Páginas Amigas

miércoles, 31 de octubre de 2012

No importa la realidad que sea mientras estés conmigo


Peter sonreía corriendo a la siga de pequeño Neal, la tragedia había traído la dicha a su familia, le dolía la pérdida de sus mejores amigos y aun no crea cuando el albacea del testamento les informo que él y su mujer habían heredado al pequeñín de la familia, Neal apenas había cumplido un añito cuando llego a sus vidas, y ahora estaba corriendo a la siga de su hijo de tres años.
“papi a que no me alcanzas” le gritaba mientras corría a las escaleras.
NEAL LA ESCALERA NO” grito asustado al ver a su pequeño tratando de llegar a ellas era increíble, a Neal desde que llego a casa sentía una extraña fascinación por ellas o tal vez porque era el único sitio prohibido, sin más hace dos semanas tuvo que hacer lo que jamás pensó y darle tres palmadas en el trasero de su hijo, lo que desencadeno la tercera guerra mundial pues El se puso furiosa al ver a su nenito llorando como si lo hubiesen torturado, pero cuando supo que era porque otra vez el travieso había querido jugar en las escaleras el dio ella otras tres palmadas y vio como Neal se echo a correr a los brazos de su padre, para que le sobara su colita.
Y nuevamente el pequeño queriendo correr a las escaleras, Peter se apronto pero sin darse cuenta sufrió un resbalón y se golpeo fuertemente la cabeza.

“papá, papá estas bien” escucho que un adolescente le habla, porque un niño de ese porte le hablaba esto no tenía sentido
“papá me escuchas” se quejo
“claro”
“me diste un susto… si no querías dejarme ir  a la fiesta bastaba con que no me dieras permiso no más” se rio descarado el chico “y habría ideado como escaparme por la ventana” agrego sobándose la cola, recordando la paliza de su vida que papá le dio cuando lo pillo con medio cuerpo fuera de la ventana.
“Neal se te haces eso de nuevo y no te sentaras en un mes porque te zurrare cada día de la semana” dijo sin siquiera darse cuenta.
Su cabeza estaba a mil ‘Neal su Neal tenía tres añitos esto no podía está pasando…’
“papi seguro estas bien te diste duro” dijo Neal colorado por la amenaza de su padre.
“estoy bien pequeño” Peter no sabía cómo pero tratar con su hijo ya crecido era tan natural en él como cuando tenía tres “y jovencito donde ibas con tan arreglado”
“a la casa de Kate”
“parece que a cierto jovencito se olvido que estaba castigado”
“pero papá me has tenido castigado por dos meses” se quejo
“porque cierto niñito saco mi auto sin permiso”
“no es como cuando me robe tu billetera me diste unos… bueno tu sabes y listo… porque esta vez me castigaste a demás cuatro meses es mucho” dijo pisoteando el suelo.
“se te olvida que también habías asaltado mi licorera”
“pero papi… no quería parecer un nene de papá ante Kate” hizo un puchero
“ya te dije esa niñita no me gusta nada es muy mayor para ti y no está en muy buenos pasos”
“mi papá siempre me enseño si no tienes algo bueno que decir no lo digas” dijo corriendo a su habitación, donde estaba el tierno niño que preguntaba por su salud
“no corras por las escaleras o tengo que darte un par de palmaditas para que lo recuerdes” bueno no podía ser perfecto eso era justamente lo que le decía cuando tenía tres años y por lo visto aun funcionaba, pues Neal dejo de correr y comenzó a pisotear cada escalón que le quedaba.
Todo era tan extraño para Peter, su hijo casi un hombrecito cuando hace solo unos minutos estaba recordando cómo había sido su chiquito a los tres añitos pero y ahora tenía aun un gruñón adolescente en su recamara.
El llego a las horas, Peter no se había movido pues tenía miedo de verse al espejo y no reconocerse pero en cuanto vio a su Hon como amorosamente se decían, se perdió en sus ojos, después de besarla como si fuera la primera vez.
“estas preciosa”
“y tú más sexy” se rio El
“y soy todo tuyo” ya nada lo asustaba no importaba no recordar los últimos doce años de su vida, El estaba bien, su hijo estaba bien y eso bastaba para ser feliz… bueno hablo demasiado pronto… sintió un ruido salir desde fuera de su casa, corrió asustado, al llegar encontró a su hijo colgando por unas sabanas que le quedaron cortas para llegar al piso y a Kate alentándolo borracha.
El los miro con reprobación mientras Peter corrió al segundo piso y ayudo a su hijo a subir nuevamente.
“papi” dijo Neal en cuanto estuvo con sus dos pies en el suelo.
Peter no decía nada solo lo mantuvo abrazado por lo que parecían horas, cuando finalmente lo soltó le dio una fuerte nalgada.
“al rincón mientras voy por el cepillo de ducha” esto era terrible jamás había tenido que castigar a Neal con el siempre había sido la advertencia lo suficientemente disuasoria para evitar el castigo.
“papito no” comenzó a llorar Neal se sentía ridículo llorando a su edad tenia quince y una novia no era justo.
Pero su padre hizo de tripas corazón esta sería una lección que su hijo no olvidaría.
En canto llego con el implemento de tortura Peter no dejaba de ver a su hijo adolescente convertido en el bebe de tres años que había soñado tener y aquí estaba a punto de tener que castigarlo, y no quería perder más tiempo, dejo a su hijo en su regazo y le bajo el pantalón del buzo y el boxers justo debajo de trasero, luego lo pensó mejor y maniobró a su hijo para poder bajárselos hasta medio muslo quería que hijo lo recordara al tener que permanecer sentado, Neal solo lloraba daba gracias a que su mamá le había pedido a Kate que se retirara no podría vivir si ella se enteraba que lo castigaban como a un bebe.
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“AHHHHHHHHHH me duele” Neal jamás había sido de los que se quedaba callado mientras era castigado, sino por el contrario era extremadamente vocal
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“nunca más es nunca más hijo” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“que me duele” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“OWwwwww papi para que me haces daño” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
Fue una ráfaga de las nalgadas más fuertes que había residido en toda su vida.
“Daño te lo hubieses hecho si no llego a tiempo” dijo tomando el cepillo
CRACK CRACK CRACK CRACK CRACK CRACK CRACK CRACK CRACK
“NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO me duele nunca más papito nunca más me duele mucho” Neal a esa altura era un manojo de lágrimas y mocos, en cuanto su padre lo levanto de su regazo Neal se echo a sus brazos y lloro amargamente ya no le importaba que lo hubiesen castigado por hárbese intentado escapar… él sabía que era absurdo hacerlo con papá en casa pero no había sabido como decir no a Kate, así que simplemente lo hizo y ahora su trasero pagaba las consecuencias, Neal solo pensaba en como haría para sentarse en clases mañana y que jamás volvería refregarse la espalda con ese maldito cepillo, su padre pareció leer la mente de su hijo, pues tomo el odiado implemento y lo hecho al cesto de la basura, no sin antes advertirle.
“como se fue puede volver su hermano gemelo estamos claros hijito”
“si papito” dijo entre bostezos, mientras que Peter se reía porque Neal nunca cambiaria… siempre terminaría limpiando su cara en la ropa de Peter.
Y Peter se quedo finalmente dormido oliendo el cabello de su hijo.

Cuando volvió abrir los ojos, sonrió al encontrar el aroma de su hijo… pero que clase de broma era esa… porque su adolescente se había vuelto un niño nuevamente y que hacia él en el suelo con su hijo abrazado hecho un obillito y sorbeteando los mocos y lagrimas.
“papi estas bien” dijo asustado “te hablaba y te hablaba y tu no despertabas y… y… y yo olvide como llamar a mamá” dijo mirando tristemente el celular de su padre que marcaba el numero de su madre… pues decía mamá, nota mental recordarle a mamá que conteste el teléfono puede ser importante y enseñarle a su hijo que su mamá está por ‘hon’
“todo está bien mi principito” le sonrió, el no se atrevía a levantarse se quedo abrazado a su hijo, pero había algo que tenía que hacer de inmediato, tomo su teléfono y ordeno que le fueran a poner protección a las ventanas del segundo piso y en cuanto su hijo conociera a Kate el intervendría… O su mano.
Cerró los ojos y al despertar se encontró solo en su habitación estaba en pánico donde estaba su bebe, que era esta broma cruel… pero de pronto la puerta se había y entro su pequeñín de tres añito llorando y sobando su colita…
“papito mamita me castigo al colita por porfiado y jugar en la escalera” lloraba amargamente.
Peter lo abrazo y se permito sonreír estaba en casa… pero cualquier realidad le gustaba mientras estuviera su hijo.




2 comentarios:

  1. Muchisimas gracias Lady, ya quiero que este pequeño Neal crezca, y de muchas alegrias y enojos a sus papas, jajajaj esta preciosa tu historia, pero aun me debes lo de Connor

    un besote
    Marambra

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  2. Querida Lady un placer leerte, si es a pedido? me debes unas cuantas... jajaja pliss Emmet besotes

    Clare Morrison

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