Por Sara hago lo que sea
-¡Como pudiste terminar en esta situación Sara! -Hubo exclamado Neal
mientras se vestía-lamento no poder ayudarte, pero estoy lejos de líos con la justicia, lo que
me pides es extremo.
-Pero amor necesito que me apoyes en esto, no sé que hacer, estoy al
borde la locura, por favor hazlo por mi, demuéstrame que te importo aunque sea
un poco – lo alcanzó y se pegó a él haciendo mucho drama, Caffrey estuvo apunto
de ceder aunque sabía como era ella para manipular, él la amaba así tal cual, sin embargo sabía de sobra que
no era la vía, como ella quería.
-Te he dicho que no pienso hacer tal cosa y ya no me insistas más, no
voy a cambiar mi decisión- habló y le cogió el mentón para darle un besito y
agregó luego – te amo, pero yo ya no soy él mismo que conociste aquella vez, cuando
actuaste a conveniencia y me perjudicaste, ya quedó en el pasado ese Neal. Si
estoy contigo es porque me gustas y te deseo como se que tu también a mi, pero tienes
tú misma que buscar la solución a tú problema, y claro recibirás mi apoyo
incondicional siempre que involucrar a nadie en ilegalidades.
-Te desconozco Neal Caffrey
-gritó molesta.
Sara siguió intentando convencer a su hombre que la ayudara de forma
ilícita.
Resulta que ella fue echada de la compañía para la cual trabajaba
por asuntos fraudulentos que cometió a diestra y siniestra, todo el dinero que
le quedaba lo despilfarro en vicios que fue adquiriendo para salir según ella
de la depresión en la que estaba, ahora prácticamente en la quiebra y a la
única persona en la que confiaba era en Caffrey, sabía que era posible para él
asaltar un banco por ella y así su vida regresaría a la normalidad o mucho
mejor, era la lotería, porque al final era el criminal más astuto que ya había
conocido, sin embargo Neal se negó rotundamente.
Al ver que Sara seguía con su melodrama crónico, decidió largarse
sin despedirse, sabía que después de esto seguro lo terminaba para siempre, y
con lo que me importa, hubo pensado bajando
ya las escaleras, tengo tantas mujeres detrás de
mi, que una no me hará perder la
cabeza, aunque que rico me lo hace,
pensó luego, y sacudió su cabeza.
Llegó a casa, pasó de largo sin saludar a sus padres, estos quedaron
sorprendidos, su muchacho no era así.
Cuando se hubo duchado y cambiado de ropa, se sentó en la sala y se
puso a cambiar de canales una y otra vez , luego apagó la tele, al rato la
volvió a encender y así se pasó un rato, después se paró y caminaba en
círculos, se sentó y se puso con el móvil, esperaba una llamada de ella o al
menos un mensaje, pero nada, de ella ni sus luces, estaba desesperado, Peter
que lo vio y no se aguanto más y le preguntó, qué rayos le pasaba.
-Nada me pasa, estoy pensando, solo eso Peter, no tiene por qué
preocuparte.
-Te noto nervioso, y no es Peter, es papá, la próxima que me
contestes así, te atienes a las consecuencias jovencito- dijo serio, porque
realmente no le gustó el tono que uso su hijo, Neal bajó la mirada apenado
mientras se disculpó sinceramente.
Pasaron las horas y Neal siguió igual, como Sara no lo llamó, él lo
hizo y esta vez aceptó ayudarla, pero no robaría un banco, haría algo más
práctico, falsificar un cheque de Elizabeth. Sí, recordó que su madre hubo
recibido un dinero de un tío que vivía a Los Ángeles, una suma considerable,
que resolvería el problema de su adorada Sara por un buen tiempo, claro, si
ella sabía administrarlo. Su chica le mandó muchos besos y palabras amorosas,
que Neal correspondió.
EL le sirvió de cenar mientras le daba muchos mimos, ella lo adoraba
como si lo hubiese parido, incluso olvidó como hubo llegado todo alterado sin
saludarla siquiera, mientras por su parte Peter seguía serio y como que algo en
la actitud y comportamiento de su hijo no le convencía del todo, pero ya averiguaría
de que se trataba.
Neal planeó todo a la perfección o al menos eso creyó, al final Sara
al ir a cambiar el cheque, le fue rechazada la transacción, llamaron a la
policía de inmediato e iban a meterla tras las rejas, pero su lengua viperina volvió
a lucirse y delató a Neal, tal como lo hizo ya una vez con el dichoso cuadro
del Rafael que escondían él y Mozzie.
Y la justicia policial no tardó en llegar a la casa de los Burke,
investigaron a Neal, le hicieron preguntas y ya para que seguir ocultando la
realidad, acabó confesando que lo hizo porque la amaba y sentía mucho pesar al
ver a la pobrecita tan desamparada, por Sara hago lo
que sea, hubo gritado, a Peter casi le da algo, se veía furioso
con ganas de despellejar vivo a Neal, por decir tal disparate, así que respiro
hondo tres veces seguidas y contó hasta cincuenta y luego hasta cien y después
de una larga espera para todos, (EL estaba muy nerviosa tanto o más que Neal)
finalmente resolvió el caso.
Entonces la sentencia para Neal y la cómplice sería hacer trabajo
comunitario por seis meses. Cuando ya no hubo nadie ajeno a la familia se
dirigió a Neal.
-Vete a tu habitación y me esperas, que voy en un momento. – Neal se
fue caminando sin rechistar.
-Cariño por favor, no seas tan duro con él- dijo EL. -Tengo que
serlo amor, ya es el colmo con ese muchacho, y no me mires así, que tú angelito
falsificó tu cheque, que no se te olvide, de modo que tengo que ser lo más
estricto posible con él para que no vuelva a hacer otra estupidez como esta en
su vida y tranquila que solo voy a marcarle la correa el trasero, como se lo merece ese
irresponsable porque no mide las consecuencias de sus acciones.
-Peter no lo vayas a lastimar, eres muy brusco y las cosas no se
arreglan así.
-Cariño mira…- Peter le explicó de nuevo.
EL aunque no estaba del todo convencida, decidió no desautorizar a
Peter, así que se quedó sentada en la sala mientras su marido se dirigía a la
cocina, cogió una jarra de agua de la nevera y se sirvió dos vasos, que tomó
uno detrás del otro, se fue caminando hasta el cuarto de su muchacho.
Ya dentro le dijo:
-Te voy a dar una buena azotaina, así que vete preparando- anunció
quitándose la correa mientras la dividía en dos. Neal al ver eso y aunque era
joven adulto, se echó a temblar. -Estoy esperando Neal – dijo Peter al ver que
el chico no salía de su asombro.
- Peter, digo papá -corrigió al ver la mirada amenazante que le
lanzó el hombre mayor- no pretenderás que me baje los pantalones con mis años,
papá es demasiado vergonzoso.
-Vergonzoso es que te venga la ley a buscar como un criminal por la tontería que
acabaste de hacer, y ni me pongas esa cara, ni digas absurdos de “a mis años”
que iniciando la veintena, apenas eres un mocoso- Y Neal puso cara de indignado,
pero no había marcha atrás y se bajó los pantalones de vestir, quitándoselos
del todo, porque le parecía muy ridículo tenerlos enrollados en las rodillas o
tobillos por moverse al momento de la larga tunda, porque sabía y no se
equivocaba que esas eran las intenciones de papá, también se sacó los zapatos –
te falta bajarte los interiores.
Neal no se lo creía, el solo comentario hizo arder su rostro, pero
como la había cargado lo hizo, para su suerte la camisa le quedaba larga y le
cubría su miembro o al menos eso parecía, igual papá tenía lo mismo que él, aquello
era lo que menos le debía importar.
Peter pidió que se inclinará en el escritorio que ahí había, y que sacara
bien el culo para poder castigarlo como corresponde, y una vez Neal estuvo listo,
el hombre mayor cogió la correa y empezó a repartir unos buenos correazos en el
centro de ambas nalgas, y luego en forma de equis, cubriendo toda la zona, no
fueron muchos azotes, pero si lo bastante fuertes para que el chiquillo se lo
pensara mejor antes de volver a sus malas costumbres del pasado.
Le dijo que no habían terminado, entonces lo puso sobre sus
rodillas, y le dio una dosis de cincuenta azotes, esta vez con la mano, que
hicieron que Neal llorara a moco tendido, aunque no le pidió a Peter que parará,
aguanto hasta el último.
-hemos terminado hijo, ya mi niño, ya pasó – le acariciaba la
espalda y el cabello – tendré que ponerte pomada después- Lo que importa es que
hayas aprendido la lección.
-Sí papá, créeme que sí la aprendí –dijo frotando con cuidado su
trasero, con los ojitos rojos.
Peter le limpio la carita y lo ayudó a acostarse bocabajo a esperar
el día siguiente.
-Pasados un par de días, Peter le puso un poco de pomada sobre el
trasero, tenía marquitas del cuero, por lo que el chico no se podía sentar bien.
Pasó una semana y volvió todo a la normalidad, Neal muy juicioso
trabajando junto a su padre cuando de repente le suena el teléfono.
-Hola, ¿quien es? – pregunta porque pone número desconocido.
-Soy yo Mozzie, estoy algo resfriado por eso mi voz así, espero que
estés bien, te tengo un trabajo, pero disimula y borra esta llamada, porque si
estás con el trajeado, puede arruinarlo todo.
-Mozz por ahora no quiero más líos enserio – dijo en voz baja para
que Papá no lo escuche.
-Te lo pierdes entonces.
-Será, se acerca la Navidad y quiero estar en paz con el Divino
Niño.
-Parece que estas perdiendo la razón, pero como quieras y feliz
Navidad por adelantado.
Feliz Navidad Michi, nunca vi la serie, pero de leer conozco al
personaje, a Sara la hice plana porque ni se ni como sea jaja.
Espero mi regalo haya llenado tus expectativas o al menos intentado
el 75 por ciento xd.
Te deseo lo mejor y Dios te bendice.😉
Hola, muchas gracias por la historia, fue interesante leer de una Sara malvada jajajaja.
ResponderBorrarEsperemos a ver si Neal aprende esta vez.
Feliz navidad.
Michi.