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miércoles, 22 de abril de 2015

SI ODIO TODO SOBRE USTED, PORQUE DEBO AMARLO? CAPITULO 11


SI ODIO TODO SOBRE USTED, PORQUE DEBO AMARLO?
CAPITULO 11

Maaa … madre, que haces aquí? A esta hora?. Pregunto entre sorprendido y feliz Andrés Felipe, su madre seguía abrazando a Juan Andrés, el cual se notaba muy a gusto con toda la situación.
Su Abue, no era una de esas señoras de sociedad, displicentes y despectivas, todo lo contrario era un encanto, en especial con él, cosa que le fascino, ya que en cuanto a recibir amor y mimos de su familia, este niño era insaciable.
Hola, hijito, yo también me alegro demasiado de verte de nuevo, contesto Lina Patricia, con gesto sarcástico, estaba en extremo enojada con su hijo menor.
Pero no quería iniciar un pleito monumental delante de su nuevo bebito, estaba flechada por Juan Andrés, había sido amor a primera vista sin duda, así que serenándose un poco y suavizando el gesto afirmo con calma, te quieres sentar por favor,… es más ven aquí con nosotros, así estamos más juntitos y te puedo escuchar mejor, ya que tienes demasiado que contarme no crees?
Andrés Felipe, trago grueso, pero decidió obedecer a su madre enseguida, sabia por experiencia propia que la doctora Lina Patricia, no gustaba de pedir las cosas por segunda vez de forma amable, mucho menos cuando estaba enojada por algo, como era más que evidente en ese momento.
Mami, sé que todo esto de primera impresión debe lucir terrible, pero te ruego de corazón que antes de que emitas un juicio al respecto, me escuches con muchísima atención,  dijo el militar de forma serena pero muy seria.
Hablaron madre e hijo, por casi una hora larga, con Juan Andrés, siendo testigo silencioso de todo aquello, iniciando por la salida al cine esa tarde aburrida en Florencia.
Su alegato con la profesora en público, las recurrentes salidas a cenar fuera o tomar café, el posterior noviazgo de casi dos años, el traslado sorpresivo de Angélica María a Cúcuta.
Sus posteriores tortuosos tres años en el Sinaí, arriesgando la vida cada jornada, todo lo que observo en ese lugar, la miseria, la violencia absurda, el calor inclemente, el sufrimiento.
La horrida mentira que le habían dicho a su amada en el batallón de Florencia haciéndolo quedar como un auténtico canalla cuando esta había ido a buscarlo para contarle sobre su embarazo.
Su posterior soledad y el sentimiento de estar incompleto durante años, el encuentro con su Juancho en la jornada cívico militar, su futuro matrimonio con su amada maestra.
El Capitán Andrés Felipe, desnudo por completo su alma para su madre, la mujer en quien más confiaba en el planeta delante de su hijo, sintiendo una gran sensación de alivio al haberlo hablado abiertamente, había sido incluso liberador para el que muy rara vez dejaba ver en público sus sentimientos, sus miedos, inseguridades, las cosas que lo habían agobiado durante doce largos años.
En ese punto Lina Patricia Caicedo, había dejado correr libres sus lágrimas de nuevo, su corazón de madre y de abuela resentía demasiado todo aquello, tanto sufrimiento, tanta soledad y dolor, siendo víctimas su amado hijo menor, su espléndido nieto y su futura nuera, todo aquello era sencillamente atroz, absurdo e inexcusable, sentía una profunda rabia por el responsable de todo aquello, pero quien podría ser tan canalla?
Juan Andrés, también sentía gran pena por todo el sufrimiento de sus padres, él pensaba que la había pasado mal, resintió muchísimo la falta de su padre, el no saber quién era, el no conocer su rostro, el estar solos frente al mundo su mamita y el, pero nada de aquello era comparable con el evidente dolor de sus padres al estar separados por doce largos años.
Después de una hora de emociones fuertes entre los tres, las aguas habían regresado a su cauce normal, regresando la doctora Lina Patricia Caicedo, a su habitual estado de buen humor.
Su enojo inicial había desaparecido por completo, ahora todo eran sonrisas y mimos de parte de la médico hacia sus dos bebes, se sentía la mujer más feliz del mundo al tener a su hijo menor y a su bello nieto ahí justo a su lado y vaya que lo demostró.
Los Contreras, se dieron gusto ambos, devorando sendas copas de helado de chicle, preparadas por Lina Patricia, lo cual fue de por más satisfactorio para ambos, pero el peque no había comido mayor cosa durante todo el día, estaba en ayunas y salvo por la comida del avión, no había comido nada más, y así lo hiso saber.
Papi, tengo hambreeee, dijo Juan Andrés, con un semi pucherito encantador en su bello rostro.
Cierto mi príncipe, cuando llego la abuelita estábamos con planes de salir a gran estación a cenar pizza, pobre mi bebecito, que ese papito malo me lo deja aguantar hambre.
Dijo el militar dándole un besote en la frente, mientras que le hacía cosquillas a su hijito, notando al mismo tiempo, por el pataleo del niño al reírse, que el mocoso estaba descalzo y sin ninguna camiseta abrigada.
Juanchoooo, vamos a tu cuarto y te vuelves a poner todo lo que te quitaste, dijo su padre en tono serio, mirando con desaprobación al niño, caramba hijo, pensé que ya habíamos aclarado el tema de estar bien abrigado aquí en Bogotá, sabes que no puedes aguantar frio por tus bronquios.
Lina Patricia, también reto a su nieto pero con dulzura, por estar caminando descalzo, en busito esqueleto, en Bogotá de noche, teniendo problemas bronquiales.
La médica sabía que con mucha facilidad el niño, que además provenía de tierra caliente, podría pescar una fea bronquitis por no tener cuidado de abrigarse bien.
Pero paaaa, el apartamento esta calentito, tú mismo cuadraste el termostato, dijo Juan Andrés, en son de protesta, ya que a pesar de lo acontecido entre el, su padre y la regla de madera hacia unas horas, él no había cambiado de opinión sobre usar tanta ropa abrigada al tiempo.
Le seguía pareciendo en extremo molesto, listo se aguantaba el disfraz de esquimal cuando salieran, pero andar así entre casa??
Eso no le parecía nada lógico ni cómodo, su papi era un exagerado pensó molesto, aunque, mirándolo con detenimiento, bien pudo haberse puesto unas pantuflas y no andar descalzo por el piso frio del apartamento, cosa que de seguro le molesto a su papa,  y  eso que aún no sabía sobre la bromita “inocente” que le acababa de gastar a su abuela.
Mira niño listo, dijo su padre con tono serio, pero sin perder el buen humor, no digo que andes súper abrigado entre casa tampoco, si querías ponerte más cómodo, bien has podido ponerte una sudadera, busito abrigado y pantuflas, ya que sé perfectamente que los calcetines y tú no se llevan demasiado bien, su hijo adoraba andar descalzo entre casa y eso lo traía loco.
Pero que me andes descalzo entre casa no me gusta para nada Juancho y menos aquí en Bogotá, mira cómo te pusiste de frio, dijo molesto y preocupado por los bronquios de su hijo, al tomar entre sus manos los bellos pies de su niño y sentirlos helados.
Ashhh, pero es que, paaaa, Joder, como detestaba quedarse sin ningún argumento o comentario agudo para rebatir los de su padre, pero sabía que tenía razón, no debió andar descalzo en ese piso helado, con su alergia bronquial precisamente al frio.
Hijo mío y dónde está mi futura nuera? Pregunto Lina María, con demasiadas ganas de conocer a la mujer que le había robado el corazón a su hijo menor y le había dado semejante encanto de nieto.
Esta descansando en la habitación mami, contesto Andrés Felipe, durante el viaje se sintió muy indispuesta y pues cuando llegamos al apartamento incluso vómito y todo, pero ya la reviso un médico de EMI y todo está en orden, manifestó ante el gesto de preocupación que mostro su madre en ese instante.
Dame un segundo llevo a este terquito, desobediente y hermoso hasta su cuarto para que se cambie de ropa y se calce, y ya te sigo contando.
A ver Juancho, súbete a tuta en la espalda del papa y vamos a que te pongas más cómodo, dijo serio el militar, ya que no iba a permitir que su hijo pisara descalzo ese suelo helado de nuevo, así fuera en el corto trayecto hasta la habitación del niño.
Juan Andrés, arrugando un poco la cara, ya que le daba algo de pena que su abuelita viera como su papi, en ocasiones como esta, lo trataba como un nene de ocho años, se subió a la espalda de su progenitor y partieron padre e hijo, con rumbo a su habitación, cosa que enterneció a Lina Patricia, ver a su nene tan paternal y protector con su nieto.
Una vez en la habitación de Juan Andrés, su padre lo descargo sobre la cama, al tiempo que le buscaba en el armario, una sudadera completa, un buzo de algodón blanco de manga corta, calcetines deportivos tobilleros y unas converse, para que su nene se pusiera cómodo, pero aun estuviera abrigado para salir a cenar fuera.
Cuando Andrés Felipe, alisto también unos guantes y un pasa montañas de lana, el mocoso en automático arrugo la nariz al ver aquello, ya que la idea de ponerse eso para salir no le era muy grata.
El militar solo resoplo cansado ante la reacción de su hijo, y le dijo con toda tranquilidad, mirándolo a los ojos, Juancho, esto no es por capricho del papa, afuera está helando y cuando nos bajemos del coche no quiero que me vayas a agarrar aún más frio del que ya tomaste.
Ok, Ok, como diga padre, contesto el mocoso con desgano y rodando los ojos, nuevamente su temperamento difícil lo traicionaba,  al tiempo que en voz Muy baja se le escapaba casi que por reflejo, un comentario bastante desafortunado, “ashhh este man si es intensoooo”.
Comentario que por supuesto a pesar de lo bajito que Juan Andrés, lo dijo fue escuchado por su padre, el cual reacciono con total asombro abriendo los ojos grande por la sorpresa, ante la testarudez y falta de respeto hacia el por parte de su niño.
BUFFFFFFF, resoplando molesto, Andrés Felipe, cambio su cara de ponqué, por la de militar serio de inmediato, al tiempo que le decía a su hijo, cámbiate rápido que me muero de hambre y no deseo demorarme mucho tiempo por fuera.
Te espero en la sala, voy a seguir atendiendo a mi madre, con permiso, espeto molesto, con mucha seriedad el oficial militar, al tiempo que se daba media vuelta y cerraba con cuidado la puerta de la habitación tras de sí.
Juan Andrés, de inmediato estaba arrepentido por haber sido tan zafado al hablar, tratando al hombre que más amaba sobre la faz de la tierra como si fuera uno de sus compañeros de colegio.
Porque rayos no lograba pensar antes de hablar, GRRRRR, su papi se había molestado con él, eso saltaba a la vista, de nuevo se había comportado grosero, maldita sea yo y mi bocota pensó molesto consigo mismo.
Mientras Juan Andrés, se cambiaba de ropa y se calzaba, bastante disgustado, el capitán Contreras, seguía en la sala disfrutando de los mimos de su madre, amaba profundamente a su Cuchi Barbie, como cariñosamente la llamaba, no sin recibir uno que otro pellizco de su parte por ese motivo.
Ella era de las pocas personas, con las que se permitía comportarse de forma relajada, así que aprovechó el momento para ponerla al tanto de lo que les había informado el medico de EMI, sobre el muy seguro embarazo de Angélica María.
Lina Patricia Caicedo, no podía sentirse más feliz después de esa revelación, vamos que Juancho, era un principito y ahora venía otro bebe en camino y su soldadito de plomo, además de hacerla abuela dos veces, se casaría en cuestión de un par de días, con una mujer maravillosa.
 Justo cuando estaba más temerosa por la felicidad a futuro e incluso la vida e integridad de su hijo menor, ya que sabía de buena fuente los hábitos militares de su hijo y francamente le aterraban.
No sabes lo feliz y orgullosa que me siento por todo esto mi niño, ahora tienes tu propia familia, eres padre, y uno muy bueno por cierto, tienes a tres personas maravillosas que te aman y que necesitan de ti.
Manifestó pletórica de dicha la doctora Caicedo, así que ya no puedes seguir arriesgando tu vida de forma absurda e irresponsable, como lo has hecho hasta ahora, esto último lo dijo con expresión seria.
No tienes absolutamente nada más que demostrarle al “DRAGON”, créeme mi niño, no vale la pena, tu padre nunca va a estar conforme con nada, para el solo existen sus planes, el dinero, sus tropas y su insaciable sed de poder, ese hombre nunca mereció la esposa que tenía y los tres maravillosos hijos que tuvimos durante mas veinte largos años de matrimonio.
Lina Patricia, dijo esto triste, mientras observaba una fotografía del general junto a su escolta personal que Andrés Felipe, tenía en un porta retrato en la sala, divorciarme de Hernando Contreras, fue lo más sano que hice, por mi propia tranquilidad y la felicidad de ustedes.
En ese preciso instante, Juan Andrés, regreso a la sala del apartamento, interrumpiendo la conversación que madre e hijo sostenían de forma Animada hasta ese momento, ya que su padre al notar su arribo, se separó de los brazos de su madre con cuidado y endureció el gesto nuevamente, mirándolo de forma inquisitiva de arriba hasta abajo, estaba perfectamente vestido y abrigado con la chamarra nueva que el mismo le había sacado del armario, incluso traía puestos el pasamontañas y los guantes de lana.
Papi, … ya estoy listo para salir, dijo el niño, con tono apagado y mirada triste, al ver la cara de molestia de su padre, tratando de disimular delante de su abuela, a la que le sonrió animadamente al tiempo que le daba otro Abraso y muchos besitos en las mejillas.
El mocoso podía ser un dulce cuando se lo proponía, pero en otras ocasiones se podía comportar como un caramelo pero de los ácidos, pensó con cierto pesar su padre, ya había notado recientemente que cuando su niño le hablaba molesto y con grosería, eso lograba lastimarlo en serio.
Mis hijos, yo voy saliendo junto a ustedes, manifestó la Doctora Caicedo, la cual había notado la evidente tensión surgida entre padre e hijo,  pero prefirió guardar un prudente silencio.
miren nada más la hora que es, hoy tenia reunión de concejo académico, con los docentes de mi facultad y voy evidentemente tarde, espero que disfruten de su cena y los espero mañana a almorzar junto con Angélica María en la casa, ya que tengo demasiadas ganas de conocer a mi nuera.
Una vez llegaron al parqueadero subterraneo del edificio, la doctora Lina Patricia, volvió a palidecer al recordar en qué tipo de vehículo solía movilizarse su hijo cuando estaba en Bogotá, le daba terror esa cosa, y ahora mismo lo tenía en frente cubierto por una carpa.
Andrés Felipe, espero que tengas el mayor de los cuidados al conducir ese aparato del demonio, mira que llevas de pasajero a mi nieto, manifestó Lina Patricia, con un gesto y voz de auténtica preocupación maternal, mientras que Andrés Felipe, sonreía con algo de picardía y Juancho los miraba completamente despistado, que era lo que su padre tenía cubierto con esa carpa acaso?
Note preocupes por eso mami, tu nieto estará perfectamente a salvo conmigo, dijo con sarcasmo el militar, al tiempo que quitaba la carpa gris de caucho que cubría un automóvil negro, JAJAJAJAJAJAJAJAA, rio con descaro, pobre de “LA BESTIA”, dijo haciendo alusión a un Chevrolet Camaro Súper Sport, con motor 398 stroker, con carburadores dobles EDDELBROK y doble árbol de levas, un auténtico destructor de pavimento, que se había mandado a construir a medida cinco años atrás.
Vehículo que por sus prestaciones altísimas había sido re bautizado como “LA BESTIA”, no entiendo porque después de tantos años no logras quererlo un poquito, si es una auténtica monería,  dijo Andrés Felipe, haciendo un puchero fingido.
Precisamente porque es una bestia horrible,  es que no logro calarme que andes corriendo como un demente por las calles de esta ciudad tan congestionada en ese aparato del infierno, manifestó la médico con bastante preocupación y algo de nervios.
En fin, mejor me voy primero que ustedes, antes de que enciendas esa cosa, que hace un escándalo atronador, que me crispa los nervios, nos vemos mañana a medio día mi príncipe hermoso, dijo con dulzura dándole varios besitos a su nieto y un tremendo abrazo de despedida, lo mismo hiso con su hijo, para después encender su automóvil  y partir veloz del lugar, el “juguete” de su hijito menor en serio que la ponía nerviosa.
Andrés Felipe, procedió a abrir el vehículo, subiendo en él, al tiempo en que le abría la puerta del pasajero a Juan Andrés, indicándole con su mano dando palmaditas a la cojinería de cuero del asiento que subiera.
El niño obedeció las indicaciones de su padre de inmediato y en absoluto silencio, ya estaba bastante molesto con él y lo último que deseaba era cabrearlo más, verlo tan serio, tan seco e indiferente, tan militar, no le estaba gustando mucho que digamos.
Ponte el cinturón de seguridad por favor, espeto de forma seca Andrés Felipe, dirigiéndose a su pequeño, sin siquiera mirarlo, al tiempo en que daba start al encendido del automóvil, el cual prendió al toque llenando el parqueadero de un sonoro estruendo RUUUUMMMM RUUHMMMMMM.
MOOOLA, dijo Juan Andrés, sorprendido con la potencia del motor del automóvil de su padre, aferrándose un poco más en el asiento, en serio era intimidante, rugía con furia, sentía la vibración, el torque del motor, cuando de forma inopinada, sin avisar Andrés Felipe, salía del lugar haciendo chillar las gomas del auto, lo cual enterró un poco al niño en el asiento por la tremenda aceleración.
El camino hacia el centro comercial lo hicieron de forma muy rápida, pero en absoluto silencio, Juancho, estaba emocionadísimo al estar viajando en compañía de su padre con tremendo estilo, “LA BESTIA”, era un coche radical, que atrajo miradas sobre ellos en todos los semáforos en que se detuvieron,  Aunque no lograba disfrutarlo del todo, ya que su papito no lo había Determinado durante todo el trayecto, jamás había visto a su padre tan molesto con el antes.
esto ya le estaba preocupando, era preferible que le hubiera reñido durante todo el trayecto, que incluso le hubiera anunciado una buena al regresar a casa de cenar por grosero, pero nada había ocurrido, todo era absoluto silencio, salvo por el atronador sonido del motor del carro.
El coche fue guardado en el parqueadero del centro comercial, poco después ya estaban sentados en un local de Dominoes, observando la carta con detenimiento, te parece si pedimos media pizza hawaiana y media de pollo con champiñones? Pregunto Andrés Felipe, muy serio y seco mirando a su niño.
Sí señor…., suena… rico, contesto bajito y con gesto bastante triste, fingiendo una media sonrisa Juan Andrés, sus hermosos ojos color miel ya estaban bastante brillantes y algo húmedos, cosa que fue notada de inmediato por su padre, el cual sintió como se arrugaba su corazón.
Pero había decidido ser firme en esta ocasión, durante uno de sus cursos militares había estudiado la psicología inversa en combate, eso sin duda sería útil, ya que si su adorado Juancho  recibía por un par de horas el mismo trato, la misma forma de hablar ruda que solía utilizar con sus padres, eso seguro lo Haría reflexionar y ver las cosas en perspectiva, eso sería más útil que otra tunda seguramente.
Padre e hijo cenaron en absoluto silencio, mientras Juan Andrés, sentía como si la comida se le fuera a atragantar en cualquier momento, cosa que noto Andrés Felipe.
Pero decidió ignorar todo por completo, lo hiso adrede, no diría nada, quería que cenaran en absoluta paz, para él las horas de comida siempre fueron sagradas.
Cuando ya habían pagado la cuenta y se disponían a salir del local, el niño se armó de valor y decidió tratar de conversar con su padre, el cual estaba revisando el inbox  desde su móvil. 
De cualquier cosa. Lo que fuera, cualquier tema estaría bien, pero necesitaba oír su voz, romper este silencio odioso, esta apatía de su parte, que le dolía más que unas nalgadas.
Papi, nos vamos ya para el apartamento? o le vamos a buscar una ensalada de frutas a Gelica? Pregunto con tono dulce el niñito, esperando ansioso la respuesta de su padre, el cual lo miro de reojo apenas levantando la vista de la pantalla del teléfono móvil.
Oiga, sabe que si chino (niño), creo que sería muy buena idea llevarle eso a mí morena, seguro se levanta en un rato con bastante hambre, ya que vomito Hasta el ponqué de la primera comunión esta tarde.
Gracias por el dato parce (amigo), vamos a creps n wafles que ahí venden unas deliciosas.
Juan Andrés, sintió como si un balde de agua helada le hubiera caído encima de improviso, no se lo podía creer, su papito le estaba hablando de ese modo??  Chino?,  Parce?, además todo indiferente y seco en su mirada, en sus gestos, su papi que normalmente destilaba dulzura cada vez que le hablaba o se acercaba a él.
Sintió como un nudo se le hacía en la garganta y sendos lagrimones rodaron por sus hermosas mejillas, esto no podía estar pasando, su papito nunca lo había tratado de ese modo, era horrible oírlo hablar así, JODER, si él era su hijito, su niño, no era uno de sus compañeros del ejército, ni un soldado.
Se secó las lágrimas inmediatamente con la manga de la chamarra que traía puesta, tratando de disimular  la enrome tristeza que embargaba todo su Tierno ser en ese mismo instante.
Se dirigió en compañía de su padre rumbo a Creps n Wafles, tratando por puro instinto de tomarlo de la mano, el militar al notarlo, lo miro de reojo y le dijo con sarcasmo, guardando su teléfono móvil en el bolsillo derecho de la chamarra deportiva que traía puesta.
No se supone que soy “un man Intenso”?, fresco parcero no necesita portarse lambiscón conmigo, yo pienso que usted ya está lo bastante grandecito para caminar solo no cree?
Es más, si tanto fastidio le da que sus cuchos (padres), lo molesten, insistiéndole en que use ropa bien abrigada aquí en Bogotá, pues breve panita, no la use, eso sí, cuando le dé una bronquitis bien corrompida y toque hospitalizarlo, no se vaya a quejar por las inyecciones de anti bióticos constantes, ni por qué lo nebulicen cada tres horas, estamos? Tenemos un trato?
Hablarle a su hombrecito de ese modo, al niñito de su corazón lo estaba destruyendo por dentro, eso le había dolido horrores a ambos, pero su Juancho necesitaba aprender esta lección.
Las palabras podían ser usadas como armas, una frase dicha de mala manera sin pensar, con rabia, podía doler más que un puñetazo en la cara si quien te la decía era alguien a quien amabas.
Juan Andrés, lo entendió de inmediato, ya que escuchar a su padre referirse a él en esos términos y además de eso tratarlo de forma tan seca, como si fuera un completo extraño le había dolido profundo en el alma.
Las odiosas lágrimas se escapaban a raudales de los bellos ojos color miel del niño, estaba demasiado dolido, simplemente no lograba contenerlas, pero como un buen Contreras que era, se aferró fuerte de la mano de su padre y aunque lloraba con autentico sentimiento, siguió caminando en silencio a su lado por el centro comercial.
Andrés Felipe, sentía como el corazón le estallaba en pedazos como dinamitado, esto le estaba doliendo más que una herida de bala, en ese momento hubiera preferido eso, antes que ver al niñito de sus ojos llorando a mares completamente triste y dolido por su causa.
Compraron la ensalada de frutas en Creps n Wafles, en absoluto silencio, Juan Andrés, se secaba los lagrimones que no paraban de brotar de sus bellos ojos, con su manita izquierda, pero con la derecha no soltaba la mano del militar en ningún momento, él no lo dejaría pasara lo que pasara.
El viaje de regreso al apartamento fue absolutamente lúgubre para ambos, Andrés Felipe, no supo en que momento las lágrimas se le escaparon a el mismo de los ojos y rodaban hirviendo por sus mejillas.
Mientras que Juan Andrés, se moría de tristeza, sentado en el asiento del pasajero, llorando a raudales, tratando de hacerlo en silencio, secaba sus lagrimones una y otra vez, pero no conseguía parar de llorar.
Simplemente esto le dolía demasiado. Hubiera preferido una buena tunda en lugar de aquello, Pero los hipidos, los pucheros, ese llanto sentido que trataba de controlar, termino por superar sus fuerzas cuando finalmente habían entrado al apartamento y su padre regresaba de la cocina, después de guardar la ensalada de frutas de Angélica María, en la nevera.
Juan Andrés, estaba de pie, en el medio de la sala esperando por su padre, completamente compungido, sintiéndose la peor mierda sobre la faz de la tierra.
Pensando que su papito ya no lo quería más, que simplemente se había hartado de él, que de ahora en adelante lo soportaría simplemente por ser su hijo, pero que sería frio e indiferente con él en los años venideros y esa perspectiva le resultaba insoportable.
Era un temor absolutamente irracional e infundado de su parte, ya que el oficial militar amaba a su hijo con cada célula de su ser y eso jamás cambiaria, pero el niño había recuperado a su padre hacia tan poco tiempo, que aun cargaba a cuestas demasiados miedos e inseguridades.
Entre esas no conseguir ser digno del amor de su padre, no lograr dar el ancho, que el Capitán Contreras, se decepcionara de él y ya no lo quisiera amar más, temor absurdo que padre e hijo compartían, pues Andrés Felipe, toda su vida había vivido persiguiendo la sombra de su padre, tratando de estar a su altura, de enorgullecerlo.
Lentamente un adolorido Andrés Felipe, se acercó a su niño, lo tomo suavemente de la manito y lo llevo hasta el sofá de la sala, con el fin de sentarse ambos y poder hablar cara a cara.
A la misma altura al hacer contacto visual, ya que no deseaba transmitirle una imagen autoritaria, de dominio, al conversar con el mirándolo enojado desde arriba hacia abajo.
Deseas decirme algo hijo? Inquirió de forma suave el militar, suavizando incluso la mirada y el gesto, ya quería que todo aquello parara de una buena vez, estar enojado con Juan Andrés, era lo último que deseaba en ese momento.
Siii, si…señor, yo… yooo, ish, ish, ishhh, ishhh, BUAAAAAA, BUAAAAAAAA,BUAAAAAAAA, PERDONAMEEEEEE, SOY UN BURRO, SIEMPRE LA CAGO AL HABLAR, CUANDO ESTOY MOLESTO DIGO BOBADAS SIN PENSARLAS ANTES, perdóname papitoooo, yo no quería hacerte sentir mal.
Te das cuenta cómo se siente de feo que una persona que amas te trate con desdén y grosería amor? Pregunto de modo dulce el militar, al tiempo que con ternura secaba los lagrimones del rostro de su niño con sus manos. Haciendo que Juan Andrés, recuperara la tranquilidad, sentía ingresar una bocanada de aire fresco después de creer que se estaba asfixiando, lo siguiente que hiso el niño fue lanzarse a los cálidos brazos de su padre, el cual lo atrapo en un fuerte y prolongado abrazo, un abrazo protector, firme que alejo todos los miedos e inseguridades de su corazón.
BUAHHH, BUAHHHH, NUNCA MAS PAPITO, JAMAS VUELVO A HABLARTE ASI NI A TI NI A LA MAMA, PERDONAMEEEE, BUAHHHHHH, BUAHHHH, seguía llorando descontroladamente, estaba al borde de un ataque de pánico, pero poco a poco su papito lo fue calmando a base de mimos, caricias y besos.
Andrés Felipe, lo sentó en su regazo y lo acuno contra su pecho, meciéndolo suavemente al tiempo que le daba besitos en la cabecita, en las mejillas, sin Poder controlar la salida de sus lágrimas al tiempo, todo aquello había sido devastador para ambos, pero él debía ser fuerte por su hijito.
SHHHH, SHHHH, ya mi príncipe adorado, SHHH, ya paso mi vida, no hay porque seguir llorando, el papito te adora mi ángel, suceda lo que sea, hagas lo que hagas, eso jamás va a cambiar hijito, lamento tanto que pasaras por esto, pero necesitabas aprender una lección valiosa mi amor, ya paso mi niñito bello.
Así siguieron padre e hijo, fundidos en medio de un profundo abrazo, por casi una hora entera, transmitiéndose mutuamente seguridad, amor y una infinita calidez, hasta que el niño finalmente se calmó por completo y se separó un poco del pecho de su padre, para después mirarlo ansioso con ganas de preguntarle algo.
Papito, puedo dormir con Gelica y contigo esta noche? Seguido esto de su mejor carita de cachorrito triste con puchero incluido de refuerzo, es que no quiero dormir solito en mi habitación, mira que fuiste muuuuuyyyy malo con migo esta noche y necesito muchísimos más mimitos y abrazos de mis papis para volverme a sentir bien.
Andrés Felipe, lo observo entre sorprendido y divertido, ante el desparpajo y las ocurrencias de su mocoso, sin poder evitar dejar escapar una enorme sonrisa, bueno,… esta noche vas a dormir en medio de los papitos, a ver si con eso consigo que me perdones por ser un ogro feo que trato mal a su bebito inocente, dijo el militar con ternura.
PLAS, al tiempo que lo enviaba a su habitación dándole una suave pero sonora nalgada, a ponerse el pijama, vamos, cámbiate rápido que tengo muchísimo sueño.
Juan Andrés, regreso en menos de tres minutos con un pijama muy abrigado puesto y pantuflas, la lección había quedado más que aprendida esa noche, estaba completamente feliz de que su padre siempre terminara dándole gusto y cediendo a sus caprichos.
Así padre e hijo ingresaron suavemente, en completo silencio a la habitación principal de su apartamento, procurando no perturbar el sueño de la mama.
Andrés Felipe corrió de lado las cobijas y le dijo sonriente pero fingiendo marcialidad a su hijo, “Suba a bordo soldado”, para que el niño entrara a la cama primero y así quedara en medio de ambos.

“Señor si señor”, contesto el mocoso con una bella sonrisa, al tiempo que se acurrucaba al lado de Angélica María, seguido por su papito, los Contreras Torres, pasaron el resto de la fría noche bogotana, juntos, abrasados, en medio del más cálido, profundo y placentero de los sueños.

15 comentarios:

  1. Andrés digno hijo de su padre... quien es el para usar psicología inversa y causar más inseguridades en el niño... en vez de agradecer cada que su hijo lo recibió con infinito amor... pretende cambiar al niño de la noche a la mañana cuando nunca estuvo presente en su educación... es bien fácil apacer 12 años después y querer dictar reglas por muy inocente de la maquinación de su padre la realidad es una sola Juan creció sin un padre y tuvo que lidiar con eso lo mejor que pudo y si es rudo y contesta mal pues que no cambie con amor no haciéndolo sentir la peor basura del mundo... que si es que esos lujos se los puede dar un padre presente que con años de amor le creo a su hijo la certeza que no importa el que siempre estará con él... un un padre que acaba de conocer a su hijo que como apareció en su vida puede desaparecer... lo siento peor Andrés Felipe se fue al paredón... y en espera a lapidación pública y colectiva

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  2. Tienes razón lady, se paso de bárbaro Andres Felipe con el niño, pero entiéndelo un poco, es un militar y padre primerizo ademas, bastante solitario, el roll de hombre de familia lo esta tratando de asimilar, ama a Angie y a Juancho con su alma, pero como todo militar en ocasiones es medio bestia.

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  3. Me encanto, continúala pronto por favor.

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  4. Ya quiero leer como va a reaccionar el abuelo.

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  5. Andres Contreras!! :3
    Que puedo decir con lo que no me extienda como 3 cuartillas? xD, Tu historia en verdad me fascina, es una mezcla absoluta de emociones, sentimientos y bueno hombre es que en un solo capitulo experimentas la tristeza, felicidad, los nervios :3 debo decir que leo esta maravilla desde el primer capitulo pero no habia podido comentar ;/ Pero bueno mas vale tarde que nunca asi que Bienvenido! Entraste por la puerta grande hombre :3
    Mmmm queria golpear a Andres Felipe por ser tan rudo aunque le doy punto de razón xD una lección un tanto dura pero necesaria y mejor a llevarse otra tunda :O
    Ya quiero saber que pasara con el "dragón" y Andres Felipe xD aunque a ese señor si me dan unas enormes ganas de fusilarlo
    Y bueno solo me resta decir que esta familia me tiene totalmente enamorada <3 Y es que particularmente me fascinan las relaciones padre-hijo asi de cariñosas y mimosas :D
    Saludos y un abrazo :D
    Escribes de maravilla
    Att.Miranda

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    1. Muchísimas gracias miranda, que bueno que te guste tanto la historia, ademas me encanto que hayas entendido la motivación y el enfoque que el militar le dio a su actitud como forma alternativa de castigar al niño por su grosería. aunque concuerdo con todas, se paso tres pueblos al hacerlo, jejejejejejeje

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  6. Cada vez me convenzo más que no me interesa ya el encuentro entre Juan Andrés, Andrés Felipe y el famoso General Contreras Whitemore... para qué?! Ya son felices ellos tres y el resto de la familia... si el general decidió vivir una vida fría y amargada, deseoso de poder, que la viva él solo! Que no llegue a perjudicarlos y entristecerles a ellos

    Se le pasó tres pueblos a Andrés eso de la psicología inversa, pobre niñito él, tan dulce y además pre adolescente, Andrés Felipe y Angélica tendrán que tener muchísima paciencia con eso!

    Muy lindo capítulo!

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    1. Gracias Camila, por tu comentario, como siempre muy enriquecedor, pero me temo que el Dragón va a entrar en escena y va a ser tremendo, para todos los involucrados.jejejejejejejeje

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  7. Wow aqui apareciendo...no soy de las que comenta mucho pero no puedo negarlo me encanta la trama de esta historia, es sencillamente esquisita, lo de Andres si se pao, te creo que hubiese sido de ida al lugar o inclusive mientras se alistaba el pekeño o a lo maximo a todo dar cuando volvian en el mismo automovil al ver llorar al peke, porque ver a su hijo llorar y no parar eso para mi fue pasarse demasiado, y vaya qye aprendio con esta leccion porque creo que este peque no la olvidara en varios años inclusive mas que una tunda con el cinturon o con lo que se te ocurra, e inclusive me gustaria leer que pensaria gelica y la abue del peke al saber como castigo su hijo a su pequeño, me imagino que a ella no le gustara nadita de nadita y algun reto se ganara, y uff tengo una cantidad de pensamientos e ideas de que pueda pasar que ni te imaginas, como por ejemplo que el general quiera meter a su unico nieto hombre(hasta el momento) en lo militar de igual manera para qeu siga "sus pasos" asi de esta forma continuaria su supuesto legado, oro y mas terrible aun que intente atentar contra gelica otra vez pero esta vez de una manera mas efectiva (intento de asesinato) pero a la vez disimulando ser el suegrito perfecto, o lo otro seria volver a mandar a su hijo a una mision pero eso ya lo veo mas dificil porque este seria capaz de salirse con tal de no perder a su familia otra vez, me imagino que ademas por como mencionaste el peke estoy segura que va a caer al hospital o se va a enfermar por ser tan descuidado, en verdad por favor trata de actualizar lo mas pronto posible porque leerte es simplemente maravilloso
    atte
    Mousse
    PD: no bromeo en serio CONTINUALA PRONTO!!!

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    1. Muchísimas gracias mousse, que gratificante saber que esta historia te guste y entusiasme tanto, tus ideas son un aporte muy valioso para la trama de la historia a futuro, las tendré muy en cuenta. un abraso.

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  8. Mi estimado Andres...

    He devorado cada parrafo y disfrutado mucho de las vistas, es un relato con una trama muy buena y novedosa jjjj...
    Muy contenta de los futuros planes, del embarazo en curso, del smor que reina en la familia y de la alegría de la abuela y espero con ansias el encuentro con el abuelo... Quiero ver que dira al conocer a su hermoso nieto jjjjjj me hace que le da un infarto por tonto jjjjjj
    En espera del proximo cap...

    Marambra

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    1. Que bueno que te gusto el capitulo, tu has acompañado esta historia desde el inicio, tu opinión es valiosa y motiva a seguir, un abraso.

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  9. Hola Andres, me encanta tu historia, tu narrativa y estilo son realmente unicos. Realmente me habria gustado poder escribirte hace muuucho tiempo, pero debido a las complicaciones laborales y de hogar desde el mes de febrero me ha sido imposible tomarme un tiempecito para comentar y el apenas si he podido mantenerme al dia con las lecturas. Espero poder comentar mas seguido. Lo que si es seguro es que tus capitulos me gustan sobremanera ya que detallan situaciones reales y cotidianas. Gracias por animarte a escribir.


    Hasta pronto............espero..........

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    1. Muchísimas gracias por tu opinión, espero sigas acompañando la historia y también que logres salir avante tanto en lo laboral como en lo domestico, te deseo lo mejor y te mando un cálido abrazo.

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