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sábado, 18 de abril de 2015

Ojos que no ven…manos que guían. Cap-4




Ojos que no ven…manos que guían.  Cap-4
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Estaba empezando una nueva vida con Eric, vivíamos en un departamento pero Fer era tremendo y nos había dado varios sustos por lo que mejor buscamos una casita.  A los tres meses  de  casados conseguimos una casa a buen precio cerca del trabajo de Eric y de una zona comercias en donde pondríamos un restaurante. Mis abuelos me seguían ayudando así como mis tíos a cuidar a Fer en algunas ocasiones. 
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El día que  fuimos a ver casas nos desilusionamos  con las primeras cuatro que vimos, pero cuando llegamos a la última… los dos dijimos “esta”… era perfecta y quedaba cerca de un parquecito.  Eric vendió el departamento para poder pagar la casa pero a esta le hacían falta remodelaciones y protecciones por lo que nos quedamos un par de meses en casa de los padres de Eric, cuando terminamos la casa llevamos a Fer a conocerla y le encanto su cuarto porque era más amplio y tenía todos sus juguetes a la mano.
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Un tiempo después  yo ya estaba trabajando en el restaurante junto con Diana una amiga de  tiempo atrás, llevaba a Fer a la escuela y lo recogía por las tardes llevándolo conmigo al trabajo, habíamos dejado un lugar para los niños ya que Diana también tenía hijos, Fer se entretenía bastante aunque no dejaba de hacer travesuras… pero lo podía controlar… a veces.
Alex – 11 años: no deberías hacer eso.
Fer- 9 años: porque no… estoy ayudando a mi mamá.
Alex: pero se te van a caer.
Fernando estaba lavando unos platos del fregadero su intención era buena hasta que se le soltó un plato y se hizo pedacitos en todo el piso.
Diana: que paso? –entro corriendo y yo atrás de ella-
Alex: le dije que no tenía que ayudar.
Diana: se cortaron?
Camila: están bien – me puse a revisar que Fernando no se hubiera cortado pero al parecer ninguno se lastimo- Fernando te dije que tenías que quedarte sentado.
Fer: solo quería ayudar.
Camila: te pudiste cortar –le di algunas nalgadas y lo lleve un rincón como castigo-
Fer: buuuua. Me pegaste.
Camila: te pudiste lastimar, te quedas aquí hasta que yo te diga –lo deje pegado a la pared hacía poco que lo castigaba de esa forma pero me funcionaba mejor que otro castigo-
Fer se quedó llorando un rato no lo dejaba mucho castigado pero lo hacía comprender un poco las cosas, en la tarde llego Eric y nos fuimos a la casa.

A media semana  me llamo mi abuelo y me dijo que uno de mis primos había muerto… un accidente… su mujer y él habían perdido la vida tuve muchos problemas con algunas personas pero ellos siempre fueron buenos conmigo… fui al sepelio y hay me encontré a mis padres y a muchos familiares.
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Cuando mis padres vieron a Fernando comprendieron que cometieron un error con su hija…
Cuando me entere que estaba embarazada fui muy feliz, era joven apenas había terminado la preparatoria y mi prometido era lo mejor que me había pasado lo conocía de mucho tiempo y las familias igual… de niños recuerdo que jugábamos y que su hermana era una de mis mejores amigas a pesar de que me llevaba casi por dos años… admito que nunca fui una niña bien portada ni muy refinada, vivía en un pueblo muchas veces ayudaba a mis abuelos con el ganado y cuando me hacían enojar era cosa seria.  El problema surgió cuando alguien empezó un tonto chisme, decían que yo me había acostado un muchacho mucho mayor… y que solo quería plantarle el bebe a mi prometido, cosa que ocasiono muchos conflictos porque mis padres se disgustaron conmigo y mi pareja me rechazo, mi orgullo no me dejo rogarle a nadie y termine por irme del lugar manteniendo comunicación con muy pocas personas.
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Mis padres supieron que era de Allan mi antiguo prometido y es que su parecido era increíble… sus malditos genes… lo bueno que Allan siempre fue muy atractivo sino me desgracia al niño… me dijeron que hablara con él pero me negué yo ya estaba felizmente casada y en espera de un niño… ya tenía 6 meses…  no le debía explicaciones a nadie, en su momento nadie me dejo darlas… ya era tarde para que las pidieran.  No pude negarles a mis padres que conocieran a Fernando pero tampoco estaba muy feliz.
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Mi primo había dejado a dos hijos Mariana 14 y Marcos 12 ellos Vivian en el  pueblo y para darles una nueva viva y un nuevo ambiente los lleve a mi casa, antes lo hable con Eric el cual  acepto.
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Al tiempo  de acostumbrarnos todos a los nuevos cambios los chicos se la llevaron muy bien y con la llegada de un nuevo integrante a la familia estábamos pensando en construir más recamaras, por el momento Marcos y Fer compartían cuarto. Eric estaba encantado con un nuevo bebe.
Camila: paso… no pienso tener 8 hijos… que crees que no duelen.
Eric: pero con 4 hijos no puedo formar un equipo de nada… anda. –contando que ya teníamos 4 hijos y dos de ellos propios  y mis sobrinos-
Camila: no… si fueras tú el que los va a tener con todo gusto aceptaría, pero como eso nunca va a pasar.
Eric: mmm si. –puso un puchero muy infantil para convencerme, según él-
Camila: no… Es hermoso ser madre pero también es muy complicado y no hagas tondo escandalo vas a despertar al bebe.
Eric: mmm no quieres jugar –empezó a besarme el cuello-
Camila: espérate, Eric… la puerta está abierta.
Eric: eso es fácil –se paró corriendo y cerró la puerta con seguro-
Camila: shuuu…
Los dos estábamos muy entretenido hasta que mi esposo cayó al piso y despertó al bebe de casi tres meses.
Eric: auuuu
Manuel: buaaaaaa, buaaaa
Camila: jajaja
Eric: no te burles mujer, que no tiene gracia.
Camila: yo, tú fuiste el que despertó al bebe. -me pare de la cama y  arrulle a Manuel y le di una sonrisa burlo a Eric.
Eric: eey enano porque te despertaste.
Camila: vamos a dormir, recuerda que mañana tenemos que trabajar… -Eric puso su mejor cara de lamento… pero se metió a la cama-
Los dos nos  quedando dormidos, en la mañana llevaba a los niños a la escuela y dejaba a Manuel en la guardería  lo cuidaban por las mañanas… en la tarde lo recogía y Mariana me ayudaba a cuidarlo un rato.
Mariana estaba cuidando Manuel y dándoles un vistazo a los chicos.
En el restaurante nos tocaba atender a todo tipo de clientes y había uno que frecuentaba mucho el lugar, siempre se sentaba donde mismo y pedía lo mismo, admito que se la pasaba tirando flores a una de las empleadas o en ocasiones a Diana y a mí… pero no le prestábamos atención solo lo ignorábamos…  nunca lo hacía de una forma irrespetuosa sino más bien coqueta.  
Diana: niños no estén corriendo van a tirar a alguien.
Alex 12-13: mamá. No tiramos nada.
Fer 10años: yo no estoy corriendo.
Marcos 13años: solo estamos jugando.
Camila: pues mejor siéntense a comer ya es tarde vamos… Mariana y Samanta  también ya siéntate a comer.
Tenía a Manuel en un porta bebe, dormía mucho por suerte. Como era una hora en la que había poca gente los niños se sentaron en una mesa y las chicas en otra.
Samanta: ya viste es el mismo de siempre… yo no sé a qué viene.
Mariana: viene solo a ver a Alejandra, a tu mamá y a mi tía… creo que es solo un pervertido…  
Fer: quien es pervertido?… que es pervertido?
Samanta: shuuu
Fer: ¡!!es un secreto¡¡¡
Marcos: una persona que está aquí en el restaurante… y se le dice pervertido a mmm… los que solo están viendo a una mujer y les faltan al respeto mmm creo…
Fer: le falta al respeto a mi mamá… dónde está?
Alex: a tres mesas de aquí, así que no grites nos puede escuchar.
Fer: tres mesas… para dónde?
Marcos: tres mesas a tu derecha… por qué?
Fernando se paró un rato de la mesa y recorrió el área ubicando al cliente…
Mariana: disculpe señor si mi primo lo molesto… ee que haces? –se lo llevo y lo sentó-
Fer: aun nada.
Diana: que hace usted parado a comer… les traje agua… Samanta ayúdales a servir el agua por favor.
Fer: yo, yo la sirvo…sirvió los primeros vasos claro con la ayuda de Samanta pero dejo la jarra de agua un poco debajo de la mitad con  hielo y una vez que todos estuvieron sentado Fer se paró de su silla y se dirigió a la mesa del cliente y le  vacío encima lo que quedaba de agua.
Cliente: aaa esta fría… niño que te pasa?
Mariana: aaay perdón señor.
Diana: Fernando… porque has hecho eso?
Yo estaba en la cocina limpiando porque ya casi cerrábamos  pero al escuchar  el gritar y que regañaban Fer salí.
Fer: por decirle graserías a mi mamá.
Cliente: yo no hice nada malo.
Camila: que paso? Fernando que hiciste? Disculpe señor no va a pasar otra vez… que pena deje la paso una servilleta.
Cliente: no déjelo así…  yo me paso a retirar… compermiso. –salió molesto- 
Unos jóvenes que estaban en una de las mesas algo alegadas solo estaban riendo…
Camila: Me quieres explicar que paso aquí?
Fer: ellos dijeron que era un pervertido y que te falto al respeto… mami yo solo lo puse en su lugar… no te enojes.
Diana: chicos que le dijeron?
Samanta: él nos escuchó hablar, nosotros no le dijimos que le vaciara la jarra de agua.
Alex: además ustedes también han dicho que es un patán y no sé qué cosas más … todavía que les hace un favor.
Diana: no fue la forma, además el señor nunca ha sido grosero… si, dice cosa que no son, pero ese es problema de grandes.
Camila: vamos jovencito usted y yo tenemos una seria conversación. –lo lleve dentro-
Fer: mami yo no hice nada malo shhf.
Camila: no tienes por qué hacer esas cosas… a veces no entiendo como haces ese tipo de cosas… lo que hiciese fue una falta de respeto y no lo tienes que hacer….–le saque el pantalón y sentándome un una silla lo acomode en mis piernas, el ya empezaba a llorar porque no quería que lo castigaran-
Buuuaa, no mami… ya me porto bien…shiff
Passs, passs, passs, Passs, passs, passs, Passs, passs, passs –buaaa wuaa buaaa auuuu – pataleaba para que lo soltara por lo que lo atrape con mis piernas… le baje el calzoncillo… ya tenía sus nalguitas rojas por lo que le solté las ultimas.
Passs, passs, passs, Passs, passs, passs,– wuaa uaaa buaaa wuaa  auuuu –
Camila: ya bebe, no tienes por qué hacer esas cosas… te vez muy feo... ya… te vas a quedar aquí unos minutos… -le subí  su ropita y  lo deje paradito a medio cuarto el castigo era no moverse del lugar- salí un rato y entre a los 8 minutos tenía la carita llena de lágrimas.
Camila: ven mi niño precioso… -lo cargue y me senté con él en la silla… ya no lo podía cargar mucho tiempo… estaba pesado.- 
Fer: me pegaste y me duelen.
Camila: si tus pompitas siempre pagan tus travesuras pero si las dejas de hacer ya no te van a doler.
Fer: shff buuuua
Camila: shuu ya. –me quede arrullándolo un rato hasta que se acordó que tenía hambre-
Fer: ma… mi tripa tiene hambre shff.
Camila: pues vamos a darle de comer. –Salimos con los demás que ya casi terminaban de comer y los chicos no pudieron evitar decir bien hecho cosa por la que se ganaron un jalón de oreja-



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