Páginas Amigas

domingo, 24 de mayo de 2015

Tomatito



-Hola Rosita. Puedes decirle a mi marido que mis padres y mi hermano vendrán para la cena, por favor?! Yo intenté comunicarme varias veces a su celular, pero no responde.... Ah! Lo olvidó ahí... claro! Bueno. Eso era todo. Gracias, Rosi... sí, saludos a ti también.
Colgué el teléfono y me acomodé en el sillón. Estaba cansada, con la tensión haciendo nudos en mi espalda. Necesitaba unos buenos masajes. Pero mis padres y mi hermanito estaban por llegar en cualquier momento, así que debía hacerme cargo de la comida... Encima mi niño... Grrr!!!
En eso, siento los pasos de personas llegando y el timbre que suena. Seguro eran mis invitados y yo ni me había arreglado el maquillaje. 
Estaba a punto de abrir la puerta, cuando el llamado de mi hijo, de siete añitos, me detuvo a escasos centímetros de la perilla.
-Snif.. snif... Mamiiitaaaa... Snif.. Snif... Ma..mamiii... Buaaaa... Deja.. deja qu-que me ponga l..la roopaaaa... snif snif... po-por fa-favoorr!! Snif SNIF!
-Shhhh... Calladito, Ud. jovencito!- Le reté a mi niño, que estaba de cara a la pared, con los pantalones y calzoncillos por lado de las rodillas, dejando al descubierto un traserito rojo, recién castigado.
-Pe.. snif... pero no quiero que vean que..que me castigasteee... sniff sniiff.. mamita, por favooor...- Me decía mientras se sorbía los mocos y bajaba su mano derecha con la que le vi tocarse una de sus nalguitas rojas.
-Tomás, dijimos las manos en la cabeza, hijo. Y qué tiene de malo que te vean la cola, eh?! Son tus abuelos y tu tío. Y todos ellos alguna vez te cambiaron el pañal.- Le dije con una calma que no sentía. La verdad es que quería correr a su lado, sacarlo de la esquina y acunarlo en mis brazos. Mi bebé. 
-Buaaaa... mamáaaa... snif snif... t.. e.. te juro que nunca más me voy a.. a poner insolente con tus amigas.. snif snif.. pero por favoor... deja que me vaya a mi cuartooo... buaaaa... ya..ya me pegaste... no seas maliiita.. snif... 
Yo me sequé una lágrima con mi pañuelo y fui hasta la esquina que estaba ocupando mi hijito, que daba justo frente a la puerta de acceso a la casa. Tenía pensado darle un beso y permitir que se acomodara la ropita. Quería ahorrarle el bochorno... por desgracia, mi papá no esperó a que yo le abriera la puerta. Él tenía una llave extra, así que al ver que yo no le abría, la usó. Mis papás y Dan entraron justo para ver en todo su esplendor la retaguardia sonrosada de mi niño, que se largó a llorar más fuerte al sentirse humillado. Me sentí tan culpable.
-Se puede saber qué le hiciste a mi nieto?!- Gritó mi papá, poniéndose justo delante de mi mamá y muy cerca mío. Daniel había corrido a abrazar a Tomás, cuando lo escuchó sollozar sin control. Con sumo cuidado, le subió el calzoncito y el pantalón y lo acomodó en sus brazos, dejando a Tomás llorar pesadamente contra su pecho.
-Buaaaaaa.... me vieronn... buaaaaaaaaa... snif snif... -Balbuceaba en medio del llanto. Lo vi a Dan apretarlo más en sus brazos mientras le daba besitos en la cabeza y le susuraba palabras de consuelo.
-Shhhh... ya, bebé, ya! Shshshshhh... Ya está. Ya no llores, mi bebé. Nadie vio nada, verdad, mamá?!- Dijo Dan. Y mi mamá asintió, sin dejar de mirarme con desaprobación. 
-Mamáaa... -Le gimoteé. No podía creerlo. A mis años gimoteando?!
-Mamá nada, señorita! Mira nada más cómo le dejaste el potito a mi niño!- Grr!!! No era que no habían visto nada?!
-Es que.. es que Tomy se comportó muy mal hoy, mamá. Por eso tuve.. que.. castigarlo.- Me sentía una mocosa otra vez.
-No es ciertoooo- Me contradijo mi Tomatito, sabiéndose seguro en los brazos de su tío.
-Tomás! Vas a decir mentiras también?! Cómo que no te portaste mal?! Quieres que les diga a tus abuelitos lo que hiciste?!- Amenacé un poquito. Qué bandido mi angelito. 
-Nooo.. Bueno, sí me porté mal, abuelita... pero..pero porque.. snif snif... porque las amigas de mamá me caen mal.. snif snif.. y.. y Sara me estaba molestando mucho ya... snif snif- Tomy había puesto su manito en su colita a modo de protección. Al parecer tenía un poco de desconfianza de la reacción de Daniel. Sara era una de sus colegas. Y era conocida mía. Había venido acompañando a su hermana a la reunión de té que solía hacer todos los jueves.
-Invitaste a esa pesada a tu casa?!- Me recriminó Dan.
-No la invité. Ella vino con Paty. Y no es una pesada... es un  poco odiosa, pero es llevadera. Y además ese no es el asunto. El asunto aquí es que tu sobrino le faltó al respeto a tu colega.
-Mamita, ella me estaba molestando!- Se defendió mi bebito. Había hecho esos pucheritos que yo tanto adoraba. Realmente estaba muy indecisa si había hecho bien al castigarlo. Además, sólo la había mandado al diablo!!! No era para tanto, verdad?!
-Tú no debiste reaccionar así, cariño. Además, cuando te pedí que te disculparas, dijiste que...
-Mamita, nooo!!
-Alto, alto. No estoy entendiendo nada- Dijo mi papá, ya con fastidio evidente.
-Que Tomás fue irrespetuoso con la loca de Sara...auuuu!!!
-Que sea la última vez que te escuche hablar en esos términos de una colega tuya, hijo. -Mamá le había soltado una nalgada a mi hermano. Me tuve que morder la lengua para no reírme de la cara que puso Daniel.
-Y tú, hija, preguntaste a mi nietecito los motivos que tuvo para no portarse como es debido con esa mujer?!- Oh, oh!
-Bu..bueno, yo... -Suspiré derrotada- No, mamá. Lo siento... Mi Tomatito, me perdonarás alguna vez, bebé?!- Le dije a mi niño hermoso, que se había escondido más en los brazos de su tío. 
Lentamente, una carita llorosa se elevó por sobre el hombro de Dani. Sus ojitos verdes me miraban con mucha tristeza.
-Sa..Sara dijo que.. que yo.. que... que tú y papá me malcriaban... Que yo soy un.. un... Mamita, ella empezó. Lo juro.- Dijo mi niño.
-Ven con la mamita, hijo. -Ofrecí mis brazos abiertos a Tomás, sonriendo ampliamente al ver que mi hijo no me guardaba rencor.- Me perdonas, cariñito?!
Sentí la cabecita de mi hijo moverse afirmativamente en mi hombro y me supe feliz otra vez. -Te adoro, cosita hermosa de la mamá. -Le dije con ternura, sin dejar de hacerle mimitos en su espalda y en la colita.
-Yo también, mamita.. Pero no dejes que Sara venga la próxima vez, mamita. Yo no la quiero a ella, por su culpa tú me castigaste con el cepillo.-Lloriqueó. Y mamá, papá y Daniel me miraron como si yo fuera la bruja más malvada del universo.
-Es un trato, mi gordito. Ahora ve a darte un baño mientras yo preparo la cena. -Le di un beso .
-Sí, mamita. Tío, me ayudas..  Por favor?!- Já. Dónde había quedado la vergüenza?!
Decidí hacerme la desentendida.
-David se unió a la reunión familiar dos horas más tarde. Horas que mi Tomatito aprovechó para ser mimado como el hijo único, sobrino único y nieto único que siempre quisiera ser! Bobito... Aún no entiende que siempre lo amaremos como el primer día de su vida.


4 comentarios:

  1. :3 ternura este tomatito me encanta, aunque su mami se le paso la manita pero igual me encanto... jeje mas cuando castigaron a Daniel jejeje ;)

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  2. Bueno sea cual sea la razon Tomatito tiene que aprender a respetar a sus mayores y no tomar la justicia por sus manos
    Asi que yo le doy un voto de aplauso a su mami por reprenderlo...
    Me encanto el tío con su escudo protector de muxho amor y mimo jjjj
    Actualiza pronto por favor

    Marambra

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  3. Marambra, mi Tomatito está seriamente pensando en arrojarte tomates jajajaj!!! ;D Creo que no aprendió la lección mi muñequito, pero así es él... así lo quiero!

    Taz, Mary y Marambra, otra vez GRACIAS, muchachas, por sus comentarios.

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