Páginas Amigas

lunes, 12 de marzo de 2018

Capítulo 10 Testigo…


Testigo…


- Me tengo que ir.- Se repetía una y otra vez en mi cabeza, Esta fue la última frase que me dijo Jared antes desaparecer como loco en ese auto, mientras que yo como la estúpida que soy... solo me quede parada viendo como desaparecía por la carretera.
Al entrar a casa me tire sobre mi cama tratando de entender mi agresividad y enojo, no soportaba ver a Jared con Tete...para olvidar la sensación que taladraba mi cabeza fui a la habitación de mis padres y después a su botiquín tomando el franco de las pastillas para dormir de mamá, tome una y me la metí a la boca sin beber líquido y sin darme cuenta me quede dormida, al día siguiente desperté sintiendo un gran vacío en todo mi cuerpo así que baje a la cocina con la esperanza de llenarlo con comida. Al bajar como de costumbre no había nada, mis padres no habían llegado en toda la noche, mi abuela se había complicado y estaba internada en la clínica. Revise las habitación de la abuela y en ella estaban mis dibujos de pre- escolar, además de mis fotos en orden cronológico junto a una línea de tiempo, con dolor subí a mi habitación, el hambre se había ido y me invadió el dolor, me acosté en la cama y sin poder evitarlo comencé a llorar hasta que sentí unos pasos subir por las escaleras así que rápidamente me limpie la cara.
- Luna...- Dijo papá desde el otro lado de la puerta.
- Voy.- respondí, levantándome y mirando mis ojos en el espejo, estos estaban hinchados y mi nariz roja, sin pensar abrí la puerta ya que papá toco otra vez.
- Hija, tu mamá envió esta lista, es lo que necesita la abuela.- al leer la corte por la mitad y le di la parte donde estaba señalado lo que debía comprar.
- No te preocupes, preparo la maletita y luego pasar a comprar lo que falta, tienes dinero ¿verdad?
- Simón me lo dio, su padre está fuera del país y él al enterarse que la abuela había tenido una crisis organizo y se ocupó de todo.- dijo rápidamente, para luego preguntar.- ¿Está todo está bien?- asentí mirando el piso
- Es solo que me siento algo mal.- mentí- creo que es gripe y además, no soporto el dolor de cabeza.
- En mi habitación tengo aspirina.- asentí.- hija, me voy.- Dijo al bajar por las escalera rápidamente.
-¡Nos vemos!, dile a la abuela que la amo.- grite y luego se oyó la puerta cerrarse.
Sin saber que hacer me quede parada hasta que me canse, luego volví a la cama, mi almohada estaba empapada en llanto, al cerrar los ojos comencé a sentir nauseas, después de vaciar mi estómago me acosté y empecé a llorar, hasta que me dormí.
- ¡Luna! -grito Jared subiendo las escaleras de la casita del árbol.
- ¿Ya los encontraste? –le pregunte ansiosa.
- Si, aquí están los lápices y tizas, los había escondido en la casa del perro.
- ¿Crees que fue Pirata?
- ¿Quien más?, debió hacerlo porque no quise jugar con él.- acuso a su perrito.
- ¿Que dibujas?- le pregunte mientras comía la paleta que me había dado.
- Estoy haciendo nuestra casa, para cuando seamos grandes.- dijo enseñándomela.- ¿cómo la quieres?
- Muy grande.- sonreí y agarre de la caja el verde y dibuje un árbol.- Quiero un gran patio para jugar y columpios...
- Luna....Pero mi papá me dijo que cuando eres grande no juegas.- se quejó Jared.
- Yo no voy a crecer Jared.- asegure.
- ¿Entonces cómo te vas a casar conmigo?- pregunto haciendo un tierno puchero.
- Tontito, porque tú tampoco vas a crecer...
- Yo si quiero crecer....
- Bueno, crecemos y nos casaremos, pero tienes que prometerme algo
- ¿Qué?- pregunte curiosa sin dejar de jugar con mi muñeca.
- Me tienes que comprar una casa como esta.- tome el dibujo- con un patio grandote y prométeme que siempre estarás y jugaras solo conmigo
- ¡Trato!- sellamos nuestro compromiso dándonos la mano.
Recuerdo que los ruidos de mi celular me despertaron, rápidamente me levante algo paranoica por el sueño o mejor dicho recuerdo, me sonroje yo tenía como unos 4 o 5 años al igual que Jared.
- Alo....
- Nos quedaremos en la clínica, Lo siento no iremos a cenar.- dijo papá ¿te sientes mejor?
- Sí, ya me siento mejor.
- Hija... si te sientes mal llamas a Simón para que te acompañe o si quieres le hablo para que este pendiente.
- No es necesario... le hablare.- susurre. - Estoy bien papá.- mire el reloj y daba las 8 PM.- me voy a dormir y dile a la Abu que la amo y pronto estará en casa con nosotros.
- Lo haré...- aseguro y colgó rápidamente.
Luego de colgar la llamada fui al baño, una vez en él llene de agua el lava manos, metí mi cabeza y grite hasta que no pude más, después tome una toalla, me seque y mire en el espejo mi reflejo sorprendiéndome no gratamente al ver mi reflejo... mi ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar, mi nariz estaba moqueando y roja, mi cara no demostraba ninguna otra emoción que no fuera de dolor. Debo admitir que me dio algo de miedo verme así, por inercia tome otra toalla y me desnude, pensando que de seguro un baño no me caería mal, Trate de olvidar lo que había pasado con Jared y dejando que cada gota del agua se confundiera con mis lágrimas y me deje llevar de nuevo dolida y arrepentida por mi reacción... yo jamás en mi vida le había gritado así a nadie, mucho menos a él, angustiada me era difícil de entender por qué actué así, con miedo Salí de la ducha, me seque y vestí, una vez lista y sin peinar tome el celular para llamar a Jared y vi que tenía 10 mensajes, 4 eran de papá, 6 de Tete.
- Hola, luna, anoche Jared llego y andaba muy raro ¿sabes que le pasa?
- No me has llamado ¿está todo bien?
- ¡Llámame!
- ¡Luna, necesito hablar contigo es urgente!
- Te llame y no respondiste, es en serio ¡¡LLAMAME!!
Molesta por la insistencia de Tete, sentí alivio al ver un mensaje de Simón.
- Luna, tu papá me dijo que estas enferma, ¿estás bien? ¿Necesitas algo?
Presione las teclas y le conteste a Simón, no quería hablar con Tete.
- Estoy bien, solo me dolía la cabeza, pero ya estoy mejor, no necesito nada, ¡gracias!- No tardó mucho en responder.
- Bueno, pero si necesitas algo... solo avísame y estaré ahí, ¿de acuerdo?
- Estoy bien, en serio...
- Ok, te creo, pero mañana iré a tu casa.- luego de leer ese mensaje me fui a la cama y dormí.
En la mañana siguiente desperté y me levanté rápidamente tenía mucho apetito así que me vestí con el buzo gris del colegio, bajé lentamente a la cocina y desayune, ya que el día anterior no había podido comer casi nada. Terminando caminé a la puerta y me di cuenta que Jared no estaba, fue doloroso no verle y me hizo recordar que desde que tenía 5 años en adelante cada vez que abría la puerta de mi casa Jared estaba sentado en la cuneta esperándome y mirándome tiernamente.
Al observar el reloj me di cuenta que estaba un poco tarde, yo había prometí al inspector que ya no volvería hacer a llegar tarde... nerviosa tome mi mochila y sin saber que hacer me senté en las escaleras, puse mi cara entre mis manos y empecé a llorar pensando en lo que había hecho, Con el sentimiento al máximo escuche a los lejos un auto aparecer y oí los bocinazos, limpié mis lágrimas y levanté mi cara lentamente, ¡Era él! Sabía que no me fallarían Jared me dije internamente...al estar frente a mi miré el auto y mi sonrisa se esfumó.
- Hola Luna, tenemos tanto que hablar, pero primero, sube se hace tarde.- Me levanté sacudiendo mis pantalones y subí a su auto.
- Muchas gracias Fabi, eres mi ángel, pero ¿cómo supiste?
- Jared dijo que no podía venir por ti porque tenía que hablar con Tete, así que me pidió que lo hiciera yo.
- Fabián, no tenías que hacerlo y ¿de que hablara con ella?
- Terminará su relación y le contara la verdad, respecto al accidente, sabes que Tete no sabe que la mamá de Jared atropello a su padre.
- ¡No!- Dije y luego cubrí mi boca.- llámalo y dile que no lo haga.
- Lo hará y nada cambiara su decisión.... Sabes lo cabezota que es...
- Se lo diré a su papa.- Amenace, pero Fabián no se inmutó... solo acelero y me dejo en la puerta del colegio.
Entré a la clase y así se fue el día hasta que por fin llego física y Jared no simplemente no llegó a clases, así que hice los trabajos sola...Terminando, caminé hasta el auto de Fabián y antes de subir escuche una moto, sonreí inconscientemente volteando y ahí estaba Simón, con su sonrisa de oreja a oreja, traía una chaqueta de cuero y unos pantalones gastados y algo rotos. Busco mi mirada y en cuanto me vio se bajó de la moto y yo corrí hasta él.
- ¡¡Simón!!- Grite emocionada e hiperventilada a la vez
- Luna.- Bajo lentamente de la moto.- ¿cómo dormiste?
- ¡¡excelente!!... por cierto, lamento haberte preocupado solo necesitaba estar sola, perdón...
- Bueno ¿te puedo secuestrar?- Al oír eso me descolocó completamente, pero antes de responder sonó el celular de Fabián.
- ¡¡QUE!! Estas bromeando ¿verdad?... Jared tu papá te matara... aja... voy espérame y no te muevas.
- ¿Qué paso?
- Nada importante realmente.- Miró hacia otro lado.
- Fabiii...
- En serio Luna, son cosas de primos.- Se encogió de hombros y encendió el auto desplaciendo rápidamente por la esquina, mientras Simón y yo nos quedábamos observándolo sin hacer nada.
Dos horas después llegamos a casa de Simón, antes habíamos ido a casa de un amigo llamado Félix el cual su padre tenía una gran pista de go karts ... en ella Simón practico piques sobre la moto y en dos ocasiones me permitió conducirla obviamente guiando mis manos y sentado muy apegado a mí.
- jajaja, eso no es cierto... no tenía miedo y él que temblaba era otro.- Me burle de regreso cuando Simón dijo que temblaba al conducir la moto.
- ¡sabes que es cierto!... tus manos temblaban porque estabas asustada Luna, por la velocidad.
- No, estaba nerviosa porque mi trasero estaba pegado a tu pelvis y sentí como ahí reaccionaban.- Al oír eso a Simón se le colorearon las mejillas y yo pensé que había sido por lo que acababa de decirle, pero....
- PAPÁ NOOOOO.- Escuche de pronto.
¡¡ZAAAAAS!! - AUUUUUUUUUUUUUUU.- chillo y a mí se me partió el corazón.
- ¿Que fue lo que te dije que sucedería si usabas la moto sin permiso?- pregunto más molesto al ver que Simón comenzaría a escapar y tomo su brazo.
¡¡ZAAAAAAS!! ¡¡ZAAAAAAS!! - Yaaaaaaa papi ¡¡¡ESCUCHAMEEEE... ES CU CHAMEEE!!! .- grito desesperado y colorado, pero su padre le dio uno más en el muslo.
¡¡ZAAAAAAAAS!! - Yaaa.... buaaaaaaa papitoooo auuuuuu ¡¡me duele!!!!! .- lloro mirando el suelo sobando su trasero frente a mí.
Yo sin saber que hacer quede en silencio observando al padre de Simón como volvía a poner el cinturón en el lugar que iba alrededor de su cintura lentamente y con el ceño muy fruncido.
- Hijo...estoy esperando.
- Me darías una ... pa paliza con el cinturón delante de quien sea...nifff buaaa.- Respondió con las manos en los ojitos como un niño pequeño.
- las llaves.- Estiro la mano en dirección a Simón y este a su vez las entrego.- Estas castigado por una semana sin moto y es mejor que me pidas permiso antes de salir.
- Si....Padre... puedo ir a mi habitación.- su papa solo hizo un gesto positivo y Simón desapareció rápidamente.
- Hola Luna, disculpa todo lo que sucedió... pero es que mi hijo....
- Puedo ir a su habitación.- lo frene descompuesta.
- Adelante estás en tu casa... sube la escalera y giras a la derecha... la segunda puerta es la habitación de Simón.
- Gracias...- al llegar al hall de la casa subí por la escalera de mármol, sorprendida por lo lujosa que era la casa camine observando esta hermosa mansión.
Al llegar a la habitación, Simón se había duchado y estaba acostado boca abajo cubierto por una toalla alrededor de su cintura, al verle me recordó a Jared y me acerque lentamente y senté cerca de su cabeza... mientras lloraba comencé a dibujar infinitos en su espalda hasta que se tranquilizó y me observo sin poder hablar... luego tome su cabeza lo atraje hacia a mi apoyándolo sobre mis piernas, este me abrazo por la cintura y yo comencé a darle masajes en su cabeza hasta que dejo de llorar y se durmió. Estuvimos así por casi una hora y cuando despertó sonrió con sus ojitos rojos por haber llorado tanto.
- Luna, pensé que te habías ido a tu casa....
- No, esperaba que despertarás para despedirme... ya me voy Simón, ¿estás bien?
- Sí, perdona por lo que hizo mi papá es que...- trato de explicar
- No digas nada.... Está todo bien, pero es tarde y ya me tengo que ir, tú chofer me llevara.- se acercó a mí y me abrazó, al llegar a casa me venció el sueño y dormí.
Al día siguiente Fabián vino por mí y cada vez que le preguntaba evadía el tema o aceleraba el auto asustándome, así paso una semana soportando la incertidumbre por la enfermedad de mi abuela, las preguntas de Tete y el silencio de Fabián... además de la desaparición de Simón que desde que su padre lo había castigado frente a mí no lo había visto en la escuela, aburrida en mi casa y con todo el tiempo del mundo recogí mi cuarto, tendí la cama, tome la ropa sucia del baño y baje, mis padres se la pasaban en la clínica y no había tenido ganas de ordenar la casa.
-¿Luna?- Me sobresalte al oír a mi papa en la cocina.
- Sí... ¿Llevas hace mucho aquí?
- No, solo vine por ropa y por unos exámenes de la abuela.- Decía mientras recorría la casa y yo le seguía.- ¿Qué harás hoy?
- No sé, estar en casa, lavar ropa, esas cosas.- dije fingiendo una sonrisa
- Te quiero hija, perdón por dejarte tanto tiempo sola.
- No te preocupes, te amo papá.- Respondí abrasándolo mientras el besaba mi frente para luego salir rápidamente camino a la clínica.
Cuando papá se fue, la lavadora terminó... puse la ropa en la secadora y me pregunte ¿Cuándo fue la última vez que me enojé con Jared? ... para eso la única respuesta fue que nunca...
Nunca nos habíamos separado, siempre estábamos juntos, esa fue nuestra promesa de niños y así lo quería, no porque ya no quería acostarme con él significaba que no quería tenerlo a mi lado.
De pronto el ruido del teléfono me sacó de mis pensamientos, sin pensarlo dos veces corrí y lo atendí.
- Bueno.- dije más ansiosa de lo normal y escuché su risa.

- Luna... - sonreí.....

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