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jueves, 28 de agosto de 2014

SOBREVIVIENDO A LA TRAGEDIA


SOBREVIVIENDO A LA TRAGEDIA

Bruce miraba a los acróbatas volar por el techo de la carpa del circo, realmente eran buenos la gente estaba asombrada por la agilidad de los “Grayson Voladores” todo debía ser perfecto para no caer.
Finalmente sacan la malla de seguridad todo debía terminar con el más escalofriante acto sin seguridad  todos los Grayson estaban en el aire volando, cuando en un segundo solo se escucharon gritos en la carpa de circo, Bruce solo pudo ver los cuerpos inertes de los acróbatas regados en el suelo.
Inmediatamente  se dirigió a la escena del accidente, los gritos no cesaban sintió el ruido de las sirenas llegar todo muy rápido, un hombre que parecía ser médico examinaba el cuerpo de la única mujer del grupo, haciendo una seña que solo podía significar que ya nada se podía hacer.
La ambulancia y los paramédicos solo llegaron a ratificar lo que era evidente todos estaban muertos, el inspector Gordon se hizo presente antes de que  taparan  los cuerpos, no se podían mover hasta que llegara un fiscal y dio la orden para desalojar el circo.
Bruce no se movió de la escalofriante escena, todos tenían los ojos puestos en los cuerpos pero Bruce miraba hacía una esquina donde pudo ver un bulto, sin nada más que hacer se dirigió hacia él, grande fue su sorpresa al ver que lo que se movía era un pequeño niño de no más de 4 años quizás un poco menos, el niño claramente afectado lloraba sollozante.

- Hey pequeño – dijo Bruce agachándose para parecer menos intimidante – cómo te llamas?
El niñito no dejaba de sollozar intentó secarse las lágrimas con la manga de su camisa para mirar al hombre que estaba al lado de él, enfocó sus brillantes ojos azules – Richard – dijo la vocecita quebrada por el dolor.
Bruce sonrió y sin poder evitarlo alzó al desvalido niño en sus grandes brazos sacó un pañuelo y le secó las lágrimas, el niño se dejó consolar.
- Richard, no deberías estar aquí es tarde para que estés despierto.
- Mami, Tati – fue todo lo que dijo el pequeño para que Bruce se diera cuenta de la tragedia del pobre niñito en sus brazos, acunó más al bultito acercándolo más a él  instintivamente le dio un beso en la cabeza – Tranquilo pequeño – dijo Bruce pasando una mano por la espalda del niño para calmarlo.

Con el niño en brazos fue en busca del Comisionado Gordon, la cara del experimentado policía reflejaba el dolor ante esa tragedia, reconoció al niño en brazos de Bruce Wayne y en su interior no pudo evitar hacer las semejanzas de ambas vidas.

Bruce no quería dejar al niño solo pero también  quería saber que había pasado esa noche, al sentir que el cuerpo del niño dejaba de sollozar y se hacía más pesado se dio cuenta que el niño se había rendido durmiéndose en su hombro.
Alfred había llegado a su lado, ambos caminaron hacía la limosina para dejar a su precioso cargamento cómodamente acostado en el asiento trasero.

Bruce ya libre salió a buscar respuestas, no fue una gran sorpresa saber que la tragedia no fue un accidente sino un sabotaje, un mafioso llamado Tony Zucco era el primer sospechoso, el problema era que nadie tenía una descripción del gánster, sin fotografías sin nada que podía identificarlo, todo menos el pequeño niño que dormía en el asiento trasero de la lujosa limosina del magnate millonario Bruce Wayne.

El comisionado Gordon detalló todo lo pasado y sus sospechas  sobre el porqué de tan horrible crimen, también habló sobre el único miembro de la familia Grayson vivo.
- Me comunicaré con los asistentes sociales para que se lleven al niño.
- Cree que es buena idea que Richard se quede sin protección, es el único testigo.
El jefe de la Policía de Gotham se quedó mirando al joven millonario, fue imposible que por su cabeza no pasara otra escena de otro crimen no resuelto, el crimen de Martha y Thomas Wayne muertos delante de su único hijo, las semejanzas eran innegables, por eso que el comisionado Gordon entendió la preocupación de Bruce para con Richard.
- El niño es un testigo cuidaremos de él.
- Puedo ofrecerle protección, nadie se imaginaría que Richard se queda conmigo.
Gordon sonrió, era cierto a nadie se le pasaría por la cabeza que Bruce Wayne millonario mujeriego y excéntrico se llevara a un pequeño niño a vivir a su mansión,  hizo un par de llamadas al igual que Bruce, y en menos de una hora Bruce Wayne pudo llevarse a Richard Grayson.

El niño dormía plácidamente mientras era transportado sin que supiera para donde, Alfred que iba de chofer miraba de reojo al que fuera su pupilo, definitivamente nunca dejaba de sorprenderlo.
Mientras Bruce se sorprendía de sus propios actos, que sabía él de cuidar niños, es más nunca había estado con un niño más de media hora en una misma habitación.
Pero ver dormir a Richard Grayson era algo muy reconfortante y relajante, al llegar a la mansión Wayne él mismo tomó al pequeño en brazos intentando no molestar mucho al niño subió a la habitación de huéspedes y puso al bultito en una cama, le saco los zapatos e intentó ponerlo lo más cómodo posible y se quedó ahí mirándolo dormir, velando su sueño.
Bruce Wayne sabía por experiencia propia que ese niño que tenía a su cargo iba a necesitar tiempo para curar sus heridas, así como sabía que pronto las pesadillas perturbarían su placido sueño y no tuvo que esperar mucho.
El niño se movía de un lado a otro entre sollozos, Bruce se acercó a él para intentar despertarlo, las pesadillas para un niño pueden llegar a ser tan reales  - hey pequeño es solo un sueño – dijo mientras se sentaba en la cama.
- Mami – dijo entre sollozos el niñito.
- No pequeño – dijo Bruce mirar el dolor en los ojos de ese niño lo remontó a su infancia y revivió sus pesadillas – Me llamo Bruce y estas en mi casa.
Las lágrimas corrían por las mejillas – No llores, sé que no es lo mismo pero no te dejaré solo.
El niño lo abrazo llorando – Bruce – dijo la vocecita – Mami y Tati ya no están?
- No, no están.
El niño siguió sollozando hasta quedarse nuevamente dormido.

El sol acababa de salir y el pequeño niño abría los ojos a un lugar desconocido, miró a su alrededor parecía que estaba solo y eso hizo que se levantara bruscamente de la cama donde había dormido, casi cae al piso cuando sintió que 2 manos sujetarlo ágilmente.
El Hombre mayor le dio una sonrisa cálida – Buenos días Señorito Richard – dijo él amable señor – Mi nombre es Alfred y soy el mayordomo de la Familia Wayne.
El niño se le quedo mirando con la boca abierta y luego le dio una sonrisa inocente, sus ojos brillantes iluminaban más su sonrisa – Hablas divertido, me llamo Richard pero todos me dicen Dickie – dijo mientras daba vueltas por la enorme habitación.
- Me gusta llamarlo Señorito Richard, puedo ayudarlo a vestir para que podamos bajar a desayunar?.
Dickie sonrió aún más, le gustaba ese hombre amable y se dejó guiar al cuarto de baño cuando el niño ya estaba listo para bajar, Bruce entro a la habitación inmediatamente sintió unos pasos hacia él – Brrrruuuuucccceee – dijo un niño sonriendo y clavándose en su pierna.
Algo sorprendido Bruce Wayne tomo al niño en brazos – Bueno días Richard – dijo abrazándolo fuerte, era raro a Bruce no le gustaban muchos los abrazos pero ese pequeño era una excepción.
- Me puedes decir Dickie, todos me llamaban así – dijo y una sombra de dolor apareció en los ojos azules del niño al recordar a su familia.
- Esta bien Dickie – dijo Bruce sonriendo con el niño aún en brazos – bajemos a desayunar, tienes hambre?
El niño movió su cabeza afirmativamente juntos bajaron por las escaleras,  Alfred se había esmerado por servir el desayuno en la mesa había todo lo que un regimiento pudiera comer.
- Como no sabía lo que come el Señorito Richard, he preparado un poco de todo – Alfred le cerró el ojo y el niño le sonrió y también le cerró el ojo, era bueno saber que  no había perdido el apetito.

Terminado el desayuno Bruce llevó a su protegido a su despacho en donde tenía las pertenencia que el comisionado Gordon le había enviado temprano en la mañana, no era gran cosa pero Bruce supuso que quizás a Dickie le gustaría tenerlas.
El pequeño se dejó guiar mientras miraba con asombro cada sala que iba pasando, Dickie nunca había estado en un lugar como ese, cuando finalmente llego al despacho de Bruce pudo ver en la mesa de centro algo que le llamo la atención.
El niño corrió hacia sus cosas y sacó de entre sus cosas un elefante de peluche, Bruce no pudo evitar sonreír ante la escena que daba Dickie abrazando al peluche.
El niño se acercó a Bruce que estaba sentado en su sofá  ante el asombro de Bruce Dick se encaramo para quedar  cómodamente sentado en el regazo de un boquiabierto Bruce Wayne, nunca había tenido a un niño sentado en su regazo y en un principio no sabía muy bien que hacer.
- Este es Maní – dijo Dick sonriendo todavía abrazaba al elefante de peluche – Me voy a quedar aquí contigo?
- Sí eso quieres entonces me encantaría que te quedaras conmigo.
- Mami y Tati están en el cielo? – dijo el niño susurrando.
Bruce abrazo al niño, si había alguien que entendía lo que estaba pasando ese era él, así se quedaron ambos consolándose, el niño que recién  había perdido a sus padres y el adulto que  había pasado por el mismo trauma dejándole una herida que aún dolía.

Una semana llevaba Dickie viviendo en casa de Bruce y el niño había llenado la mansión con sus travesuras, risas y juegos.
Bruce se estaba acostumbrando a llegar a casa e inmediatamente que atravesaba la puerta sentir unos pasito seguidos de un grito – Bruuuceee – y luego sentir al niño pegado a su pierna, el pequeño ya tenía una habitación habilitada al lado del cuarto de Bruce y como era mejor mantener a Dick dentro de la mansión  Bruce mando a cerrar una juguetería y paso toda una tarde junto con Dickie comprando todos los juguetes que el niño siquiera podía imaginar.
Ya pensaba en implementar un cuarto de juegos en el primer piso para poder tener a Dickie cerca de él cuando estuviera en su despacho, cuando una llamada lo sacó de sus planes.
- Sr. Wayne tenemos novedades, parece que los Greyson tenían familia en Europa específicamente en Rumania estamos haciendo todo lo posible por encontrarlos.
- Gracias Comisionado – dijo Bruce – Esperaré novedades.
Bruce se quedó pensativo ya se había acostumbrado a la presencia de Dick en la mansión, jamás pensó en tener hijos, fue una decisión que tomo cuando por primera vez se puso el traje de Batman y se convirtió en lo que es.
Pero ahora que veía a Dickie jugar a sus pies riendo con sus legos entonces se dio cuenta que cuando tuviera que entregar al niño iba a sentir un tremendo vacío en su vida.
Por la tarde la cena fue servida Bruce y Dickie comieron juntos, Bruce se maravillaba con el buen apetito del niño.
- Mastica Dickie te puedes atorar.
- mmm está muy bueno – dijo Dick con la boca llena.
Alfred  levanto la ceja vigilante – Señorito Richard no se habla con la boca llena de comida.
- Lo siento Alfred – dijo el niño con la boca llena de comida e inmediatamente se tapó la boca con sus manos.
Bruce no pudo evitar sonreír Dick era realmente adorable, la cena llego a su fin para dar paso a la hora de dormir, Bruce llevo a Dickie para darse un baño, el niño era pura energía y bañarlo sin quedar completamente mojado era una tarea muy difícil incluso para el mismísimo Batman.
Mientras intentaba que Dick se quedara quieto para poder sacarlo del baño el sintió los pequeños brazos  pescarse firmemente a su cuello y un beso en su mejilla – Te quiero Bruce – dijo Dickie.
- Yo también Dickie – y llevo al niño a la cama,
- Dick te gusta vivir aquí con Alfred y conmigo?
El niño lo miró sonriendo  y movió su cabecita afirmando – Si
Bruce le leyó un cuento y el niño se durmió, todavía tenía pesadillas por lo que Bruce se quedaba con él hasta que estaba profundamente dormido.
Mientras lo miraba dormir tomo una decisión que cambiaría su vida para siempre, Bruce Wayne decidió ser padre.
Pero había alguien con quien debía hablar antes de llamar a su abogado.
Alfred que parecía tener un sexto sentido estaba tomando un té en la cocina como si estuviera esperando que Bruce fuera a hablar con él.
- Se le ofrece algo Señor.
Bruce se sentó al lado del que consideraba su mejor amigo y padre sustituto – Quiero adoptar a Dick.
Alfred calmadamente tomo un sorbo de su taza de Té – Lo ha pensado bien, es una gran responsabilidad.
- No creo que nada pueda prepararme para criar a un niño, ni siquiera estoy muy seguro si estoy haciendo lo correcto.
- Criar a un hijo es una tarea gratificante y creo que el Señorito Richard es un niño con un gran potencial, es muy inteligente, sus modales se pueden mejorar claro pero en suma es un muy buen niño.
- Crees que pueda ser un buen padre para él?
- Eso espero pero si no es así yo mismo me encargare de recordarle que no espero menos de Usted.
Bruce sonrió – Nadie mejor que Usted puede entender y criar al Señorito Richard – dijo Alfred solemnemente.
Bruce salió para llamar a su abogado necesitaba iniciar los trámites para la adopción, sabía que no iba a ser fácil pero pensaba mover cielo y tierra, nadie le quitaría a Dick de su lado y mucho menos para llevárselo a Rumania.
También debía mantener seguro a su futuro heredero así que lo próximo en su agenda era buscar a Tony Zucco.
Pero a pesar de todos sus recursos y tiempo nadie parecía saber nada del tal Zucco, era frustrante como si la tierra se lo hubiese tragado, cuando estaba patrullando por los barrios más alejados y peligrosos de Gotham tuvo una idea no le gustaba mucho pero era uno de los pocos recursos que le quedaban para intentar localizar al autor del sabotaje que provocó la muerte de los padres de Dickie.
Los barrios más alejados de Gotham eran los más peligrosos pero también el lugar perfecto para un encuentro furtivo, solo tuvo que esperar y no mucho la mujer vestida de negro y movimientos felinos caminaba hacia él, Catwoman era su amante y lo más cercano a una amiga que tenía, una amiga de la cual no se fiaba.
- Pensé que ya no venías, perdido – la mujer lo rodeaba.
- Estoy ocupado, necesito tu ayuda – dijo serio.
- Esto es histórico me estas pidiendo ayuda – la mujer acercó su cuerpo al del hombre encapuchado – No me asustes por favor dime a quien quieres que mate – sonrió.
- Nunca te pediría algo así – dijo algo molesto.
- Lo sé, siempre apegado a la ley, aburrido.
- La última noche que nos vimos no parecías aburrirte.
- Miau, acaso no te enseñó tu mayordomo que un caballero no tiene memoria.
- Lo siento.
- Por dios Bruce ahora sí me estas asustando, primero me pides ayuda y ahora te disculpas dime que pasa.
- Necesito encontrar a Tony Zucco.
- Para que quieres a Tony Zucco, es solo un narcotraficante vendedor de armas y mercenario – río la mujer.
- Donde esta Selina?
- No lo sé con exactitud pero no lo encontraras en Gotham se ha ido en busca de más armas – suspiró al ver la cara de Batman – dame un par de días y tendré más información.
Catwoman  se acercó a su presa y puso sus labios junto a los de  Batman  inmediatamente los dos se estaban fundiendo en un beso.
Cuando iban a perderse en el cuerpo de Selina, Bruce paró quería volver temprano a casa ahora tenía a alguien a quien cuidar.
- Que pasa Bruce?.
- Me tengo que ir – dijo el encapuchado y salió sin darle tiempo a Catwoman para reaccionar.
La curiosidad de los gatos es legendaria y Selina no era una excepción busco a Tony Zucco hasta que dio con él, ella era muy buena detective no se sobrevivía en Gotham de otra manera.
Pero ella no iba a esperar a que Bruce la volviera a buscar ella iba a ir a la cueva del murciélago, quería ver con sus propios ojos que había cambiado para que su amante ya no la buscara como antes, acaso tenía otra mujer?.
Bruce Wayne era un mujeriego, eso lo sabía y en cierto modo lo permitía pero ella siempre fue  la primera en su lista o eso creía.
Selina Kyle se vistió con su mejor vestido, no muy provocativo conocía perfectamente a Alfred Pennyworth el mayordomo de Bruce y además no debía llamar la atención, Selina pertenecía al pasado de Bruce Wayne.
Claro nadie tenía que saber que Catwoman era la amante de Batman y que se paseaban por los más peligrosos callejones de Gotham juntos.
Bruce estaba leyendo un cuento a Dick para que se durmiera, el pequeño casi no podía mantener abiertos sus ojitos cuando la puerta se abrió para permitir la entrada de Alfred.
El mayordomo un tanto molesto, porque sabía que a Bruce no le gustaba  ser interrumpido cuando estaba haciendo dormir a Dick.
- Señor tiene visitas.
Bruce se levantó para acercarse a la puerta, si Alfred lo había interrumpido entonces no era cualquier visita.
- La Señorita Kyle lo espera en la sala.
- Selina esta abajo?
El mayordomo movió la cabeza afirmando.
- Por favor Alfred bajo en 10 minutos – dijo al ver los ojos de Dick muy abiertos.
Bruce terminó de leer el cuento a Dick y lo dejo dormir salió de la habitación del que ya consideraba su hijo, pero el tener a Selina en su casa hizo que se cuestionará muchas cosas, como pudo ser tan idiota adoptando a Dick lo estaba sentenciando a una vida bajo la mira de los periodistas  por ser un Wayne y si además a eso sumaba que también iba a ser hijo de Batman se convertía en un posible blanco de los criminales más peligrosos de Gotham.
Y ahora mismo había uno a unos metros de Dick, su instinto de padre protector  se multiplicaba por mil no confiaba en Selina.
- Selina que haces aquí – dijo Bruce sin intentar disimular su enojo.
La mujer que estaba sentada en el cómodo sofá se sintió contrariada – No eras tú el que quería saber sobre Tony Zucco, pensé que era importante – dijo y se levantó para acercarse a la puerta pero antes de que pudiera salir una mano tomó su mano.
- Espera Selina no te vayas.
- Estas saliendo con la modelo de turno, Bruce.
- Eso no es de tu incumbencia, después de todo fuiste tú la que me dejaste.
Selina sonrió, eso era cierto volvió al sofá y le hizo un gesto a Bruce para que se sentara al lado de ella.
- Esta bien pasemos a lo que nos interesa Tony Zucco está en algún lugar de Europa del este buscando un gran contrabando de armas, no pongas esa cara las armas no viene a Gotham, parece que Tony hizo un trato con alguien muy importante en Star City.
- Sabes con quién?
- No estoy muy segura, escuche hablar de la Liga de los asesinos pero eso es ridículo la Liga no está activa desde hace años, es prácticamente un mito.
Bruce se levantó pensaba mejor cuando ponía cierta distancia de Selina.
- Tony Zucco estará en Gotham por corto tiempo tienes un par de días para atraparlo.
Selina miró a Bruce dio un suspiro de frustración conocía esa cara y eso solo significaba que quería estar solo.
- Gracias Selina – dijo Bruce sin mirarla a los ojos.
Salina Kyle salió de la mansión con más preguntas que respuestas, pero por lo menos tenía dos cosas en claro, Bruce Wayne no estaba saliendo con ninguna otra mujer y  se había hecho cargo de Richard Greyson el niño huérfano del circo, solo le basto una mirada a la sala para ver una pieza de lego dejada en el sofá.

Bruce Wayne estaba concentrado frente a la computadora de la Baticueva, mientras más investigaba menos le gustaba lo que descubría.
- Pasa algo, Señor? – dijo Alfred mientras dejaba una taza de café.
- Es Tony Zucco, es más peligroso de lo que creía  lo subestime es un contrabandista de armas y ahora esta camino a Star city.
- Me atrevería a pensar que hay algo más que lo atormenta, Señor.
Bruce sonrió nada se le pasaba a Alfred – Estaba pensando que adoptar a Dick no es tan buena idea, lo estaría condenando  a una vida bajo el acoso de periodistas y haciéndolo un blanco perfecto para los criminales de Gotham, sabes a cuantos les atraería la idea de secuestrar al heredero de las empresas Weyne.
- Señor si me permite decirle, acaso su vida fue tan mala porque no veo ninguna diferencia entre su vida y la que podría tener el Señorito Richard, además el niño no tiene muchas alternativas es huérfano.
- Pero yo no tuve elección Alfred, Dick podría tener una familia normal.
- Señor creo que usted es muy capaz de criar a un niño sin causarle mayor trauma ni consecuencias para su vida futura y además no estará solo.
- Contaba contigo viejo amigo, pero aun así Dickie se merece algo mejor.
- Señor, el Señorito Richard se merece que usted atrape al hombre que mató a sus padres y estar con una de las pocas personas que pueden entender lo que siente y el resto se verá con el tiempo, si le preocupa tanto el bienestar del niño podría enseñarle a defenderse.
Bruce se quedó reflexionando, esos últimos días junto a ese pequeño niño habían sido por lejos los mejores de su vida.
- Como siempre tienes razón Alfred.
Bruce volvió a su trabajo, algo le llamó su atención en Star City también tenían su encapuchado y un heredero volvía a la vida después de estar desaparecido por 5 años.
Parecía que Gotham no era la única ciudad en que pasaban cosas extrañas y recordó una de las tantas invitaciones  una para la inauguración de las oficinas de las empresas Queen, el mismo Oliver Queen venía al evento, de repente sintió una extraña curiosidad por conocer a tan misterioso personaje.

La tarea no fue sencilla pero cumplida Tony Zucco fue arrestado y puesto en prisión las pruebas eran innegables y las armas fueron requisadas, Gotham estaba a salvo y Star city también.
Bruce llego a la baticueva exhausto pero complacido por haber encerrado a Zucco, cerró su archivo pero abrió dos más esa misma noche había conocido a Oliver Queen el arquero de Star City, junto al archivo del Arquero estaba el de Smallville específicamente el de Clark Kent el chico con super poderes que se escondía en una granja y fingía llevar una vida normal.
Quizás no estaba tan solo después de todo, aunque con diferentes motivos y métodos los tres intentaban mantener a salvo a sus respectivas ciudades y seres queridos.

Los papeles de la adopción estaban listos, solo faltaba la firma para hacer oficial que Bruce Wayne adoptaba a Richard Greyson como su hijo y único heredero.
Antes de firmar Bruce tenía que hacer algo, llevar a Dickie a ver a sus padres bajo para buscar al niño no lo encontró en la sala de juegos caminó a la sala y casi queda en shock cuando ve a Dickie encaramado en lo más alto, el niño hacía su mejor esfuerzo para alcanzar la lámpara gigante que colgaba majestuosa.
El primer impulso de Bruce fue gritar pero se refrenó pensando que podía asustar al niño.
- Dickie que estás haciendo? - dijo lo más calmadamente que pudo.
- Bruce quiero ver esas luces de cerca – dijo el niño apuntando la lámpara.
- Quédate quieto, no te muevas voy a subir a buscarte.
- No te preocupes, Bruce ya bajo – el niño con una habilidad extraordinaria dio un brinco digno de un atleta aterrizando en el suelo.
Bruce en cuanto lo tuvo a salvo lo tomo en brazos – Dickie nunca más vuelvas a hacer algo así casi me mataste del susto.
- Pero Bruce en el circo yo……. El niño sollozo.
- Calma Dickie, entiendo pero esta es la sala y no tiene una malla de seguridad pudiste haber caído.
- Pero entonces donde voy a entrenar.
- Ya veremos pequeño mono.
- No soy un mono, Bruce, soy un pajarito – el niñito hizo un puchero.
Bruce sonrió – Está bien pajarito, pero no te vuelvas a encaramar en ningún lugar así de alto – dijo Bruce mostrando el techo - ahora vamos a salir a un lugar especial y quiero que te vistas con tu mejor traje.
Bruce y Dick estaban parados delante de la tumba de los Señores Wayne, ambos estaban en silencio, Bruce porque aunque pasaban los años todavía se sentía como un niño abandonado cada vez que estaba al frente de la tumba de sus padres, y Dickie porque sabía lo que sentía Bruce.
- Estos son mis padres Dickie, ellos murieron cuando tenía 8 años.
El niño tomó la mano del hombre y se quedaron un tiempo, luego caminaron hacia uno de los lugares más nuevos del Cementerio de Gotham, en una tumba parecida a la de los Wayne.
- Aquí están mami y tati?
- Si pajarito, esta es la tumba de tus padres.
Bruce se arrodillo para quedar casi a la misma altura del niño.
- Dickie hace un tiempo te pregunte si querías vivir conmigo y Alfred y me dijiste que sí, ahora quiero saber si puedo adoptarte.
- Quieres ser mi Tati?
- Nunca podré ser tu Tati, Dickie pero puedo protegerte, educarte, amarte por el tiempo que tú quieras.
El niño abrazo a Bruce, fue un abrazo cálido lleno de cariño de dos personas que se encontraron y que vivieron momentos difíciles de olvidar, pero que estaban muy felices de haberse encontrado.
- Tati está en el cielo, Bruce, tú puedes ser mi papi aquí.
Bruce tomo a Dickie en brazos  - Prometo entonces delante de tus padres que voy cuidarte pajarito, no dejare que nada malo te pase, nunca.
- Aunque este viejito?
- Aunque tengas 100 años.

Bruce firmo esa misma tarde los papeles para comenzar el largo proceso de adopción, incluso para un millonario.
Bruce Wayne cambio su estilo de vida, ya nunca más sería el alma de la fiesta y se prometió que no traería ninguna mujer a casa, limito sus horarios de salidas para poder pasar todo el tiempo con Dickie y a cambio recibió todo el amor que un niño podría darle y la inmensa satisfacción de ser llamado “Papi”.

Por fin los papeles de la adopción estaban listos, oficialmente Richard Greyson paso a ser un Wayne, Bruce salió de su despacho para dar la noticia cuando vio a su pajarito muy encaramado en lo más alto de la escalera caminando peligrosamente por el borde cual equilibrista, con el corazón latiendo descontrolado Bruce tomó a su niño en brazos para ponerlo a salvo.
- Te dije Dick que no te encaramaras en ningún lugar de esta casa te puedes caer.
- Papi no pasa nada yo soy muy bueno en esto.
- También te dije que abría consecuencias -  tomo al niño y lo llevo a su despacho dejándolo en una esquina.
- Papi no quiero estar aquí – dijo el niño sollozando.
- entonces no vuelvas a ponerte en peligro.
- Buff si no me caigo
Bruce suspiró frustrado, por lo visto su hijo era casi tan terco como él, tomo a su niño y lo llevo a su regazo le dio unas cinco palmaditas, las primeras palmaditas que dio en su vida, quien iba a pensar que en unos años más sería  un profesional castigando a niños desobedientes.
- No Papi, me duele …. Sollozaba el pequeño
- Entonces Richard no vuelvas a desobedecerme.
- Pero yo soy un acróbata tengo que entrenar – dijo el niño mientras se pasaba sus manitas por su castigado trasero.
- Vamos a hacer algo, en el sótano hay un gimnasio lo voy  a acondicionar para que puedas entrenar te parece, pero vamos a tener que poner unas reglas.
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Dickie iba caminado delante de Bruce curioso – Bien Dick cierra los ojos.
- Papá quiero ver que hay adentro.
- Cierra los ojos entonces.
- Ok
Buce guío al niño dentro de lo que era su gimnasio solo que ahora toda una parte se había convertido en algo parecido a un circo, habían barras de equilibrio, trapecios, cuerdas y una gran malla de seguridad.

El niño abrió los ojos – Gracias Papi – dijo mientras abrazaba a Bruce y casi impulsado por una fuerza incontrolable se subió al trapecio más alto y comenzó a balancearse, Bruce estaba pálido viendo como su niño pasaba de un lado a otro.
Pero con el tiempo se acostumbró a ver a su pajarito volar por los aires cada vez con mayor destreza.



12 comentarios:

  1. Me encanto adoro a Bruce de papiiii porfis mas mas mas¡¡¡¡¡

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  2. ¡Felicitaciones!
    Excelente fic,muy bien trazado,con buena dosis de diversión y ternura.
    Marti

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  3. Gloria eres increible me encanto tu historia

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  4. AMO a tu Batman!!! me encantooo y adoro a Richard y pido maaas de este cortito alargalo, alargalo.

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  5. Me encanta tu Batman y tu Richard :3
    Qué ternura!!
    Más más por favor!!!

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  6. Me gustan mucho las historias que tengan que ver con Batsi "Batman"
    ; )
    Mary

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  7. awww :3 de por si amo a Bruce de papá y cuando se trata de Dickie asi chiquito y eso me derrite y que decir si particularmente tu forma de escribir de ellos me fascina <3
    saludos

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  8. ay me encanta!! quiero más, anda di que si!! no seas mala di que si (y no te tardes mucho) Gloria te quedo super lindo
    verdad que escribirás más ?!

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  9. estoy fascinada por esta versión de Batman Gloria, lo hiciste tan tierno, tan real que parecía que yo estaba ahí de observadora siguiendo cada uno de sus movimientos
    ojala pronto actualice

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  10. Para cuando la 2da parte ,y la 3ra y la 4 ta, e tc. Esta muy emocionante yo me derrito por batman y como Papá súper !! Actualiza pronto.
    Kelly

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