Entre
la Espada y la Pared
Tres chicos un poco nerviosos se acercaron a su
entrenador, el cual en aquellos precisos instantes estaba todavía malhumorado.
Él ya les había informado que tendría
una plática con ellos en uno de los vestidores; por lo que también le dijo a su
auxiliar y resto del cuerpo técnico, que no quería
interrupciones de ningún tipo, ya que cómo bien ellos sabían se trataba de un
asunto serio, de esta forma los jugadores que culminaron la sesión de entreno
se dirigieron a uno de los vestidores, mientras Joachim y sus tres pupilos al otro.
Ya estando dentro les ordenó tomar asiento en unas
bancas, que generalmente es dónde se sientan los jugadores a escuchar el
esquema táctico por parte del director técnico, solo que en este caso el tema
no tenía nada que ver con alineaciones, ni ningún tipo de planteamiento, puesto
que lo que hablarían sería sobre la falta cometida por aquellos tres, quienes
en aquellos momentos no se atrevían a mirar al señor Löw a
la cara.
Y
empezó Joachim a darles una disertación sobre la responsabilidad y el respeto
que debían tener al equipo y a sus
compañeros.
-
¿Ustedes más que profesionales
parecen jugadores novatos de un equipo de secundaria?, ¿Pero qué demonios
tienen en la cabeza?, ¿Acaso no entienden la magnitud del compromiso que conlleva
representar a su país? Nooo… que van a saber ustedes, a veces pienso que es
cierto lo que se dice en la actualidad. Ahora solo juegan por el dinero, ya les
vale una… - apretó los puños y se contuvo de decir una grosería.
-
Vamos Míster cálmese, tampoco es
el fin del mundo – habló Thomas.
-
Silencio, Müller – sentenció Löw,
mientras Schweinsteiger se reía de su compañero – Me cuentas el chiste Bastian
– le dijo el entrenador en un tono no agradable, que hizo que al muchacho se le borrara la
sonrisa inmediatamente.
-
¡No lo puedo creer! Encima que la
cagan, se comportan como si no hubieran roto un plato. Ah, pero luego se quejan
cuando uno les llama la atención porque no rinden al cien por ciento en los
partidos, y como no; si primero es el placer que el deber, y apenas me doy la vuelta,
arman el relajo - espeto Joachim golpeando una mesita que tenía al lado e hizo
que los chicos tragaran saliva.
-
Mister – habló Özil – discúlpenos,
prometemos que no lo volveremos a hacer.
A partir de ahora nos enfocaremos en la competición.
-
Discúlpenos… discúlpenos ¿es todo
lo que saben decir? – decía imitando la voz del chico – Además ¿Y quién te ha
dicho que van a jugar? Después de lo que hicieron deberían quedarse en el
banquillo, para que aprendan, y me da igual que sus clubes y patrocinadores
reclamen. Total, que tenemos talento de sobra en los suplentes.
-
Usted no puede hacernos esto. Todo
el esfuerzo que nos costó estar aquí, por favor busque otra sanción, pero menos
el banquillo – dijo Bastian angustiado.
-
¡De modo que ahora estás
preocupado, querido Schweinsteiger!, pero eso no lo pensaste cuando te emborrachaste
en el hotel con este par de sinvergüenzas.
-
¡Yo no estaba ebrio! – dijo el chico casi gritando.
-
Bájale al tonito, que no estoy
para soportar altanerías a nadie. Ya he tenido suficiente con el vergonzoso
comportamiento que demostraron ayer.
-
Lo siento míster – dijo cabizbajo – le juro que estamos arrepentidos
de lo que hicimos.
-
Sí, sí, sí eso es lo que siempre
dicen todos. Muy fácil después de cometer una falta lavarse las manos con
excusas baratas, pero ¿saben qué? Como soy un tipo considerado y que a pesar de
todas las tonteras que llevan haciendo desde antes, he tomado la decisión de darles una oportunidad y permitirles jugar el partido de semifinales
ante… - no había terminado de hablar su entrenador cuando los chicos estaban
manifestando su contentura como críos pequeños, cuando sus padres los sacan a
pasear al parque.
-
¡Hurra!, ¡Viva!, ¡Qué bien míster
usted es el mejor! No tenemos como agradecerle por ser tan tolerante y
comprensivo – dijeron los tres muchachos con gran emoción mientras se dirigían a
la puerta del vestuario para salir, pero
Löw les detuvo.
-
Un momento señores. Jugaran eso es
cierto, pero será solo con una condición – le dijo él a sus pupilos.
-
¿Condición? A que te refieres Jogi
(apodo del técnico, lo estaba tuteando al parecer tenía cierta confianza con él)
– le pregunto Bastian.
-
Muy sencillo Schweinsteiger. Los
voy a castigar yo personalmente – replicó el director técnico.
-
¿Qué?, ¿Cómo así que castigarnos
personalmente?, no estoy entendiendo nada – habló de nuevo el jugador del Bayern.
-
Ni yo – dijo ahora Thomas – mientras Mesut solo se dedicaba a mirar a su entrenador y compañeros aún
confundido y mareado; sí el chico todavía
sentía malestar por la bebida.
-
A ver Bastian necesitas que te
refresque la memoria, bien sabes de lo que habló. Tú conoces mis métodos. ¿No
sé el porqué de tu pregunta? – volvió a hablar el señor.
-
Bueno, la verdad es que, yo, no sé ¿De qué estás hablando? – replicó de nuevo el joven.
-
Aaaah de modo que no te acuerdas
que sucedió en el año 2008 en la pasada Eurocopa antes de la final contra
España. Cuando te perdiste con un
conjunto de prostitutas y llegaste en la mañana al hotel de concentración vuelto un desastre, y
solo faltaban dos días para el partido, pero claro primero eran los placeres
sexuales antes que el compromiso con la selección – le decía muy serio Joachim, entretanto los otros
dos abrían los ojos como plato con cada palabra que salía de la boca de su
técnico.
Bastian
se puso rojo de pena e inmediatamente se acordó del castigo tan humillante que
tuvo que aguantar, ya que aquella vez ese era el requisito implantado por su
entrenador, debido a que este se encargaría de dar la cara por él y arreglar su
situación para que no viera envuelto en un escándalo.
-
¿Ahora sí sabes de lo que habló? O
¿necesitas más detalles? – le volvió a preguntar.
-
Sí míster. Lo recuerdo
perfectamente, pero por favor cualquier cosa menos ese tipo de castigo – dijo
el muchacho en tono suplicante.
-
Lo siento Schweinsteiger o es eso
o el banquillo tú y tus colegas deciden.
-
De que está hablando señor –
intervino Thomas – mientras Özil se encontraba sentadito
sin abrir si quiera la boca.
-
Escuchen con atención lo que les voy a decir sin rodeos
– les hablaba serio – Le voy a dar una
paliza al más puro estilo inglés a cada
uno de los que acepten el trato y como le he dicho a Bastian no tienen más opciones es zurra o banquillo una de dos. Tienen hasta
mañana para decidir lo que mejor les convenga.
-
¿Trato?, ¿Qué demonios está
pasando?, ¿Paliza o banquillo? ¿Qué significa todo esto?, ¿Decidir qué? Ay y
este dolor de cabeza que no se me quita – pensó Mesut.
-
Ya saben. Los espero mañana bien temprano mientras que
Philipp y Holger van a la rueda de prensa,
yo estaré en este restaurante – les informó dándoles un papelito con la
dirección del mismo y la hora – Allí me
dirán que decisión tomaron.
-
¡¿Enserio esa es la condición?! – preguntó nuevamente Bastian.
-
Sí ya te lo dije antes. Es zurra o banquillo –
Grávatelo en la cabeza para que no se te olvide. Ya me voy, les espero mañana
¡bando de desvergonzados! – añadió mientras salía por la puerta y dejaba a los
tres jóvenes solos en los vestidores.
-
No puedo creer lo que mis oídos han escuchado.
Definitivamente este hombre se ha vuelto loco, mira que querer pegarnos por una
tontería como esa. Si ya sé que faltamos
a las reglas, pero por qué no hablar de forma civilizada como la gente normal
en lugar de tener que recurrir a métodos tan salvajes – habló Müller.
-
Estoy totalmente de acuerdo contigo Thomas. Löw perdió
la cabeza; nunca pensé que fuera tan violento y pretenda golpearnos hasta que
perdamos el conocimiento – el míster no había dicho eso, pero Mesut como no
sabía de qué iba el asunto, se estaba imaginando lo peor – Seguro que sabe
algún arte marcial mortal y aplicará sus conocimientos en nosotros, aparte como
estoy indispuesto del estómago seguro que acaba conmigo en un santiamén.
-
Calma Mes – le decía su compañero
mientras colocaba el antebrazo en el hombro de Özil – No se lo permitiremos; mañana mismo le pondremos
los puntos sobre las íes, pero ¿Quién coño se ha creído para chantajearnos de
esa forma tan ruin? Nooooo, pero que ni crea que nos dejaremos. Si es necesario
expondré el caso ha…- pero Thomas no
terminó de hablar porque Bastian se metió en la conversación.
-
¿Acaso ustedes se desquiciaron?, ¿Cómo pueden pensar
esas cosas de Jogi? Les diré que están equivocados en relación al castigo. Él
no pretende golpearnos como se están imaginando. Se trata de… pues…Bueno no sé.
Ay ¿Cómo decirles? – intento explicar Schweinsteiger.
-
Pero ¿Dónde estabas, que no
escuchaste lo que dijo? Hablo de darnos una paliza al estilo inglés y si no lo
aceptamos nos manda al banquillo, y tú todavía lo defiendes – le reclamó Mesut.
-
¡Qué tontos son ustedes! – exclamó
Bastian – Verán no se trata de una paliza, bueno sí, pero no del tipo que te caen
a puño limpio, es una paliza, pero de otro tipo. Es… como les explico... es que me resulta tan
penoso…
-
¡Ya di de una vez de que se trata
todo este drama! – ahora quien estaba de mal genio era Thomas.
-
Bueno les diré, pero prométanme
que lo tomaran con calma.
-
Tan grave es – replicaron Özil y Müller.
-
No es lo grave sino lo vergonzoso. Resulta que nuestro
querido técnico es de la vieja usanza y pues se le ha ocurrido la no tan genial
idea de castigar... ¡Demonios! me da nauseas de solo decirlo. Uf ya va
compañeros – dijo dando un suspiro – el asunto es que él quiere darnos unos azotes en
nuestros traseros por lo que hicimos -les dijo finalmente Bastian.
-
Haber Schweinsteiger.
Barájamela más despacio, que no te entendí muy bien – le decía Thomas – Quieres
decir que si aceptamos el trato del tipo (dijo sin ningún respeto) él nos
pondrá sobre sus rodillas y nos pegará en el culo como a unos críos de
preescolar, hasta que se le canse la puta mano ¿a eso te refieres?
-
Bueno sí, supongo que sí.
-
¡¿Supones?!, ¿Qué clase de
respuesta es esa? Me dices ya mismo ¿Qué carajos nos va a hacer Löw? – espetó Thomas.
-
De acuerdo, les diré ya sin darle
vueltas a esto. Chicos el míster nos dará una tunda como bien dijiste Müller, claro está solo si
aceptamos, pero no se preocupen no es un gran problema. Pensándolo bien yo ya
tomé la decisión de recibir la misma; todo sea por jugar la semifinal – dijo Bastian.
-
¡¿Qué no nos preocupemos?! , ¡Mierda! ¡Es lo peor que
escuchado en mi vida! Definitivamente este tipo es un depravado sexual.
Realmente necesitas buscar un psicólogo inmediatamente. ¿Cómo diablos aceptas
algo así? – Le decía ahora Mesut.
-
Oigan no se sulfuren, ni que fuera para tanto. Ya
Joachim me las dio en la Eurocopa pasada
y la verdad me da igual. Yo lo que quiero es jugar porque esta competición es de suma importancia y
solo se da cada cuatro años. ¡No vine aquí solo para quedarme en la banca! Además ya la cagamos ahora a afrontar las
consecuencias y si eso implica darle el culo al viejo para que no los zurre
hasta que se cabree y luego nos perdone, pues lo hacemos y listo – trataba de
convencer a sus amigos, sabia de sobra que ellos eran fichas claves en la
selección y no daría su brazo a torcer tan fácilmente.
-
Escúchame con atención Schweinsteiger.
Me importa una puta mierda todo este asunto. Yo me regreso a Gelsenkirchen. No
tengo más nada que hacer aquí – dijo tajante Özil.
-
Y yo también me marcho a casa. Ese idiota no se saldrá
con la suya, que vaya y azote a su auxiliar o al más pendejo del equipo, que
está claro no soy yo – decía Thomas.
-
Esperen un momento, ustedes no se pueden ir así por que
sí. Recuerden tienen un compromiso – insistía Bastian.
-
Teníamos porque es evidente que no jugaremos. Eres un
falso, dijiste que hablarías con el
técnico y solucionarías todo, por el contrario terminamos jodidos – Mesut le recriminaba.
-
Ya cálmate Özil, nunca pensé que por la gilipollez que
hicimos, todo se saldría de control,
pero les repito no sean tontos; no se vayan;
es su primera Eurocopa y la oportunidad de ganar un título con la
selección. No tiren todo a la basura solo por unos putos azotes. Por favor un
niño de diez lo aceptaría tan normal sin armar tanta alharaca.
-
Yo no soy un maldito mocoso, para recibir un castigo
tan infantil – dijo Mesut pateando uno
de los casilleros que tenía cerca, luego se agachó, cogió una botella plástica que había en el
piso y seguidamente la arrojó a la pared que tenía en frente con rabia.
-
¡Coño! esta
situación apesta – habló ahora Müller.
Y así desde que se fue el
entrenador los chicos pasaron como dos horas discutiendo el asunto; en un principio tanto
Mesut como Thomas se negaban rotundamente a recibir un escarmiento de
aquella índole, no les cabía en la cabeza, sin embargo Schweinsteiger
acabo convenciéndolos y aceptaron de mala gana ir al restaurante a darle la
noticia al director técnico.
Ese Jogi les dio su buena regañada XD. Pobres no les dio otra alternativa o la zurra o el banquillo, que terrible.
ResponderBorrarBastian
Tipo considerado jaja eso me da risa, de considerado sus huevos, si los deja jugar, pero con la condición de zurrarles y el tal Bastian ya venía haciendo de las suyas desde la competición pasada. Mira tú meterse con prostitutas, tampoco es que es muy santo. Noo pobres chicos, como dice el título entre la espada y la pared o mejor dicho sin escapatoria es que para jugadores importantes como ellos lo peor es quedarse en la banca.
ResponderBorrarLa historia te esta quedando Genial. Nunca pensé encontrar Fútbol en esta página, pero a penas vi el primer capi, brinque de emoción.
Saludos
Paquita
Que hubo parce! veo que actualizo la historia y esta quedando genial, jajaja me he reído con la propuesta del técnico, que difícil escoger entre la paliza e irse a la banca y más si es un partido importante y amas lo que haces.
ResponderBorrarDisculpame si leo tu historia hasta ahora, pasa que estuve castigado por varias semanas, me pegaron y me confiscaron el computador. Todo un desastre luego te cuento.
Saludos y seguí así que vas muy bien.