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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Vieja casa nuevas reglas




Capítulo dieciocho
Vieja casa nuevas reglas

 “Por fin libreeeeeeeeeeeeee” grito Steve al llegar a casa, partió corriendo a encerrarse en su habitación, sorpresa fue la que se encontró al no tener puerta, no tener ni lápices con punta, ni zapatos con cordones, ni materiales de que pudieren servirle para hacerse daño, en realidad era su cama y su cama.
“papá es un poco mucho” dijo con el ceño fruncido.
“era eso o seguir en el la clínica”
“pues es casi mejor seguir ahí” dijo enojado, pero al ver la cara de papá y que sus ojos se iban de lleno a su trasero “Era un broma era una broma, además en tu pieza hay de todo”
“además tú y yo tenemos una conversación pendiente jovencito” dijo Sean poniéndose serio, volver a casa le había revivido todo el dolor de casi haberlo perdido.
“o no” negó Steve con su cabeza, y llevando sus manitos a cubrir su trasero justo como lo hacía cuando era un bebe “No es justo papaaa” se quejó.
“vamos, terminemos de una vez con esto de una buena vez, cámbiate el pijama y a mi recamara” le ordeno papá, Steve al ver que su papá se iba rápidamente tomo su pijama y salió corriendo tras él, él no estaba preparado para estar solo en esa casa, no después de todo lo que había pasado.
Sean sonrió, al sentir a su hijo a su espalda se preguntaba cuanto tardaría en pedir toda su libertad y privacidad, pero el psiquiatra había sido claro no privacidad hasta que el estuvieran cien por ciento seguros que Steve no intentaría una locura nuevamente.
Steve se cambió de ropa, y se metió a la cama como si eso pudiera impedir el castigo de papá, Sean lo desenvolvió de las sabanas donde se había hecho un lulo y lo dejo sobre sus rodillas.
“Steve hijito porque estamos aquí” dijo Sean con paciencia.
“paaaaaaaaa” se quejó, no quería pasar por eso era vergonzoso, pero solo logro que Sean lo dejara con el poto al aire desde el comienzo.
“no, no papito que no así” se quejó.
“si hijito, es así como papito va a castigar a su cachorrito travieso por todas las malas decisiones que tomo este último tiempo” ZAS
“Ayyy” eso no se lo esperaba.
“nunca hijo dejes de hablar conmigo, te amo y siempre estaré a tu lado para apoyarte” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! “No importa cuán enojado estés con papá siempre esteré para ti” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! “nunca, nunca me dejaras de contestar el teléfono por un berrinche” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“AYYYYYYY duele nunca más” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“lo haces y te parto el culo a palos” Steve se sorprendió por las palabras de su padre, pero aparte de llorar no hizo nada, tenía claro que en esa posición no se las debía dar de sabelotodo contestón como acostumbraba ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! “hijo si vuelves a atentar contra tu vida te daré una zurra hasta el último de tus días, cuando cumplas 150 años aún te estaré zurrando mocosos mimado crees que con un berrinche arreglas todo” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! “que hago sin ti, como sobrevivo sin ti” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! “nunca hagas nada que te pueda dañar o perderás la poca libertad que te está quedando me oíste” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“Si papito no más me duele mucho” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
Sean desvió la mirada, le dolía ver como el trasero de su hijo iba tomando un color rojizo, pero sabía que el castigo debía ser memorable para que fuera efectivo, en eso vio que sobre su velador estaba el cepillo de roble que tanto amaba su mujer, eso estaba guardado, se dijo internamente, no lo había sacado nunca, jamás se había atrevido. Scher-K tenía el cabello más hermoso que ha visto en su vida y lo peinaba con una delicadeza envidiable, podía recordar las horas que había pasado contemplándola con el cepillo en la mano derecha y pequeños puñados de cabello en la otra, y parecía ayer cuando el obligo a su padre que lo llevara por todas las tiendas de artículos de peluquería hasta que encontró el mejor regalo para su novia, saco las moneditas que con mucho esfuerzo había juntado, si Kirk al contrario de él no era de la idea que los niños pequeños manejaran grandes sumas de dinero, además cada vez que Sean quería algo él gustoso lo acompañaba a cómpralo, bueno esta vez sus moneditas no era suficiente, y se empeñaba y empeñaba en buscar en sus bolsillos Kirk viendo lo importante que era para su hijo pagarlo solito, se las ingenió para colarle un billetito en el pantalón, el mismo que le había dado para su cumpleaños y estaba seguro que Sean se lo había comido en caramelos, los ojitos de Sean se abrieron felices a la encontrarlo, “te encontré” dijo casi dándole un beso al billete, pero por suerte Kirk se dio cuenta de sus intenciones y se lo impidió, bueno finalmente pudo pagar por un hermoso cepillo de roble y le alcanzo para pedir que le gravaran en plata dos S entre lazadas, Sean jamás se olvidaría de ese día, la cara de su chica al abrir tan hermosos regalo, y ahora estaba ahí como por arte de magia sabía que no era magia era Nancy la que sabía lo necesitaría, por lo que decidió darle a su hijo lo que sabía su mamá habría hecho. Tomo el cepillo, podía sentir aun el olor a la fragancia de su mujer beso la base donde tenía tatuado las S de sus nombres.
¡CRACK!
“AAAAAAAAAAAAAAAAAA” Steve grito del dolor.
¡CRACK!
“nunca más hijo”
¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!
“duele, duele papito para ya entendí ya entendí me duele mucho”
Sean dejo con sumo cuidado el cepillo y acuno a su hijo.
“Buaaaaaa papi me duele”
“ya mi niñito nunca más mi tesorito” Sean consoló a su bebe hasta que el llanto se convirtió en sollozó y luego lo tendió en la cama.
“con que me diste me dolió mucho, nunca más” dijo con un hermoso puchero y regañando a su padre por el castigo.
Sean se lo mostro “era el favorito de tu mamá y lamento informártelo, pero desde hoy te sales de la línea y entre los dos te enrielamos, estamos claro”
“pero papaaaaaaaaaaa” se quejaba sobando su potito que tenía un par de óvalos rojos bien marcados pero que pronto se borrarían por completo.
“ya a dormir campeón” dijo Sean.
“duele” se quejó.
“sana sana colita de rana si no sana hoy sanara mañana” y le dio un beso en cada cachecito de su potito ya que el nene había decidido quedarse con los pantalones a medio camino para evitar el roce, Sean le dio un palmadita cariñosa y se metió a la cama, mañana sería un largo día pero esta noche tenía a su bebe de vuelta en casa.
Al día siguiente Steve despertó abrasado a su papá y aun con el fuerte dolor en el potitoo, así que decidió que estaría de mal humor.
En eso llego Nancy con el desayuno, ella lo vio acostado sobre su estómago y Sean haciéndole nanai sobre el pijama y el cepillo no estaba en el lugar que ella lo había dejado así que sabía que había sido ocupado.
“traidora” le dijo enojado, pues sabía que solo ella haría algo así.
¡ZAS! ¡ZAS! sintió en su potito.
“pídele disculpa a Nancy” le ordeno Sean molesto.
“ayyyyyy”
¡ZAS! ¡ZAS!
“No he escuchado nada”
“Perdón Nancy nunca más”
“lo sé mi niñito” ella se derretía por él, Sean y Steve era sus nenes ella los había criado a ambos y no permitiría que se siguieran haciendo daño. “pero Steve Hyuga si le vuelves hacer pasar por esto a tu papito nadie te salva de la zurra que te voy a dar con la cuchara de cocina”
“GRUUUUUUuu” Steve estaba de malas y más encima todos se sentían con derecho a regañarlo y amenazarlo, lo que era a un peor.
“donde crees que vas”
“me voy a mi depa” dijo dando un pisotón el suelo.
“tu depa lo vendí”
“que” grito furioso, Sean le vendió el departamento a los papás de la Kathya que se habían venido a vivir con ellas pero en el departamento de las gemelas no cabían los cuatro así que Sean amablemente se los regalo pero ellos prefirieron pagar por él.
“es el colmo que te has imaginado que vienes a vender mis cosas mis cosas Sean, mías no tuyas” la pataleta había comenzado parece que el cepillo lo volvería a usar más pronto de lo presupuestado.
Sean que ya estaba lo suficiente enojado por la actitud de su hijo al escuchar de que de nuevo el mocoso lo llamaba por su nombre lo agarro de una oreja y lo llevo a punta de palmadas a la baño ante la mirada atónita de Nancy y los gritos desesperados de Steve.
“abre” le ordeno al tomar un jabón y meterlo bajo el agua, a ver que su hijo no obedecía le soltó la oreja y con esa mano le bajo el pantalón del pijama y ¡ZAS! ¡ZAS!
“AHHHHHhhh” grito Steve y fue suficiente para que Sean le metiera el jabón en la boca.
“cinco minutos y por cada vez que me digas de otra manera que no sea papá ve sumándole cinco más” dicho eso lo levanto de la cintura y lo dejo sentado en al lado del lava manos tal como lo había hecho cuando era más chiquito definitivamente no era algo que Steve quería recordar.
Los cinco minutos pasaron muy pero muy lentamente.
Sean le puso la mano para que botara el jabón.
Y le dio un vaso de agua para que se enjuagara Steve repitió eso al menos cinco veces luego papá le limpio la carita de la las lágrimas y resto de jabón.
Lo tomo en sus brazos y se lo llevo como un Koalita.
Sean dejo a su hijo sentado en la cama y Steve creyó que estaba todo perdonado.
“yo no voy a tolerar más faltas de respeto hijo, se acabaron los berrinches por todo, nunca más Steve Hyuga o volveremos a esta misma posición.
“nunca más no me gusto el jabón” se quejó mimoso.
“lo sé chiquito ahora acabemos con esto de una buena vez para que puedas desayunar en paz” y sin darle tiempo a que Steve asimilara las palabras de sus palabras lo dejo boca abajo sobre sus rodillas y lo dejo con el potito al aire como era de esperar no había ni una seña de haber sido castigado la noche anterior.
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“no papá ya me castigaste” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“eso fue por decirme Sean en vez de papá” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! “esto es por el mega berrinche que te mandaste” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“no pero OWWWW papá que duele” ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
“a tu padre no le vienes a faltar el respeto niñito insolente” ¡ZAS! ¡ZAS!
“pero tú no me respetaste al vender mis cosas son mías” el chico no aprende siguió burreando por la tontería a sí que papito no tuvo otra opción que tomar nuevamente el cepillo de mamá y castigar a su insolente mocoso.
¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!
“yo soy el papá yo decido lo que tienes y lo que no”
¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!
“AHHHHHHHHHHHHHHH” Steve ya solo lloraba.
¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!
“Y papá decidió que se acabaron los departamentos y casas sin supervisión ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK! despídete de tus aviones yates y sobretodo de tu pasaporte ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK! tú vas donde papá te autorice a ir y nada más está claro”
“no es justo son miosssssss” ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!
“tigrecito se acabó papá está contigo papá está a tu lado sabes que jamás te faltara nada pero mi vidita eres un niño” ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!
“Aaaaaaaaaaa no me pegues más me duele papá”
¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!
“tenemos un trato” ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!
“si papá si papito tu mandas yo hago caso, ya no me pegues más” ¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK! Sean dejo el cepillo al lado le acomodo al ropa y lo meció un buen rato cuando ya solo quedaba sollozos Nancy volvió con nuevos desayunos.
“se los comen o seré yo la que use el cepillo” dijo mirando a sobretodo a Sean que había bajado mucho de peso estos últimos meses.
“todo” dijo Sean casi por instinto Steve no pudo sino sonreír a la reacción de su papá pero espero a que Nancy saliera para decirle.
“sabes que ella trabaja para ti no puede pegarte”
“si pero siempre puede llamar a papá y tú sabes cómo se pone tu opa cuando se trata de la comida”

La cara de Steve no tenía precio pero se comió todo rapidito solo se detenía para tratar de encontrar un poco de comodidad para su trasero pero eso era imposible. 

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