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miércoles, 28 de enero de 2015

EL HOMBRE DETRÁS DEL PERSONAJE CAPÍTULO 1: Y el ganador del Globo de Oro es…



EL HOMBRE DETRÁS DEL PERSONAJE

CAPÍTULO 1: Y el ganador del Globo de Oro es…

Escucho al anfitrión decir mi nombre, escucho unos cuantos aplausos, el grito de Simon y me doy el lujo de sonreír tranquilo aunque realmente no lo este...’Sólo iremos a divertirnos, sólo a pasarla bien’...recuerdo las palabras que le dije a mi esposo antes de salir de casa y hasta las deletreo para creérmelas por completo, es muy difícil no estar nervioso cuando hay muchas personas observándote y esperando el resultado por el premio pero mi agonía terminara pronto porque dentro de segundos anunciaran al ganador...’No es tuyo, No lo es’...estoy convenciéndome de lo inevitable porque el porcentaje para que gane está en mi contra, tengo que ser realista, después de todo, es mi primera nominación.

Y el ganador del Globo de Oro es…
MATT BOMER… por The Normal Heart
No puedo creerlo, la sorpresa invade a cada persona presente y me incluyo en toda la multitud, creo que el único que no se sorprende es mi marido, él siempre lo supo, siempre me lo dijo:
“Yo creo en ti Matthew…” Amo cuando me dice Matthew, logra que me derrita ante él. Dejo a un lado las siempre palabras en confianza de mi mitad más inteligente y me concentro en lo que estoy viviendo, es muy rápido, los aplausos no tardan en llenar el auditorio, la alegría que irradia el elenco de la película se plasma en sus sonrisas y el orgullo sincero, puro y real de mi esposo lo siento en su cálido beso.
“No puedo creerlo...Oh dios mío….No puedo creerlo” Le digo suave al oído cuando lo abrazo y él me dice que disfrute el momento, soy un idiota, aun no me lo creo, mis pensamientos de un sui generis que creí perdido no me dan crédito a lo que estoy viviendo en este momento; el reconocimiento, este sin duda es el reconocimiento que tanto anhelé y que por el cual me exigí al ciento por ciento y más, camino hacia el podio saludando a quienes se paran a felicitarme y no puedo evitar tomarme un momento, un segundo, para recordar todo el esfuerzo, el largo camino que recorrí para llegar a este lugar… y... debo reconocer que el esfuerzo no fue solo mío, jamás lo habría logrado sin mi familia… a quienes les debo todo...recuerdo los días en la que el hambre dominaba todos mis sentidos…
Tengo mucha hambre, tengo mucha hambre… Dios...en verdad tengo mucha hambre, si pudiera comer una hamburguesa del tamaño de una torre Eiffel me la como, pero no puedo, lo único que evita no pensar en comida es dormir o fumar, pero odio el cigarrillo y además si Simon me descubre fumando me mata, literalmente me mata, por lo que solo me queda dormir y dormiría todo el día si pudiese pero Simon vendrá dentro de poco con los niños… los extraño… no sé cómo voy a hacer para poder jugar con ellos si no tengo fuerzas ni para levantarme, Simon no me dejara seguir así, tengo hambre, tengo tanta hambre y siento que no puedo que ya no puedo… Respira Matt respira, un paso a la vez... me digo y me auto obligo a levantar mi apoltronado trasero del sofá, estoy decidido a que Simon no me vea así y no pierda otra vez la cabeza, fue suficiente con un episodio de preocupación extrema, no puedo dejar que me obligue a comer como el otro día.
Es sólo una película Matthew Staton no es tu vida entera… Lo escuchó como si estuviera al lado mío, cómo no recordarlo cuando comencé una pelea de la nada, el hambre me estaba matando y los chicos querían salir a comer, A COMER YO ME ESTABA MURIENDO DE HAMBRE Y A NADIE PARECÍA IMPORTARLE, claro que no puedo exigir nada a mis niños, sólo son niños, y si le reclamaba algo a Simon, de seguro me ganaría sus líneas favoritas: Matthew, si tienes hambre pues come es sólo una película no es tu vida entera… Aun tirito de solo recordar cuándo por esa maldita frase comencé a tirar toda la comida al suelo… yo no soy así… pero es verdad esto del monstruo del hambre.
“QUE SABES TÚ DE MI VIDA…” le grité lleno de furia dejando a los niños en silencio, me quise morir, no sé en qué momento llegue al piso junto con el brócoli y la quinua que pensaba comer.
“Más que tú en estos momentos, sé que estás a un paso de desmayarte…” me dijo frío como es cuando se enoja, seguro molesto por reaccionar así frente a los niños y obvio por la caída junto a la comida, estaba muy débil para estar mucho tiempo en pie.
“Voy a llamar un taxi me voy a un hotel” dije para irme, no podía mirar a mi marido, no podía mirar a mis hijos a la cara tenía que alejarlos, no quería que me vieran así… son unos niños dulces… no merecen pasar por esto… no merecen ver al irresponsable de su padre torturarse y estar enojado por no comer, lo admito, no puedo estar con ellos, no ahora. Esta película es mi vida y Simon parece no querer entenderlo, saco fuerzas de no sé donde para ponerme de pie y con dificultad caminar unos cuantos pasos, me detengo, y no porque quiera sino porque mi esposo me sujeta del brazo derecho y me dice que me quede quieto sentándome en una de las sillas de la cocina.
“Simon no quiero pelear… por favor deja que me vaya…” le ruego… “no quiero que los niños me vean así…” me mira confundido y no tiene que decirme a voz alta lo que piensa, sé que me está recriminando con la mirada diciéndome: ¿Y está bien que te vean irte?
“QUE QUIERES QUE HAGA” le gritó de nuevo… maldición no puedo ni controlar mi tono de voz… “Que renuncie a todo?… dímelo Simon… quieres que elija?” le desafié “Tu dijiste que me apoyarías… dijiste en las buenas y en las malas Simon Halls EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS… si quieres que lo deje lo haré… pero no te lo perdonaré jamás” dije sin pensar y sin sentir, me puse de pie… dispuesto a todo y a nada… podía dejarlo, realmente podría, Dios tengo tanta hambre que no me deja ni pensar le he dado un ultimátum y si me deja? y si se cansa de mi? Dios, qué hecho?… yo no estoy dispuesto a renunciar a mi familia ni por el papel de mi vida ni por nada que está pasando conmigo quiero llorar de hambre, de impotencia de vergüenza principalmente de hambre, nunca creí en esa expresión de llorar de hambre hasta ahora que la estoy viviendo... Simon, ayúdame... doy un grito mudo dejando caer las cosas que quedan sobre la mesa, solo ruego que no me deje que no renuncie a mi… Simon me sorprende y se aleja de mí, va a dejarme, comienzo a hiperventilar, mi esposo va a dejarme, son unos segundos agónicos en los que creo que literalmente voy a morir, pero luego veo que va donde los niños y les pregunta qué película quieren ver, les dice que estoy gruñón por lo que no los acompañaré, Kit se reí de mí y segundos después los gemelos también salen disparados a la sala audiovisual mientras gritan felices que habrá pizza, ahí recién comprendo que era privacidad lo que él buscaba, no me dejara, aun me ama y yo en vez de correr a sus brazos y rogar su perdón le doy una mirada de odio a Simon porque amo la pizza y sé que la ha pedido sólo para irritarme más, una vez solos, me dice:
“Primero te calmas y respiras” me obligó a calmarme, con la amenaza de llamar a un médico para que cortara el ataque de ansiedad que me había auto provocado luego comenzó a regañarme y yo solo escuchaba recordando respirar pausado “Solo tú, Matthew Staton Bomer eres capaz de reclamarme eso, en realidad piensas que te pediría algo así como dejar la película?” no deja que le responda a ninguna pregunta “Quieres apoyo Matthew? bien, tú mismo lo has dicho, en las buenas y en las malas, ahora mismo yo catálogo esto como malo, muy malo, pero para tu eterna sorpresa no voy a dejar que te hundas” Agarra un plato vació y saca del refrigerador otra porción de comida para reponer la que yo había botado… en el refrigerador teníamos mis porciones aparte que era lo mínimo que me exigía comer la nutrióloga... me prepara un plato presentable incluso lo decora con una carita feliz y me lo pone al frente y dice “come” lo miró perplejo y me vuelve a repetir “come” no le respondo porque Simon no es un maldito tirano para hacerme esto… pero lo está haciendo…”Por amor de Dios Matt si tengo que meterte la comida yo mismo, lo voy hacer” suspira profundamente consternado y él mismo agarra la cuchara poniendo una buena porción de quinua y pavo y me la mete a la boca, masticó y saboreo por qué es lo que desesperadamente necesitaba, vuelve a repetir la acción y de pronto he terminado el plato, con una sonrisa de alivio me dice: “Si esto no demuestra que te apoyo entonces no sé qué hacer” lo miro a los ojos y caigo que he sido un idiota, estoy profundamente avergonzado y se lo digo “lo siento Simon, no sé que me paso” me hace esa cosa con la nariz que me vuelve loco “Estas hambriento Matt, es sólo eso” es verdad, es el hambre “Sé que valdrá la pena amor, por favor entiende que es muy importante para mí, aunque no lo creas es el papel de mi vida, he esperado esto desde muy joven” Da negativas con su cabeza “Te entiendo Matt, lo hago, pero también te veo y el hambre te estás torturando” sé que tiene razón “Prometo que no volverá a pasar” le sonrió y le digo mimoso “y ya puedo ir a ver la película o ¿sigo castigado?” lo que me responde no me lo esperaba “con gusto te mando a dormir si lo necesitas” me dice con su tono enojado que le pone a los niños cuando se han portado mal para luego sonreír haciéndome saber que estamos bien.
“No sé… si mi marido me acompaña… no me molestaría ser enviado a dormir” le sonrió lascivamente… cuanto extraño a mi marido… “vamos Simon ¿me enviaras a la cama?” me miró con ojos de deseo… pero luego sentimos a nuestros hijos reír… ambos supimos la respuesta… Antes que me levante de la silla me mira fijo y me amenaza “Una vez más Matt Bomer y te doy lo que mereces porque no quieres comer lo mínimo que dijo el doctor debías comer” le miro extrañado porque Simon no acostumbra hablarme así y para rematar me dijo “Hablo en serio Matthew”... rodé los ojos… no quería pelear con él… pero es que Gruuu, decidí resguardar mi dignidad… “olvida la propuesta” le dije… ya no está de humor para arrumacos… o al menos no a iniciarlos yo… vamos que mi marido me había amenazado innecesariamente y no es para tanto es un desliz todos cometemos errores, las risas de los niños vuelven a oírse y nos movemos juntos, claro, él me ayuda a mí, vimos Toy Story 3… bueno yo no vi mucho porque me quede dormido a los minutos… solo recuerdo a ver despertado en nuestra cama y a Simon observándome con amor y preocupación.
“Debes cuidarte Matt ¿qué hago yo si te pasa algo dime Matthew qué hago yo sin mi mejor mitad?” mis ojos se llenan de lágrimas de emoción, cuánta suerte tengo de tener a mi lado a quien me ama tanto como yo a él.
“Me cuidaré Simon lo prometo” le digo y no solo para él, es una promesa que me obligare a cumplir.
No puedo evitar inquietarme ante ese recuerdo, fue muy humillante que me hiciera comer, no deseo repetir otro episodio de pelea entre nosotros, no cuando mis hijos han venido a verme, después de todo gane la gran batalla de alquilar este lugar para adentrarme más al papel.
Sé que están a punto de venir, casi los imagino correteando por las escaleras peleándose entre ellos para quien llega más rápido... mis niños, son tan activos... pero otra vez mi estómago está delatando el hambre que siento todo el tiempo, pero es que siento que si como no podré parar… y Simon no me permitirá no acompañarlos a la cena fue tajante por el teléfono, “Hoy comes porque comes, no discutas más”...Ya los escucho venir… tengo ganas de salir corriendo a su encuentro a quien entra primero por esa puerta y me pregunto si se asustaran de ver a papá tan delgado, sé que los preparamos bien pero que tan impactante será para ellos encontrarse con medio papá?
“Papi!!!!!!”...Sin lugar a dudas el primero en entrar es Kit, gritando de felicidad y los gemelos corren hacia mí me quieren derrumbar, me pregunto ¿cuándo crecieron tanto?, los niños tienen mucha fuerza y Simon corre para ayudarme y entre risas les regaña para que tengan más cuidado conmigo.
“Pero papiii dijiste que podríamos jugar con el papá… no nos regañes” se quejó Henry.
“Si lo prometiste… no se vale cambiar de opinión” dijo Walker.
“Además no esta tan flaco” le dijo a Simon, luego me miro y añadió “Papi pensé que estarías muuuuuuy flaco, no te pareces a Flat Stanley.” Se quejó Kit porque no me parecía al personaje de su libro favorito un niño llamado Stanley que es accidentalmente aplastado y quedó tan flaco como un papel, mi hijo ha logrado que yo ría y muy alto, le digo revolviéndole el pelo: “Hey, voy paso a paso amigo, tranquilo que pondré más esfuerzo.”...Los niños se ríen pero a Simon no pareció causarle ni una gracia, “No te enfades” le digo dándole un beso. “Como quieres que no me enfade Matt si has bajado más de lo que acordamos” me regañó, “¿Para eso querías venirte a un departamento solo? cariño me preocupas.”
Me dice acariciando mi mejilla le doy otro beso de piquito y preguntó a voz alta: “¿Que haremos hoy?”...Los niños comienzan a gritar como locos “Comer PIZZA PIZZA y papá prometió que tú te comerías una rebanada mira que siempre comemos pizza los jueves…” me recriminaron.
Miro a Simon un poco enojado por las falsas promesas y él me da un beso de piquito y dice: “A comer todos” ruedo los ojos porque no puedo salir de esto.
Finalmente ordenamos pizza pero me rehusó a comer firmemente, los niños saborean en el comedor cada rebanada de deliciosa y olorosa pizza napolitana y yo miro a Simon con odio y él literalmente se relame la boca para enfadarme más o torturarme más para que yo ceda de una vez y coma un poco, yo en un acto de berrinche total me paro voy al refrigerador y saco un pote de quínoa, y me siento en el aparador de la cocina y comienzo a comer mirándolo con rabia. Se me acerca e hipócritamente me da un beso “Vamos Matt una no te hará nada, cariño te dará fuerzas y extraño a mi marido…” trató de convencerme así el muy chantajista.
Aprovechando que los niños se fueron a ver un poco de tv aparto el bote de quinua y con puntería logro que llegue al basurero cometo la misma acción con los restos de pizza y abro el refrigerador y empiezo a botar la comida que hay dentro en un acto de total desenfreno. Simon avanza hacia mí en dos pasos y me toma del brazo para que me detenga.
“Basta Matt, basta, deja de botar la comida” me gritó mientras sigo botando todo…”Que te detengas Matthew, basta de hacer lo que haces” pero no me importa sigo botándolo todo “¡He dicho basta! COMER... PLAF!!!...Ensancho los ojos pero no tanto en sorpresa sino en dolor, me dolió mucho, me dio una nalgada muy fuerte.
“SIMON!!!” le grito y me sobo el trasero “Cállate Matthew, ahora vas a escucharme muy bien”...me vuelve a sentar en una de las sillas de la cocina y me niego rotundamente a quedarme quieto, intento volver a pararme, sólo lo intento, porque de nuevo me da muy fuerte ….PLAF!!!...
“Simon que rayos, te has vuelto loco”… no me lo creía mi marido acababa de darme dos nalgadas.
“He dicho que vas a oírme Matt, he recibido una llamada de tu médico y adivina que me dijo de tus últimos resultados”.
“Lo de siempre”.
“No, una GRAN diferencia”
“Y porque mi médico te llama a ti… es mi médico, donde está la confidencialidad médico paciente lo podría demandar… lo voy a demandar”.
“Si hazlo, demándalo, en el momento que lo hagas te juro que no te vuelves a sentar en tu vida”.
“Simon estás loco, ¿por qué me dices todo eso?”
“Por los resultados que has estado ocultándome a propósito, por estos resultados”.
Saca los resultados de los análisis del bolsillo de su chaqueta y me los muestra, yo no puedo creer lo que veo, me enfurezco porque tengo todos los motivos del mundo para estar enojado.
“Es que no tendrías porque saberlo…” le dije aun mas enojado.
“Cuando vas a entender que me preocupo por ti, cuando te va a entrar en la cabeza que estás extralimitándote con este papel”.
Veo a mi esposo fijamente a los ojos y veo que está preocupado, profundamente preocupado.
“Ya falta poco amor, falta poco… me cuidaré más Simon lo prometo.”
“Eso ando escuchando hace semanas.”
“Esta vez es en serio.”
“Oh, sí que lo es.”
Ahora lo veo muy molesto, pocas veces lo he visto así.
“No te entiendo… cada vez que nos vemos lo único que hacemos es pelear… todo lo que hago te disgusta.”
“Todo lo que haces es disgustarme, ¿te das cuenta que acabas de botar a la basura comida perfectamente saludable y en buen estado?, lo botaste todo sólo porque estas molesto y no te da la gana de comer y los niños y yo tenemos que aguantarnos tus berrinches y arrebatos cuando te da la gana.”
“Tu molestaste primero”
“Tus hijos vinieron a verte, a jugar contigo llevan semanas preguntándome ¿cuando el papá comerá con nosotros?… papi… me gustaba más el papá cuando comía… ahora está siempre gruñón… ya no ve pelis con nosotros… ya no tenemos los jueves de pizza… y sí Matthew esa película es importante pero tu familia es más importante y tú eres más importante.”
“NO me chantajees con eso Simon, además no creo que el médico haya llamado creo que tu lo llamaste porque solo quieres controlarme.” me sentía acorralado y le ataco con lo primero que se me viene a la cabeza.
“¡Y ahora tú serás el ofendido!, ¿pero qué demonios te pasa?”
“Eso te pregunto ME HAS PEGADO Simon ¿qué demonios te pasa a ti?”
“A mí me pasa que ya no voy a pasar por alto todo tu descuido con tu persona porque te haces daño y de paso a los niños, qué ¿crees que pensarían los pequeños si te hubiesen visto lanzando todo a diestra y siniestra?”
“Claro ahora soy un mal padre” le grito.
“Tú mismo respondiste esa pregunta.” me dice con una frialdad que no reconozco.
“LARGO DE AQUÍ…” le grité indicando la puerta
“De acuerdo me voy, pero antes de irme voy a cumplir lo que te había dicho el otro día”.
Me dolió el estomago de solo pensar en que pretendía hacer.
“Simon… vete… no hagas las cosas más grandes”
“No lo voy hacer Matt, en cuanto termine veras que lo que hago es cortar por lo sano, cortar todo tu descuido de salud”.
“¿Qué pretendes hacer Simon…?” le dije con un poco de miedo, ¿acaso?, ¿acaso otra vez? oh no, no puedo ni pensar en eso.
“Qué te dije que haría si esto volvía a pasar”.
“Que me darías lo que merezco por no comer lo que mínimamente debo comer” conteste en modo automático, utilizo el mismo tono que usaba con mi papá antes de un castigo.
“¿Y qué has hecho?” me retó y yo sentí que empequeñecí dos metros y fui pillado en una travesura premeditada, riesgosa y para variar entiendo que lo que me dice mi esposo es verdad y eso sólo me avergüenza más, no tengo cara para contestarle.
“No te entiendo Matt… ¿cómo descuidar tanto tu salud?… pero si no quisiste entender por las buenas lo harás por las malas…” me levantó del asiento… “No pensaras pegarme” le grité pero sin prestarme atención me hizo agachar en el mesón de la cocina e inmediatamente me dio una respuesta no verbal a esa pregunta.
¡ZAS! no pretendo Matthew lo voy hacer ¡ZAS! ¡ZAS! por irresponsable ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! por no cuidar tu salud ¡ZAS! ¡ZAS! Y por estar botando comida al piso ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! me ocultaste tus exámenes ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS!
Cada azote ha dolido, la mano de mi esposo es muy fuerte pero sus palabras me han dolido más que otra cosa, sobre todo porque sé que es verdad, porque esto esta saliéndose de control ya que peso 15 kilos menos de lo normal.
¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¿Te tomaste las vitaminas que te mando el médico?
“No”, le digo y comienzo a sollozar, escuchando a voz alta sus regaños, dicho así parece que en verdad quiero hacerme daño, ¿cómo no tome las vitaminas? estoy débil, muy débil, y hambriento podría darme neumonía ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! No aguanto más y estoy llorando con ganas, pasa un tiempo muy largo en la que solo siento palmadas fuertes y no me doy cuenta en qué momento ha parado.
“¿Por qué Matt?, ¿por qué no te las tomaste?”… me dijo dándome vuelta para tomarme la cara y verme preocupado, lo veo, y veo en sus ojos, a mi esposo, tan devoto a mí y yo ahí menospreciándolo por cómo actúa conmigo.
“No lo sé, lo olvidé, lo siento, lo siento en verdad lo siento”. Me muerdo un labio y le confieso “estaba demasiado cansado para ir por ellas.”
“Mi vida… tesoro este papel no puede quitarte la vida… chiquito mío, ¿por qué Matthew? ¿Por qué no me llamaste?”.
“Ya haces suficiente con cuidar a los niños por mí, no puedo cargarte el peso de que veles por mi también no es justo Simon no es para esto que te casaste”
“Como que no Matt Bomer, me casé contigo en las buenas y en las malas amor mío”
Me abraza y me besa me da fuerzas y me apoya, pasan como diez minutos y por fin me atrevo a decirle uno de mis grandes temores, no puedo ocultarle nada, es mi esposo.
“¿Y si todo esto es en vano? ¿Y si hago todo mal? ¿Y si no vale la pena nada de mi esfuerzo porque nadie entiende la película, nadie entiende lo que es tener un corazón normal?
Simon me mira un poco shockeado por lo que le he dicho pero no pasa ni un minuto. Sin dudar me dice.
“Mi Matt tu le enseñaras al mundo lo que es un corazón normal… amor tu eres mi orgullo tu Matt Bomer cambiaras vidas… tocaras el alma de todo aquel que te vea actuar… te he visto actuar pero con Félix Turner te he visto vivir y morir…”
Sonrió… me pone feliz, no solo eso, me llena el alma, entiendo que no necesito un gran cartel que diga todos los días Tu puedes Matt, Lo harás bien Matt, Sigue exigiéndote Matt, no, no necesito eso, él es suficiente para mí no pensare en el arduo camino a recorrer ni en las repercusiones, ni siquiera en dejar de seguir comiendo, lo he comprendido y tiene razón.
“Comenzarás con las vitaminas… tus padres se ofrecieron a cuidar a los niños… llevárselos de vacaciones… yo traspase mis clientes y me tome las vacaciones… Estoy contigo amor en las buenas y en las malas… y Matt Bomer yo creo en ti” Dijo secando mis lágrimas, sus palabras son el motor que necesito, soy muy tonto por olvidarlo. “Lo sé y si llego a dudarlo me lo recordaras, ¿verdad? le digo ahora sí quejándome por las palmadas.
Se ríe y me vuelve a abrazar y en el oído bajito me dice.
“Nunca lo olvides, baby blue eyes…”
Luego de unos segundos caí en cuenta de algo terrible
“ME HAS ACUSADO A MI PADRE…” le reproche preocupado
“¿Tú qué crees mi amor?”
“Oh, Simon, no, ¿por qué lo hiciste?”
“Porque no te estabas cuidando… y Matthew les debes una llamada a tus padres”
“¿En serio les dijiste a mis padres? no puedo creerlo, no puedo creerlo”.
“Tu papá estuvo a punto de venir pero le prometí que me haría cargo de cuidar a mi marido”.

“Nadie tiene que hacerse cargo de mí”.

“Já...esa debe ser la mentira del año, sabes muy bien que en este momento tu solito no puedes hacer nada, así que tranquilo, les llamas y les dices que todo va bien y que te estás cuidando”.

“Es fácil para ti decirlo no estarás sometido al inquisidor de mi padre y a la histeria de mi madre… si me gritan… te acuso que me pegaste” dije sacándole la lengua “Así que más te vale defenderme”.
Simon me da negativas con su cabeza y me dice Yo no me meto, mira Matt tus padres me entregaron un hijo sano... no puedo devolverles un cuarto de niño...así que hazme caso, si, no des lucha en esto... está perdido.” me da un beso en la cabeza y sé que está decidido.

“Eres malo aun me duele…” le hice un puchero.

“Qué bueno, no lo vuelvas hacer y se pasara rápido”.

“Eres realmente malo Simon!” me cruzo de brazos pero a la vez me rio con eso… no sé si reclamarle o no todo lo que ha hecho; acusarme a mis papás... las nalgadas… me las merecía si… me las debía dar… bueno, creo que no, puse un mohín… “No lo vuelvas hacer… no somos de esas parejas…” me queje.
“En las buenas y en las malas Matt” Le rio con un poco de fastidio, eso es en definitiva un sí.
Walker aparece de la nada y me llama con su manito para que corra con él seguro hizo algo espectacularmente travieso y quiere espectadores para ello, ambos nos reímos y lo seguimos, entramos a la sala audiovisual y vemos a Henry totalmente cubierto con papel higiénico Kit está haciendo la presentación oficial de la momia en la casa y a todos nos da un ataque de risa….veo a mis hijos reírse y cada uno atacando a Simon con papel higiénico, será la próxima momia viviente, los veo, y no dejo de pensar lo bendecido que estoy porque ellos están junto a mí, los amo y me dan fuerza para seguir adelante en este proyecto… porque gracias a todos los que lucharon hoy tengo el derecho de tener la familia que llena mi vida… y eso no puedo olvidarlo… y es por eso que hoy estoy aquí dando cada paso hacia el podio para dar las gracias… porque este premio es la muestra de que logre mostrarle al mundo que tengo un corazón normal… por eso … miro al hombre que amo y que me ayudó a llegar aquí.



“... A mi esposo Simon Halls y a nuestros tres hijos Kit, Walker y Henry los amo, gracias por estar conmigo cuando pesaba 130 libras y muy enojado cuando comían pizza frente a mi…” lo veo sonreír y sé que todo valió la pena...

4 comentarios:

  1. Oh por Dios que buena historia se aventaron!!!
    Muy buena Carla y Lady!!
    les quedo increible!!!
    wiiiii si se merece ese triunfo!!!!

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    1. Gracias por la lectura y el coment y sip en eso concordamos totalmente Matt se merecía el premio :D

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  2. Carlaaaaaaaaa un verdadero honor escribir de nuestro Mathew... gracias por hacer este proyecto realidad

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