De Hermano a Padre

De Hermano a Padre

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Mi nombre es Mario y les voy a contar mi historia es muy complicada pero supongo que todo en el mundo tiene algo complicado, tengo 14 años y vivo con mis padres, mi padre Franco tiene 32 años y mi mamá  Alicia tiene 31 llevándose por unos 4 meses de diferencia entre ambos.

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Mi padre es bastante exagerado, no me deja hacer muchas cosas de las que a mí me gustas y por cualquier tontería me mandan con el trasero colorado por lo que me acostumbrándome a dormir boca abajo, aunque sería mejor poder dormir como a mí me plazca pero ni mi madre, ni padre dan su brazo a torcer. Mi padre es mucho más sobreprotector, mi madre también pero papá se lleva el record.  Un día un amigo me presto su patineta y yo baje desde la planta alta por todas las escaleras sin caerme, fue genial, pero ese sentimiento y la euforia terminaron cuando mi padre me grito y dijo que me pude ver quebrado el cuello, lo ven, que exagerado… llevándome hasta mi cuarto a nalgadas y terminado en sus piernas con el trasero desnudo y poder finalizar con una lloradera viendo a la pared y mis calzoncillos a los tobillos… en aquella ocasión tenía 13 años pero ni porque ya tengo 14 me dejan de poner en ridículo.  Antes  de la travesura de la patineta yo sabía cosas que nadie se podría esperar, sabía cosas que mi padre trataba de ocultar o que no quería que yo supiera.

Mi padre está peleado con mi abuelo, eso me da un poco de tristeza porque a mí me caen muy bien y cada vez que los veo les llama como mamá Ana y Papá Salvador, soy muy cariñosos  pero el abuelo a veces actúa con mucha ira y enojo con mi padre  yo sé que es porque esta triste pero él no quiere aceptar las cosas, supongo que es difícil.

Pero hoy termina,  eso es lo que yo espero… vamos a ir a casa los de los abuelos cumplen años de casados y mucha de la familia se va a reunir y mi padre al ser el único hijo que les queda no puede faltar.

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Mario: papá porque que tienes que pagar un hotel? Porque no nos quedamos en la casa de los abuelos?

Franco: porque no, ya te lo dije.

Alicia: hijo baja los pies de la ventana.

Mario: aay mamá que tiene de malo, estoy yo solo nadie más viene aquí conmigo.

Franco: hijo has caso.

Mario: ooo

Íbamos en auto a casa de los abuelos, el viaje era largo y fastidioso así que me quite los zapatos y sin hacer mucho caso volví a poner los pies en la ventana en lo que me acomodaba una almohada para ir jugando en el teléfono y solo vi a mi mamá mover la cabeza negativa mente. Media hora después mis pies tenían frio y me medio pude los zapatos y los puso otra vez en la ventana que estaba abierta, estaba jugando y en  eso mi zapato voló por la ventana.

Mario: aaa papá… para mi zapato… -me pare sin pensar y abrí la puerta con el carro en marcha -

Franco: MARIOOOO –freno de repente algo brusco y yo baje por mi zapato-

Yo ya estaba de vuelta al auto  poniendo mi zapato cuando mi papá bajo de este.

Franco: que estas pensado estás loco.

Mario: auuuuuu paaa –me jalo de mi orejita y me dejo dentro estampando la puerta detrás mí y poniéndonos en marcha, mientras me sobaba mi oreja-

No tardamos mucho en que papá estacionara, pero no precisamente para llegar a nuestro destino.

Franco: que carajos tienes  en la cabeza, pudo venir un carro y atropellarte, serás inconsciente.

Mario: aa no pasó nada…

Alicia: pero pudo pasar jovencito, por eso te dije que no  podías poner los pies ahí.

Mario: perdonnn

No termine de decir perdón cuando mi padre ya estaba sentado en la parte trasera y yo en sus piernas  con los calzoncillos abajo, mala idea para no usar cinto, pero como  iba a saber que terminaría así.

Franco: nunca más Mario …

PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS

PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS

Franco: pusiste tu vida en peligro, como puedes hacer las cosas sin pesar un poquito.

PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS

 PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS

Franco: tú mama no te dice las cosas solo para fastídiate el día, lo dice por una razón. 

 PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS

 PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS

Franco: usa la cabeza y piensa en las cosas antes de hacerlas…

 PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS

 PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS PASSSS PASSS PASSS

Franco: próxima y te doy con el cinto… entendiste.

Marcos: buaaa aaabbuu aaa aau sii entendí… buaaaa  - casi desde un principio empecé a llorar, primero por vergüenza y después fue por dolor -

El trasero lo tenía tan caliente, parecía que tenía vida propia y que palpitaba, la mano de papá era muy pesada y abarcaba buena parte de mi trasero así que termine con las nalgas completamente rojas y adoloridas. Con toda la calma del mundo mi mamá me acomodo la ropa para que fuera lo menos incómodo y doloroso, sentí ambas manos, la de mi padre y la de mi madre en mi espalda, tratando de tranquilizarme… no escuchaba sus palabras porque aun lloraba mucho, a los minutos calme el llanto y solo quedo como un sollozo lastimero fue cuando mi padre me levanto y me puso frente a él.

Franco: te pude ver perdido… mi niño eso fue peligroso.

Alicia: ya mi niño no llores, te duele pero tienes que entender mm  -me dio un beso en la frente-

Franco: vamos hay que seguir el camino, túmbate  en el sillón.

Me acosté boca abajo sin protestar ni decir nada más, seria incomodo porque a pesar de que tenía la parte trasera para mí era incomodo ir acostado así… no me entere en que momento mi madre se fue atrás conmigo y usé sus piernas de almohada y me hice volita mientras  ella me sostenía la espalda acariciándome y sosteniéndome para que no me cayera… me quede dormido a los minutos.

Cuando llegamos a donde nos hospedaríamos, mamá me despertó con suavidad me levante algo adormilado y me baje, papá llevaba el equipaje. Nos quedamos los tres en un solo cuarto, era solo una recamara con un baño… con una cama matrimonial y un sofá cama que es donde yo solía quedarme, papá no pedía un cuarto de lujo porque nunca nos quedábamos por más de dos noches o incluso solo una.

Llegamos al cuarto y mi padre se tiro a la cama.

Alicia: cansado?

Franco: algo.

Alicia: aún no se te pasa el susto verdad?

Franco: un poco. –dijo con los ojos cerrados-

Marcos: perdón pa… por preocuparte. –se me quedo viendo a los ojos por un rato-

Franco: eres cosa seria muchachito. –me indico que me acostara en la cama-

Me acosté junto a él… me tomo del pelo como si fuese a jalarlo pero nunca tiraba de este… lo hacía muy a menudo pero sin lastimarme.. pero siempre me quejaba.

Mario: auuu pa.

Me percaté de que le templaba un poco la mano, ya sabía que lo que hice le asusto mucho, nunca he solido medir el peligro por eso lo que me paso en aquel tiempo…y siempre rompiéndole el corazón a esta persona…

Mi padre se quedó dormido y yo también pero desperté a la media hora…

Alicia: te puedes mover más o menos cómodo.

Mario: pues así como muy cómodo no. Porque?

Alicia: vamos a buscar algo para comer anda.

Me pare con cuidado y me salí con mi mamá fuimos a comprar… encontramos un puesto de tacos, los cuales pedimos para llevar y  nos fuimos al cuarto. Cuando llegamos a un dormía mi padre pero a los pocos minutos despertó por el olor a comida.

Franco: mmm me muero de hambre…-medio abrió los ojos-

Alicia: jajajaja ya sabía yo que te despertarías.

Franco: pues mujer mía… ya me conoces…

…

…

A las doce  del siguiente día,  estábamos en casa de los abuelos… su casa  era muy amplia y con un patio enorme donde había mesas y sillas decoradas, cuando llegamos ya había bastante gente.

Mario: hola mamá Ana –le di un fuerte abrazo- y mi pa

Ana: está dentro con unos amigos, entra a saludarle le va a dar mucho gusto de que vinieran.

Franco: hola mamá, como estas.

Ana: muy bien, feliz de que decidieras venir, pero estaría mejor si llamaras debes en cuando.

Franco: lo ciento ma.

…

Mario: papá Salvador –le di un fuerte abrazo interrumpiendo su conversación-

Salvador: hola mi muchacho como estas… mírate que grande

Mario: aa si, crecí diez centímetros desde la última mes que te vi…  -le dije con una sonrisa-

Salvador: pues deberías venir más seguido ya me hacía falta verte… bueno, bueno, pero saluda, que nos has cortado la conversación como todo un maleducado.

Mario: perdón… buenas tardes.

…

Después de estar un rato en la conversación de personas adultas y aburridos temas salimos… papá Salvador fue a buscas a mi papá que a un no entraba a saludar.

Salvador: no piensas saludarme.

Franco: hola papá. –le dio un pequeño abrazo y después solo se quedó callado como sin saber qué hacía en ese lugar-

Ana: vamos a sentarnos… ustedes ya deberían de empezar hablarse como se debe y dejar de seguir resentidos y molestos –le decía a mi papá casi al oído, apenas le pude escuchar- 

Franco: vamos mamá, no sigua con lo mismo…

…

Todos nos fuimos a sentar a una mesa bastante amplia, papá no tenía hermanos, bueno si lo tuvo pero murió cuando yo estaba en la pasita de mi madre, pero si tenía muchos primos por lo que tuve con quien pasar la tarde sin tener que estar en conversaciones de viejos.

Rita: anda mira… yo creí que te quedarías enano.

Mario: pues ya vez que no.

Samuel: ahora el único que tiene que crecer un poco es Raúl.

Raúl: yo voy a crecer… eso espero… pero todo con calma.

Jajajaja – Raúl y yo somos de la misma edad y estaba más bajito que yo por unos 5 centímetros.

Laura: claro que tienes que crecer mis tíos soy muy altos tú también lo tienes que ser.

Samuel: mmm no porque sus padres sean altos quiere decir que él tenga la certeza de que lo va hacer.

Mario: y con ese ánimo que das…

Samuel: bueno, vamos a la realidad.

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Dejamos el tema porque Raúl empezaba a preocuparse, nos pusimos a jugar con un balón viejo que  encontramos… todo fue muy bien, nos divertimos un buen rato… ya era tarde y muchos estaban sentados en las mesas comiendo y más de una vez nos hablaron para sentarnos también nosotros pero estábamos más entretenidos, hasta que tiramos a alguien con el balón y lo llenamos de comida… el  plato que tenía le cayó ensuciando toda su camisa… que suerte la mía, yo fui el que pateo el balón y para rematar...

Mario: papi fue sin querer te lo juro. –Se paró del piso-

Franco: sin querer… te dije que dejaras el bolón y te fueras a comer. Tienes tres segundos para estar en esa silla si no quieres más problemas.-dijo serio y molesto-

Mario: paa.

Franco: 1.

Mario: no, no cuentes ya me voy a sentar. –salí corriendo a un lado de él… aunque mejor hubiese rodeado-

Passss –auuu paa-

Ana: a mí muchachito, ya ve por no hacer caso… vamos hijo te doy una camisa limpia, y no me digas que así estas bien… porque no lo voy aceptar.

Franco: está bien mamá… ya te sigo.

Mi padre se fue atrás de mi abuelita y mis primos fueron a sentarse donde yo, sin evitar burlarse… porque,  por obvias razones todo mundo vio aquello y yo estaba rojo… a los minutos mi papá salió con una camisa limpia.

Mario: perdón fue sin querer.

Franco: debes aprender a obedecer a la primera… así nos evitamos muchos accidentes y muchos dolorcitos.

Me puse rojo porque mis primos estaban escuchando.

Franco: no te pongas rojo que a ellos también se los han sonado, no eres el único.

Samuel: tiooo

Franco: mandeee…  

Samuel: eso es falso.

Franco: te va a crecer la nariz como a pinocho… no te metieron una por salirte de tu casa sin permiso.

Fue el turno de Samuel de 16 años para ponerse colorado, era una forma en la que mi papá me defendía cuando los demás se burlaban de mi o lo contrario cuando yo me burlaba de mis primos por la misma situación… sacaba los trapitos al sol… humillante según en la posición en la que estés. Esa era una señal de que ya no estaba molesto conmigo.

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Se empezaba hacer tarde y muchos empezaron a irse a sus casas.

Franco: busca tus cosas para ya irnos.

Mario: solo tengo que encontrar mi teléfono.

Ana: hijo quédense los cuartos están libres y las camas están limpias.

Franco: mamá sabes que no.

Mario: anda papá hay que quedarnos solo por hoy.

Franco: el cuarto del hotel ya está pagado así que no.

Salvador: es por el pago o solo porque no te quieres quedar -cuestiono-

Franco: ya es tarde papá, es mejor que nos retiremos. –dijo serio-

Mario: yo quiero quedarme.

Franco: está bien te puedes quedar… pero mañana paso  por ti.

Mario: no papá… porque no te quedas, la casa de los padres es grande.

Ana: vamos hijo, solo una noche, esta es tu casa y lo sabes no entiendo porque siempre tienes que llegar a un hotel… hazlo por mí.

Al final fue tanta la insistencia que nos quedamos en la casa, todo estuvo muy bien gran parte de la noche… yo me quede en una recamara para mí solo y mis padres en otra. A media noche me salí del cuarto y fue al patio busque en uno de los  árboles… saque una llave, regrese dentro de la casa y abrí uno de los cuarto… tenia tanto que no entraba, estaba sucio y empolvado, entre y cerré la puerta con llave no moví nada solo miraba todo con gran detenimiento, parecía que la cama nunca se había hecho y tenía bastante polvo en ella. Me senté en una esquina del cuarto y me quede dormido, cuando desperté pude escuchar mucho alboroto, mis padres me estaban buscando… solo hasta que escuche que salieron de casa y bajaron de la segunda planta salí con mucho cuidado y cerré la puerta con llave.

Franco: que haces hay?

Cerré los ojos esperando  ver escuchado mal..

Franco: te hice una pregunta… como entraste hay? Que hacías hay?-dijo enojado-

Mario: la puerta estaba abierta yo, yo solo he entrado  a ver… nada más…

Franco: esa puerta nunca está abierta, siempre esta con llave –me jalo de la mano y yo tire la llave sin querer-

Franco: que hacías tú con esto… contesta Mario –me sacudió de los hombros-

Mario: aay papá me haces daño. –dejo de zangolotearme pero no me soltó-

…

Los abuelos subieron al escuchar a mi padre gritar, después todo fue un caos no supe cómo empezó... bueno si, con todo mundo preguntándome y después regañándome.

…

Salvador: que hacia usted con esta llave? De donde la has sacado? La has tomado de mis cosas?

Mario: no. –dije bajito-

Salvador: no puedes entrar jamás, entendiste… que no te enseñaron a respetar las cosas y no estar de metiche donde no… sabes que esta puerta no se puede abrir. – me apretó de la mano-

Auuu.

Franco: vasta papá ya déjalo… lo que deberías de ver hechos es desacerté de todo eso… no dejarlo como un recuerdo.

Salvador: no, lo que no debí haber  hecho fue dejar a cargo ese día…

Puede ver como la cara de mi papá cambiaba de enojado a una enorme tristeza, pero sus ojos no dejaron escapar ninguna lágrima.

Franco: Mario busca tus cosas nos vamos.

Mario: pa espera… por favor…

Salvador: vas a hui… es lo único que saber hacer… después de deshacer las cosas… huir.

Mario: dejen de pelear… abuelo… papá no tiene la culpa de nada… papá espera…

Mi padre solo fue al cuarto donde había pasado la noche, se quitó la camisa que le presto mi abuela y se puso la de él que estaba un poco húmeda, mi mamá solo se disculpó con mi abuela y empezó a bajar las escaleras.

Mario: papá espérate…

Franco: muévete Mario nos vamos…

Mario: nooo, espera…. Papá… Francoquio espera. –grite-

Mi padre solo se quedó parado como si aquella palabra lo hubiera  congelado en el tiempo.

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…………….14 años  once  meses atrás…………….

Mauricio 14 años: vamos Fran, enséñame a usar la moto.

Franco 17 años: jajaja olvídalo.

Mauricio: que malo eres hermano… oye no crees que papá te mata si ve estas cosas aquí –dijo sacando una revista-

Franco: que metiche eres, no toque mis cosas –le quito la revista y lo guardo, tendría que buscar un mejor sitio se lo pensó-

Mauricio: oye y si vamos a un lugar de esos (viendo las revistas de chicas simi… y desnudas)… yo quiero ir.. si… me llevas

Franco: cuando tengas 19 años te llevo… porque ahorita ni yo tengo edad para entrar.

Mauricio: y por qué no te colas.

Franco: no es tan fácil.

Mauricio: jaja eso quiere decir que ya lo intentaste y te fallo.

Franco: jaja no te burles de mi mocosito –lo atrapo y lo dejo debajo de él-

Mauricio: estas pesado… uuud te hules los sobacos… no manche me lo trague.

Franco: que mentiroso –se olio y en eso en más chico lo tiro al piso- aaau

Mauricio: jajaja te gane… no debes fiarte jaja… Qué?  ¡Te lastime!

Franco: serás. Ya verás. –se sobo la cabeza-

Mauricio: jaja atrape si puedes Francoquio…

Franco: Mauricio no puedes sacar eso de aquí… -el menor llevaba la revista de su hermano-

Mauricio: aaa espérate… aaay déjame, me duele… auuu.-le tenía el brazo en la espalda-

Franco: no puedes sacar esto, si nos cacha papá nos mata, a mí por tenerlas y a ti por estarlas sacando.

Mauricio: perdón Francoquio.

Franco: aaa

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Francoquio era una forma en la que Mauricio llamaba a su hermano, para pedirle algo, cuando quería jugar con él o simple menta para llamar su atención, una palabra que le decía desde  que  aprendió a llamar a su hermano por su nombre y una palabra que Franco no había  escuchado hacia 14 años 11 meses.

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Esa tarde Franco se quedó a cargo de su hermano mientras sus padres salían a una pequeña reunión con unos amigos…

Mauricio: ya me enfade.

Franco: y que quieres que yo haga… tengo que hacerla de niñera y no puedo salir.

Mauricio: podríamos salir… pero tú no me quieres llevar a ningún lado… aaa me aburres mejor me voy a mi cuarto…

Después de un rato Mauricio tenia patines y se puso por todos los cuarto y por toda la casa.

Franco: Mau vas a tallar los pisos no puedes patinar  aquí adentro… es peligroso.

Mauricio: oo que llorón eres…

Mauricio siguió patinando, se metía a su cuarto y se paseaba por todos los pacillos…

Diez minutos después se escuchó un golpe fuerte seguido de un grito…

Mauricio: Francooooo… ayúdame

Franco salió corriendo al escuchar el grito de su hermano… Mauricio estaba colgando… al patinar y usar el balcón como parte del juego este se había caído. Franco trato de subir a su hermano pero no lo logro… el barandal  que lo  estaba sujetando se cayó con él, por poco llevándose a Franco también.

Franco grito al ver a su hermano tirado y bajo corriendo pero era tarde Mauricio ya estaba muerto, Franco grito y uno de sus vecinos le escucho… llamando así a  una ambulancia y comunicándose con los padres de estos.

La tragedia llego aquel día y Salvador no pudo evitar recriminar a su hijo mayor y darle una cachetada.

Salvador: tú estabas a su cargo… era tu responsabilidad. –le dijo con ira-

Franco lloraba… salió… corrió, tenía tanta culpa… y en vez de recibir consuelo de su padre solo le dio aquello y esas palabras no dejaron de sonar en su cabeza… se fue a casa de Alicia donde se quedó toda la semana… de ahí empezó a separarse de sus padres, para ese momento Alicia ya tenía 4 meses de embarazo, Franco y ella ya lo sabían, por lo que decidieron irse muy lejos.

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Mario: papá Salvador, no te enojes con él… el no tuvo la culpa… él dijo que dejara de jugar… solo fue un accidente…  él trato de ayudar… él se pudo caer también, pudiste perder a los dos  no solo a uno… el no tuvo la culpa –las lágrimas salían sin que las pudiera contener-.

Yo recordaba todo eso, hacia casi un año había recordado… no sabía cómo mi cabeza podía tener esos recuerdo y después comprendí que se me había dado una segunda oportunidad, no la podía desaprovechar…a pesar de que en muchas ocasiones seguía sin medir el peligro.

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Mi papa se quedó quieto, solo me estaba viendo sin poder comprender… mi papá Salvador estaba callado con la mirada casi perdida.

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Mario: no se enojen conmigo… fue un accidente yo no lo pude evitar… no fue mi intención deshacer la familia. –lloraba y mis palabras apenas eran entendibles-

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Mi papá se me acerco con mucho cuidado, yo me había dejado caer al piso llorando, me dolía el estómago… tenía miedo… no sabía porque… pero lo tenía.

Franco: Mauricio? –me tomo de la cara con ambas manos y me hizo verle a los ojos que ya derramaban lagrimas-

Mario: tú me cambiaste el nombre shiff… ahora soy Mario y tú eres mi papá… aunque también me gustaba mucho mi otro nombre…. Este también me gusta  Francoquio. –le abrase y lo pude escuchar llorar, todos lloraban haciendo un momento tan llenos de emociones-

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Al final todos estábamos unidos en un abrazo, mi abuelo nos tenía abrazados a mi padre y a mí, sin poder creer nada de lo que estaba pasando  y mi mamá abrasando a mi abuelita y mi papá.

Después de un rato…

Mario: shiiff verdad que no están enojados conmigo?

Mi abuelo solo movió la cabeza sin poder contestar nada, y mi padre ni siquiera pudo contestar aun lloraba y me abrazaba como si fuera el fin del mundo.

Pasamos un rato así y mi padre pudo regular su respiración y el llanto.

Mario: ya me duele el trasero, el piso es muy incómodo… lo saben.

Franco: no tienes vergüenza… porque?… porque no me dijiste antes?…

Mario: tenía miedo.

Franco: a qué?

Mario: a enfrentar la realidad… si yo no hubiese estado jugando como tú me lo pediste no hubiera pasado nada…por mi culpa  perdón por no hacerte caso. –me recargue en su pecho-

Salvador: tenías miedo a que te fueran a dar una buena en tu traserito… por desobediente… cuantas veces se te dijo que dejaras  de hacer esas cosas tan peligrosas. –me regaño como cuando yo era su hijo-

Mario: no me regañes.

Salvador: no te regaño… te debería dar unas buenas nalgadas por todos estoy años de tormento.

Puse mi mejor carita de ponerme a llorar.

Mario: papi defiéndeme.

Franco: si yo también me lo estoy pensando en darte unas buenas nalgadas.

Mario: aaaaaa

Franco: pero prefiero solo olvidad todo eso… todo ese amargo día.

…

Nos fuimos a la sala mi abuelo le pidió perdón a mi papá por ver sido un idiota y no ver sido mejor en ese momento… no le pudo dar tranquilidad, él había sufrido mucho más y eso lo lamentaba mi abuelo a pesar de que en ocasiones le seguía encarando las cosas, pero hoy era un buen día para que todo cambiara.

Ese día nos quedamos todos juntos, papá mando al diablo lo del hospedaje y fue a recoger las cosas que dejamos y nos quedamos en la casa de los abuelos. Nos quedamos hasta  tarde los cinco hablando y perdonando cosas pasadas… se hizo tarde y los abuelos se fueron a descansar.

Franco: ya es tarde vamos a dormir.

Mario: me puedo ir con ustedes.

Mi papá se me quedo viendo y solo asintió con la cabeza y una sonrisa, los tres nos acostamos en la cama, era grande mis abuelos siempre dejaron ese cuarto esperando a que mi padre fuera a visitarlos.

Alicia: no que eres un niño grande… porque el cambio…

Mario: no me quiero quedar yo solo en aquel cuarto, además este colchón esta más cómodo.

Alicia: quien iba a pensar… mi cuñado es mi bebe.

Mario: jaja si soy tú bebe pero ya no me digas así.

Franco: jajaja aaaay –me abrazo, fue un abrazo tan lleno de amor y fue un abrazo como los que solía darme como hermano, con carillo pero a la vez algo bruto porque siempre terminaba tallándome  la cabeza o dándome un golpecito en el brazo esta ves solo remato su manota en mi trasero-

Mario: auuuu me dolió. 

Franco: te quiero mucho, mucho…  -cerró los ojos como una tranquilidad que casi nunca se le podía ver-

…

Mario: oye y si me vas a llevar a unos de esos lugares… tu sabes…

Franco: como hermano te hubiese llevado… como padre olvídalo.

Mario: pero tú me dijiste.

Franco: si… y también te dije que patinar en la casa era peligroso.

Mario: mmm me perdonas…

Franco: me perdonas tu por no verte ayudado –puso una cara llena de tristeza-

Mario: nunca tuve nada que perdonarte, tu trataste de ayudarme… -me abrazo y recargo su cabeza en la mía con más tranquilidad como si todo la vida ubiese esperado esa respuesta-

…

Mario: oye… pero lo de no  ir a ese lugar es en serio?

Franco: de que lo olvides, sí.

Mario: me caías mejor como hermano…-me hice el ofendido-

Franco/ Alicia: jajajajaja

Alicia: una paliza te diaria a ti y otra a tu padre si van a un lugar así.

Mario: aay mami… y como sabes a donde quiero ir?

Alicia: mm porque conozco a mis dos hombrecitos… y porque tu papá me conto algunas ves que trato de colarse a un sitio así.

Mario: y le hiciste? Ya eran novios?

Alicia: si, ya lo éramos.

Mario: yy

Franco: un día llegue a la casa con una mejilla colorada… que un chismoso se la paso candando …

Mario: “que te paso Francoquio”. jajajaja

Alicia: chuu es hora de dormir ándele PASSS

Mario: aaay –me sobe mi trasero-  buenas noches…

Esa noche me quede dormido en medio de ellos dos… pero que quede claro prime y única vez porque ya soy grande. 

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Otro pequeño corto, espero que les guste…