Capitulo siete ¿Creo que dos?

Capitulo siete

¿Creo que dos?

Al llegar a Santiago, Eric instaló a James y Fernandita en la pieza de alojados. James no dijo una palabra en todo el viaje, ni se ocupó de Fernandita. Antonia la cuidó feliz… porque eso la distraía del aparatito escondido en su bolsa.

“Llama a tu papá y dile que llegaste bien” le ordeno Eric

James hizo lo que se le ordenó, y así estuvo por días. Levántate, y se levantaba; come, y comía; dale de comer a Fernandita, y lo hacía; ayúdale a Matías a cocinar que quiere aprender, y lo hacía. Pero a la semana ni eso! Eric no lograba sacarlo de la cama, ni Fer daba tanto trabajo, así que llamó al papá de James y le dijo que le pediría una cita con el psicólogo, y así lo hizo. Aunque a James no le agradó nada… y dijo que no iría.

“James a la ducha, tienes hora para el médico”

“No iré”

“James Javier. Si tengo que decirlo otra vez, será mi mano la que hable” dijo, mostrándole el gesto universal del azote.

Eric no supo por qué lo dijo, jamás lo haría, pero es que James se estaba comportando peor que Matías cuando no quería ir al dentista.

James abrió los ojos gigantes. Quiso decir ‘no te atreverías’ pero recordó los azotes que le había dado su padre y partió mal humorado al baño; sí… dando pisotones.

Ir al psicólogo no fue tan malo, lo que sí fue malo es que éste haya pedido hablar con Eric… Que acaso se volvieron todos locos?!! Él era un adulto!!! Pero no le quedó otra.

James había colapsado. Todo fue demasiado para él; lo de Matías; el inmenso daño que le hizo la bruja de Margaret  y la muerte de su madre. James no podía solo. Estaba en un estado mental muy delicado, y no podía tomar decisiones solo. El psicólogo le entregó otro hijo!! Lo derivó al psiquiatra para que lo medicara y terapias… pero él se quedó con otro hijo… y lo peor de todo es que no le molestaba.

James se tomó en serio su papel de adolescente, y se portaba relativamente bien, pero veía tele todo el día y Maty lo seguía, y Eric eso no lo permitiría, porque encontró una anotación de ‘sin tarea’ de Matías y una llamada del gerente del restaurante, donde James no había enviado los nuevos menús, así que les apagó la tele.

“estaba viendo…” se quejó James.

“estabas, pero ya no más! Estás castigado dos semanas sin televisión y, si no terminas los menús en tres horas, te voy a dar los azotes que estás pidiendo a gritos, James Javier”  para que supiera que iba en serio, “y tú, Matías Javier” ahora le calzaba el que Margaret hubiese insistido en ese nombre como segundo para su hijo “estas castigado dos semanas sin televisión y te voy a dar unos azotes”

“no es justo papá, a James no le vas a pegar” se quejó, sin importar lo ridículo que sonaba.

“porque James puede hacerlo hasta dentro de tres horas, pero si no lo entrega a tiempo va a conocer que la cuchara de madera no sólo sirve para cocinar” James fue corriendo a la cocina para inventar nuevos platos y cumplir con sus tareas dentro de plazo. Matías no tenía tanta suerte.

Eric lo llevó a su pieza, le bajó el pantalón del colegio y el calzoncillo, porque la única obligación de su hijo era cumplir con el colegio así que, sin contemplaciones, dejó caer su mano una y otra vez.

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“nunca más un ‘sin tarea´ Matías”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“Aay papi, me pagas muy fuerte”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“no, Tías vuelve a no cumplir con tus tareas y verás lo que es pagar fuerte”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“me duele, papiiiiii”

¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!

“Quiero todas tus tareas hechas antes de dormir; las voy a revisar, y si falta alguna te voy a pegar con el cepillo”

¡ZAS! ¡ZAS! y terminó el castigo con una palmada en cada cachete.

“te amo” le dio un beso en la frente

“no es justo que no le pegaras a James, fue su culpa” lo acusó.

“James es un adulto”

“Papá, por si no te has dado cuenta James ya es tu hijo” se rio Maty de la cara de espanto de Eric…

“es verdad” dijo James desde la puerta de Matías. “pero no me pegues, papi. Ya hice mi tarea” dijo mostrándoles un maravilloso plato que había creado y aprovechó de sacarle la lengua a Matías.

Eric sonrió ante esto y su mano, que le picaba tanto, fue a dar al trasero de James.

“pero no dentro del plazo” dijo sacando un poco de salsa con el dedo.

Luego fue a la cita que tenía con Antonia.