano  en el que temió no volver a ver aquella sonrisa.


  • Esta vez estás limpio. Solo quiero hablar contigo sobre Moshe.


  • ¿Crees que hice bien en el centro comercial? – le preguntó Peter, con cierta inseguridad. – No quise enfadarme mucho porque recién se está acostumbrando y porque es demasiado mono como para que me enfade con él…


  • Te tiene ganado por completo. – le chinchó Chris. – Lo hiciste muy bien, tesoro. Eres un gran hermano mayor. – dijo Chris, recalcando las dos últimas palabras. – Lo has estado haciendo muy bien estos dos días. Pero creo que ha llegado el momento de decidir qué vamos a hacer con él.


  • Papá, yo no puedo dejarle solo. Tú no lo entiendes, si le devuelvo allí le matarán. Y no podemos dejarle en un orfanato. No solo porque corremos el riesgo de que muestre su magia allí, sino porque no puedo, no después de haberme criado en uno…


  • Ya lo sé, Pete y no vamos a hacer nada de eso. – le tranquilizó Chris.


  • ¿No?


  • No, claro que no. Jamás abandonaría a alguien de la familia.


Peter fue ensanchando su sonrisa a medida que asimilaba aquellas palabras.


  • ¿Lo dices en serio?


  • No bromeo con estas cosas – le aseguró Chris, contagiado de su sonrisa.


  • Pero… ¿qué va a decir Nick? ¿Y Leo?


  • Nick ya lo sabe, y no le parece mal. Necesita algo más de tiempo que tú para encariñarse con él, pero sé que no tardará en caer en sus redes. Lo mismo le pasó con Leo. En cuanto al enano… Bueno, tú déjamelo a mí. Al principio le costará, pero seguro que sabrá ver las ventajas de tener un hermanito de su edad.


  • ¿Lo has hablado con Amy? – preguntó Peter.


A Chris se le calló el alma a los pies. Sabía que Amy adoraba al pequeño, pero no había consultado con ella aquella decisión. Se había acostumbrado a la vida de viudo, pero ahora tenía que aprender a contar con ella. Después de todo, iban a casarse, esperaban un hijo en común. No podía simplemente coger y adoptar a otro niño sin hablarlo con ella primero. Amy ya había tenido mucha paciencia con muchas cosas que a cualquiera le hubiera costado asimilar.


  • Pues… ese es el pequeño paso que me falta…


  • Amy dirá que sí – dijo Peter, con plena confianza.


  • ¿A qué diré que sí? – preguntó la aludida, que traía un cesto con ropa limpia y recién planchada para repartirla.


  • ¡Amy! No debes cargar peso – protestó Chris, quitándoselo de las manos.


  • Semanas, Chris. Estoy embarazada de unas pocas semanas. Malcríame a partir del quinto mes – le dijo, pero dejó que se lo cogiera. A Amy le divertían mucho esos arranques sobreprotectores de su novio: la madre primeriza era ella, se suponía que Chris ya conocía el funcionamiento de un embarazado, de cuando nació Leo.


  • Aún así, no tienes por qué esforzarte.


  • Bueno, ¿a qué se supone que voy a decir que sí?


  • A Moshe – intervino Peter. – Papá dice que puede quedarse con nosotros.


  • ¿Quieres adoptarle? – preguntó Amy, con una sonrisa incipiente.


  • Pues…yo…Es decir…- balbuceó Chris.


  • Eso es genial – dijo Amy. Pero algo en su voz delataba que tan genial no la parecía.


  • ¿No estás de acuerdo? – preguntaron Chris y Peter casi a la vez, con el mismo tono de decepción.


  • No, claro que lo estoy…Es solo que… No importa. Tengo…tengo que repartir esta ropa. – murmuró, y volvió a coger el cesto de las manos de Chris, sin que este fuera lo bastante rápido como para impedirlo, porque se había quedado algo impactado por la reacción de su novia.


Se dijo que era lógico. Ella era muy joven para tener de pronto tantas responsabilidades. Además, esas decisiones había que meditarlas más, él era muy impulsivo y apasionado…Había pensado que ella también, pero seguramente lo de adoptar a un hijo requería un poco de reflexión por su parte.


O a lo mejor es que simplemente no quería un hijo más. Con los tres hijos de Chris y el que esperaban juntos era más que suficiente para cualquier mujer que aún no hubiera llegado a los treinta...


  • ¿Y con esa arpía te vas a casar? – gruñó Peter. – No esperes que yo esté en la boda.


  • ¡Peter! No digas eso, Amy te cae muy bien. No es una arpía, solo…


  • No, tienes razón. Es una bruja. Pero no de las que tienen magia.


  • Oye, no hables así…


  • Y si fuera Nick la habría llamado puta, que es lo que es. – gruñó Peter. Inmediatamente después sintió el frío helado que te recorre la médula cuando alguien te taladra con la mirada. Al mirar a Chris, se le pasó un poco el enfado, al darse cuenta del propio enojo que había provocado en su padre.


Chris le agarró del brazo y por un segundo Peter temió que fuera a cruzarle la cara, pero lo que sintió fue un picor casi habitual bajo la parte trasera de su pantalón.


PLAS


- Ay…


  • Entiendo que estés molesto porque Moshe se ha vuelto muy importante para ti. Pero ella no ha dicho que no, y aunque así fuera no puedes llamarle eso.


  • Perdón – murmuró Peter. Aguantó por un segundo las ganas de frotarse, pero luego se llevó las mano atrás, sin poder evitar ruborizarse. – No es justo, ahora me duele más… - protestó, bajito, refiriéndose a la poca tolerancia al dolor que tenía desde que se había transformado en un demonio completo.


  • Por eso te di solo una – replicó Chris, y le atrajo hacia sí para darle un beso en la frente. – Hablaré con ella y averiguaré a qué se ha debido esa reacción. Seguro que hay una explicación, sabes que Amy adora al niño y también te quiere mucho a ti.


  • A lo mejor se ha cansado de tanto drama…


  • En ese caso tendría que haber roto conmigo y en lugar de eso se ha quedado a nuestro lado. Ten paciencia, ¿bueno? No todo el mundo reacciona igual y tú te has unido a Moshe muy rápidamente…


  • ¿Y tú no? – le preguntó Peter, con inseguridad.

  • Sí, yo también – reconoció Chris – Y eso que al principio quería resistirme. Ahora ni lo intento, sé que es inútil: ese enano me ha desarmado por completo.

4 comentarios:

  1. Ya te habías tardado con esta historia, me encantan estos chicos y tu forma de escribir de ellos, has hecho una linda historia :3

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  2. tiene q ser peter el padre!!!! es el mas indicado en todo sentido >...<

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  3. Ho que lindo encontrar otro capi, adoro esta hihistoria. Y voy a pelear con mousse xq nooo puede ser Peter xq.esta emuy chico para tanta responsabilidad, como hermno esta bien aunque de seguro los celos de leo se van a disparar x las nuves

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  4. Claro que Piter no puede ser el Papá como dice Chany él es muy chico...
    Que linda historia Dream porfis no tardes porque se les quiere mucho a estos chicos!!

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