El mejor San Valentín de mi vida

El mejor San Valentín de mi vida

Renato tenía veinte años y sus padres querían que terminado su carrera como diseñador gráfico, se fuera al extranjero a estudiar una maestría, y al regresar pusiera su propia agencia de publicidad. Esos eran los planes de sus padres y de Tatiana, su novia,  todo iba viento en popa.

El día de San Valentín Renato fue a casa de Tatiana con un gran ramo de rosas rojas para llevarla  a un lujoso restaurante que estaba de moda. Cenaron pero Tatiana se mostraba callada y nerviosa, al salir del local Tatiana le pidió a Renato caminar hasta un parque cercano, y fue allí donde la vida le cambió.

Amor, debo decirte algo.- dijo Tatiana una vez que se sentaron en una banca del parque mientras sujetaba las manos de Renato entre las suyas.

Dime corazón que pasa?

Estoy embarazada

El rostro de Renato se iluminó de felicidad, era una gran noticia, la mejor noticia de su vida. La tomó por la cintura y la levanto por los aires dando vueltas de felicidad.

Que bueno mi amor, me haces tan feliz.

No, no Renato espera, detente, tenemos que hablar- Renato se detuvo, sin perder su gran sonrisa.

Pero que pasa?

No pienso tenerlo

Qué?

Que no voy a  tenerlo

Estás loca? es nuestro hijo, ES MI HIJO.

Si pero no voy a cambiar los planes que tenemos por un descuido.

Descuido?...estás hablando de nuestro hijo.

No Renato, no va  a nacer, solo te lo dije porque mi madre insistió en que tú debías saberlo. Pero es mi decisión.- al ver el dolor reflejado en el rostro de Renato trato de animarlo- Amor entiende tenemos muchas cosas que hacer antes de atarnos con un hijo, luego podremos tener otro.

De qué hablas?....no puedes tener tanta sangre fría.-eso no podíoa estar pasando ella no podía ser la misma mujer de quien se enamoró, quizá solo era miedo- Mira no te asustes yo trabajaré y saldremos adelante, nosotros..

No lo quiero, no lo entiendes?

No, no lo entiendo

No importa, ya dije lo que tenías que saber-dijo Tatiana secamente y dándose vuelta para irse de allí, pero Renato la sujetó fuertemente del brazo.

Es mi hijo y lo quiero.

Qué? Estás loco?

No, tú estás loca si crees que voy a permitir que mates a un hijo mío.

No lo quiero.

Yo si, soy su padre y lo quiero, no puedes negarme ese derecho.

Qué quieres decir?

Solo tenlo y dámelo, después te desapareces, porque no quiero volver a verte en mi vida.

Tatiana sonrió con tristeza y se le llenaron los ojos de lágrimas, pero no cambiaría su vida por un bebé que nunca quiso.

Eso dijo mi madre que me dirías y sabes ella está de acuerdo contigo. Así será entonces.

Renato se fue caminando hasta su casa pensando en la pesadilla que le había tocado vivir y ahora tenía que decirle a sus padres, como hacerlo?, su padres siempre le había pedido que tuviera cuidado que no quería sorpresas de ese tipo y de haberlas entonces estaría por su cuenta. Estaba asustado, tenía miedo, hacía un gran esfuerzo por tragarse las lágrimas que afloraban constantemente en sus ojos, pero decidió hablar directamente con sus padres en cuanto llegara a casa.

Papá, mamá debo hablar con ustedes

Dinos campeón que hay?

Renato les contó toda su conversación con Tatiana y esperó la reacción de sus padres. Su madre no paraba de llorar.

CUANTA DECEPCION RENATO- dijo furiosos su padre-TODO LO QUE HEMOS HECHO POR TI PARA QUE NOS PAGUES DE ESA FORMA. ERES UN DESAGRADECIDO. UN DESCONSIDERADO. SOLO PIENSAS EN TI.  ESTO NO TE LO PERDONO-y empezó a sacarse el cinturón.

Renato lloraba sin consuelo, esas palabras lo hirieron profundamente, aunque conociendo a su padre esperaba esa reacción. Estaba temblando hecho un ovillo en el sillón que estaba sentado. Su padre lo levantó de un tirón, le dio la peor paliza de su vida y al final escucho.

No quiero verte. De ahora en adelante estás solo.

La madre de Renato no había intervenido en nada, pero al escuchar esas palabras de su esposo, abrazó fuerte al muchacho y salió en defensa de su hijo

QUE DIABLOS TE PASA SAUL? DEBERIAS SENTIRTE ORGULLOSO DE NUESTRO HIJO. NOSOTROS LO EDUCAMOS ASI PARA QUE SEA RESPONSABLE CON SUS ACCIONES. YO QUIERO A MI NIETO- al escuchar eso Renato levantó su cabecita y miró con esperanza a los ojos de su madre- Si mi amor, si yo te apoyo, no estás solo y tu padre también porque te amamos o no Saúl.

Al escuchar a su esposa comprendió que ella tenía razón, él amaba a su hijo, era su orgullo y siempre lo sería. Extendió sus brazos y Renato corrió hacia ellos, Saúl lo abrazó con fuerza, lo llenó de besos y dijo.

Perdóname hijo, soy un tonto, es que no lo esperaba, tu sabes fueron tantos años haciendo planes, pero ya no importa ya también quiero a mi nieto y saldremos adelante juntos. Estoy muy orgulloso de ti.

Esa noche Renato durmió boca abajo pero feliz…..sería padre…ese definitivamente era el mejor San Valentín de su vida.