Páginas Amigas

lunes, 24 de julio de 2017

Capítulo 8.... "Volar"



Capítulo 8.
Volar…
El reloj deba las cuatro de la tarde y  aun no llegábamos al lugar donde nos dirigíamos, recuerdo que antes de salir de casa lo último que le dije a Jared fue…
-      ¿Quieres un café? –  él asintió levantándose  mientras,  tomaba nuestras chaquetas y subimos al BMW, Jared  regreso por su mochila y al volver y subir  al auto, este  me beso con intensidad para  luego decir.- Estas atrapada en mi auto… hoy serás mía, te acabo de ¡¡RAPTAR!! – aseguró mientras yo negaba con mi cabeza riendo.
Ansiosa observaba el camino, pensando en que se detendría en alguna cafetería, pero no fue así y después de una hora lo hizo, el lugar se trataba de una Hostal y al bajar Jared tomo de mi mano y me ayudo sin decir una palabra mientras, lo  bombardeaba en pregunta del por qué estábamos en ese lugar.
-      ¿Qué hacemos acá? Jared mi papá nos matara.- al decir eso beso mi frente y me arrastro donde unos tipos que estaban en dos camionetas, al acercarnos abrieron la puerta Jared me impulso un poco para entrar.- ¿Jared dónde vamos? ¿Que es esto? ¿En que estas ahora?- Jared me observo a los ojos con esa intensidad que me hacía olvidar todo, obnubilada por esos hermosos ojos me concentre en observar el camino ya que entendí que Jared no respondería mis preguntas.
Una hora después llegábamos a un lugar y yo sin entender nada baje del auto furiosa al darme cuenta que en el lugar se encontraban tres tipos en otra camioneta muy misteriosos, asustada tome su mano y exigi saber lo que estaba pasando.
-      Me explica pero ¡YA!  qué significa esto, ¿Quiero saber quiénes son esos tipos? y también ¿En que estas metido? Respondes en este momento o  llamare enseguida a tú padre y se lo terminaras explicando a él.- Amenace desesperada y aterrada en ese extraño lugar.

-      Mi papá no puede saber dónde estoy y tampoco lo que hacemos, deja ese teléfono y no se lo digas, sabes que  me matara.- suplico al ver como marcaba en mi celular.

-      ¡Entonces habla!.- exigí a punto de darle a llamar.
Jared se acercó y con un movimiento rápido lo quito de mis manos guardándolo en su bolsillo, para luego sostener mis brazos al intentar recuperar mi teléfono del bolsillo trasero de su pantalón.

-      GRRR ¡dame mi celular!- me acerque a su rostro enojada y él me beso, yo lo respondí para luego presionar en busca de las respuestas que quería.

-      ¡¡Ayyyy!! suéltame por favor y te explico.- dijo mientras yo  sostenía su labio inferior con mis dientes, no lo lastimaba,  solo sostenía ya que aún tenía atrapadas mis manos.- te explico, pero Luna suelta… me duele.- al oír sus palabras  solté el agarre, no quería hacerle daño y lo observe a los ojos.

-      ¡HABLA!.- dije furiosa y comencé a tratar de soltar mis brazos de los suyos.

-      ¿Cuál es tu sueño?- al oír la pregunta deje de forcejear y lo observe sorprendida.

-      Yo….Quiero y anhelo ser libre…como un pájaro, sin preocupaciones, problemas y estar lejos de mis padres - respondí con mis ojos inundados en lágrimas.

-      Esta es la única forma que encontré para que cumplas tu sueño aunque sea por unos minutos, mi amor.- Al terminar esa frase uno de los chicos que estaba se nos acercó y se presentó.

-      Mi nombre es Ignacio y soy tu instructor de vuelo en parapente.- al escuchar la palabra  ¡¡VUELO!! mi corazón se aceleró, luego de responder una ficha de salud recibía la inducción,  mientras que el resto rápidamente preparaba todo y una vez listos  él  primero en saltar fue Jared.

-      Luna, saltare primero y te esperare para grabar tu vuelo, confía en ellos… esta es la segunda vez que lo hago.- Jared me beso tiernamente y se dirigió a escuchar las instrucciones mientras yo sonreía, él cada cierto tiempo giraba y me  miraban con emoción, cuando de un momento a otro lo vi junto a su instructor tomar impulso y volar, asustada me acerque y pude ver y escuchar como gritaba mi nombre, reconozco que fue una mezcla de miedo y alegría verlo así.

 Jared llevaba mucho tiempo siendo infeliz, pero eso había quedado atrás y en ese momento el amor de mi vida fue el primero  en conquistar el cielo, mientras esperaba mi turno lo fotografié desde las alturas y al cabo de media hora... estaba lista para saltar. El instructor luego de ajustan el arnés de seguridad me explico lo que debía hacer, debo confesar que  no lograba escuchar bien, pero la causa no era el viento sino, que los fuerte latidos de mi corazón no  permitían oír, una vez listos  tomé el casco, vi elevarse el parapente y fue ahí cuando me dieron el listo para arrancar, di unos pasos de impulso al vacío y con la misma fe con que las aves se lanzan al vuelo y lo hice,  la sensación de no tocar el piso y de saber que ya todo depende de ti, de tu confianza es cuando comienza la paz interior, la tranquilidad y la emoción estalla por doquier.
Al principio me sentía flotando, sentía que mi vida pendía de unas pocas cuerdas y fue cuando el instructor me dijo que me impulsara un poco hacia atrás, lo hice y quedé sentada como debía ser. El  paisaje frente a mis ojos  era sin igual, las nubes dejaron espacio para vivir la experiencia en su máxima plenitud, mientras descendíamos pude ver un gran.
Luna te amo, ¿Quieres ser mi novia? Escrito en el suelo…
Con el corazón a punto de estallar de felicidad tocamos tierra, después de agradecer a la gente de Parapente fuimos al casino, la experiencia había despertado nuestro apetito. Aun no logro olvidar como la gente  miraba mi sonrisa de alegría y satisfacción. A dos Horas de vivir la experiencia más extrema llegábamos con Jared al hostal y nos dirigimos a nuestra habitación, en ella estaba escrito con pétalos de rosas  rojas  sobre la cama  ¿aceptas?
-      Mi amor, Te he estado esperando tanto tiempo con ansias…Jared Bustamante. Si, ¡acepto ser tu novia!- al responder su ojos se llenaron de lágrimas y al intentar hablar estas se deslizaban por sus mejillas.
Emocionada, enamorada y feliz,  acaricie  su rostro para luego continuar con sus labios sintiendo su corazón como se sintonizaba con el mío, en ese momento no nos importó nada ni nadie… nos amamos, las luces estaban apagadas y  oscurecía,  pero eso no era problema ya que brotaba energía, luz,  electricidad y emociones de nuestros poros y  que hacían despertar nuestros cuerpos, sumado a  cada caricia  que nos hacíamos vibrar hasta la última célula del otro, cuando nos  hicimos uno y Jared comenzó a envestir no pude controlar los espasmos, con la intensidad que sentimos nuestras manos se aferraban de cualquier parte, esta vez no fue solo sexo como en otras ocasiones… esta vez  Jared y yo hicimos el amor por primera vez y fue tan intenso que experimentamos el mayor éxtasis de nuestras vidas que al llegar al orgasmo llenamos la habitación  de gemido, gritos, gruñidos para terminan en un llanto incontrolable, obviamente de gozo compartido y el sentimiento más importante  de amor,
No recuerdo en que momento nos dormimos, solo sé que despertamos dos horas después de la vigésima llamada del padre de Jared, Asustamos nos duchamos y después de amarnos en la ducha, Jared condujo sin importar los límites de velocidad  llegando  en cuarenta minutos a un restaurante, al llegar nos  llevándonos la peor sorpresa de nuestras vidas.


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