Lazos de Sangre – parte 5-

Lazos de Sangre –  parte 5-  

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Efraím estaba en casa con su familia, discutiendo con su hijo mayor, aunque no tan mayor… era un mocoso que crea ser lo suficiente maduro para hacer lo que quería, según pensaba Efraím. Santiago tenía 15 años  y se la pasaba en la calle la mayor parte del tiempo, Efraím estando en el trabajo no lo podía controlar y Beatriz no podía con el muchacho además de tener tres hijos Hugo 12,  Fátima 9 y Mateo de 7.

Efraím: no puedes hacer lo que deseas… hay reglas y límites.

Santiago: ya… y que quieres que te diga… sabes ocupo el dinero y tú no siempre me lo das.

El muchacho tenía casi un año trabajando y su padre apenas se estaba enterando, ayudaba en una repartidora entregaba paquetes y le pagaban por ello, Santiago a un era bajito de estatura pero tenía fortaleza para hacer las cosas.

Efraím: yo te doy dinero, no me digas que no te rinde… pues que fregados haces con él.

Santiago: lo que sea… es mío, es mi dinero y yo puedo comprar lo que quiera.

Efraím: pues vas a dejar tus tonterías, porque en…

Santiago: en esta casa se hace lo que yo diga… ya me lo aprendí, deberías de buscar otra frase esa ya está muy repetida.-lo dijo muy tranquilo, sin ningún enojo-

No le faltaron las ganas a Efraím para voltearle la cara a su hijo.

Efraím: de la escuela te quiero aquí o te vas a mi oficina no te quiero en la calle… porque lo único que vas a conseguir si sigues va hacer que te meta a un internado.

Santiago: las ganas no te faltan… pero no es mi culpa si te hubieras desecho de mí ya no tendrías problema con tu perfecta familia. Y si lo haces buscare la forma de salirme.

Efraím se quedó callado no sabía cómo contestar, como reaccionar, su hijo le estaba reclamando y no comprendía el porqué, estaba molesto pero lo mejor que pudo hacer fue salir del cuarto, estaba molesto y no quería decir o  hacer algo de lo que se arrepintiera, solo pensando  que él no tenía la culpa de que su madre no lo haya querido.

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Transcurriendo un mes y llegando el fin de semana Santiago estaba insoportable, enojado, aventando todo a su paso… Efraím trato de hablar con él pero solo lo mando por un tubo haciendo hervir su sangre y con ello el trasero del  chico.

Efraím: ya basta de tus insolencias, de tus estupideces  que ya me tienes arto.

Santiago solo dejaba que las lágrimas cayeran pero no dejo salir  ningún lamento 

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Santiago se sentía mal, triste y solo… enojado con la vida y con el mismo. Su objetivo de trabajar era conseguir dinero, era un mocoso y ya pensaba en formar familia, quería una familia para él, algo que no sentía con su padre. Un año atrás se había enamorado o era lo que él pensaba, simplemente se sentía bien con esa chica, ella era casi un año más grande y  también sentía una gran atracción, se sentía bien estando con Santiago y no era mucha la diferencia de edad por lo que empezaron a estar juntos. El problema de esta pareja es que se conocieron en una época muy difícil si tan solo se hubiesen conocido en alguna otra época o a lo mejor sí y solo se estaban reencontrando en el mundo… todo puede pasar.

Marlene estaba encantada con Santiago se reía mucho estando con él, se sentía viva, ella era de una mala familia por así decirlo y solo se quedó con la compañía de una tía, pero ella no le podía dar todo a sí que trabajaba y solventaba sus gastos, ella era alta a diferencia de Santi. Vivian en la peor zona de la ciudad, la delincuencia, las drogas y todo eso  era lo que había.

Santiago la conocía en la  secundaria fue de  sus primeras amigas pero ella no termino la escuela y salió antes de tiempo por lo que Santiago fue en su búsqueda, por lo que decidió trabajar. Pero no era un ambiente  para un chico… en varias ocasiones le había ofrecido drogas y en dos ocasiones las había aceptado pero nunca las consumió siempre tentado por la curiosidad.

En el barrio había un hombre de apariencia joven, atractivo, traficante de drogas y   muy rico  que le interesaba la chica estaba completamente  enamorado. Fue el que rompió  la poca estabilidad de los jóvenes enamorados.

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Efraím dejo a Santiago, estaba molesto y ya había tomado la decisión de mandarlo a un internado, lo mandaría lo antes posible ya que estaba rompiendo todo tipo de control en esa casa. Tres horas después entro a la recamara de su hijo empezaría hacer sus maletas pero el chico no estaba. Las horas transcurrieron y él no sabía nada de su hijo hasta que el teléfono sonó y este salió corriendo de casa.

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Santiago había ido a buscar a una persona pero este le había  hecho daño… tres disparos fue lo que detuvieron a Santiago. El joven estaba molesto, impaciente y dolido esa persona había terminado con su vida y con la de la persona que más amaba en el mundo.

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Días antes Santiago estaba con Marlene la chica tenía su vientre abultado pronto seria madre y Santiago había tomado la decisión de irse con ella, fugarse y ser libres de cualquier restricción, pero aquel sinvergüenza  enamorado de Marlene los detuvo, hubo una pelea y en un momento de coraje Marlene cayó de una altura considerable… sangre,  fue lo único que se podía ver, aquel hombre que no tenía  el amor de la chica, le dijo a Santiago que se fuera o que lo mataría, que se desharía de él y de su familia de ser necesario, aquel hombre había llevado a la chica a un hospital, el haría lo que fuera por ella la amaba y no le importaba que estuviera embarazaba si era hijo de ella, él lo quería  como propio.

Santiago no podía  competir con esa persona era malo y peligroso,  era un chico de 15 años, salió corriendo… pero estuvo buscando información, saber si su hijo y Marlene estaba bien, pero solo encontró una respuesta…. Ellos están muertos igual que tú y fue cuando los disparos llegaron.

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Santiago estaba en el hospital de gravedad, cuando Efraím llego le dijeron que su hijo estaba muy mal y que lo más seguro era  que no pasara la noche, lo dejaron entrar  a ver a su muchacho, a media noche le informaron que había muerto destrozando a Efraím… a estas alturas Julián y Katy ya estaban con su hijo recibiendo la mala noticia, uno de los médicos le entrego una carta a Efraím que llevaba Santiago con él.

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Papá

Sé que te e decepcionado como hijo, lo sé, siempre lo has  repetido. Pero yo no tengo la culpa de ver nacido. Por fin pude encontrar la razón para vivir y peleare por ella a pesar de que para ti soy un niño. 

Cuando leas esta carta ya estaré lejos o muerto lo primero que pase, no puedo dejar las cosas así, si me quedo solo te traeré más problemas de los que ya te he dado, no me puedo quedar, buscare la esperanza y rogare para que ellos estén  bien, sabes… soy padre y no sé si mi hijo vive, no sé si ella la que tanto amo vive, pero los voy a buscar.. ya deje de tener miedo pero para eso tengo que irme, no volveré a verte. Espero poder encontrar lo que busco y si no pasa solo será  esta  la última vez que te de problemas, te lo prometo.

Diles a mis abuelos que los quiero mucho y que gracias por cuidarme tanto tiempo desde que yo era pequeño. Y gracias a ti por dedicarme  algunos minutos de tu vida,  que sé que siempre estuviste ocupado y que nunca pude tener una hora de ti.

Adiós y no me odie.

Te quiero Santi

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Efraím no puedo dejar de llorar y su padre le quito la carta.

El medico les explico que al parecer el muchacho estaba metido en problemas con personas peligrosas y la verdad es que los que sabían más no hablarían por temor a que les hicieran daño a ellos también.

Efraím: el menciona a un bebe y a una mujer…. Sabe algo?

Doctor: lo único que sé, es lo que les dije, no sé si la mujer y él bebe viven pero lo mejor es que no los busque y no busque más información de lo que paso…

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El  funeral fue triste… un padre no debe enterar a un hijo pero Efraím lo estaba haciendo, la caja estaba sellada  después de verlo en el hospital ya no lo vieron.  Los abuelos se habían despedido de su nieto, cuando a un vivía.

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Efraím no conforme con lo que le dijo el médico se puso a buscar información, busco al bebe y a la mujer,  era lo que le debía a su hijo, cuidar de ellos.

Pasó el tiempo y no encontró señal de vida….

Pasaron los años y descubrió que tenía un nieto bastante sano el cual habían sido adoptados a los tres años cinco meses. Por lo que empezó la tarea de buscarlo.