Ojos que no ven…manos que guían. Cap-9

Ojos que no ven…manos que guían.  Cap-9

Allan

Una vez que pude comprobar que ese chico era mío, decidí ir a buscar a Camila y pedirle una explicación, no tenía una prueba de ADN pero no la necesitaba  si ese niño se parecía a mí. No sabía cuánto tiempo estarían ahí por lo que no podía perder más tiempo,  el domingo fui a buscarla… estaba con Mariana, las dos solas en el lobby del hotel cuando Mariana se fue yo me acerque a Camila y cuando me vio solo dio media vuelta para retirarse.

Allan: espera… quiero hablar.

Camila no dijo nada solo siguió caminando por lo que la tome de la muñeca y la jale.

Camila: oye idiota suéltame.

Allan: para insultar si puedes hablar.

Camila: déjame en paz.

Allan: porque no me dijiste que Fernando es mi hijo? –le recrimine-

Camila: tu hijo?    si claro,  él no es tuyo… tu dijiste que no era tuyo…tú lo dijiste, no yo… así que suéltame.

Franco: hijo suéltala. –Mi padre me apretó la mano para que  soltara la de Camila-

…

Nos alejamos de la vista de todos y nos fuimos  hablar con ella… mi hermana, que no me di cuenta en que momento apareció junto con mis padre, fueron los que nos llevaron a un lado más privado.

Ana: Cállate Allan me desesperas… Camila, sé que lo que el idiota de mi hermano te hizo no tiene perdón.

Allan: ¡perdón! lo que yo hice?   yo no me lleve al hijo de nadie…

Camila: No tienes ningún derecho a reclamarme nada.

Allan: tengo todo el derecho del mundo porque él es mi hijo –le grite-

No lo vi venir, pero Camila me soltó una cachetada que me voltio la cara.

Camila: no es tu hijo, perdiste el derecho cuando dijiste que “esa cosa no era tuya” y cuando me corriste de tú casa.

Solo me lleve la mano a la mejilla, me quede callado… no supe que contestarle porque ella tenía razón, yo la corrí porque en su momento creí que me había sido infiel y no pensaba quedarme con el hijo de una aventura para que me recordara que tenía los cuernos bien puestos.

Ana: sé que no vas a perdonar al tarado… pero dale una oportunidad de conocerlo.

Camila: no.

Allan: que orgullosa eres. Me equivoque, lo siento,  perdón… pero yo no fue el que empezó los rumores… estaba confundido y tú te fuste.

Camila: aaa estoy a si  de agarrar un palo y darte Allan… así que cállate.

Allan: te fuiste, para mí fue como si todos tuvieran razón… yo quería formar una familia… yo quería ser padre. Y admite que si lo que hubiese sonado era que yo te ponía los cuernos me hubieses agarrado a palos como lo acabas de decir…

Sabia de lo que Camila era capaz, una vez una chica me beso y yo no hice mucho para quitármela  y Camila  me dio tremenda patada donde la luz no toca yo hubiera jurado que me quedaría estéril pero tengo tres hijo… era fácil pensar que me podía dar una paliza… yo le quería jamás le haría daño, pero en aquel momento estaba muy dolido porque la gente confirmaba a verla visto con otro.

Camila se lo pensó un poco y admitió.

Camila: si, te hubiera puesto una paliza pero también hubiera perseguido a la zorra  para saber la verdad. Pero sabes que… no importa, porque estoy muy bien con mi familia así que te pido que te pierdas y me dejes –Camila solía ser muy tranquila, pero enojada era cosa seria además de ser muy orgullosa-

Allan: no te voy a dejar… hasta que me dejes conocerle.

Camila: lárgate porque te prometo que…

Eric: Camila, tranquilízate

Un hombre llego en ese momento y le tomo la mano que apuntaba directo a mí, parecía que Camila se iba a poner a llorar pero contuvo todas esas lágrimas.

Allan: déjame conocerlo, solo eso te pido.

Eric: lo mejor será que me la lleve, no creo que en este momento te pueda dar una respuesta. Vamos amor.

Camila empezó a caminar en dirección al lobby y solo le puede escuchar decir…

Camila: yo no le voy a dar a mi hijo, es mío… no voy a permitir que me lo quiten.

Eric: tranquila nadie te lo va a quitar.

Solo los vi alejarse y por ese día la deje pero no me quedaría sin una respuesta, al día siguiente fui y mis padres me acompañaron, según ellos para que no cometiera una tontería o estupidez como decía mi hermana.

El mismo sujeto del día anterior se topó con nosotros y  hablamos un poco, me dijo que Camila no cambiaría tan fácil de opinión pero que había accedido a que conociera a Fernando pero que no le pidiera algo más, Eric llamo a Camila y le dijo dónde estaba y que estaba con nosotros, Camila llego a los quince minutos, más a fuera que de ganas.

Camila: solo lo vas a conocer,  que te quede  muy claro que no tienes ningún derecho ante él, está claro.

Allan: como el agua.

Camila nos dirigió al cuarto en el que se estaban quedando, Fernando estaba acostado en la cama con un pequeño niño es su espalda, solo estaban ellos dos, por mi cabeza solo se cruzó que eso era una irresponsabilidad dejar a un pequeño y a un chico ciego pero solo me mordí la lengua para no decir lo que pensaba.

Camila: Fer recuerda lo que hablamos en la noche.

Fer: mmm hablamos de muchas cosas, cuál  de todas?

Camila: de la persona que ayuda a que tu nacieras.

Fer: de mi padre biológico… dice Mario que el que puso los pescadito y huyo como cobarde… ese?

Camila: si ese.

Solo me quedo agachar la cabeza ante la forma de expresión.

Fer: que tiene?

Eric: está aquí y quiere conocerte.

El pequeño se bajó  de la espalda de su hermano y lo dejo parar, Camila fue la que lo dirigió  a mí y tomando su mano lo guio a la mía, de inmediato se la tome.

Allan: hola Fernando, un gusto en conocerte

Fer: eres el mismo que me ayuda en la playa cuando me perdí? –recordaba mi voz-

Allan: sí.

Camila: eso se llama acoso –dijo dándome una mirada de muerte-

Allan: quería conocerlo… no me puedes culpar por eso.

Fer: y porque apenas te apareces? Tienes hijos? Cómo te llamas?

Allan: me llamo Allan y si tengo más hijos. Y apenas me aparecí… porque cometí muchos errores y no sabía muy bien de tu existencia.

Fer: y que te dio por venir a verme? O porque has venido precisamente hoy.

Allan: hace algunos días te he visto  y supe que eras mi hijo (el destino quiso que conociera a mi hijo).

Laura: tiene toda la cara de tu padre. –Dijo mi madre atrás de mí-

Fer: jeje dice mi madre que tengo suerte de que el idiota de mi padre sea guapo que sino… jejeje

Eric: Fer tu boca, sin decir esas palabras hijo.

Fer: papáaa…  pero mi mamá lo a dicho.

Eric: si, pero tu madre es tu madre.

Fer: está bien... perdón.  

Me molesto  que Fer llamara papá a esa persona, solo me debería llame papá a mí y no a él. Pero él le había dado todo lo que yo no le di. Después de que Eric le regaño un poco, Fer me jalo y con sus palmas  empezó a tocarme el rostro, el cabello, las orejas, los brazos y las manos, simple mente me  agache un poco para estar a su altura y me quede quieto para que el viera a su forma… a su verdadero  padre.

Fer: tienes las manos ásperas.

Allan: de chico y la mayor parte de mi vida trabaje en una granja… más de chico que de grande… ya de grande solo era por ratos.

Fer: en una granja? Haciendo qué?

Allan: arreando ganado, ordeñando vacas, arando las tierras.

Fer: aaa genial y has tocado una vaca

Su cara se ilumino como si fuera la mejor cosa del mundo.

Allan: si.

Fer: y caballos y puercos y, y gallinas y serpientes  y esas cosas.

Allan: si, mm una serpiente… no fue  como tenerla de mascota pero si para sacarla fuera… y tu madre también ha hecho todo eso.

Fer: mami llévame, yo quiero ir.

Camila: hijo yo ya me desacostumbre a todo eso –se lo dijo tranquila y de una forma muy cariñosa-

Allan: yo te puedo llevar un día –no perdí la oportunidad-

Fer: mmm no, si mi mamá no va,  yo no voy.

Me puse un poco triste por la respuesta.

Allan: pues puedes ir con toda tu familia.

Nos quedamos un rato hablando, mis padres se acercar más para conocer a Fernando y me puse hablar un poco con Camila le dije que si podíamos reunir a las dos familias, quería que mi mujer conociera a Fernando y que a la vez el conociera a sus hermanos yo ya había hablado con ellos, Camila acepto a perder uno de sus días de vacaciones para complaces mi capricho, aunque su cara demostraba que no estaba muy convencida.

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El martes estábamos todos en la playa hablando, al principio fue muy incómodo pero mis hermanos que ya conocían a Camila fueron calmando la tención soltando alguna que otra burrada de lo que hacíamos en la niñez. Presente a Fer con la familia y con sus hermanos, Alondra se puso a preguntarle varias cosas y  Andrés al principio estuvo  algo celoso y las preguntas me las hacia a mí, como que tiene en los ojos? porque no puede ver? y esas cosas. 

Manuel: mami quiero un pan, pan. –estaba un vendedor a unos metros de nosotros-

Eric: muy bien, Marcos le puedes hablar al vendedor.

Marcos: si…. Eeeyy el que vende pan puede venir…

Eric: bueno… que para gritar yo también podía.

Marcos: no me dijiste como le llamara.

Vendedor: si.

Manuel: yo quiero pan, uno por favor.

El vendedor bajo la canasta para que los chicos escogieran, mis niños no querían  pan preferían comer frituras. Eric tomo los panes de los más chicos (Manuel y de Fer)  antes de dárselos les lavó las manos y los hizo sentar en una de las sillas ya que los dos estaban en la arena, les entrego el pan. 

Fer: de que es?

Eric: un pay de queso.

Fer: mmm que bien –se lo empezó a comer -  

A la hora  los muchachitos se fueron a la banana en compañía de Eric y Cesar.

Allan: tú no te quieres subir?

Fer: no, me da miedo.

Manuel: yo si quero subir.

Camila: eres muy pequeño te me puedes ahogar.

Manuel: mmmm

Fer: ee no te quieres quedar conmigo…mami y si nos vamos al agua ya me enfade de estar aquí.

Camila: muy bien… nos disculpan nos vamos un rato.

Laura: ustedes vayan.

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Camila

Estaba haciendo el mayor esfuerzo por portarme bien, pero agradecía mucho que Fernando me dijera que quería entrar al agua porque me pude ir lejos de aquella persona que en su momento me hizo mucho daño.

Fer: ma?

Camila: si amor.

Fer: no te cae muy bien  el señor Allan verdad.

Camila: se nota mucho.

Fer: jejeje si.... te cae  mal por mi culpa?

Camila: eso nunca, tu eres lo único bueno que he tenido de él. Pero tú  no te preocupes por eso, son problemas de mayores.

Manuel: mi hemanito tiene dos papás?

Camila: mmmm

Diana: si tiene dos papá, pero solo uno tiene el título y el derecho de serlo.

Manuel: porque?

Diana: porque tu mamá tuvo algunos problemas y el señor no se pudo hacer cargo de Fer y tu mami encontró a una persona que le ayudara.

Fer: si, yo adopte a mi papá, de papá –dijo con una gran sonrisa-

Manuel: yo también quiero dos papás.

Fer: para qué?

Manuel: dos regalos.

Camila: jajaja, convenienciero. 

Tenía a mis dos niños abrazados, a pesar de que Fer estaba entrando a la adolescencia seguía  siendo el mismo, le podía dar un beso y si yo le pedía uno, él me lo daba sin escucharlo decir… no mamá mis amigos están aquí o que vergüenza, ya estoy grande para esas cosas… típicas de adolescentes. Marcos solía decir esas cosas pero daba gracias a Dios de que Fer no le siguiera el paso y que a veces le contagiara esa forma de ser a sus hermanos.

Fer: mami…  mi papá se va a tardar en llegar? Se fueron muy lejos?

Camila: no creo que tarde en regresar

A los diez minutos todos llegaron la dichosa banana los había dejado a unos 15 metros les hicimos señas y ellos llegaron con nosotros.

Alex: de lo que se perdieron… nos dieron una vuelta y vimos una tortuga.

Manuel puso topo un puchero y se puso a llorar.

Diana: hijo cállate.

Manuel: a mí no me llevaron, feos.

Eric. No bebe no llores –lo cargo- tu eres muy peque para eso, te prometo que vamos a venir otra vez y te voy a subir sí, pero ya no llores.

Después de estar un rato en el agua nos salimos. Cuando estábamos cerca,  Allan  le preguntaba de todo a Fer, que le gustaba, si estudiaba y esas cosas. Estuvimos un buen rato pero Fer ya empezaba a molestarse, tenía sueño y estaba cansado y Manuel decía que tenía arena en el traje por lo que Eric lo llevo a enjuagar,  al poco rato los muchachos se pusieron a enterarse, las chicas se ponían colas de sirenas y se  tomaban  fotos, Manuel viendo a los demás tan divertidos fue con ellos y lo enteraron.

Marcos: no, como le ponen una cola ni que fuera niña.

Mariana: hay sirenitos por si no lo sabias.

Fer: yo también  quiero que me entierren.

Nos alegamos un poquito de la familia de Allan y fuimos ayudar a los niños, me puse a tomar barias fotos con la cámara.

Manuel: no, hemanito… eso no pongas.

Eric: Marcos deja de ponerle tonterías.

Marcos: bueno pues cuando has visto a una sirena sin pechos?

Eric: no es una sirena.

Mariana: es un sireno.

Eric: ¡un sireno!

Mariana: si.

Manuel: mami dile que no, hemanito no.

Camila: no lo hagas renegar que tú lo vas a lidear enojado.

Marcos: aaayy

Fernando no renegaba, estaba enterrado desde los pies hasta el cuello y los chicos aprovecharon para divertirse con él ya que no les decía eso sí o  esto no. Al rato de que estaba enterrado se me hizo raro que no dijera ni pio, me sacudí muy bien las manos y le moví los lentes estaba completamente dormido.

Camila: está cansado.

Eric: shuu no lo despierten, eeey quítenle eso…

Alex: solo se lo agrandamos jajaja.

Cesar: chistositos ya quítenlo.

Estos adolescentes y sus cosas, como les gustaba divertirse a costilla de los demás. Dejamos dormir a Fer un rato  pero no fue mucho lo que durmió a lo mucho diez minutos.  Se despertó cuando le cayó tierra en la boca.

Eric: Manuel, eso no se hace –le dio un manotazo, no muy recio en su pequeña manita-

Manuel: buaaaaaaa

Fer: uuuug

Le limpie la boca a Fer y lo medio decentare para que se pudiera parar.

Eric: porque hiciste eso?

Manuel: el me peleo buaaa–acuso a Marcos, siendo su intención lazar la arena a este-

Marcos: yo no te hice nada.

Manuel: hiciste así –saco la lengua-

Eric: pero no tienes que aventar arena.

Mariana: aay Marcos ya vez lo que haces. –Cargo al pequeño-

Manuel: perdón… hemanito perdón. –le dijo a Fer-

Fer: estas perdonado, pero que conste que yo no tenía hambre.

Manuel puso un puchero y se fue abrazar a su hermano, trato de limpiarle la boca pero solo lo llenada más de tierra terminado casi todo cubiertos.  Estaba cuidando muy bien que  no le cayera nada a los ojos. Los dos se pusieron hacer un castillo aunque Manuel ponía una cara de no muy convencido girando su cabeza a ambos lados ya que lo que estaba haciendo con su hermano no se parecía en nada a un castillo como los hacen en la tele los demás solo nos reíamos bajito.

Marcos: Mariana quieres cenas crustáceos.

Mariana: no gracias.

Alex: oo y nosotros que les trajimos unos cuantos,

Los mocosos sinvergüenza tenían un baldecito con cangrejos y los soltaron donde estábamos.

Samanta: aaaa

Manuel: mamiiiii –levanto sus manitas para que lo cargara-

Eric: muchachos…

Alex: aa no hacen nada.

Fer: mmm aaaayyy –de un tirón se bajó el traje- me pico algo…

Todo se hizo un desastre, yo tenía Manuel abrazado, Eric se había parado y estaba por pescar a un muchachito, Diana que estaba más cerca tomo la playera mojada de Cesar y tapo a Fernando.

Diana: Samanta, sacude el traje por favor.

La hija de Diana sacudió el traje y salió un cangrejito corriendo, le ayudo a poner de vuelta el traje.

Fer: que groseros son, yo no me estoy metiendo con nadie. –se sobo la entre pierna-

Eric y Cesar pescaron a los dos muchachos y los dejaron bien amenazaditos de que les iría muy mal llegando al cuarto, así que los dos chicos se quedaron sentados con cara de pocos amigos.

Camila: amor no tienes que hacer eso...

Fer: mami algo me pico.

Manuel: te dolió?

Fer: si. –dijo enojado-

Camila: ya, ven siéntate un ratito, ya no hay nada hijo, ven.

Lo senté a un lado de mí y deje a Manuel en mis piernas, Fer estaba entre enojado y sentido por lo que los entretuve a los dos un rato, nos fuimos a donde alcanzaba a llegar el agua de las olas y jugamos un rato, Ana llego y se sentó junto a mí y nos pusimos hablar.

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Allan

Dos jóvenes estaban en serios problemas, al ver sus casas se notaba. No supimos que pasaba, solo volteamos a ver cuándo una de las chicas grito, cuando Camila levanto al pequeño en brazos y poco después a Fernando gritar  y bajarse la ropa sin ninguna vergüenza y como fue tapado en cuestión de segundos.

Mi hermano que tenía más confianza con Camila fue a ver qué paso, si Fer estaba bien. Cuando regreso solo dijo que los chicos les habían jugado una broma y que Fer estaba bien pero que un  cangrejito se metió donde no.

Franco: muchachos estos, como se les ocurre hacer eso, que si fueran mis hijos ya les hubiera dado una buena.

Solo torcí los ojos, recordando que mi padre era de amenazas cumplidas valiéndole un cuerno que nos dejara en ridículo, eso sí, solo conmigo o mi hermano, Ana siempre fue la princesa y a pesar de la boca que se cargaba nunca le pusieron un dedo en sima en cambio a mí no solo un dedo sino la palma completa.

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Como la vez que estuvimos en casa de mis abuelos, en aquella ocasión tenía 14 años,  los tres nos subimos en los caballos y armamos una carrera, mi hermano y yo fuimos los que ganamos no vimos a Ana por ninguna parte y solo dos minutos después  de que llegamos a la meta nos enteramos del porqué, mi padre ya nos esperaba con el cinto en mano en la camioneta, no debíamos hacer ese tipo de carreras ya que en una ocasión siendo más chicos uno de los caballos tiro a mi hermano y se hizo mucho daño, pero de eso hacía tiempo y mi hermano ya estaba bien, mi padre nos lo tenía prohibido, incluso montar si no había un abulto con nosotros. Solo nos dijo que nos bajáramos de los  caballos y lo mejor era hacer caso.  Los dos bajamos como cachorros a punto de llorar, al primero que le soltaron aquel cinto de cuero fue a mi hermano, sin el pantalón y a vista de unos granjeros, el segundo fui yo que ya lloraba a mares  de igual manera sin pantalón y toda la paliza la llore, mi padre siempre nos despojaba del pantalón porque era de mezclilla gruesa, amaro  los caballos a la camioneta y nos fuimos muy despacio para no cansar ni lastimarlos, cuando llegamos mi hermana estaba como si nada  pasara, mi padre nos mandó a uno de los cuarto y que no saliéramos hasta que el diera la orden… poco después fue mi hermana.

Ana: idiotas les dije que se detuvieran y el caso que me hicieron…

Allan: porque no nos dijiste, ya sabias que papá estaba… verdad.

Ana: les dije que pararan y ustedes se burlaron de mí.

Efraín: porque a ti nunca te pegan shff

Ana: porque tengo cabeza y mido el peligro… si fuera igual que ustedes estaría llorando en este momento.

Nunca le fuimos con el chisme a mis padres de que por lo generar Ana era la que empezaba las cosas, ella sí que tenía suerte,  la mejor suerte del mundo, nunca la atraparon en ninguna travesura y solo hasta que estuvo casada y con hijos ella misma les dijo a mis padres muchas de sus travesuras, estos solo movían la cabeza negativamente pero que le podían hacer.   

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La ultima paliza que me dio mi padre fue cuando paso el problema con Camila por irme a embriagar cuando supe que me había puesto los cuernos y que no sería papá (mi mentalidad de esa época) mi padre me saco a punta de cintos del bar del pueblo a las 3 de la mañana y termine con el trasero tan rojo, adolorido y alguno que otro moretón en el trasero, casi a la edad de 19.  

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Ana: que tienes?

Allan: solo recordaba unas cosas.

Ana: que cosas?

Allan: las palizas que me dieron por tu culpa.

Ana: jjaaa por mi culpa, si tú.

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Eric

Los muchachos se pusieron en un punto muy grosero porque según ellos no aguantábamos nada, así que mejor decidimos meternos a enjuagar un poco para irnos al hotel, Fernando se estaba durmiendo y estaba algo molesto y Manuel estaba enojado por la broma de su hermano mayor, pero más tranquilo porque su mami se puso a jugar con él. Nos despedimos de los señores y señoras y nos retiramos. Allan se despidió de Fer le dio un beso en la frente,  Fer solo le dijo adió algo desganado.

Cuando llegamos al cuarto sin esperar mucho me metí al baño con Marcos.

Eric: sabes que esas casos no se hacen, no eres un bebe para estarte diciendo.

Marcos: yo no tengo la culpa que se han  tan delicadas.

Eric: yo espero que no seas tan grosero.

No le deja terminar cuando me senté en el retrete y lo acomode en mis piernas bajándole en traje.

Marcos: noo dejamee.

Passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss,

Eric: deja de hacer esas cosas y no vas a terminar en esta situación, pero sino haces caso esto es lo que te va a pasar.

Passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss,

Marcos: yaa  shifff auuu aaaayy ya dejame shifff buaaaaa

Passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss, passss, passsss, passss,

Marcos: buuuaaaa buaaa

Deje de castigarle, ya lloraba mucho y las nalgas las tenían completamente rojas.

Eric: date un baño y no tardes mucho porque los demás también se tienes que meter… de acuerdo.

Marcos solo asintió desde su posición, le acomode la ropa y lo guíe a la regadera.

Eric: te voy a pasar la ropa. –Solo movió la cabeza-

Me salí del baño, fui a buscarle ropa  entre y se la deje,  poniéndole  seguro a la puerta para que terminara de bañarse  Marcos era muy vergonzoso a diferencia de Fer.

Fernando se había quedado dormido en una de los sillones y por más que Camila le hablaba este no se despertaba, Marcos salió del baño a los 15 minutos aun sollozaba un poco, solo dijo perdón y se fue a su cama, la caminata al baño continuo solo faltaba Fer que  tenía una cara de pocos amigos.

Fer: yo quiero dormí papá.

Eric: anda a bañar solo faltas tú –lo cargue y lo deje en el baño-

Fer: yo no me quiero bañar tengo sueño.

Me salí del baño sin escuchar  sus protestas y esperando a que se bañara en lo que Camila terminaba de vestirse.

Toque la puesta después de 8 minutos en los que el agua no sonaba para nada.

Toc, toc

Camila: hijo ya te bañaste?… abrió la puerta… ayyy hijo.

Fernando se había quedado dormido en la bañera  aun con el traje puesto, los dos nos metimos.  Fer tenía momentos en que se debilitaba mucho, era raro pero siendo el cuarto día  en el que no habíamos parado de ir y venir de un lugar a otro y casi no había descansado como solía hacerlo, era más difícil para tratar con él, por lo general cuando estaba así  solo quería dormir.

Fer: noo, déjame dormir shiif.

Camila: te duermes todo lo que quieras pero primero te tienes que bañar.

Fer: noo.-dijo enojado sin abrir los ojos y asiéndose volita en la tina seca-

Al final Camila termina mojándose otra vez, le quito el traje de baño y sentándolo en la bañera lo empezó a enjabonar, parecía que Fer ni se enteraba porque de un momento a otro se quedó dormido otra vez.  Camila lo termino de bañar,  medio lo secamos y le pusimos la ropa… lo cargue  y deje en la cama, no despertó sino hasta las 8 del otro día, más de 18 horas se quedó dormido, en la noche solo comió unas cuantas galletas y se volvió a dormir,  lo dejamos en la cama de nosotros para estarlo checando.

…

Fer: eey abarcan mucho espacio. Porque están en mi cama? –dijo poniendo su mano en mi rostro-

Eric: mmm no, tu estas en mi cama.-le dije sin abrir los ojos-

Camila: cómo te sientes?

Fer: me muero de hambre, quiero comer… unos huevitos con tocino,  un jugo, una hamburguesa con pepinillos y un pan con leche chocolatada.

Eric: nada más… no quieres un platito de fruta con yogurt?

Fer: siiii

Camila: jajaja… muy bien yo lo llevo a desayunar tú te quedas vigilando a los chicos.

Eric: muy bien. –dije abrazando la almohada-

El pequeño Manuel estaba dormido con nosotros y a pesar de que la  cama era matrimonial no fue muy cómodo dormir entre patadas y manos golpeándome la cara,  todos nos habíamos acostado muy tarde  y Manuel no quiso ser la excepción incluso Marcos que a pesar de que le dolía el trasero se quedó buena parte de la noche despierto jugando con todos. A la hora Camilla llego con un Fernando de muy buen humor. Y los demás apenas estábamos despertando.

Eric: comiste muy rico?

Fer: si.

Eric: que comiste?

Fer: fruta, hotcakes, serial  y pan tostado.

Eric: todo eso se comió? –le pregunte a Camila-

Camila: si y me peleo porque no le deje ordenar una hamburguesa

Eric: tenías hambre…

Ese día fue bastante tranquilo  solo nos quedaban algunos días de vacaciones por lo que los aprovechamos lo mejor que se pudo.