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miércoles, 16 de junio de 2021

Un vago, ¿sin remedio…? ¡Enserio! Capítulo 8

 

 

Un vago, ¿sin remedio…? ¡Enserio!

 

 

Capítulo 8

 

 

 ¿Más que un severo entrenamiento? Obvio, para el genio apático y despreocupado.

 

 

 

_ Y así fue como me sobrepuse a mi situación, más que eso yo lo llamaría un gran reto que Kami puso en mi camino para que me fortaleciera más y creciera como ser humano  _ dijo Lee convencido ante la mirada atenta del Nara.

 

_ Es increíble, es decir…, sabía que eras determinado y muy fuerte tanto física como mentalmente desde la primera vez que te observé, de hecho estabas en mi lista de oponentes que no quería enfrentar,  pero todo lo que me has contado, me ha dejado sin palabras _ admitió sinceramente Shikamaru.

 

_ Gracias, es una pena que no haya podido seguir hasta el final, tenía grandes aspiraciones, enserio quería convertirme en chunnin _ dijo bajando la cabeza un momento sintiéndose un poco decepcionado, sin embargo  luego cambió su semblante y mirando fijamente a su colega, agregó _ pero sabes una cosa me alegro por ti, fuiste el único que lo conseguiste y te lo mereces porque ganaste tus combates con inteligencia, ¡eres realmente sorprendente!  Bueno solo pude ser testigo del primero, pero Naruto me explicó toda tu batalla ante la chica de la Arena y me dijo que fuiste excelente, y que se enojó mucho contigo porque al final te rendiste, de cualquier manera, fuiste genial _ dijo muy emocionado, quedándose callado un momento para darle tiempo a su colega de hablar, le encantaba escucharlo, aunque no era un gran conversador, y él algunas veces no estaba de acuerdo con sus ideas o comentarios, cada palabra que salía de su boca iba con franqueza y eso a Lee le gustaba, al menos Shikamaru no era falso e hipócrita, no escondía su manera de ser ante nadie.

 

_ No sé que tengo de sorprendente, excelente o genial, simplemente cumplí con lo que tenía que hacer, aunque hubiera preferido que no me ascendieran a chunnin, haber elegido ser un ninja ha sido más problemático de lo que tenía previsto. En fin ya lo hecho, hecho está, como dicen por ahí, y creo que tendré que seguir el legado de mi clan _ Terminó suspirando con cansancio mirando a Rock Lee de la misma manera.

 

_ No lo mires de esa manera, te estás pasando de modesto o quiero pensar que estas siendo sarcástico, _ dijo a manera de broma _  por tu gesto me quedó con la primera opción y estoy completamente seguro que tienes mucho que demostrar, solo tienes que buscarle un sentido a lo que haces _ Lee se había levantado de su posición, volviendo a entusiasmarse con cada palabra que decía _ No sabes las ganas que tenía de enfrentarlos a todos, incluyéndote, una pena que Gaara me derrotara, pero gracias le doy a Kami y a nuestros sensei por la decisión de traerte a entrenar en este equipo, te juro que daré lo mejor de mí para que juntos mejoremos y avancemos cada uno al próximo nivel.

 

Mientras Rock Lee hablaba con mucho ánimo, Shikamaru con apatía lo observaba, recordando lo que le había dicho al principio; que no tenía ninguna intensión en enfrentarse a él, pero parecía que eso a Lee le había entrado por un oído y salido por el otro.

Ese chico era muy insistente en sus ideas y tenía mucha sangre recorriendo por sus venas, lo observó de pies a cabeza; analizando su cuerpo a detalle, para trece años estaba muy bien formado, ¿cuantas horas pasaría entrenando al día? Sé preguntaba internamente el Nara recordando a su vez, que el muchacho que hablaba con él,  había derrotado a Sasuke en un santiamén; ese hecho lo ponía contento porque él detestaba a ese chico, y aunque era muy pronto para pensar en ello; esperaba que cuando le tocara ser miembro del equipo siete, a ese engreído lo llevaran con Asuma, porque aunque Naruto era un completo fastidio y Sakura una problemática histérica, prefería soportarlos a ellos antes que al Uchiha.

Lee seguía hablando y el Nara mientras le ponía atención, pensaba en una cosa y luego en otra; reflexionando sobre su actual estado físico que estaba muy por debajo de su nivel,  tendría que poner un esfuerzo enorme en mantener su entusiasmo para poder hacer frente a lo que se le venía encima, su baja energía solo duraba un par de segundos, pero sabía que no podía poner eso como excusa, no ante el chico de cejas pobladas y su entrenador,  ya estaba metido en la cueva de los leones y tendría que cumplir tal como lo había prometido; era su palabra y su ego aunque este último no fuera el más grande, le decía por momentos que en esta ocasión lo dicho por él ante Gai-sensei no se lo llevaría el viento.

¡Rayos, este chico hablaba más que Naruto e Ino! Exclamaba mentalmente en lo que su  estómago crujía, el hambre se había apoderado de él, así que le dijo a su compañero que iba a desayunar un poco, y así lo hizo; se levantó de su sitió, yéndose directo dónde había puesto la mochila con su almuerzo dentro de esta y regresó a su lugar, el experto en taijutsu no dejaba de gastar saliva, conversaba con mucha emoción, no sabía de dónde sacaba tanta energía para hacer tantas cosas a la vez, él apenas podía caminar y esa sola acción ya lo agotaba.

El Nara abrió su caja de desayuno y le ofreció a Lee, que al ver lo que tenía dentro, se le iluminó el rostro, pero como él ya había desayunado y Shikamaru no, pensó que lo más prudente era no aceptar para que el muchacho comiera lo suficiente porque sabía y no se equivocaba, que  el entrenamiento de Maito Gai sería exhaustivo como acostumbraba siempre.

 

_ Creo que deberías comértelo todo tu, ya yo desayune, además necesitaras muchas energías, seguro la cesión de Gai-sensei se alarga más de normal lo cual significa que nos quedemos aquí hasta el anochecer _ aunque Lee había exagerado mucho, Shikamaru casi se ahoga, pensando; sí lo que ese muchacho había dicho era cierto firmaba su sentencia de muerte. ¡Hasta el anochecer, eso era una locura!

 

_ ¿Estás bien? _ se acercó preocupado.

 

_ Sí… creo que tragué muy rápido _ mencionó ya recuperado mientras le compartía algo de lo que su mamá le había preparado _  toma  un poco, yo no como tanto como Choji, así que alcanza para los dos _ Lee no pudo negarse más y acabó aceptando.

 

Los muchachos terminaron de comer, Shikamaru recogió todo y lo metió a su mochila, luego reposaron un rato a seguir esperando por su sensei, pero Gai aún no aparecía y como era de esperarse Lee se inquietó mucho y volvió a insistirle a su colega que pelearan por segunda ocasión en el día, a lo que el perezoso le dijo que le diera un respiro, negándose rotundamente, y en medio de lo harás, no lo hare de parte de ambos aparece el entrenador excusándose por haber llegado tan tarde, les dijo que la quinta lo había llamado con urgencia, que tuvieron una reunión muy larga porque estaban decidiendo a que grupo mandar para una reciente misión de rango elevado que se les había presentado,  y  al final se decantaron por el equipo tres, la cara de Lee se transformó, empezó  brincar de la emoción y luego a dar vueltas en círculos demasiado acelerado  hasta para el gusto de Gai, quien terminó gritándole que se calmara, que lo dejara terminar, que tenía que darles algunas indicaciones antes de empezar el entrenamiento. Lee acató la orden de inmediato y buscó su libreta para apuntar cualquiera frase o palabra  de relevancia que dijera su maestro, que en definitiva para él, era todo.

Por su parte Shikamaru no pudo evitar poner una cara de desagrado total, vaya noticia tan desalentadora, no se la esperaba, no  le apetecía ir,  no deseaba entrenar para eso, pero el solo hecho de quejarse podría meterlo en un grave problema, se imaginó que sí Gai lo escuchaba, seguro lo mandaba solo a ejecutar la misión como castigo, y eso sería realmente problemático, quería escapar, inventarse una mentira convincente, pero el miedo se apoderó de él  y  por primera vez en su corta vida  tenía la mente en blanco.

Un par de minutos pasaron y Maito Gai seguía con sus instrucciones, les informó a sus pupilos que la misión sería en una semana, así que como era corto el tiempo, tenían que aprovecharlo al máximo y que el entrenamiento sería muy demandante porque tendrían que estar preparados al cien por ciento, cuando terminó de decir la última palabra que tenía en mente, comenzó con su rutina, como era de esperarse fue sobre taijutsu y manejo de armas, pues que más podría ser, sí es la especialidad de ese par, se decía internamente el Nara torciendo levemente la boca molesto, odiaba las peleas a media distancia y todavía más las odiaba a corta, es decir cuerpo a cuerpo y sobre armas, con la shuriken y los kunai tenía para que enredarse con más.

Después de combatir por un largo rato primero Lee contra Shikamaru, con Gai observando, luego Lee contra Gai con el Nara observando por último Shikamaru contra Gai con Lee observando.

Por un momento el entrenador detuvo las pelea y les preguntó a ambos que habían aprendido de nuevo, el genio flojo dio una respuesta vacía, no porque no tuviera idea, simplemente le daba pereza y Gai lo sabía, algo  que lo incomodó mucho, ese chico tenía un pequeño problema de actitud, que tenía que corregir e iba a hacerlo y sería hoy mismo, decretó para sí muy convencido.

Pasó a hacer lo mismo con Lee, y el chico no decepcionó,  respondió tal como se esperaba de un shinobi que está preparado para cualquier situación que se le presente, Maito Gai lo felicitó y comenzó a dar una breve disertación sobre sus conocimientos, el Nara en su lugar observaba apático mientras en su sitio el experto en taijutsu apuntaba casi cada palabra que salía de la boca de su entrenador, quien no dejaba de lanzar sus frases enérgicas y motivantes.

Al terminar de hablar, reanudó el entrenamiento de taijutsu, decidiendo combatir con Shikamaru por segunda ocasión, siendo está vez más agresivo al tiempo que lo corregía a cada momento porque el niño  mostraba un taijutsu sumamente lento y desastroso para ser estudiante de Sarutobi,  sin embargo a pesar de eso era muy bueno para esquivar, le encantaba tomar mucha distancia. Gai sabía que tendría que trabajar duro con él, ya que le faltaba mucha condición física y endurecimiento, sobre todo mejorar en corta y media distancia  ¿qué rayos estaba haciendo con él Asuma, que no lo había exprimido lo suficiente? Se cuestionaba internamente porque ese chiquillo tenía mucho que ofrecer.

Gai terminó la sesión de taijutsu y empezó con los ejercicios de resistencia y ahí sí que se las vio a gatas un Nara que odiaba hacer ejercicios adicionales al entrenamiento, Lee por su parte estaba desanimado porque sintió que era muy poco para lo que estaba acostumbrado y no demoró nada en cumplir con el mandato de Gai.

Shikamaru en su lugar estaba sufriendo y al mismo tiempo muy sorprendido porque jamás en su vida lo habían puesto a hacer más de doscientas flexiones, bueno hubo una sola vez que Asuma-sensei lo amenazó con castigarlo con el doble, si reincidía en las tardanzas, pero acabó corrigiéndolo de otra manera; recordaba el genio con las mejillas teñidas de rojo, aun avergonzado de esa situación que le había tocado vivir. Pero el Nara tenía que agradecerle a  Asuma por todo lo que había hecho por él, gracias a él era un Chunnin aunque el entrenamiento antes de su última batalla había sido problemáticamente exhaustivo, le valió para cumplir con el objetivo del equipo diez.

Por otra parte, el vago debía admitir que Sarutobi siempre había perdonado la mayoría de sus faltas, y aunque estas no solían ser de gran gravedad,  Shikamaru de igual manera siempre  tomaba el camino más fácil, evitando sus responsabilidades; su maestro había sido demasiado indulgente con él.

El Nara estaba seguro de ello, no paraba de pensar mientras continuaba con los ejercicios, ahora  trayendo a su mente a su padre, quien también era flexible con él, pero cuando tenía que hablarle fuerte y claro lo hacía, como olvidar aquel momento que lo reprendió por su debilidad de carácter luego de su primer fracaso en la misión que la quinta le había encargado, siendo él responsable del equipo completo, no solo no la cumplió, además  puso en riesgo la vida de todos sus camaradas; recordaba el muchacho su propia imagen, llorando como un bebe.

Se había sentido frustrado, un cobarde, débil e  inútil, que no servía para el camino que había escogido, se recriminó en aquella ocasión frente a Temari y ahora lo volvía a hacer para sí mismo.

Pero de repente otro pensamiento se cruzó por su prodigiosa mente, tenía que cambiar por el bien de su clan, así que aun con la poca energía con la que contaba se esmeró en seguir con las flexiones, sin embargo no bien lo había mentalmente decidido, y ya se estaba arrepintiendo, para un perezoso como él, era muy duro todo, luego quiso hacer un intento por escapar de aquello, sin embargo se lo pensó mejor, con Gai ahí justo al frente de él supervisándolo era imposible. Su actual sensei había decidido que hiciera cuatrocientas flexiones, y así iba a ser, se pusiera como se pusiera su delgado cuerpo, porque era notable que al mocoso le faltaba un largo camino que recorrer para endurecerse, y considerando que el pobre era un año más joven que estudiante favorito.

Maito Gai le informó, que luego que terminaba las flexiones, serían cuatrocientas sentadillas, después cuatrocientos abdominales, y le advirtió  que no se acostumbrara, que solo sería flexible con él en esta ocasión por ser su primer entrenamiento formal, ya que  lo que le esperaba en la siguiente semana iba a ser realmente severo porque era importante que el chico estuviera al nivel del equipo tres y obviamente de su rango, más importante con una misión de por medio. Afirmación que el Nara encontró completamente falsa; para ser su primer entrenamiento formal con el equipo tres había sido más que severo, por lo menos para él que no estaba todavía acostumbrado, pero se guardó sus opiniones para él, discutir con ese par sería demasiado problemático, y eso al genio flojo y despreocupado no le agradaba.

Y Shikamaru a este punto ya estaba experimentando mucho desgaste en  sus pobres brazos, más que dolor, sentía que se le estaban quemando y tenía suerte que Gai le había permitido usar solo sus palmas y no los nudillos o solo sus dedos; o bien pudo mandarlo a hacerlas con una sola mano o de otras formas más complejas, mientras el domador de las sombras analizaba todo en su posición, sin rechistar continuó, pero todavía no iba ni por la mitad de las flexiones y empezó a rendirse.

 

_ No puedo más,  por favor _ rogó con la voz cansada intentando ponerse de pie, pero Gai no se lo permitió poniendo un pie en su espalda impidiéndole la acción.

 

_ Claro que puedes, continua _ Le aseguró el entrenador con Lee a su lado que asintió serio, pero a la vez positivo para ellos era impensable que un genio como Shikamaru se rindiera por algo tan simple como unas cuantas flexiones, bueno ellos estaban curtidos por las largas y duras sesiones de entrenamiento que solían hacer en su día a día,  y creían que por sus dotes, el Nara debería cumplir con sus expectativas e incluso sobrepasarlas.

 

Ante tal presión, al chiquillo no le quedó de otra que seguir, sin embargo cuando iba por trecientas cincuenta volvió con su intento de renuncia.

 

_ Sensei por favor me siento mal _ se quejó otra vez, pero Gai hizo oídos sordos manteniéndose en su posición él y por supuesto al Nara.

 

_ ¡Sigue! ¡Sigue! _  Ahora el entrenador gritaba a todo pulmón.

 

_ Sí Shikamaru, sigue, sigue, que ya te falta muy poco _ apoyó la bestia verde de Konoha y el vago pensó a modo de sarcasmo: No me ayudes tanto Lee.

 

El genio cumplió con las flexiones, cayendo  exhausto en la hierba, mientras pensaba, que  aún le faltaban cuatrocientas sentadillas y luego los cuatrocientos abdominales; y como no tenía de otra, como pudo se puso de pie y  sin rechistar empezó a hacer las primeras, pero a la mitad del camino pasó lo mismo que con los primeros ejercicios.  Lee y Gai permanecían a su lado, muy atentos a cada movimiento del chico; lo conocían mejor, así que era fundamental evitar cualquier intento de escape de su parte. En aquellos momentos eso parecía ser completamente evitable, dado el estado de Shikamaru, sin embargo ese niño que estaba ahí, era el genio de Konoha,  no por nada fue el único de su generación promovido a chunnin, era seguro que el Nara era capaz de inventarse la mejor estrategia para escabullirse, sin que ellos lo notaran, pero lo que analizaban de forma sincronizada  los  expertos en taijutsu, no eran más que meras suposiciones, que tal vez no pasarían; de manera que ambos no se hicieron más películas en su cabeza, pero no se apartaron de él ni un segundo, ya que no sabían en que momento el Nara volvería a desmayarse y tendrían que socorrerlo por segunda ocasión.

Cuando el muchacho completó e inició con los abdominales ya casi no podía, aun así  le toco continuar, con ese señor no podía sacar a relucir su mayor vicio.

El Nara siguió hasta que solo le quedaban  cincuenta, y en estas instancias, prácticamente lloraba mentalmente porque terminara la tortura, en su vida había hecho tantos ejercicios tan intensos y todos juntos, estaba  muy cansado tanto física como mentalmente; su semblante lo delataba, había sudado la gota gorda, parecía que lo habían tirado a una pileta llena de agua, de lo sudoroso que estaba, sus ropas no eran ajenas a la situación; los pantalones y su chaleco lucían completamente sucios y bastante desgastados, pero el poco espíritu que le quedaba lo hizo seguir, eso sí a paso muy lento, más de lo normal en él.

 

_ Vamos, vamos, tu puedes solo te faltan veinte _ lo volvía a animar el entrenador al ver que se había vuelto a detener y ya casi cumplía con la cuenta.

 

_ Dejemos así, siento que ya no puedo más… _ decía mientras las lágrimas empezaban a salirse de sus ojos hasta la comisura de sus labios.

 

_ ¡¿Dónde está el vigor de tu juventud eh Shikamaru?! No pierdas el tiempo llorando, solo te faltan diez, vamos, vamos tu puedes, no te ahogues en la orilla del lago. ¡Demuestra quien eres!  _ interrumpió Lee eufórico.

 

Y así a empujones y en medio del llanto que no cesaba, Shikamaru completó su sesión de abdominales, cayendo agotado en el pasto, una vez más.

 

_ Felicidades, sabía que podías hacerlo _ dijeron Lee y Gai al unísono ayudándolo a pararse.

 

Luego de Gai darle un cálido abrazo, le pasó un pañuelo para que se limpiara la cara, el chico así lo hizo.

Los tres se habían despedido y el sensei junto a Lee se ofrecieron a acompañar a Shikamaru nuevamente a su casa, pero el muchacho les volvió a decir que no era necesario, esperando está vez que no fueran insistentes, y gracias a Kami su deseo está vez se cumplió.

Cada quien se fue por su lado, ya en las calles de la aldea mientras Lee seguía a su maestro al mismo tiempo que le hacía interminables preguntas con afán de seguir aprendiendo más de él, el Nara caminaba a paso de tortuga en otra dirección muy cansado, apático y aburrido, pero a pesar de eso, una idea se cruzó por sus pensamientos de repente y tomó un camino diferente a aquel que lo llevara a su residencia.

 

 

N/A: Hola mis seguidores de esta historia, sé que me tarde un poco para cumplir con este capi, pero acá lo tienen finalmente, un poco corto eso sí jejeje.  He andado con poco tiempo para escribir  y con la inspiración fluctuando como suele pasarme XD.  Igual espero que lo hayan disfrutado y me lo hagan saber en sus comentarios, y no sean problemáticos, naaa es broma.  Besos a todos y nos vemos hasta el próximo.

 

 

 

 

 

 

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