Como Superman se convirtió en súper alumno. Sol Feliz cumpelaños

Como Superman se convirtió en súper alumno.

Clark Kent no solía meterse en problemas era un niño perfecto, muy salúdale, muy fuerte, muy veloz, muy amable, muy cariñoso… pero lamentablemente no muy estudioso, por mucho que su madre y padre se esmeraran n que hiciera las tareas y estudiara solo lograban que fuera al colegio todos los días y eso era porque ellos lo iban a dejar diariamente.

Pero para Clark la vida era demasiado hermosa para perder el tiempo estudiando, prefería ayudar a su papá en la granja mirar los pajaritos, intentar volar como ellos… no estudiar.

Las eternas peleas en casa eran siempre por lo mismo… todo era por culpa del la escuela, peor ni los retos ni castigos parecían importar  a Clark que prefería estar castigado toda una semana mirando por la ventana a tomar el libro de clases.

Pero llego el día del temido examen y Clark Kent no había estudiado nada, absolutamente nada, y como estaba tan advertido que no podía reprobar, pues no entro a clases y se fue a recorrer las granjas vecinas, pero el súper niño inteligente y travieso no conto con que del colegio llamaran a sus padres para informarles que Clarkcito no estaba en clases.

Marta y Jonathan buscaron a su hijo por todas partes hasta que lo encontraron jugando en un riachuelo, pescando con sus manitos y liberando a los pececitos, riendo como el angelito que era el 99.9% del tiempo,

“Clark Kent que haces aquí” dijo Jonathan

“juego papi” dijo olvidando su travesura

“y no deberías estar en clases contestando el examen”

“eso es relativo papi… eso dicen los maestro pero Clark” dijo apuntándose “cree que se aprende más aquí”

“pero Clark sabe que debe ir al colegio” dijo Marta

“Pero a Clark no gusta ir al colegio” dijo cursándose los bracitos

“sabes lo que le va a gustar menos a Clark, que su papá le de unas palmaditas en el potito desobediente”

“no buaaaaaaaa” al chiquito jamás le habían dado ni una sola palmadita pero no hacía falta ser un genio para saber que no le gustaría,

Jonathan se derretía por su muñequito pero ya no sabía que mas hacer, así que lo tomo en brazos y le bajo su pantaloncito y calzoncillito y azoto su mano muy fuerte para lograr que su hijito sintiera aunque sea una picazón y vaya que si sintió el pequeño Clark tanto que grito como si lo estuvieran matando,

“no vas a escaparte del colegio te pudo pasar cualquier cosa” ¡ZAS!! ¡ZAS!! ¡ZAS!!

“no mas papi nunca nunquita más”

“más te vale y al volver a casa te sentaras a estudiar”

“buaaaaaaaa pero dueleeeeeeeee” lloraba el súper niño

“y mañana antes de ir al colegio de daré otras tres nalgadas para que recuerdes no faltar a clases” y con esas palabras hizo que Clark llorara hasta quedarse dormido, y que Marta lo mirar como si fuera un criminal de guerra, pero él sabía que era lo correcto, llevo a su hijito en brazos a casa, lo dejo dormir, y cuando despertó, le dieron de cenar su favorita y luego a estudiar… sus padres se esmeraron en explicarle todo simple y entretenido, y de esa forma Clark entendió todo y hasta se divirtió.

Al otro día Clark había olvidado su castigo pero su padre no así que antes de subir al la camioneta para ir al colegio Jonathan le bajo la ropa dejando su blanco traserito al aire y le dio las tres nalgadas más fuertes de su vida, le acomodo la ropa, lo consoló un ratito y lo subió a la camioneta de mas esta decir que Clarkcito se fue llorando todo el camino a la escuela, al bajar papá le limpio la carita y lo llevó de la mano a hablar con el director, quien luego de un terrible regaño le permitió rendir la prueba que había perdido el día anterior, y de más esta decir que Clark contesto todo bien y saco un 70, fue la mejor nota de la escuela, y le gusto como se siento, sobre todo porque su papá lo llevo a casa en su hombros y mamá le preparo sus pastel favorito… desde ese día no hubo más peleas en casa porque Clark lo primero que hacia al llegar a casa, luego de darles un gran beso a sus padres era ponerse a estudiar.